GUILLERMO DESCALZI: Desterrados en Madrid
By GUILLERMO DESCALZI
Estuve en Madrid en uno de esos viajes relámpago que suelen caracterizar la labor del periodista. Fui cortesía de Patrick Cordero, el abogado, preocupado por la situación de los presos desterrados, porque eso es lo que les han hecho, los han desterrado. Viajamos Abraham Romero, Miguel Sánchez y yo, a recoger testimonios, a ver cuál es la realidad de los soltados al destierro, porque serán cubanos pero aquí, en Miami, parece haber algunos que no lo entienden o no lo quieren entender.
Miren lo que escribió ``ragazzo 69'' en la sección de correo de El Nuevo Herald, el día en que llegó Ariel Sigler Amaya a Miami: ``Entiendo con todo respeto el caso de este señor, lo que no entiendo es por qué todos los que salieron por España quieren venirse para Miami. Según mi entender España es un país capitalista, existe libertad, claro con una condición, que en España hay que trabajar, creo no existen los sellitos de alimentos, ni plan ocho ni esas cosas, creo que si los mismos cubanos no rectifican, su causa está perdida. Nadie les va a creer''.
Bueno, señor ``ragazzo 69'', por eso Patrick Cordero nos envió a Madrid, para informar a nuestra comunidad del qué y el por qué de los desterrados a España. También nos envió con dinero para ellos. Sobre el por qué Miami es la meta de muchos, usted mismo lo debe de saber porque aparentemente buscó venir aquí. En cuanto a los exilados en España, la representante de las Damas de Blanco allí, la señora Blanca Reyes, esposa de Raúl Rivero, me informó que tan pronto la prensa deje de ocuparse de ellos, el gobierno de España también dejará de hacerlo. Me dio el ejemplo de los que ya se han afincado allí. Los tuvieron más de un año sin definir su situación, sin darles permiso de trabajo, obligándolos a vivir de la ayuda estatal que ``ragazzo 69'' insinúa que los atrae a Miami. No, los que quieren venir aquí no lo hacen por plancitos ocho ni sellitos de alimentos. Lo hacen por dignidad, por reencuentro familiar, y también, lo que es más importante, porque son activistas, disidentes activos, y aquí estarán más cerca del pulso del acontecer cubano.
El problema con la gestión española es doble, según los exilados que han estado años en ese país. Uno es la falta de estructuras del gobierno español, y el otro es el índice de desempleo del 20%. Con una población de 40 millones, eso significa que los 20 o 30 que en esta oportunidad el castrismo termine desterrando a España, tendrán que competir con hasta 8 millones de desempleados españoles, aunque la cifra oficial es de cuatro millones en busca de un empleo que les permita vivir. Luego está la parte moral, el apoyo moral y el ataque moral. A estos desterrados a España no se les dijo la verdad. Se les prometió que podrían salir con todos sus familiares. En el aeropuerto se les informó que sólo podrían salir con seis cada uno. El resto se quedaba en la isla, como rehenes del régimen, para que los desterrados sepan que los familiares que dejaban atrás pagarían las consecuencias por lo que ellos, los desterrados, pudieran decir o no decir en España. Es un régimen maldito. Aparte de esto, los mismos familiares que salieron fueron sacados de sus casas por la Seguridad del Estado, y retenidos en instalaciones militares hasta llegado el momento de abordar el avión, acompañados siempre por la Seguridad del Estado.
El gobierno de Rodríguez Zapatero cree haber ``logrado'' esta ``liberación''. El canciller Miguel Angel Moratinos de manera especial luce lo logrado como medalla de honor colgada al cuello. No se da cuenta, ni parece darse cuenta Rodríguez Zapatero, de que han sido utilizados como instrumentos del régimen.
ay que ser claros. El gobierno socialista de España tiene afinidad con el gobierno de los hermanos Castro, mientras que el resto de Europa no. El castrismo parece creer que con la figura de España como libertadora, España se convertirá en su portavoz para convencer al resto de la Unión Europea de que los hermanitos Castro son en realidad personas muy gentiles, muchas gracias. Es hora de realismo y de unión para derribar al régimen. También es hora de trabajo de hormiga, pero parece que hay quienes piensan que la gente quiere venir aquí no a trabajar como hormiga por la libertad de Cuba sino más bien para recibir ayuda estatal. No, señor, esta gente ha estado presa más de siete años, y algunos de ellos han estado presos varias veces. No creo que deba haber divisiones en Miami entre cubanos y no cubanos, y menos dentro de la misma comunidad cubana. La hora de Cuba está llegando. Que ladren contra el tirano, no contra los patriotas que acaba de desterrar. En Miami todos debemos ser cubanos.
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