Se quejan de que La Habana se niega a proveerles documentación para salir de la Isla, e incluso han amenazado con iniciar una huelga de hambre.
La Habana se están negando a facilitar a los miembros de la organización terrorista vasca ETA refugiados en la Isla documentación falsa "operativa" que les permita salir de Cuba, informa este domingo el diario español El País. La situación ha causado el enfado de algunos veteranos etarras, que acusan de "carcelero" al régimen e incluso han amenazado con realizar una huelga de hambre.
La decisión de las autoridades cubanas contrasta con la cobertura prestada hasta ahora, dice la publicación. En la práctica, supone cerrar la salida a miembros de ETA asentados en la Isla, toda vez que, según fuentes policiales, tampoco quienes tienen sus causas penales prescritas en España parecen dispuestos a pasar por el "humillante trago" de acudir a la embajada española en La Habana a solicitar un pasaporte.
El diario español publicó una carta de los veteranos etarras Elena Bárcena Argüelles, Tigresa, y Francisco Javier Pérez Lekue, Niko, quienes intentan desde hace tiempo abandonar la Isla.
En la misiva, fechado el 8 de febrero pasado y dirigida "al pueblo de Euskal Herria (País Vasco)", Bárcena Argüelles y Pérez Lekue llaman "carceleros" a los gobernantes cubanos y les acusan de haber incumplido el acuerdo de 1984, por el que La Habana se comprometió a no impedir la eventual salida de la Isla de los etarras, según El País.
"Si bien durante los primeros años Cuba cumplió lo acordado y de hecho varios refugiados fueron abandonando el país, cada vez fueron poniendo más trabas a las salidas, hasta que llegó el momento en que las prohibieron, primero en la práctica y más tarde diciéndolo abiertamente. Con esa actitud han pasado de ser un país de acogida a carceleros, al menos para aquellos que deseamos abandonar esta Isla", dicen los etarras en la carta.
"Queremos hacer público nuestro rechazo hacia la actitud de las autoridades de este país, que nos condena de facto a cadena perpetua, en un marco además de absoluta inseguridad jurídica", añaden.
"Exigimos el cumplimiento de los acuerdos de 1984, aceptados por ambas partes a nuestra llegada a la Isla y derogados unilateralmente y sin siquiera informarnos en su momento de ello", dicen.
De acuerdo con El País, la carta fue enviada a publicaciones relacionadas con el nacionalismo vasco radical, que ha cultivado la mitificación del castrismo, y no ha sido publicada por temor a irritar a La Habana y al Partido Comunista de Cuba (PCC), y a que esto "provoque un mayor deterioro de las relaciones y, en última instancia, perjudique al conjunto de los etarras allí asentados".
La Habana se ha resistido sistemáticamente hasta ahora a colaborar judicialmente con España en los casos que involucran a los miembros de ETA, indica El País.
En sus indagaciones sobre asuntos diversos, entre ellos la colaboración de ETA con las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC), la justicia española ha reclamado infructuosamente al Gobierno cubano la entrega de etarras como Miguel Ángel Apalategi (Apala) José Ángel Urtiaga Martínez, José Miguel Arrugaeta San Emeterio o José Ignacio Etxarte Urbieta, señaló el diario.
¿Giro en La Habana?
El País indicó que Bárcena Argüelles y Pérez Lekue han enviado escritos a la dirección del PCC en los que reiteran sus exigencias de que se les facilite documentación (falsa) y afirman que Cuba es ya para ellos "una cárcel donde no quieren permanecer ni un día más".
Bárcena Argüelles fue deportada a Cabo Verde en 1986 junto a su marido, Ignacio Rodríguez Muñoa, Zippo, pero ambos acabaron recalando en Cuba un año más tarde.
Pérez Lekue llegó a la Isla procedente de Nicaragua y, según la policía española, ha vivido en Cuba con documentación falsa.
Se calcula que la comunidad de etarras refugiados en la Isla tiene una veintena de miembros. El Gobierno cubano reconoce haber dado cobijo a un grupo de etarras deportados que llegaron desde Panamá y Francia en los años ochenta, como parte de acuerdos con Madrid. Pero los servicios de información españoles siempre se han mostrado convencidos de que La Habana ha acogido también a otros miembros de ETA, como algunos que abandonaron Nicaragua tras la derrota electoral de los sandinistas.
El régimen les habría otorgado nueva identidad y rodeado de medidas de seguridad para evitar que su presencia fuera descubierta, de acuerdo con El País.
El diario consideró que la nueva actitud del Gobierno cubano supone un giro de su comportamiento, puesto que hasta hace un tiempo el régimen proporcionaba documentación "operativa" y ayuda logística a los etarras que optaban por abandonar la Isla, tal y como prueban algunas detenciones practicadas en Francia.
En su carta de denuncia, Bárcena Argüelles y Pérez Lekue recuerdan que el acuerdo inicial alcanzado con el "colectivo de refugiados" de ETA establecía que las autoridades cubanas facilitarían las salidas, aunque quien abandonara la Isla ya no podría regresar.
El País dice que la apuesta por ETA que el castrismo hizo en su día ha ido desdibujándose, a medida que la comunidad internacional tolera peor la condescendencia con el terrorismo. Además, La Habana mantiene un grado de comunicación con las autoridades españolas superior al de años atrás, y no querría comprometer sus relaciones bilaterales con España, menos aún a causa de una organización terrorista a la que se da por desahuciada.
Diario de Cuba
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