POLÉMICA
Por Luis Alberto Ramírez-Miami
Primero, unos siete cubanos (no más) con mandarrias rompieron discos del cantautor Juanes en los predios del restaurante Versailles de la calle ocho, y ahora, un “comandante” barbudo en Honduras diciendo que representa el brazo armado del exilio cubano de Miami. Esto más que una payasada, una burla, parece una operación castrista bien orquestada con el objetivo de desacreditar a la diáspora cubana. ¿Estos “dirigentes” y los idiotas que los secundan no se dan cuenta que con sus actos lo único que hacen es engordar los argumentos castristas? O ¿será ese el objetivo principal?
Pues si nos detenemos a analizar detenidamente el comportamiento del hombre de la vigilia, llama a dudas. No hay una sola manifestación artística en Miami que involucre a algún representante de la tiranía castrista donde el grupo que dirige este hombre no le de los argumentos necesarios al gobierno castrista para acusar a toda la diáspora cubana (no importa que sean cuatro gatos los que formen la pachanga) de intransigentes, trogloditas, extremistas y terroristas. Cualquier manifestación, por muy sencilla que sea, es caldo de cultivo para arremeter en contra de todo el exilio cubano. ¿No será que Castro pone el bate, y aquí ponen la pelota? No lo sé, además, no tengo argumentos necesarios para hacer una acusación de esa envergadura. Sin embargo, llama la atención que últimamente se hayan abierto dos frentes, y justamente los dos, dejan a la diáspora cubana a merced de los argumentos de Castro y le echan tanta leña al fuego que la prensa internacional tira contra nosotros, que en cualquier momento nos otorgan el estatus oficial de grupo social patrocinador del terrorismo internacional.
¿Qué hace el señor Frómeta en Honduras diciendo una ensarta de mentiras al diario Tiempo? Ayer me ha llamado indignado el director de un diario digital muy prestigioso en Internet para ponerme al tanto de esos desagradables hechos, y juro por Dios que no le creí hasta que leí las declaraciones: “Tengo un cuerpo de inteligencia que es la envidia de la KGB y la CIA americana, mis agentes están infiltrados en los ejércitos del mismo Chávez, Evo Morales, Ortega y Correa, con el único objetivo de minar desde adentro sus perversas intenciones de apoderarse de todos estos pueblos” dijo Frómeta al diario. Coño, un tipo que anda pidiendo dinero por las calles de Miami para embarrarse de lodo en los Everglades de la Florida cargando una escopeta vieja, acompañado de siete ancianos que no pueden ni con su alma ¿cómo va a tener infiltrados en los ejércitos de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua para evitar que se apoderen del continente los comunistas? Aparentemente el periódico Tiempo se dio cuenta de por donde andaba la cabeza de este hombre y lo llamó Don quijote, y al periodista que lo acompaña del News Paper lo nombraron su escudero, debe ser Sancho Panza. Pero aun hay más. Dice Frómeta, oigan esto… “que han puesto en marcha la “Operación Libertad” dirigida a apoyar con armas de gran alcance y si es necesario hasta con recursos financieros al actual gobierno del presidente Micheletti, si lo requiere” ¿De donde va sacar dinero este hombre que se pasa la vida pidiendo en las emisoras de Miami para para sus actividades? Pero todavía no se cansa de embarrar a gentes, no, después la coge hasta con Obama cuando afirma: “Tengo suficiente poder entre congresistas y senadores para doblarle el brazo al Presidente Barack Obama para que apoye en cambio de timón de los catrachos y se deje de medias tintas”
¿Esto es serio? Aparentemente sí, y muy serio ¿se darán cuenta estos tipos del flaco favor que le hacen a la lucha por la libertad y la democracia en Cuba con este tipo de comportamiento? Si no se dan cuenta es porque no quieren o simplemente porque son parte de una estrategia muy bien pensada para acabar con la poca credibilidad que aun queda en nuestra sufrida diáspora. No podemos continuar con los brazos cruzados, debemos tomar las riendas de nuestra lucha y ponerla en manos de estrategas, de gente con sentido común, no podemos, ni debemos dejar que un grupito de idiotas se alcen con nuestros argumentos y embarren de estiércol nuestras verdades. Hay mil maneras de luchar sin tener que bailar siempre al compás de la música que nos tocan en la Habana. Si un cantante va a actuar a Cuba, en lugar de criticarlo y ponernos a llorar en la calle ocho, sacamos pasaje y vamos allá a ponerle malo el concierto. Si viene uno de ellos a Miami, en lugar de gritar hasta perder la garganta, le formamos una pachanga al lado y le robamos los clientes. Si no pichean un infiltrado pa’ca, lo chivateamos para que se pudra en la cárcel. El dinero que nos gastamos en gritar y en viajar a recónditos lugares a hablar mierda, se lo mandamos a la oposición para que haga su trabajo bien hecho y no tenga que pedir limosnas para luchar. Eso es lo que debemos hacer y dejarnos de comer tanta mierda.
NOTA DE LA REDACCIÓN: Las páginas cibernéticas de esta publicación están a la disposición de los aludidos, para que respondan o expongan sus razones y argumentos, tal y como corresponde a una sociedad plural, abierta y a la libertad de prensa y opinión.
(tomado de Nuevo Accion)
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