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jueves, 21 de julio de 2011
INFORME DE MARTA BEATRIZ ROQUE
INFORME DE MARTA BEATRIZ ROQUE
La policía deja parapléjico a un joven en Holguín, un conflicto en la sociedad civil
Caso: Alberto Loerós Castro
Este joven de 32 años de edad, de Holguín, municipio cabecera, con residencia en calle Pepe Torres No.182 entre Frexi y Martí, CI 79032019024, no podrá volver a asistir a un bailable estatal, el último fue el 27 de agosto de 2007, cuando después de ser detenido, sin motivo alguno, se le aplicó una técnica de artes marciales, conocida como “Doble Nelson”, que le produjo una afección medular que lo tiene paralizado de la cintura para abajo.
Sus agresores fueron enjuiciados por la Fiscalía Militar en la Causa 27/07, el juicio se celebró sin la presencia de Alberto. Los dos policías implicados salieron absueltos, también quedaron sin cargos en la casación que puso la mamá del agredido, nombrada Carmen Luisa Castro Marcelo, vecina de Calle 23 No.5 entre González Valdés y 211, en Holguín, con CI 60061008653. Ella es maestra de enseñanza especial.
Como si fuera una burla, uno de sus agresores, el capitán Héctor Luis Pérez Osorio, fue ascendido al grado de mayor y en estos momentos es segundo Jefe de la Policía Municipal de Holguín. El otro nombrado Frank Ochoa Angulo, también fue ascendido a oficial y se mantiene trabajando, ambos en espera de una nueva víctima, porque como no pasa nada, se puede actuar sin inhibición.
A continuación se reproduce una versión de las palabras de Alberto Loerós Castillo, según un video tomado por el comunicador comunitario Rubier Cruz Campo, de Holguín.
Todo comenzó en una fiesta de las que hace el gobierno, yo trabajaba en una agencia de seguridad y protección, ese día no tenía que trabajar, y me fui a tomar unos tragos con una pareja y yo. Entonces se había acabado la bebida, y fui a comprar cerveza y la dejé a ella con el carné por miedo a que me carterearan. Cuando estaba haciendo la cola, veo que adentro hay un amigo y él me vio y yo di la vuelta y entré allí y cuando le estoy dando el dinero y el pomo, siento que me tocan y eran las autoridades de aquí, que en mala forma me dijeron que no podía estar ahí. Les expliqué que me había llamado el compañero, que nos conocemos y les dije esas no son formas de tratar a uno. Eso les cayó mal y me dijeron que dónde estaba mi carné. Les expliqué donde lo había dejado y no quisieron ir; entonces yo me identifiqué dije que trabajaba en una agencia de seguridad que llamaran por la planta para que verificaran, ellos no le dieron importancia y cogieron las esposas y me esposaron para acompañarlos: ¿ni que fuera un delincuente yo? La gente del pueblo que estaba allí al ver esto comenzó a decirle cosas a la policía, me llevaron a una unidad conocida como El Anillo. A los policías de allí, yo les expliqué lo que había pasado, entonces me iban a trancar en el calabozo y le dije que no había motivos para eso, que era una bobería, es más les dije que yo no era policía, pero pertenecía a un grupo de seguridad y protección.
Eso no les importó me dijeron que me iban a trancar porque yo era bocón. Yo no quería entrar en el calabozo y me dijeron si yo era guapo. Llamaron al Jefe de la Unidad y a otro más que son los que parecen que entran a la gente en el calabozo allí y fueron con mala forma ¿A ver quién es el guapo que no quiere entrar? Y yo les dije yo no soy guapo, yo estoy defendiendo mi derecho porque no veo motivos para meterme en el calabozo.
Entonces le di la espalda a un policía y me cogió y me hizo una llave llamada “Doble Nelson” y me apretó duró por la médula y otro me cogió por las piernas y me cargaron bruscamente y abrieron la celda y me tiraron. Cuando yo caigo siento un dolor, acá en el cuello, que me bajó directamente a las piernas, sentí las piernas acalambradas y me asusté y empecé a vocear.
Vinieron a verme los policías y les expliqué que parecía que con la llave me hicieron algún daño, pero ellos pensaban que yo me estaba “haciendo” y me arrastraron a la litera que había allí y me dejaron un rato allí esperando a ver si era verdad o mentira. Entonces cuando vieron que era verdad se mandaron a correr, en vez de apoyarme y ponerme en una forma inmóvil para no hacerme más daño en la médula, se mandaron a correr y me montaron en un jeep y me estaba esperando afuera, donde está el comedor, una fila de policías y me decían: “a ver tú eres el guapo que no quería entrar en el calabozo y cómo que tú no sientes a ver”. Tenía una tijera como para pincharme, yo tuve que hacer así con la mano y decirle ¿oye tú estás loco?
Me llevaron en la parte de atrás del jeep dando tumbos para el Hospital Lenin, y me montaron en una silla de ruedas, me llevaron al politrauma y me empezaron a tirar placas. Cuando vieron que era verdad que me habían hecho daño en la médula me ingresaron en el sexto piso en neurocirugía, ahí me pusieron una minerva, inmóvil yo boca arriba, con dos policías, que yo pensaba que me estaban cuidando y me dijeron que me tenían como acusado, porque yo había formado algo desagradable.
