El congresista cubanoamericano Lincoln Díaz-Balart y el empresario Carlos Saladrigas, copresidente del Cuba Study Group, expresaron sus posiciones sobre recientes cartas de miembros de la oposición interna y ex presos políticos a favor y en contra de iniciativas para levantar las restricciones de viajes de estadounidenses a Cuba y facilitar los pagos de las compras de alimentos que La Habana hace en Estados Unidos.
En un artículo publicado en el diario miamense El Nuevo Herald, el republicano por Florida Díaz-Balart alabó a miembros de la disidencia como Jorge Luis García Pérez (Antúnez), Néstor Rodríguez Lobaina, Reina Luisa Tamayo, y los hermanos Sigler Amaya, quienes se encuentran entre los 494 activistas y ex presos políticos que pidieron al Congreso de Estados Unidos mantener las restricciones.
"Estoy de acuerdo con ellos en que no, este no es el momento de darle a la dictadura cubana miles de millones de dólares unilateralmente en turismo y créditos comerciales de Estados Unidos, mientras las cárceles cubanas permanecen llenas de heroicos presos políticos y el régimen rehúsa abrir su puño totalitario", dijo el representante.
Consideró que la misiva pide a los congresistas estadounidenses que se mantengan "junto al pueblo cubano".
Por su parte, Saladrigas, en un artículo publicado en el mismo diario, criticó la polémica suscitada por otra carta de 74 opositores que defendieron el derecho de los estadounidenses a "viajar libremente" y consideraron el turismo beneficioso para aliviar el aislamiento de los cubanos.
"El régimen cubano no se beneficia de una oposición pluralista, al contrario es lo que más teme, pero sí se beneficia de las guerras fratricidas, del canibalismo, y de la férrea intolerancia de algunos", dijo Saladrigas.
Díaz-Balart: Mantener el embargo es "crítico"
En su texto, el congresista Díaz-Balart defendió el embargo "comercial y turístico" y dijo que persigue la transición hacia la democracia en la Isla.
"Por eso le negamos el mercado de Estados Unidos a la tiranía cubana (…) Porque, primero, es en el interés nacional de Estados Unidos que ocurra una transición democrática en Cuba, algo que obviamente también es en el interés del sufrido pueblo de Cuba", afirmó.
"Al igual que en las transiciones democráticas que ocurrieron en España o Portugal o Grecia, o las que ocurrieron en África del Sur o Chile o la República Dominicana, es absolutamente crítico que haya alguna forma de presión externa para que una transición democrática ocurra en Cuba una vez que el tirano ya no esté en la escena", añadió.
El representante consideró que "en el momento de la desaparición del tirano cubano, será absolutamente crítico que el embargo de Estados Unidos esté en existencia como lo está en la actualidad, con su levantamiento condicionado, como lo está por ley", a la liberación de los presos políticos, la legalización de los partidos políticos, sindicatos obreros y prensa independiente, y la convocatoria de elecciones libres con supervisión internacional.
"Yo le sugeriría a aquellos que dicen que las sanciones de Estados Unidos 'no han funcionado', que recuerden lo que hacía la tiranía cubana cuando recibía cinco o seis mil millones de dólares anuales de la Unión Soviética, una cantidad similar a la que recibiría todos los años del turismo estadounidense. Les pediría que recuerden a los cientos de miles de presos políticos cubanos durante la era soviética, y que también recuerden lo que hizo Castro en Granada, Nicaragua, Angola, Eritrea, etc., cuando disponía de miles de millones de dólares discrecionales", dijo Díaz-Balart.
Saladrigas: Basta de tener a la oposición "entre la espada del régimen y la pared del exilio"
Por su parte, Saladrigas defendió el "derecho" de los 74 opositores que se mostraron a favor de levantar la prohibición de los viajes de estadounidenses a Cuba.
Entre los firmantes de una carta al respecto dirigida al Congreso estadounidense se encuentran Guillermo Fariñas, Elizardo Sánchez, Félix Bonne Carcassés, Claudia Cadelo, Manuel Cuesta Morúa, José Conrado, Ricardo González Alfonso, Héctor Palacios, Yoani Sánchez y Dagoberto Valdés.
"Tristemente, para algunos, expresar opiniones contrarias a las de ellos es un acto divisivo", dijo.
A su juicio, tanto la carta de los 74 opositores como la de los 494 activistas —"diseminada por la oficina de Díaz-Balart"— presentan "conclusiones con las que pocos están en desacuerdo".
"Muy significativamente, ambos grupos coinciden en que la solución a los problemas de Cuba pertenece sólo a los cubanos, y que presionar al régimen promueve el cambio. Ambos nos han dado una lección cívica y de convivencia democrática", consideró el empresario.
Las cartas han demostrado "una vez más, que el verdadero daño a la causa de Cuba no lo causa la pluralidad de criterios, sino aquellos que proyectan ante el mundo una visión de un exilio homogéneo en el odio, la intolerancia, y monopolizador de la verdad. Esa imagen la rechaza el pueblo cubano, el mundo, la mayoría del exilio, y sólo beneficia al régimen", advirtió.
Saladrigas resaltó que "es primera vez que un nutrido grupo de prominentes opositores se solidarizan, y como personas, deciden expresar su opinión sobre leyes y políticas que aunque no les compete, los afectan a ellos de una forma desproporcionada".
"Hay una lección importante en todo esto. La lucha contra una dictadura que lleva más de 50 años en el poder no es fácil. No he visto un libro o manual que nos diga cuáles son las estrategias correctas. No comprendo cómo alguien pueda decir que los argumentos expuestos por los firmantes estén 'completamente equivocados'. ¿Hay alguien tan sabio y tan experto que sea el absoluto árbitro de la verdad?", dijo sobre las críticas a la carta de los 74 disidentes suscitadas en sectores del exilio.
"Ya basta de mantener a la oposición interna atrapada entre la espada del régimen y la pared del exilio. Los opositores ya tienen una proyección propia y autónoma sin necesitar apoderados, y al igual que los opositores polacos, deben ser directamente escuchados por el mundo en la elaboración de políticas respecto a Cuba y de los derechos que tan valientemente defienden", afirmó.
(Diario de Cuba)
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