Releyendo aquella carta
La conmemoración del cincuentenario de la lectura de la carta de despedida de Ernesto Guevara no ha incluido noticia alguna de su reacción al escuchársela a Fidel Castro.
Así aparece en su libro Misiones en conflicto, publicado por la editorial Ciencias Sociales, en 2007. Entonces, di por sentado que se trataba de una apología escrita por un benévolo académico. Confieso de entrada mi error. Es una muy documentada e inteligente investigación acerca de las reiteradas intervenciones comandadas a distancia por Fidel Castro en la vida política del continente africano.La prensa cubana ha conmemorado los 50 años de la lectura hecha por Fidel Castro de la carta de despedida de Ernesto "Che" Guevara, en 1965. Sin embargo, esta evocación no incluye lo revelado por el historiador norteamericano Piero Gleijeses: al Guerrillero Heroico no le gustó nada aquella revelación.
No cabe sorprenderse de que el autor del libro sea un extranjero. Los intelectuales cubanos preferimos proponernos metas menos ambiciosas, en parte por comodidad y en parte por suponer que no encontraremos acceso a la documentación requerida.
Gleijeses maneja archivos desclasificados, tanto del Departamento de Estado estadounidense como de la CIA, así como bibliografía y prensa internacional. A eso añade extensas entrevistas testimoniales, realizadas sin prejuicios ideológicos, tanto a los destacados combatientes internacionalistas cubanos Victor Dreke y Rafael Moracén como al jefe de la Estación CIA de Luanda en 1975.
El autor presenta este material in extenso y lo analiza con objetividad y sensatez, enriqueciendo así la visión del contexto histórico. Como asegura en su prólogo a la edición cubana el recientemente fallecido Jorge Risquet Valdés,"Piero Gleijeses dibujó con fino pincel de maestro, en numerosos lienzos, los episodios de 17 años en todas las latitudes de África y otros lugares del mundo".
Uno de estos episodios que me parece especialmente significativo es la fracasada incursión personal del Che Guevara en el Congo Zaire, en 1965.
Durante su periplo político, luego de su intervención ante la ONU en diciembre de 1964, el Che había acordado con Laurent Kabila, líder de los rebeldes congoleses, el envío de un pequeño contingente de asesores militares cubanos. No obstante, no había precisado que sería él en persona quien lo encabezaría. A su paso por Egipto, conversó de esto con Gamal Abdel Nasser, quien intentó disuadirlo. Nasser se quedó atónito y le dijo al Che: "¿Quieres convertirte en otro Tarzán, un blanco que dirige negros. No puede ser".
Sin embargo, a su regreso a La Habana, Fidel Castro tuvo otra reacción:"Yo mismo le propuse la idea al Che. Tenía tiempo disponible; tenía que esperar. Y deseaba entrenar cuadros, ganar experiencia".
Esta cita se le atribuye a Fidel Castro como publicada por el periodista italiano Gianni Minà en su libro-entrevista Encounter, pág 233. La frase "Tenía tiempo disponible" revela que ya el argentino no tenía ninguna otra cosa que hacer en Cuba, y que su proyecto de reiniciar la lucha guerrillera en "otras tierras del mundo" ya estaba acordado. Acerca de los motivos que determinaron esta separación definitiva, Gleijeses no aventura conclusiones. Es un enigma pendiente.
Otro detalle de gran interés es la reacción del Che a la lectura hecha por Fidel de su carta de despedida: "Escuchaba un radiecito junto a otros miembros de la columna cuando Fidel comenzó a leer la carta. Uno de los voluntarios recuerda: 'El Che estaba cerca de mí. Se puso muy serio, bajó la cabeza y empezó a fumar'. Que Fidel hubiera hecho pública su carta molestó mucho al Che, explica Dreke. Creo que el Che sabía que las cosas marchaban mal en Zaire y una vez que Fidel había leído la carta de despedida, pensaba que sería incómodo regresar a Cuba".
Es decir, el homenajeado comprendió que su amigo y jefe político estaba cerrándole para siempre cualquier eventual regreso a la vida pública en la Isla.
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