De la intimidación. Editorial de Zoé Valdés
Voy a decirlo una vez más: a mí nadie me va a callar ni a intimidar. Por
varias vías han intentado tumbarme el blog desde hace días, y también
de conseguir que sea más lento. Por otras vías se escriben y publican
nuevos artículos con la intención de coartarme y atemorizar a los que
escriben y opinan en este blog e impedir que sigamos haciéndolo.
Bien, hace mucho rato que soy una persona libre, quien al menos vive
bajo una ilusión de libertad, y en democracia. Permito que unos me
critiquen de manera correcta y otros hasta baja, yo sigo adelante. Sé
que el que se expone públicamente arriesga la crítica, y la acepto,
esperando que los demás también sean capaces de aceptarla y no se
comporten como se comporta la dictadura, calumniando y denunciando sin
mencionar nombres. Por algo será si de tal modo reaccionan.
En este blog se criticará a quien la persona que escriba estime
conveniente y se alabará del mismo modo a quien cualquier persona con
intelecto y razón lo decida. Es mi libertad publicarlo o no, porque este
es mi blog, el que yo pago y trabajo a diario, sin recibir nada como no
sea lo que a mí me interesa recibir: el aprecio de los lectores.
En otros sitios en internet y periódicos del mundo a mí se me censura,
se me ignora, y hasta intentan borrarme y borrar mi obra. No lo
conseguirán jamás.
De modo que voy a seguir atacando a los Castro y a sus secuaces, como
mismo seguiré haciendo críticas a la bichidisidencia y sus
arrastrapanzas, y de los oportunistas ricachones, que sólo convierten la
causa cubana en una vía para obtener fama, fulas y enriquecimiento
mayor.
Yo no digo "al que le sirva el sayo*", yo digo, de frente: al que le
pica que se rasque, se llamen Fidel Castro, Raúl Castro, Mariela Castro,
Yoani Sánchez, Miriam Celaya (el artículo con tal título* es de su
autoría), y quien sea, con las consecuencias que eso trae consigo y que
llevo décadas enfrentando y hasta pagando injustamente.
No debiéramos pretender tumbar a los Castro para colocar a un o una
reemplazante que nadie ha elegido democráticamente. Debiéramos de una
vez y por todas dedicarnos a la libertad de Cuba y no a olerle el
fambeco al primero o primera "luminaria" que se nos venda como "líder".
Ya de líderes estamos, o estoy yo, hasta las tetas.
Cuba necesita de libertad y no de entretenimientos cansinos, mediocres y
parasitarios. Sí, parásitos a costa de los cubanos de adentro y de
afuera.
Basta ya de aguantar sermones de nadie, que ya llevamos más de medio
siglo oyendo la monserga del régimen para ahora también tener que
meternos las de la supuesta disidencia. ¡Bah!
¡Libertad y Vida! Publicación digital de Zoé Valdés, 4 de junio de 2014.
Foto: La escritora cubana Zoé Valdés (a la izquierda, con un conjunto en
dos tonos de naranja), durante un conversatorio en el stand del diario
argentino La Nación, en la Feria del Libro de Buenos Aires celebrada el
pasado mes de mayo. La foto es de Ibis García Alonso y fue tomada de
¡Libertad y Vida!
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