“Mariela Castro no tiene derecho a representarme”
La hija de Raúl Castro tiene una agenda política para blanquear la homofobia histórica de la revolución
martes, diciembre 23, 2014 | Alejandro Tur Valladares | 6 Comentarios
CIENFUEGOS, Cuba -Durante la última década, la lucha en favor de los derechos de la comunidad LGBTI cubana ha cobrado relevancia. Ha sido el Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba (CENESEX) dirigido por la sexóloga Mariela Castro Espín, hija del gobernante cubano Raúl Castro Ruz, la organización más visible de cuantas aseguran estar involucradas en la promoción del respeto a la diversidad de género; gran paradoja si se tiene en cuenta que fue su tío Fidel Castro y su padre, quienes instrumentaron la mayor persecución contra la comunidad gay que haya quedado registrado en los anales de la Isla.
Tal situación ha propiciado la división en bandos de la comunidad LGBTI cubana. De un lado quienes desconocen la historia y han elegido dar crédito a la labor del CENESEX y del otro quienes desconfían y consideran que Mariela tiene una agenda política concebida para blanquear la imagen familiar.
Entre quienes recelan del CENESEX y han preferido adoptar un proyecto independiente desde el cual reclamar sus derechos, se encuentra el joven estudiante de medicina Nelson Gandulla Díaz, quien dirige la Fundación Cubana por los Derechos LGBTI.
Con el propósito de conocer quién es, qué opinión le merece el CENESEX y como desarrolla su lucha por la obtención de derechos para la comunidad LGBTI, nos acercamos a él para entrevistarlo. Esto fue lo que trascendió del encuentro.
Militaste en el CENESEX, ¿por qué te saliste de él?
Porque entendí que el CENESEX defiende tan solo el derecho de las personas que están apoyando lo que ellos llaman revolución, si no eres revolucionario el CENESEX no te apoya.
Decido marcharme tras ver como varias personas de la comunidad habían sido apresadas y multadas por estar en un sitio de encuentros. Planteé la situación y expresé que era deber del CENESEX defender los derechos de esas personas, porque no estaban haciendo nada malo, sencillamente estaban conversando, socializando, y al ver que Mariela Castro se quedó con los brazos cruzados, que no hizo nada por esas personas, descubrí que todo era mentira, que no tiene derecho a representarme, que no estaba defendiendo los derechos de nadie, solo de aquellos que a ellos les convenía, por eso decidí marcharme.
¿Cómo surge la Fundación Cubana por los Derechos LGBTI que tú diriges?
Me encontraba trabajando con el proyecto Shui Tuix que tenía su sede en La Habana. También pertenecía al Observatorio Cubano LGBTI. Al desintegrase el Observatorio me plantean la idea de crear una organización que defendiera los derechos de personas como yo, que hiera activismo, que pudiera apoyar a cualquier miembro de la comunidad LGBTI que se encontrase en problemas y entonces es cuando decidimos crear en mayo de este año la Fundación Cubana por los Derechos LGBTI.
¿Cuándo te percataste de que eras gay?
Desde la infancia, pero en la adolescencia cuando van ocurriendo los cambios, me fui dando cuenta que mis gustos y preferencias son diferentes a las de las demás personas de tu mismo sexo.
¿Lo supo la familia por terceros o tú se lo contaste?
Yo se lo conté, pero fue una experiencia algo cómica. No me había atrevido por los tabúes de la sociedad cubana que ahora han disminuido un poco. Mi abuela fue quien se percató; estaba viendo una novela mexicana en la que abordaban bien el tema y un día llego de la universidad y me pregunta; aproveché la oportunidad y me franquee con ella.
¿Cómo recibió la noticia el resto de la familia?
Pensé que iban a verlo mal, pero fue todo lo contrario.Todo el mundo reaccionó bien.
¿Has padecido el rechazo de algún segmento poblacional, de alguna persona en particular?
Siempre hay personas que no te aceptan, o que te dicen, te tolero, pero lo que uno busca no es tolerancia sino aceptación, porque no es lo mismo que te toleren a que te acepten.
Aun ante de decir que eres gay, antes de salir del closet, como decimos en el lenguaje gay, había sido marginado por mi forma de ser. Recuerdo que cuando pequeño hacía un programa en la radio y me sacaron. En la escuela primaria, aun sin haber declarado abiertamente que era gay, los muchachos se burlaban y la profesora debía intervenir y decirles que yo era diferente, que no debían meterse conmigo.
¿Consideras que la sociedad cubana está cambiando sus prejuicios para con la comunidad gay?
Aunque hay políticas gubernamentales dirigidas a cambiar la mentalidad de la sociedad cubana, todavía es insuficiente el esfuerzo que están realizando, porque no se le da mucha divulgación al tema. Los escritos que el oficialismo hace respecto al tópico no llegan a la población, quedan enclaustrados en instituciones especializadas. Yo creo que sí, que la sociedad cubana está cambiando, pero son cambios que ocurren en la medida que se comienza a recibir información desde el exterior, por los llamados paquetes, por los audiovisuales, por el contacto con ciudadanos extranjeros, esto es lo que ha hecho que los cubanos se abran más en este campo, pero es insuficiente todavía el trabajo que hace la parte oficial, sinceramente no creo que sea por la labor del gobierno que esté cambiando la sociedad.
En el pasado los homosexuales vivieron aterrados por la persecución de un gobierno abiertamente homofóbico, hoy vemos que el panorama ha cambiado. ¿Consideras que el cambio es auténtico o simplemente responde a una estrategia política con fines a ganar simpatizantes en el exterior?
Para mí es algo estratégico, una fachada. Todavía existe persecución a la comunidad LGBTI. La comunidad tiene sitios de encuentro donde vamos a comunicarnos, a conocernos, y ahí todavía hay represión, si te cogen en uno de estos sitios puedes ser detenido, ser multado o en el mejor de los casos que te confeccionen una carta de advertencia. Las Trans, tienen dificultades para asistir a la universidad por su forma de vestir, siempre se quedan en el nivel técnico medio o un doce grado, si pueden alcanzarlo. No existe una persecución como antes que te mandaban para campos de concentración como la UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción) pero todavía existen formas de persecución. El CENESEX ha querido disfrazarlo y mostrar al mundo una fachada, mostrarse como la campeona en los derechos de la comunidad LGBTI.
¿Qué objetivos se plantea alcanzar la Fundación Cubana por los Derechos LGBTI?
A parte de repartir folletos con material educativo y ejecutar campañas a favor de la educación sexual, queremos realizar talleres que eduquen a la población en la necesidad de cambiar comportamientos como el machismo, la homofobia, que se dan por el desconocimiento que tiene de estos temas. Vamos a empezar a hacer cine debates. Queremos presentar ante el Consejo de Estado un pedido para que aceleren el proyecto que está estancado en el Parlamento desde el año 2006 para que se legalicen los matrimonios gay.
Estudias medicina ¿no temes que el activismo social que de forma independiente realizas a favor de la comunidad LGBTI, sea visto por el gobierno como una actividad contestataria y te pueda acarrear problemas, por ejemplo, que interrumpan tus estudios?
Yo creo que cuando una persona está luchando por algo que es verdadero no tiene por qué temer. Estamos luchando para que lo mal hecho salga a la luz. Conozco los riesgos pues como sabes en Cuba todo lo que no esté con el régimen está en contra de ellos. Si no haces lo que ellos tienen establecido, así no estés hablando en contra de ellos, te consideran su enemigo.
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