El gobierno impone restricciones de movimiento a las Damas de Blanco

.El gobierno impuso restricciones al movimiento y las actividades de las Damas de Blanco, informó Laura Pollán, portavoz del grupo de madres, esposas y familiares de presos políticos.

Dos altos oficiales de la Seguridad del Estado leyeron a las mujeres un documento con las disposiciones, indicó un reporte de Radio Martí.

"Vinieron a plantear que las Damas de Blanco no podemos tomar las calles como lo hemos hecho hasta ahora", dijo Pollán, esposa del disidente Héctor Maseda, condenado en 2003 a 20 años de cárcel.

Añadió que los oficiales se negaron a entregarle el texto. Sólo le permitieron copiar un párrafo, que dice: "De acuerdo con la práctica internacional, sólo se le permitirá un recorrido en el área de la Iglesia de Santa Rita (…) por el paseo central, desde la calle 30 hasta 22 (en La Habana), sin afectar el tránsito, con la participación de las Damas de Blanco y solamente 10 de apoyo. En cada ocasión que se vaya a utilizar ese escenario, la responsable o la asignada, debe informarlo a la (unidad de la) Policía Nacional Revolucionaria de la calle Zanja, 72 horas antes", leyó Pollán.

"Esto quiere decir que nos están limitando nuestras protestas y nosotras, sencillamente, vamos a continuar, domingo tras domingo, asistiendo a Santa Rita, marchando por la libertad de los presos, y el día que sea necesario iremos a las calles", aseguró la portavoz del grupo. "Las Damas de Blanco vamos a continuar caminando cada vez que sea necesario".

Este domingo, 21 Damas de Blanco asistieron a misa y posteriormente realizaron su habitual marcha silenciosa por la Quinta Avenida, en el barrio habanero de Miramar.

Pollán denunció que la Seguridad del Estado impidió la llegada a la Iglesia de Santa Rita de al menos 10 mujeres que apoyan a las Damas de Blanco.

"La problemática es muy grande porque ahora la Seguridad del Estado nos quiere restringir nuestras caminatas", dijo Berta Soler, esposa del preso político Ángel Moya, en declaraciones a Radio Martí.

"No sé si es que el gobierno está desesperado, está herido, y quiere volcar su fuerza sobre nosotras", dijo Soler, cuyo esposo cumple también una condena de 20 años.

(DDC)