Alejandrina García, esposa de uno de los opositores trasladados de prisión esta semana, abandonó la huelga de hambre que había iniciado el viernes como llamado de atención debido a que las autoridades penintenciarias cubanas no le permitían visitar a su marido.
By JUAN CARLOS CHAVEZ
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En una conversación telefónica con El Nuevo Herald la mujer de Diosdado González Marrero manifestó ayer sábado que hizo a un lado su acto de protesta luego de que fueran escuchadas sus demandas por un trato justo.
El disidente preso en la cárcel de Agüica, en Matanzas, también decidió terminar un ayunoforzado.
``Gracias a Dios las autoridades del Departamento 21 y de la prisión conversaron con Diosdado y conmigo en dos ocasiones'', dijo García. ``Acabo de regresar de verlo hace unos momentos''.
El sábado, García parecía estar más tranquila tras varias horas de mantenerse a la expectativa y no saber con exactitud cuál sería la decisión de los funcionarios cubanos.
``Las autoridades también accedieron a que mi esposo permanezca en las mismas condiciones que llevaba hace siete años desde que estaba en la cárcel de Pinar del Río'', agregó la mujer, refiriéndose al hecho de que los agentes penitenciarios querían obligar a su marido a vestir el uniforme de los presoscomunes.
``Diosdado dijo que no, él logró su objetivo''.
El opositor González y otros cinco presos de conciencia fueron reubicados el martes en cárceles más cercanas a sus lugares de residencia precisamente para aliviar la rigurosidad de las visitas familiares y disminuir las tensiones.
Sin embargo, a la mujer de González sólo le fue concedida una visita de no más de 10 minutos de duración en la mañana del viernes, hecho que generó preocupación en la familia del disidente sobre las condiciones de encierro y la posibilidad de una escalada de maltratos.
El grupo de seis transferidos forma parte de los 75 encarcelados hace siete años durante la llamada Primavera Negra. De ellos, 53 siguen en prisión.
La reubicación de los presos políticos ocurrió tras un encuentro histórico entre Raúl Castro y la alta jerarquía católica cubana el 19 de mayo pasado. En la cita también se habló de la posibilidad de trasladar a opositores delicados de salud a centros hospitalarios para que reciban atención médica urgente.
Antes de ser reubicado, González estaba recluido en la prisión en la provincia de Pinar del Río a más de 400 kilómetros de su hogar. Ahora, la cárcel de Agüica queda a unos 21 kilómetros de distancia.
``Pudimos verlo durante media hora. Se siente un poco débil pero me dijo que tomó un poco de leche, está mejor'', aseveró García. ``No va a ponerse el uniforme de los presos, ni se afeitará. Me siento bien porque primeramente Diosdado no quería una huelga de hambre, él fue conducido. Alguien se empeñó en cambiarlo todo''.
No obstante, García precisó que ha quedado abierta la posibilidad de un nuevo traslado ya que, según ella, las autoridades carcelarias quieren asegurarse de que nadie de la población penal siga el ejemplo de su marido y exija condiciones como preso de conciencia.
``Tal vez lo hagan como una medida preventiva. No está claro''.
(Cuba Libre Digital)
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