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No puede menos de causar extrañeza el ver cómo crecen a la vez la protesta indiscriminada contra la pena de muerte, contra toda forma de guerra, y la reivindicación de liberalizar el aborto, bien sea enteramente, bien por "indicaciones" cada vez más numerosas. No sólo la Iglesia, sino personas en todo el mundo que defienden la vida, como el Dr.Elías Biscet, tienen demasiada conciencia de que es propio de su vocación defender al hombre contra todo aquello que podría deshacerlo o rebajarlo, como para callarse en este tema.
En muchos países el pluralismo ético es reivindicado como la consecuencia normal del pluralismo ideológico. Cuba entre ellos. No se puede invocar jamás la libertad de opinión que en Cuba es sólo la libertad que permite el gobierno, pero en ese caso se escudan bajo la “libertad de opinión” para atentar contra los derechos de los demás, muy especialmente contra el derecho a la vida. En Cuba, así como en muchos otros países se masacran diariamente miles de niños en el vientre de sus madres. El delito del Dr. Elías Biscet, que le ha valido una pena que sólo está concebida en la mayor parte de los países para criminales con fuertes delitos de asesinato, ha sido pronunciarse contra la práctica del aborto masivo en Cuba.
La condena que cumple Dr. Elías Biscet es el símbolo de la arbitrariedad de un sistema, donde el poder judicial no es independiente, eliminando así los cheques y contrapesos que garanticen al ciudadano un tratamiento legal y justo.
El caso del Dr. Elías Biscet, no es el caso de aquellos que hayan atentado contra el Estado cubano, con actos terroristas. La manida interpretación de que los terroristas de unos son los héroes de otros, no puede tener cabida en una sociedad democrática donde el respeto a la dignidad del ser humano, y por tanto a su integridad física y moral, esté por encima de todo. El Dr. Elías Biscet, sólo ha expresado abiertamente su pensamiento. Que su pensamiento esté en desacuerdo con la línea del Partido Comunista y del gobierno de Cuba, no implica que pueda ser juzgado y mucho menos, condenado.
La tan citada frase de José Martí, “trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra”, es igualmente válida en el caso del Dr. Elías Biscet. Esa es la razón, por la que independientemente cual político extranjero haga alguna gestión, su liberación nunca se ha permitido.
La figura de Nelson Mandela fue tomada en innumerables situaciones por los oradores e ideólogos del socialismo de todas latitudes, especialmente en Cuba por Fidel, como símbolo de la inhumanidad del régimen del Apartheid y de la lucha por la igualdad social de los negros en Sudáfrica. Es increíble que hagan exactamente lo mismo que contra lo que lucharon durantes años.
En lugar de contestar preguntas inocuas, el Departamento de Estado y el Presidente de los EEUU debieran pronunciarse abiertamente también en este caso. En su lugar, han hasta quitado el cartel lumínico alegórico de la Oficina de Intereses. Si lo hubieran hecho para no entorpecer negociaciones que podrían poner en libertad a los presos de conciencia de la llamada Primavera Negra, lo aceptaría. Pero nada más lejos de la realidad. El presidente Obama prefiere contestar preguntas estúpidas.
Con justeza se discute en la ONU sobre el embargo contra Cuba. Con la misma justeza debieran discutir la liberación del Dr.Elías Biscet y de aquellos presos, cuya única falta ha sido tener una visión e ideas diferentes al gobierno de Cuba.
A George W. Bush se le pueden atribuir con razón innumerables errores. Pero ha sido el único, que ha reconocido el valor de la posición del Dr. Elías Biscet.
Raúl Castro expresó, que a él no lo habían elegido, para volver a implantar el capitalismo. Si esa es su ideología, lo aceptamos, como aceptamos otras ideas o religiones, aunque no estemos de acuerdo con el sistema económico impuesto en Cuba. El capitalismo no es necesariamente el paraíso de la humanidad. Pero tampoco lo han elegido, para hacer preservar injusticias. Como Presidente tiene la potestad de declarar la libertad del Dr. Elías Biscet y de aquellos otros que han sido condenados injustamente. Hoy exigimos todos, que lo haga.
¡Que repiquen las campanas haciendo despertar al Mundo!
¡Que repiquen haciendo ver quienes son los verdaderos héroes!
¡Que doblen por la libertad del Dr. Elías Biscet y de los condenados injustamente!
(http://latigocubano.blogspot.com/)
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