Para poderme operar tuvieron que esperar 11 días, porque tenía una inflamación en la médula; pero en esos once días cogí escaras y una bacteria (muestra el muslo izquierdo donde tiene un hueco y en la espalda y en parte de los glúteos). Tengo una sonda puesta, no siento de ahí para abajo. Estoy operado del cuello y tengo una lámina con dos tornillos. Una fractura medular (C7 con C1). Seis meses para injertarme atrás carne que me sacaron de un muslo y por fin aquí lo que hicieron fue pegarme una bacteria. Mi papá tuvo que llevarme para La Habana, porque esto está malo aquí en ese hospital. En la Habana, en el hospital Naval, me pasé en una sala de terapia intermedia de cirugía, nueve meses allí, para poder mejorar, pero eso fue porque fue gestión de familiares que me llevaron para allá, tratando de mejorarme. Conclusión tratando de mejorarme yo esperando el juicio para esos policías, por fin tenían que hacer el juicio, le avisaron a mi mamá llegó una citación, yo tenía que ir a declarar me dijeron que me sedara y dijera toda la verdad, pero al juicio llevaron a mi mamá, allí acomodaron sus cosas, buscaron un máster de artes marciales, yo sin estar presente ni nada, y envolvieron a mi mamá, porque como los policías son jefes; si metían a uno preso el otro también tenía que ir preso, por fin no metieron a ninguno preso, siguen trabajando, hace 4 años y medio que yo estoy así; ascendieron a uno de ellos, lo ascendieron a Mayor y yo sigo pagando.
Esto que tú ves aquí fue a base de manifestación, estaba yo manifestándome en un hospital, ellos me iban a dar una casa y se la cogió una gente de aquí que se llama Xiomara que era la jefa de la vivienda de Holguín y que ahora le piden 15 años de prisión.
Esto que está aquí, estas cosas, estos materiales, esto no me lo ha dado el gobierno, la Iglesia Católica me ha ayudado a mi, y esto me lo mandó mi papá de la Habana, y esto lo he acomodado yo aquí con ayuda de la gente que me ha ayudado.
Estoy retirado del trabajo por enfermedad, 241 pesos (moneda nacional), que la cuenta no da porque yo tengo una dieta especial y no tengo dinero para ella, no tengo forma de lo que pasó y quiero que esto llegue hasta donde tenga que llegar, porque aquí se habla de los derechos humanos, bueno que hagan justicia; que los policías vayan presos y que me den una vida mejor, ya después que el daño está hecho.
No tengo cuidadora, mi mamá pasa trabajo, porque ella trabaja con el Estado y la mayoría de las veces estoy solo aquí yo, tengo que estar pidiéndole a la gente que me ayude, búscame esto y búscame lo otro. No tengo silla de ruedas buena, me piensan dar una y todavía estoy esperando, vamos a ver si llega. Bueno yo creo que ya esto es todo lo que yo quería decir.
La mamá dice:
Yo quiero agregar ahí, que a pesar de que yo soy una maestra en una escuela de niños de enseñanza especial, no he tenido ningún tipo de ayuda para el caso de mi hijo, que no tiene cuidadora, no tiene nadie que me ayude a cuidarlo, el salario que tengo tampoco me alcanza para yo darle la alimentación a él, ni para los medicamentos ni nada. Ha tenido muy pocas atenciones en la medicina
Porque incluso ni vienen a visitármelo aquí, para que un médico venga a visitármelo aquí, tengo que ir a buscar al médico para que venga a atenderlo. Él ha tenido muchas escaras en su cuerpo y también sufrió de una bacteria que esa bacteria le caminó el cuerpo entero y le comió hasta el fémur de la pierna derecha, él en la pierna derecha no tiene fémur y yo estoy haciendo todo lo posible por ver si a él me lo operaran, si no es aquí en Cuba es en otro país, pero que le hagan un injerto de médula, para que pueda volver a ser un muchacho joven trabajador, porque él es un trabajador de esta sociedad, integrado a esta sociedad y no ha tenido ningún tipo de beneficio.
A pesar de esto yo estuve en el Consejo de Estado en La Habana, estuve en el Comité Central en La Habana, y planteé la situación que tenía, porque él estuvo ingresado un año en la Habana en terapia. Me presenté allí y mandaron un expediente de allá de La Habana a Holguín. Aquí se limpiaron las nalgas con los papeles porque no han hecho nada, los policías están paseándose por la provincia de Holguín los han ascendido y les han tirado la toalla. Lo pasaron por la Fiscalía Militar, pero eso fue una fachada para decir se celebró juicio, para que nosotros los familiares no nos disgustemos, pero no los han sancionado ni nada. Aquí nadie viene a saber, a preguntarme si a él le falta un medicamento, si le falta alimento, si le falta nada. Todo lo que tiene ha sido por esfuerzos propios de la gente que nos ha ayudado y de la Iglesia, porque no hemos tenido ninguna ayuda y la poca ayuda que hemos tenido de los médicos ha sido porque yo he ido a buscar los médicos para que venga a verlo.
A los policías lo que han hecho es ascenderlos, les celebraron juicio en Fiscalía Militar, uno se llama Héctor Luis Pérez Osorio, le dicen “Titico”, nombrado “Titico”, que es el segundo jefe de la policía a nivel de municipio aquí en la provincia Holguín.
Me fui a ver a Porro el jefe de la policía de aquí de Holguín, provincial, fui a verlo; fui a ver a Atención a la Ciudadanía. El otro policía se llama Frank Ochoa Angulo, que yo me presenté en su casa incluso. El compañero estuvo hasta ingresado en el psiquiátrico de Gibara, para tapar del delito tan grave que le han hecho a mi hijo. Y yo quiero justicia y atención para mi hijo.
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