El relator de la ONU para la tortura sigue sin poder visitar cárceles de Cuba y EEUU
Ha renovado su petición al régimen recientemente pero no ha obtenido respuesta.
"Todavía estoy negociando con Estados Unidos para tener acceso a las prisiones en términos que pueda aceptar", explicó en una conferencia de prensa en la sede de la ONU.
El experto argentino dispone desde 2012 de una invitación de Washington para acudir a Guantánamo, pero considera que las condiciones que establecen las autoridades estadounidenses no son aceptables.
Según Méndez, se trataría de una "visita guiada a algunas partes del centro de detención, no a todas" y un encuentro con las autoridades, mientras que tendría prohibido hablar con los reclusos.
"Son condiciones que no puedo aceptar", explicó Méndez, que rechazó la invitación.
El relator de la ONU para la tortura también ha tratado sin éxito de visitar cárceles estatales y federales de Estados Unidos para analizar el problema del confinamientos en solitario.
"Tras dos años y medio, desafortunadamente la situación no se ha resuelto favorablemente", dijo Méndez, que explicó que algunos estados han rechazado sus peticiones y que las condiciones que le ofrecen las autoridades federales no son las idóneas.
En contraste, destacó la importancia de la visita efectuada el pasado julio por el presidente, Barack Obama, a una prisión federal para pedir una reforma que "replantee" el sistema de justicia criminal.
"La visita del presidente Obama fue algo sin precedentes para Estados Unidos, pero también para muchos países del mundo. No conozco ningún otro caso en el que un jefe de Estado visite una cárcel y (...) hable específicamente del confinamiento en solitario", dijo.
El relator también ha insistido repetidamente en visitar otros países del continente americano como Cuba y Venezuela, sin lograrlo.
"A Venezuela llevo pidiéndolo desde 2010 sin suerte por ahora", dijo Méndez.
En el caso de Cuba, explicó que ha renovado anualmente su solicitud para viajar, incluido este año aprovechando el acercamiento entre La Habana y Washington, pero sigue sin obtener respuesta oficial.
Méndez reconoció que es bastante habitual que los países no le inviten a analizar posibles problemas de tortura o que establezcan condiciones inaceptables, a pesar de que los informes que elabora la ONU tras esos viajes son confidenciales mientras así lo deseen los Estados en cuestión.
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