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miércoles, 25 de agosto de 2010

MAS CLARO NI EL AGUA.


MAS CLARO NI EL AGUA.
Por: Cheo Breñas.

Berta Soler, portavoz de las Damas de Blanco, dijo a El Nuevo Herald que respetaban la opinión de los disidentes y el debate de ideas, pero que la carta tenía un tinte ‘‘político'' que no podían respaldar.
"Las Damas de Blanco somos defensoras de los derechos humanos y estamos por la libertad de nuestros presos. No estamos asociadas a ningún grupo ni movimiento político. Y la mediación de la Iglesia la calificamos de positiva'', precisó. (Tomado del Nuevo Herald -http://www.elnuevoherald.com/2010/08/21/786825/iglesia-cubana-mantendra-mediacion.html)

(Más claro ni el agua); la razón de sus existencias responde “únicamente” a la lucha por la libertad de “sus presos” y por ahí de paso a la defensa de “los derechos humanos”. Nada que ver con la situación del país ni la lucha a brazo partido de la disidencia en general (por la que fueron encarcelados sus familiares en cuestión y que definitivamente es causa política aunque el gobierno insista en llamarle “de conciencia”) -y por supuesto- y según deja bien asentado esta señora portavoz Berta Soler, que no tiene nada que ver con la suerte de los demás presos políticos en Cuba. Claro que la mediación de la iglesia ha sido positiva para quienes (como ellas), sólo les importa la suerte de “sus presos” y no la delicada situación de su pueblo, que sin lugar a dudas está incomprensiblemente retenido en ese “cuarto de tierra” donde están confinados por capricho de esa odiosa tiranía.

Hay que entender que Las Damas de Blanco (que dicho sea de paso se han ganado el respeto y la admiración del mundo con su obstinación por conseguir la libertad de sus familiares encarcelados por el sólo “delito” de pensar diferente) son unas señoras valientes, que en desacuerdo con la decisión del gobierno cubano de encarcelar a sus familiares injustamente, se pusieron de acuerdo para protestar lo más pacíficamente posible y reclamar lo que consideraron sus derechos. Pero no está bien que digan que su causa no es política porque no se lucha o pide nada a ningún gobierno, sin mezclarse en este sentimiento propio de las sociedades que se sienten marginadas.

Veámoslo así: (y conste que sólo estoy razonando el giro que ha dado esta situación y que por desgracia ha sido contraproducente para lo que considero nuestra causa, combatir a los Castros hasta conseguir la libertad de nuestro pueblo). Digamos que un grupo de mujeres ve que encarcelan a sus hombres injustamente a penas exageradamente impropias e inhumanas, por el sólo hecho de expresar su sentir ante un gobierno radical que no admite críticas como el de Cuba poniendo definitivamente en riesgo la situación económica y estable de sus hogares –(supongo que estemos de acuerdo en que quienes sufren y defienden más los sentimientos del corazón son las mujeres, máxime cuando está de por medio la desintegración o aislamiento de la familia)-.

Inconformes con semejante decisión estas señoras, apelan al gobierno recibiendo como respuesta un inquebrantable silencio. Entonces deciden protestar de forma muy pacífica exhibiendo su dolor e inconformidad ante los demás ciudadanos. (El sólo hecho de este acto de protesta en una dictadura tan cerrada y cruel como la de los Castros, ya es una indisciplina que viola las reglas impuestas por ellos), pero como todo pasa en silencio y el resto de la ciudadanía no se afilia ni participa de semejante insubordinación, les permiten seguir con su peregrinaje porque a la larga son “mujeres” y no imponen ninguna voluntad de fuerza.

Al notar que aquel pueblo (ese pueblo también inconforme que las ve pasar y que aprueba muy sutilmente con la mirada la disposición de estas valerosas damas, pero que tiene miedo porque sabe por experiencia el riesgo que correrían si osaran oponerse abiertamente a la dictadura) al que pretenden conmover con su dolor pero que no responde a sus súplicas con la más mínima de las solidaridades; buscan apoyo en un enemigo común, “La Iglesia”,( que aunque se mantiene agazapada respetando no se qué condiciones impuestas por este gobierno para poder mantener su estadía y llevar a cabo su propuesta en el país y que todos sabemos no ha dejado nunca de ser una opositora a la ideología que este gobierno impone), convienen en que es una muy buena opción para hacerse escuchar y sentirse de alguna manera protegidas.

Y lo que comenzó como una peregrinación pacífica de protesta muy personal, pronto dio lugar a que nuestro exilio (basado en que el motivo de estas marchas eran los presos de conciencia de la primavera negra, que definitivamente habían sido encausados por manifestar su desacuerdo con el gobierno al que combatimos) lo usara como bandera en su lucha constante por la libertad de nuestro pueblo y el derrocamiento de esa absurda y cruel dictadura.

Hasta aquí todo iba bien. Mientras el exilio hacía su lucha con esta aprovechable situación blandiendo ante el mundo esta bandera, la disidencia interna llenaba las páginas del internet con fotografías y comentarios sobre incidentes que entonces comenzaron a darse alrededor de estas valientes y obstinadas damitas.

