Ros Lehtinen: 'Creo seriamente que la administración está considerando un canje' de los espías por Gross
La defensa del agente Gerardo Hernández pide que se revoque su condena.
La administración de Barack Obama "ha demostrado no ser fiel a la ley y no se puede confiar en ella", añadió.
Entretanto, en Washington, la defensa de Gerardo Hernández, considerado el cabecilla del grupo de cinco espías condenados en Estados Unidos en 2001, insistió este miércoles en que se revoque la pena a su cliente, lo que afectaría también a los otros dos agentes de La Habana que continúan presos, reportó EFE.
La petición se produce después de que el canje, el pasado fin de semana, de un soldado estadounidense retenido durante cinco años en Afganistán por cinco afganos presos en la base naval de Guantánamo (Cuba), suscitara el debate sobre si esta posibilidad sería aplicable al caso de los tres espías cubanos y Gross.
El lunes la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, dijo que el acuerdo con los talibanes para la liberación del sargento Bowe Bergdahl fue motivado por una "circunstancia única", y aseguró que Washington aún se opone a realizar un intercambio con La Habana.
"Nada ha cambiado en este caso", aseguró Psaki en relación con la negativa de liberar a los tres espías cubanos para conseguir el regreso de Gross a Estados Unidos.
Ros-Lehtinen dijo que el Gobierno le informó hace dos años a ella y a otros miembros del Congreso en una sesión de inteligencia, a puertas cerradas, sobre la propuesta de intercambio de los cinco talibanes por el soldado Bergdahl.
La congresista cubanoamericana, el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, y otros legisladores objetaron a la idea de negociar con terroristas.
"Ellos nos dijeron: 'Los comprendemos perfectamente'. Y dos años después, ¿qué es lo que vemos?", preguntó. "Un canje de prisioneros".
El régimen cubano, que no escatima fondos en su campaña por los espías, realiza en estos días, en Washington, otra semana de actividades para hacer propaganda de su versión sobre el caso de los espías.
La conferencia de prensa de Martin Garbus formó parte de ella. El abogado dijo que su equipo ha completado el envío de miles de documentos en los que argumentan que el jurado que condenó a Gerardo Hernández tomó su decisión "fuertemente influenciado" por los artículos que supuestamente el Gobierno estadounidense pidió se publicaran en la prensa mientras se deliberaba el caso.
Por su parte, el encargado de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, José Ramón Cabañas, reiteró que La Habana está dispuesta a un diálogo con Estados Unidos sobre la situación de Gross, encarcelado en 2009, pero si esta se vincula a la suerte de los tres agentes cubanos.
No obstante, evitó hablar de canje y utilizó el eufemismo "decisiones unilaterales interrelacionadas".
"Estamos dispuestos a hablar de las preocupaciones humanitarias de ustedes pero sentémonos a hablar de las preocupaciones humanitarias nuestras", dijo Cabañas.
Señaló que pese a la "no relación" con Washington hay precedentes en la historia de transferencia de prisioneros después de un proceso de negociación.
"Estas cosas cuando se quieren hacer se pueden hacer", dijo.
Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, los espías de La Habana que siguen presos, fueron condenados por actuar como agentes extranjeros sin autorización, infiltrarse en grupos del exilio cubano y espiar instalaciones militares estadounidenses en el sur de la Florida, entre otros cargos.
Hernández, que recibió dos cadenas perpetuas, fue además hallado culpable de responsabilidad en el derribo en aguas internacionales, por parte de aviones del Ejército cubano, de dos avionetas del grupo del exilio Hermanos al Rescate, hecho en el que murieron cuatro pilotos en 1996.
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