Buscar este blog

martes, 13 de octubre de 2009

OBAMA Y EL NOBEL: ¡ES EL DÓLAR, ESTÚPIDO!.



OBAMA Y EL NÓBEL: ¡ES EL DÓLAR, ESTÚPIDO!.
Por Jorge Hernández Fonseca.
12 de Octubre de 2009

Aún no se ha despejado la discusión en torno a los méritos que el presidente Barack Obama acumula para ser acreedor del Premio Nobel de la Paz, que la comisión escandinava le concediera este año de 2009. Figuras permanentemente unidas en la ideología, como Fidel Castro y Hugo Chávez, han discrepado respecto al tema: mientras el dictador cubano calificó la asignación como “positiva”, Chávez ha dicho que “Obama no merece semejante galardón”.

No obstante la disimilitud de puntos de vista, lo que sí parece consenso al respecto es que el comité escandinavo que otorgó el Nóbel a Obama, lo ha hecho como “una perspectiva de paz” contenida en una política que ya ha mostrado un camino: en el cambio de política hacia Cuba --todavía en andamiento--; en la definición de una fecha para la retirada de Irak; en la decisión de eliminar el proyecto del “escudo anti-misiles” de Europa Oriental y en la propuesta de reducir el arsenal nuclear actual, a pesar de haber dicho que “la guerra de Afganistán, es ‘su’ guerra”.

No obstante lo anterior, no quiero entrar en argumentaciones respecto al mérito del Premio a Obama, sino respecto a las probables intenciones de quienes lo concedieron, tema sobre el cual también se ha escrito en el aspecto político; yo abordaré aquí un punto de vista económico.

La crisis mundial que se abatió sobre el planeta el año pasado pudiera ser vista como la definición catastrófica del conflicto de intereses entre los sectores petroleros y los sectores financieros, definidos a favor de los financistas (a pesar de haber quebrado muchos bancos, sus ejecutivos todavía reciben jugosos dividendos por “su actuación”, sin que las autoridades se inmuten) mientras que los petroleros amargan precios de menos de la mitad que los del pasado año.

Un periódico inglés publicó recientemente que varios países (Francia, Rusia, China, Brasil y los países árabes del Golfo Pérsico) se reunieron en secreto para conspirar contra el dólar (tienen todas sus razones, pero fue una conspiración contra los intereses de EUA) sentando las bases para suprimir el dólar como divisa internacional y sustituirlo por otro mecanismo diferente.

Vale decir ahora que semejante pretensión de Saddam Husein años atrás, en parte, fue lo que le costó terminar sus días colgado de una horca en Bagdad, construida por los norteamericanos. Claro que los tiempos son otros y EUA no puede organizar contra los países que conspiraron una invasión como la que se hizo contra el Irak de Saddam. Además, hay razones de sobra, dadas por los propios norteamericanos ahora, para un ataque al dólar. Abundando en lo anterior, léase criterios al respecto en un artículo del 2003, previo al ataque norteamericano a Irak:

http://www.cubalibredigital.com/artigo.php?id=1805

Estados Unidos disfruta, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, del privilegio de emitir la divisa internacional, aceptada hasta hoy por el mundo todo. Inicialmente, el dólar tenía un respaldo fijo en oro, pero que durante la Primera Gran Crisis Petrolera de inicios de los 70, EUA desligó del oro, como respuesta a una escalada de los precios del petróleo promovida por loa árabes. Sin embargo, el dólar continuó siendo la principal divisa internacional, hasta hoy.

La crisis mundial del año pasado hizo que EUA “echara a andar la maquinita de imprimir dólares” sin tener esta voluminosa emisión el respaldo en valores reales, por causa de la crisis económica (quebró la General Motors, empresa insignia de EUA) lo que motivó ahora, a medio plazo, una creciente e incontrolable devaluación del dólar frente a otras monedas mundiales.

Esta creciente y continuada devaluación del dólar tiene una lectura doble: Por un lado beneficia al comercio exterior de EUA, porque abarata relativamente los productos norteamericanos en el exterior, beneficiando la industria estadounidense. Por otro lado, los tenedores de dólares como divisas en reserva (precisamente, los países que se reunieron en secreto para conspirar contra el dólar de EUA) ven con preocupación cómo esta ventaja de EUA conlleva además una reducción paralela de los valores de sus reservas, llevándolos a la acción conspirativa.

Es en este marco que un comité “europeo” concede un dudoso y discutible Premio Nóbel --nada menos que de la Paz-- al presidente de los Estados Unidos en funciones. Si Obama y su equipo representan los intereses del sector financiero, no lo podían estar haciendo mejor. Sin embargo, otros sectores financieros en Europa, Asia, Medio Oriente, Golfo Pérsico y Sudamérica también aspiran a que parte de ese poder arrebatado al petróleo, sea al menos compartido y no quede restricto al beneficio de EUA solamente. Podría entonces haberse ideado una compensación a EUA, a través de su presidente, que centraliza casi todas las riendas del poder de reacción.

Como la reunión conspiratoria (con sus innegables razones) es un ataque directo al dólar --y al privilegio que ser la divisa internacional representa para Norteamérica-- el Premio Nóbel pudiera ser visto como una “compensación moral” a Obama, en momentos que tiene que decidir cómo proceder ante un ataque económico de tal magnitud e importancia a su liderazgo financiero.

La decisión de Obama es compleja. Si EUA pierde la posibilidad de imprimir --según su voluntad-- la divisa internacional (como lo es ahora con el dólar reinando) y es sustituido por un sistema llamado de “cesta de monedas”, en el que se incluyen otras monedas fuertes, como el euro, el yen, la libra esterlina y evidentemente el dólar, entre otras monedas fuertes, EUA perdería no sólo su liderazgo financiero mundial, como haría más delicada la situación de endeudamiento producto de sus decisiones gastadoras en medio de la crisis financiera mundial.

Por otro lado, los países detentores de dólares como reservas en sus arcas, tampoco verían con agrado una caída abrupta de la moneda estadounidense, decurrente de su sustitución como divisa mundial. La devaluación paulatina que el dólar tiene hoy, podría ser sustituida por una caída brusca de su valor de cambio, con la consecuente pérdida de valor como reserva.

En ese sentido, la decisión de enfrentar la conspiración contra el dólar que Obama tiene ante sí (y hay que decir que EUA todavía tiene muchas armas financieras) pudiera estar siendo inducida en un sentido “pacífico” por este Nóbel, de manera que no utilice todo el arsenal de medidas económicas y monetarias que EUA tiene a su alcance en esta guerra contra el dólar.

¿Sería éste el gran sentido de un tan discutido Premio Nóbel por expectativas?


Por Jorge Hernández Fonseca.

No hay comentarios:

Entrada destacada

EL MUSEO DEL HORROR EN LA HABANA

  POR LA REVOLUCION DEMOCRATICA EN CUBA EL MUSEO DEL HORROR EN LA HABANA  Empotradas sus cenizas dentro de una gris piedra con forma de boni...