Los oportunistas del cambio y el perdón no solicitado
Lawton, La Habana, Juan González, (PD) Hoy sobran oportunistas dispuestos a conceder a los totalitarios de Castro la posibilidad de cambios cosméticos sin justicia y sin que abandonen el poder que ostentan por la fuerza, arrebatado al pueblo y la nación cubana desde hace cincuenta y seis largos años.
Aunque el general presidente, que carece tanto de votos como de batallas, ha dicho meridianamente, que, “no cederá ni un milímetro” y su ministro de exteriores que los cambios ocurrieron en 1959, algunos se niegan a comprender un castellano hablado con tanta claridad.
Sobre el general presidente Raúl Castro y su hermano mayor, el dictador emérito Fidel Castro, ellos son responsables directos de ejecuciones extrajudiciales, durante el periodo en que Fidel Castro fue jefe de estado con poder absoluto y el general Raúl Castro, ministro de la Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y jefe estas fuerzas de las que su hermano fue Comandante en Jefe hasta el año 2006.
Como ejemplo ilustrativo, podría tomarse un periodo de tiempo limitado aunque ilustrativo.
Ernesto Che Guevara estuvo al mando de La Cabaña desde los primeros días de enero de 1959 hasta el 26 de noviembre de 1959. Se informa que durante este corto periodo, firmó órdenes de ejecución que se llevaron a cabo hasta después del 26 de noviembre de 1959. Las ejecuciones en 1959 (para los que no se anotó mes o día) tuvieron lugar durante el mando de Guevara o fueron ordenados por él. El número exacto de víctimas se desconoce, pero él propio Guevara reconoció ordenar muchas ejecuciones, todas las cuales se llevaron a efecto sin el debido proceso legal y son responsabilidad directa tanto de Guevara como del jefe de aquellas fuerzas armadas y del jefe de estado bajo cuyo mandato tuvieron lugar.
En 1994 fue hundido el remolcador 13 de marzo y perdieron la vida hombres, mujeres y niños.
En 1996 fue derribada en aguas internacionales una avioneta de matrícula norteamericana de la ONG Hermanos al Rescate.
En 2003 tres jóvenes negros fueron juzgados y supliciados sumariamente por mandato del dictador emérito Fidel Castro y cada uno de los que refrendaron ese crimen desde el llamado Consejo de Estado. El régimen dijo necesitar una medida “ejemplarizante”, en el estilo inaugurado por los capitanes generales coloniales españoles, Concha, O’Donnel, Valmaseda, Weiler, etc., y los tres jóvenes fueron ejecutados en el brevísimo plazo que ordenó el autócrata en jefe.
¿Aspira algún promotor de cambios y perdones o pensador de profundidades de tanque de retretes a que esto duerma el sueño tranquilo de la impunidad?
Cada domingo tiene lugar en Cuba una represión de corte fascista, ejecutada por órdenes emanadas del más alto nivel en la jerarquía política del régimen militar totalitario cubano. Esta represión incluye turbas paramilitares del corte de las que en Alemania nazi realizaron pogromos contra judíos. En Cuba tales pogromos son conocidos eufemísticamente como actos de repudio.
Hemos sabido que el embajador británico en Cuba, Tim Cole, defendió desde su blog personal la existencia de “una sociedad civil fuerte y que opere libremente” como base para el éxito de la democracia, porque se convierte en su oxígeno. Enaltecedoras palabras de un diplomático. Mucho más meritorias por provenir de un país que tuvo la suerte de no conocer la noche oscura de un fascismo empoderado.
Me pregunto cómo es posible que embajadores provenientes de países que conocieron la noche oscura de la barbarie fascista nazi, puedan vivir con la conciencia tranquila y coexistir con mítines o actos de repudio como los que tienen lugar en Cuba cada domingo. ¿Cómo un bloque en que participaron países que conocieron las exclusiones y las persecuciones del fascismo, puede negociar en condiciones de igualdad con promotores de violencia y exclusión como los que rigen en la actualidad los destinos de la nación cubana?
En peor condición humana y política quedarán para la historia por llegar, esos proliferantes oportunistas promotores de cambios cosméticos para continuar y de perdones no solicitados, sin arrepentimiento a la vista.
j.gonzalez.febles@gmail.com; Juan González Febles
j.gonzalez.febles@gmail.com; Juan González Febles
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