Habíamos logrado por primera vez en cincuenta años un avance tan grande en nuestro propósito de derrocar a la dictadura, que llegamos (los más soñadores) a sentir muy cerca el final, ya que entre los blogueros, los grupos disidentes de dentro y fuera del país, el sacrificio de Zapata y la huelga de hambre y sed del señor Fariñas, el gobierno estaba pasando por los peores momentos de su ya resquebrajada dictadura.

Entonces sucede lo inesperado (¡ah, la política!). La iglesia toma partido y nos cambia todo el panorama destruyendo nuestro sueño y poniéndonos de nuevo en desventaja. La dictadura vuelve a emerger como triunfadora y el Vaticano se anota un punto en su desesperado e incierto presente.

¿Quién o quienes le dieron al Vaticano el nombramiento de Embajadores de nuestra lucha? ¿Las Damas de Blanco? Pero si ellas mismas acaban de decir que su causa no es política. ¿Y si esto es así y lo sabían, Porque entonces tanto circo? ¿Por qué tanto movimiento y tanta propaganda mal intencionada a favor de su intromisión? ¿Quién los autorizó a tomar decisiones en nuestro nombre para hacer tratos tan humillantes con nuestro enemigo? Si en verdad querían ayudar tenían que haber luchado por un encuentro entre las partes para llegar al calor de una transición democrática y no interferir en lo que nunca ha sido de sus incumbencias.

Desde que el “títere obedece órdenes” de Raúl Castro aceptó la reunión con esos curitas de pacotilla, ávidos de “lucir la chaqueta” en el ámbito internacional como los salvadores que siempre han pretendido ser, era sabido que tenía que ser bajo las condiciones de la dictadura, que aunque necesitada de ayuda, se manifestaba todavía orgullosa por el poder que aún tiene sobre el pueblo cubano.

Yo se que en el fondo el propósito inicial era de buena intención. Tratar de ayudar a que soltaran a los familiares de aquellas señoras que estaban sufriendo por esta desgracia y que además eran “fieles” dentro de un sistema tan poco prometedor como el de Cuba. Pero también sé que ningún subalterno en ningún gobierno o asociación, puede tomar decisiones de este orden si antes no es consultado y aprobado por sus superiores. Es decir, que el “sorprendido” gobierno del Vaticano ya había calculado el asunto con bastante anticipación y había valorado los pro y los contras de esta intromisión, pues todos sabemos que esos “no dan paso sin guarache” y que estaban de acuerdo en que sería un buen golpe que traería ante la opinión pública una muy buena cosecha para sus macabros planes de expansión, asegurando como siempre, todas las opciones para imponer su presencia y su ideología. Un sistema al borde del colapso y la necesidad de hacerse sentir y limpiar la imagen, eran una muy buena opción.

Si lo que quería el curita era ayudar a sus fieles, ¿porqué convertir en un circo este dilema? Llevamos más de 50 años esperando que alguien nos ayude a sacar del poder a los Castros y cuando logramos estar un paso adelante siempre aparece un oportunista que por querer sobresalir, echa por tierra todo nuestro esfuerzo y trabajo. ¿Cuándo será que entenderán que es con nosotros con quien hay que contar para tomar este tipo de decisiones? Nunca hacen nada por nuestra causa y cuando se entrometen nos pasan por encima como si no existiéramos, ¿Qué “coño de su madre” se habrán creído estos aprovechados?

Esto que hicieron es desastroso e imperdonable, les quitaron la fuerza moral a esos infortunados luchadores que estaban arriesgando sus vidas por una transición pacífica y democrática, en las prisiones castro-comunistas de Cuba, para desterrarlos cual delincuentes a tierras también manejadas por comunistas pero con caretas. Qué gran casualidad que casi de la nada apareciera el Moratinos en función de Ada madrina para ofrecerse a recibir a nuestros paisanos. Interesados malsanos que se sobraron además de apañadores, presionados por los magnates que ven en peligro sus millonarias cuentas congeladas por la dictadura en Cuba. ¡Qué gran tercia de oportunistas!

Y todavía se atreven a decir estos promotores de la mentira y el enredo, que somos una “disidencia radical”. Como se nota que nuestro dolor les importa un comino y que lo de mayor prioridad en su bitácora son sus intereses.

Sé que no está bien que alguien que intenta inducir al razonamiento como yo, desprenda tanto odio hacia esas personas que dirigen un emporio tan grande y tan respetado como lo es el Vaticano. Pero es que siento que han hecho y siguen haciendo tanto daño a la humanidad con sus mentiras, que no lo puedo evitar. Bueno… no soy perfecto, lo que pasa es que me incomoda sobremanera la hipocresía y la sorna.

Discúlpenme aquellos creyentes qué confían ciegamente en su Vaticano, no es en contra de ustedes que me proyecto siempre ya que estoy consciente que en la democracia debe haber libertad de criterios; es contra la hipocresía que exhiben estos señores que se sienten enviados “del señor” sobre esta tierra y que se burlan -a mi entender- de la nobleza de aquellos que tan fielmente los siguen.

Y sí, estoy muy decepcionado y herido en mi yo propio porque no concibo que quienes pregonan la bondad y el amor siempre estén del lado de los malos.

(http://razona-conmigo.blogspot.com/)

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