Por Miguel Sigler Amaya,ex-prisionero político, desterrado en USA.
CARTAS Y RECOGIDAS DE FIRMAS.
No sé si es porque están de moda las cartas y recogidas de firmas, pero entiendo que eso es responsabilidad de los que se dediquen a esos fines y de aquellos que las firman.
El respeto se gana respetando. Yo respeto todas las iniciativas de mis hermanos de lucha de dentro y de fuera de Cuba y aunque no he estado de acuerdo con algunas de ellas, jamás públicamente he atacado ninguna iniciativa ni proyecto; sencillamente no lo apoyo. Por otro lado, sí responderé enérgicamente por cualquier medio en defensa de todos los anticastristas, hombres o mujeres, que sean engañados para que firmen un documento comprometedor que ponga en duda la moral política de un preso político.
No estoy de acuerdo en que se sigan utilizando las firmas de los presos y de sus familiares para otros fines que no sean para exigir en Cuba: la libertad inmediata e incondicional de todos los Prisioneros Políticos y de Conciencia, la Democracia, el Pluripartidismo, el levantamiento del bloqueo a las libertades impuesto por la tiranía de los Castro por más de medio siglo, el levantamiento de las restricciones al derecho de los cubanos a viajar libremente, el levantamiento de las restricciones a los campesinos cubanos en la producción y venta de productos agrícolas y en general el levantamiento de todas las restricciones que frenan el desarrollo económico de Cuba y de todos los cubanos.
A Cuba la visitan anualmente millones de turistas de todo el mundo, pero para los cubanos hay un delito tipificado en el código penal para aquellos que se relacionen demasiado con ellos según entiendan las autoridades policiacas; el delito es el de acoso a turistas extranjeros ¿ Habrá una ley especial para el turismo americano ?; de la diáspora cubana, cientos de miles de cubanos visitan a Cuba todos los años y la respuesta de la dictadura militar Castrista a sido siempre: más represión, más violaciones de los Derechos Humanos y más encarcelamientos por motivos políticos.
La mafia Comunista de los hermanos Castro, son los únicos culpables del aislamiento, el abandono, la miseria, la pérdida de los valores morales y espirituales y del desastre generalizado en todo el país. El problema de Cuba no es la agricultura ni el turismo estadounidense, no es la economía, es LA DICTADURA de un solo Partido, el control totalitario del Estado que no funcionó, no funciona y no funcionará jamás.
A todos mis hermanos de causa de dentro y de fuera de Cuba, les digo y les pedimos en nombre de mi familia, incluyendo a las Damas de Blanco y Presos de Conciencia de la familia Sigler Amaya, que no nos molesten con ningún tipo de documentos ni de cartas, ni de recogidas de firmas que no sean para las exigencias antes señaladas en este escrito.
No a otro pacto del Zanjón, Si a otra protesta de BARAGUÁ
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