El disidente Ariel Sigler Amaya denunció este viernes que le gobierno pone "trabas" para retrasar su salida de la Isla hacia Miami, Estados Unidos, donde recibirá tratamiento médico para paliar las graves consecuencias que han tenido en su salud los siete años que pasó en prisión, informó Europa Press.
"El gobierno cubano no hace más que ponernos trabas para que pueda salir a tratarme a Estados Unidos", dijo Sigler en una conversación telefónica. "Ahora nos pide una carta de recomendación del hospital al que voy a curarme, que es prácticamente imposible de conseguir desde aquí", explicó.
Este documento debe acreditar que Sigler va a permanecer ingresado en el hospital de Miami que ha aceptado tratarle, como una forma de garantizar que los motivos del viaje son médicos y no lúdicos o políticos, como sospechan las autoridades de la Isla. Sin embargo, el disidente aseguró que su única intención es curarse o, al menos, aliviar los dolores crónicos que padece.
"Yo no voy allá para hacer fiestas ni celebrar una reunificación familiar, voy a curarme porque mi estado de salud es cada día más delicado", indicó Sigler, quien explicó que esta reclamación del régimen cubano "está frenando" su recuperación.
El disidente, uno de los 75 condenados durante la oleada represiva de 2003, obtuvo el pasado 12 de junio una licencia extrapenal con la que pudo abandonar el Hospital Julito Díaz, de La Habana, donde estuvo ingresado más de un año por severos problemas de salud que le han llevado a sufrir una paraplejia.
La Sección de Intereses de Washington en La Habana aprobó a mediados del mes de junio la concesión de un visado humanitario para que Sigler pueda llegar a Miami, donde reside su hermano Miguel, y recibir atención médica especializada.
Actualmente, está tramitando su pasaporte para solicitar ante las autoridades migratorias cubanas un permiso de salida.
(Cuba Libre Digital)
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