¡Felicidades Papá!
Desde que nacimos estabas junto a nosotros. Un magnífico ejemplo para todo el mundo de cómo deben ser los padres. Nuestra casa fue tu casa y al cabo de los años hasta la calle era tuya. A los que nacieron antes que fueras nuestro papá los adoptaste sin condiciones demostrando un alto altruismo.
¿Qué más se puede pedir que nuestro padre esté en todos los lugares? Si vamos por la carretera nos lo encontramos en grandes pancartas. Diariamente te veíamos en la tele donde cariñosamente nos enseñabas a cocinar frijoles negros.
Eras un padre tan preocupado, que hacías que el bodeguero nos diera el recibo de los alimentos que comprábamos. Cuando nos pusimos obesos, nos obligarse a ir a todos los lugares en bicicleta. Mente sana en cuerpo sano, es tu divisa. Para cuidar nuestros dientes, reduciste la cuota de azúcar y desapareciste caramelos y otras nimiedades. Fíjate lo que pasa cuando tú no estás cerca de nostros: Orlando explota con tejidos adiposos, Evelio tiene tres cuellos, la Lajera necesita dos caballos para sentar su trasero.
Como eres un padre tan preocupado por el medio ambiente, dejaste a Cuba casi sin industria y sin automóviles que escupen su CO2 en la atmósfera, para que no contaminaran el aire y las aguas pudiéramos crecer en un entorno limpio.
Por nuestra abuela sentíamos una gran pena, pues en todos los lugares había alguien “cagándose en tu madre”, pero esa congoja la resarcíamos cuando un millón de personas aclamaba tu nombre en la Plaza Cívica. Todavía nos preguntamos la razón por la que la nombraste Plaza de la Revolución, cuando allí no se tiró ni un petardo.
Cuando nos aburríamos te convertiste en carpintero y empezaste a hacer mesas redondas. Preocupado siempre por tus hijos, quisiste que conociéramos el Mundo, pero no de turista que sólo ven lo bueno y bello. Así vivimos dos millones de tus hijos en el extranjero cosechando experiencias.
La Internet acecha con peligros enormes para los adolescentes, por eso la contralas al máximo para que crezcamos sin deformaciones psíquicas. Lo que pasa cuando no se controla la Internet, lo constatamos en la alienación del "bobo de la yuca" "orlando" y otros adictos.
Sin ti no podemos vivir. Diariamente te nombramos. Siempre estás presente en nosotros y vas adonde nosotros vamos. Gracias a ti hemos llegado a ser ingenieros, médicos, licenciados. Eres tan buen padre que hasta has tratado de cultivar a los jabaos, aunque los científicos te hayan dicho que la capacidad intelectual de los mismos es mínima.
Nada somos sin ti. ¡Felicidades papá Fidel!
(del Blog El Latigo Cubano)
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