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lunes, 25 de abril de 2011

Sara Marta Fonseca Quevedo: “Eso que nos sucedió… no has fortalecido aun más”.




Sara Marta Fonseca Quevedo, junta su familia, es un ejemplo de la desesperación que siente el pueblo cubano. Pero además, es un ejemplo de la valentía de los cubanos que han decidido, públicamente, enfrentarse a la dictadura castrista. En un país donde la cúpula del poder justifica y patrocina los actos de repudios porque “no pueden negarle el derecho al pueblo para que defienda su revolución” (como fue dicho por el General Raúl Castro durante el 6to Congreso), personas como Sara Marta son verdaderas amenazas al control absoluto y al monopolio de violencia ejercido por el régimen.

Por esta razón, mientras la prensa internacional reportaba sobre el 6to Congreso (con muy pocas palabras reservadas para el masivo desfile militar que ocurrió horas antes del evento), y mientras los dueños del poder presentaban una lista de “reformas” o “cambios” en la isla, el mismo aparato represivo fue desencadenado en la vivienda de Sara Marta Fonseca Quevedo, la secretaria ejecutiva del Partido Pro-Derechos Humanos de Cuba y vocera del Frente Nacional de Resistencia Cívica y Desobediencia Civil Orlando Zapata Tamayo.

“Este 18 de Abril nuevamente cometieron este acto salvaje de terrorismo de estado hacia nosotros,” cuenta Sara Marta. Pero esto no es nada nuevo para la opositora. “Ya hemos sufrido alrededor de 15 o 16 actos de repudios horribles acá en mi vivienda,” afirma. Pero en comparación con los otros actos violentes en contra de su persona, el más reciente incluyo una cantidad masiva de participantes. “Vinieron más de 100 personas orientadas y dirigidas por los órganos represivos de la seguridad del estado. Allanaron nuestra casa, brincaron la cerca, y con cabillas y palos nos habrían las ventanas y nos amenazaban y trataban de golpear por las ventanas. Empezaron ofendernos verbalmente, agredirnos con palabras fuertes, y también nos tiraron piedras por la ventana. Fue terrible”.

“Ellos demostraron ser personas que no tienen dignidad, respeto, o principios de cualquier índole. Incluso, ellos son capaces de matar en un momento determinado, como verán en sus rostros a través de las imágenes. Ni parecen seres humanos, más bien parecen fieras los que vienen a agredirnos”.

Llego un punto que Sara Marta no pudo quedarse dentro de su casa. Simplemente no podía soportar tanta injusticia callada y detrás de sus paredes.

“En ese momento cuando las piedras comenzaron entrar por las ventanas, que casi me golpean en la cabeza y en la de mi madre quien estaba sentada al lado mío, decidí salir a la calle. Pensé que si iba correr sangre, que corra en las calles en presencia del pueblo y los vecinos, para que el pueblo vea como asesinan una familia por manifestarse en contra del sistema. Nosotros, porque es nuestro derecho, habíamos colocados dos carteles al frente de nuestras casas. Algunos decían “Abajo los asesinos Fidel y Raul Castro!”, “Viva los Derechos Humanos!”, “Abajo el Sexto Congreso del Asesino Partido Comunista de Cuba!”, y “exigimos derechos para todos los cubanos!”

“Yo fui la primera en salir a la calle. Me abalance contra ellos porque aunque somos pacíficos, y defendemos los derechos del pueblo pacíficamente, no creía que la sangre nuestra debiera correr dentro de la casa. Debe correr en la calle, y si nos matan probablemente sea el fin de la dictadura, porque estoy convencida que el pueblo no soportaría ver que mataran a defensores de los derechos humanos en la calle. Por eso me abalance contra ellos, fui decidida a lo que fuera. No pensé que iba salir de esto con vida, de verdad que no lo pensé”.

Como suele suceder, los represores violentos le propinaron una golpiza salvaje a la opositora. Pero no fue la única de la familia que sufrió los maltratos físicos.

“En mi caso, recibí golpes fuertísimos en la cabeza, aun me duele. También me golpearon en los senos, donde tengo mucho dolor. También los brazos, las piernas, la columna, en la espalda, y en muchos otros lugares. Realmente estamos afectados y tenemos dolores en todo el cuerpo. Mi esposo Julio Ignacio León Pérez y mi hijo mayor Julio León Fonseca también salieron cuando vieron lo que estaba sucediendo. Y ellos también fueron agredidos salvajemente. Mi esposo recibió un puñetazo en el oído derecho, y aun no escucha bien. Además, tiene golpes en la mejílla, en las rodillas, y le daban con sus rodillas en la espalda para no dejar marcas. Mi hijo también fue agredido- le machucaron los dedos, tiene heridas en el dedo menique y el dedo anular. Tiene golpes en sus rodillas. Ellos le daban con la planta del pie, no con la punta, como para no producir hematomas. Y así de esa manera le daban por la espalda, y también sufrió un puñetazo por su mejía derecha y lo golpearon muy fuertemente en la cabeza”.

