Buscar este blog

lunes, 5 de abril de 2010

Indumentaria disidente.




Indumentaria disidente.
Luis Felipe Rojas


Algunos amigos me preguntaron la semana pasada en un encuentro sobre noviolencia qué haría para sobrevivir a reclusiones absurdas e incómodos calabozos. Yo no lo sé con exactitud, pero compartiendo la pregunta con un experimentado opositor oriental, coincidimos en que nuestras mochilas llevan casi lo mismo cuando salimos de casa.
Lo que sigue es una lista inexacta, ya que cada quien sabe qué necesita para el camino, qué pesa más o menos y qué cosas le sobrarían debido a su capacidad de subsistencia.
Siempre llevo una toalla, pequeña para que abulte menos, de 1mX50cm. Un pedazo de jabón, usado para que no tiente a mis captores. Pasta dental (un bote a la mitad), cepillo dental y un frasco de agua de tocador (no hay
como untarse una colonia barata después de una ducha en el baño turco*.
Nunca dejo el libro “Desayuno de campeones”, de Kart Vonnegut, Jr. Cuando empiezo a preocuparme (no hay ocasión en una celda en que no crea que será
la definitiva) me leo par de viñetas y el ánimo me sube a cien.
Dos calzoncillos para alternarlos cada dos días, unos calcetines para cubrir los pies, los calabozos guardan una frialdad proverbial. Todo esto junto en un macuto, bolso o mochila no pesa dos libras. Las chicas me han dicho que siempre llevan almohadillas sanitarias aunque no hayan entrado al periodo menstrual. En la última golpiza el día 3 de febrero en Camagüey, debido al stress varias hermanas nuestras comenzaron a sangrar con abundancia y solo una de ellas traía provisiones para la ocasión.
Algunos que he consultado prefieren andar al ‘pelo’ y botan la ropa para el pasillo del cuartel policial en señal de protesta. Gabriel Díaz Sánchez y Yoandris Montoya Avilés, del Movimiento Jóvenes de Bayamo, se quedan
desnudos y comienzan una larga sesión de fisi-desnudo-culturismo (debido a su enorme corpulencia) que molesta a los detenidos comunes hasta que los polis los dejan solos en una celda donde luego duermen a pierna suelta hasta que son liberados.
Lo que me resulta grato es el contacto con los demás detenidos. Raudel Ávila Lozada, un cabecicaliente del Presidio Político “Pedro Luis Boitel” confiesa que aprovecha esos larguísimos días para enseñarles el alfabeto opositor a los detenidos por causas comunes, indicarles cuáles son sus derechos y quiénes son los presos políticos y por qué permanecen ahí. Soy testigo de que ha dado frutos, conozco a jóvenes que se han integrado al movimiento opositor después de conocer a algún activista en una unidad policial.
Ah, y lo que nunca debe faltar, lleven ‘magua, money, dinero’. Hace falta, resulta viable para hacerse traer alimentos frescos, pues casi siempre hay un alma de Dios que te acercará las provisiones que solicites.
Cada mañana o al caer la tarde los custodios te entregarán tus pertenencias por una hora, hasta que estés aseado y parezcas un hombre feliz, capaz de rebatir las puntas más afiladas de los más absurdos procesos de instrucción penal.

(La foto fue tomada en Las Tunas hasta donde llegaron un grupo de jovenes de otras provincias.Fueron todos detenidos al dia siguiente en Camaguey cuando marcharon por las calles para apoyar a Zapata Tamayo en huelga).

*Baño Turco: orificio para las necesidades fisiológicas ubicado debajo de
la pila del agua para ducharte y beber, y a solo medio metro de las
cabeceras de los muros para dormir (ya sean de concreto o metal).


(http://cruzarlasalambradas.wordpress.com/)

No hay comentarios:

Entrada destacada

EL MUSEO DEL HORROR EN LA HABANA

  POR LA REVOLUCION DEMOCRATICA EN CUBA EL MUSEO DEL HORROR EN LA HABANA  Empotradas sus cenizas dentro de una gris piedra con forma de boni...