En los últimos días, los medios de propaganda castrista han reproducido las conclusiones de un informe de la UNICEF sobre Cuba en el que, parece ser, da margen para acabar afirmando que la isla de los Castro es "un paraíso para la infancia". Espero sinceramente que el representante de UNICEF en Cuba, institución que cuenta con privilegios en La Habana —dispone de una sede en uno de los barrios de clase alta, Miramar— no haya sido víctima de alucinaciones.
Por otras fuentes, que no son precisamente UNICEF, me llegan de Cuba desde hace algún tiempo otras informaciones sobre el estado en el que viven los niños en la isla. A parte de que tienen acceso al adoctrinamiento ideológico en los círculos escolares (lo que el castrismo considera un "logro"), creo que a ellos, como a sus padres, se les niegan hoy y se les negarán mañana si las cosas no se tuercen, los mismos derechos fundamentales que contempla para ellos la Carta de los Derechos Humanos, pero no las normas de la dictadura.
No creo que la comparación con América Latina sea pertinente, ya que estamos seguros de que los niños viven mejor en Argentina, Uruguay o Chile. Mejor alimentados y con más derechos, seguro. Con una educación garantizada y no con un adoctrinamiento ideológico que anula cualquier tipo de criterio autónomo y alinea forzosamente a los más pequeños hacia una cosmovisión verdeolivo. La alimentación de los niños cubanos tiene que ser, a todas luces, preocupante, dados los problemas de abastecimiento de alimentos que tiene ese país por culpa de su gobierno que, en 52 años ha sido incapaz de crear las condiciones que permitan la prosperidad en este sentido.
Dicho esto, también resulta preocupante que UNICEF participe de los engaños del castrismo y no se haga eco, por ejemplo, de la situación de los hijos de disidentes, que sufren la discriminación por motivos ideológicos. Este es el caso de Rolandito, el hijo de Rolando Jiménez, preso en Nueva Gerona. He aquí una denuncia sobre la situación de Rolandito, en el blog Cuba Nuestra:
Rolando Jiménez Gutiérrez (Rolandito) de 11 años de edad es hijo del preso político y Licenciado en Derecho, Rolando Jiménez Pozada, condenado a 12 años de privación de libertad por la Sala de Delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal Provincial Popular de Ciudad de La Habana. Rolando Jiménez Pozada se encuentra cumpliendo prisión desde el 25 de abril de 2003.
Según la madre del niño Lamassiel Gutiérrez Romero, vecina de calle 28 A # 5308 e/ 53 y 55, Nueva Gerona, Isla de Pinos, su hijo está siendo víctima de represalias por la posición política de sus padres. La maestra de 6to. grado Linnit lo ha desaprobado en todos los controles de matemática, según ella, “no le pagan para brindarle educación al hijo de un contra-revolucionario.”
Según los testimonios del propio niño su maestra Linnit no le dirige la palabra, ha ordenado a otros niños a golpearlo y ofenderlo, además le niega el permiso de ir al baño y tomar agua mientras se encuentra en la escuela.
La maestra de Español, nombrada Virginia, lo ha obligado a escribir una carta para su padre, Rolando Jiménez Posada, como si éste fuera un combatiente internacionalista y revolucionario, como condición si quería aprobar las pruebas finales.
¿Cómo puede el régimen castrista nombrarse paradigma en la aplicación de la Convención de los Derechos del Niño en Cuba, cuando el niño Rolando Jiménez Gutiérrez está siendo torturado psicológicamente por ser hijo de un preso político de conciencia?
El hecho que sus padres no estén identificados con la política imperante en el país, no les da derecho a convertirlo en una víctima del odio, la amenaza, la intolerancia y de tratos crueles y degradantes por parte de sus maestras, con la anuencia de las autoridades gubernamentales.
La madre dice que por mucho que se esfuerce el niño, estudie, sacrifique horas de sueño y recreación, sea aplicado, responsable y disciplinado, no logra resultados positivos. Sus maestras siempre le dan malas calificaciones. El Expediente Acumulativo que refleja la historia académica y política del alumno, con estas calificaciones define el futuro del niño Rolando Jiménez Gutiérrez. Al parecer, ya Rolandito está condenado a morir quemado vivo, por llevar como un abominable crimen de ser hijo de un preso político de conciencia.
La situación de Rolandito inspiró al político catalán Carles Llorens para la redacción del cuento publicado en catalán y castellano Rolandito y el rey Fidel. (Foto: portada del cuento)
Autores:
Miriam García ChávezProfesora de Español y LiteraturaEx presidenta del Colegio de Pedagogos Independientes de CubaExiliada política en California
Heriberto Leyva RodríguezSocial DemócrataProfesor de FilosofíaExiliado político en New Jersey
(Traido del Blog:http://joanantoniguerrero.blogspot.com/)
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