“Entonces nos introdujeron en un auto patrullero y nos condujeron para la unidad de la policía localizada en Santiago de Las Vegas. Ahí nos llevaron a celdas diferentes. Mi esposo fue trasladado para la unidad de la PNR en el Capri”.




Sara Marta, su hijo mayor Julio, y su esposo Julio Ignacio.




En el centro de detención, la familia pro-derechos humanos continuo su protesta pacífica.

“Nosotros nos mantuvimos todo el tiempo en huelga de hambre y sed. Fue desde el lunes 18 a las 1 de la tarde hasta Miércoles, dia 20, cuando mi hijo y yo fuimos liberados sobre las 2:20 de la tarde, y luego mi esposo como a las 3 de la tarde. Estábamos en un total ayuno, no ingerimos ni agua ni otro tipo de alimento en protesta a la arbitrariedad. Además, ellos pretendían procesar a mi esposo por desorden público. Ósea, por desorden público a una persona defendiendo su hogar. Sin embargo, ellos quienes fueron los causantes no solo de desorden público, pero un tremendo escándalo público, estaban en sus casas como si nada hubiera pasado. Ellos, que defienden la constitución socialista vigente habían violado hasta ciertos artículos dentro de esa misma constitución. De esa manera, demuestran que no tienen principios ningunos. Nosotros queremos cambiar esa constitución, pero ellos quienes, entre comillas, la defienden, pues así todo la violan.

“En mi caso también querían procesarme por escribir en la pared de mi celda “Abajo Fidel”, “Abajo Raúl”, “Abajo el PCC”, y básicamente toda las mismas consignas que tenia puesta en frente de mi casa. Me sentí con todo el derecho de hacerlo porque habíamos sido víctimas de un acto criminal y un acto de terrorismo de estado. Me querían procesar por eso, bajo el pretexto de daños y prejuicios a la propiedad. Asumí responsabilidad y le dije que no me interesaba, pero que si quería ver a todas esas personas que agredieron mi domicilio sentadas en el banco de los acusados, y que les iba hacer una acusación en contra de todos ellos por todo lo que hicieron”.

Antes de concluir la conversación, la opositora quiso compartir algunas palabras de agradecimiento a sus colegas opositores dentro de la isla que no dudaron en abogar por su inmediata liberación. También expreso su agradecimiento al exilio cubano por sus muestras de solidaridad.

“Quiero decir que gracias al pueblo que no pertenece a organizaciones de oposición, mi madre Marta Quevedo Vázquez y mi hijo Ignacio León Fonseca no fueron golpeados. Ellos habían salido a la calle cuando ya estábamos dentro del carro patrullero. Gracias a los vecinos que no soportaron ver mas abusos y se interpusieron y no permitieron que golpearan a mi madre y a mi hijo. También gracias a estos mismo vecinos, no penetraron mi vivienda. Mi casa estaba totalmente abierta y no lograron penetrar más allá del portal porque los vecinos no lo permitieron. De lo contrario, el destroce hubiera sido total. Ya vimos que destruyeron todo el frente de la casa y hubiesen destruido todo el interior. Estoy muy agradecida del pueblo que, a pesar de que siente mucho temor aun por tantos años de dictadura y represión, supieron imponerse para defender cubanos que estamos defendiendo los derechos de todo el pueblo.

Estoy muy agradecida de todo el exilio y todos los exiliados cubanos que se encuentran en distintas partes del mundo y que nos apoyaron mucho. También estoy muy agradecida de toda la oposición interna que desde un extremo al otro de la isla dieron muestras de solidaridad y apoyo. El Frente Nacional de Resistencia Cívica y Desobediencia Civil Orlando Zapata Tamayo, que agrupa muchas organizaciones defensoras de los derechos humanos y opositoras al régimen lanzaron una campaña a todos los opositores y estaban organizados y dispuestos a tomar las calles si no éramos puestos en libertad. Esto realmente atemorizo la dictadura. Se le podía ver que ellos sentían el temor de una manifestación a todo lo largo del país, porque saben bien que están destruidos, y saben que si aún se mantienen en el poder es solo porque tienen un país totalmente militarizado. Pero al igual saben que este pueblo está cansado y no los quieren en el poder. Saben que a este pueblo le falta un mínimo para tomar las calles y hacer manifestaciones a favor de la libertad y la democracia de todos los cubanos. Nosotros abogamos por cambios en Cuba, abogamos por elecciones libres y multipartidistas, y estamos convencidos que con la unión de todos los opositores vamos a lograr los cambios que tanto deseamos para nuestra patria.

Eso que nos sucedió a nosotros, lejos de amedrentarnos, lo que no has fortalecido aun más, porque hemos visto mucha solidaridad y mucho apoyo. Esto nos da mas aliento para continuar la lucha”.



De parte de este blog, “Pedazos de la Isla” nos gustaría felicitar a la Sara Marta Fonseca y toda su familia por su inmensa valentía. Guste le o no a los que mandan en Cuba: el futuro de la isla reside en personas como Sara Marta, su familia, y los opositores cubanos que lo arriesgan todo para alcanzar la libertad.


Tomado del Blog:

http://pedazosdelaisla.wordpress.com/

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