El preso político Eberto Ángel Escobedo Morales, encarcelado desde el 11 de julio de 1995, acusó al cardenal Jaime Ortega de ser "cómplice de toda la sangre derramada por la dictadura fascista en el poder" y renunció a ser liberado por una gestión suya ante las autoridades.
"Usted se ha parcializado con los sectores más extremistas, radicales y absolutistas en el poder, sin importarle el pueblo ni la Iglesia. Se ha convertido en cómplice de toda la sangre derramada por la dictadura fascista en el poder", señaló Escobedo en una "carta abierta y pública" distribuida a la prensa por la Mesa de Trabajo de Martha Beatriz Roque.
El preso aclaró que "no renuncia" a su libertad condicionada o limitada, concedida por el gobierno, porque a ellos los identifica y reconoce como "adversarios políticos en el poder", pero sí a su liberación "si es gestionada, tramitada o relacionada con usted (Ortega) y el gobierno español".
Escobedo dijo al arzobispo de La Habana que "por su mala gestión frente a la Iglesia (...) no se gana en fieles y religiosos, ni mejora la imagen de la Iglesia ante el pueblo".
"Usted ha dividido más de lo que podía unir", señaló.
También acusó a Ortega haber "frenado sutilmente" el proceso de beatificación del padre Félix Varela, "porque al gobierno no le conviene por razones políticas".
Le responsabilizó además del cierre de la revista Vitral y de no preocuparse "jamás" por los presos y por sus familiares, "ni por las condiciones de vida en las prisiones, ni por las denuncias de las violaciones de los derechos humanos; ni por una Pastoral Penitenciaria y Social coherente, inclusiva y abarcadora".
"Que me perdone Dios si me equivoco, pero no creo que cientos de miles de cubanos se equivoquen, a usted la historia tampoco lo absolverá", apuntó.
Escobedo cumple 20 años de prisión por los supuestos delitos de "propaganda enemiga" y "espionaje".
(Diario de Cuba)
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