El gobierno cubano es un monstruo que se ha encerró en una valva de cristal y se ha tragado la llave. La muerte de Wilman Villar Mendoza producto de una huelga de hambre reclamando el derecho a una revisión de causa es un ejemplo claro. El régimen castrista ha cortado de cuajo toda comunicación entre sus ciudadanos y las instituciones que debieran velar por el estricto funcionamiento de la vida común. No existe forma de que un ciudadano sin influencias le arrebate un caso a la Fiscalía General de la República o al Tribunal Supremo de Justicia.
Las huestes del ahora General- Presidente evitan a toda costa que este y sus más cercanos colaboradores pierdan la condición de seres intocables, de personas estratosféricas a las que alguna vez se les ve pasar en autos lujosos y de los que ni se sabe el número de la mansión que habitan.
Esperé al sábado para luego de leer las notas publicadas sobre la muerte de Wilman Villar hilar estas ideas. Aún con lo trágico del suceso no me produjo asombro la reacción gubernamental. Lo primero que hicieron fue limpiar de responsabilidad al sistema de salud (de manera pública). ¿En realidad se ventilan con una nota en el diario oficial Granma todas las muertes dudosas que ocurren en los hospitales cubanos?
Para el gobierno de nuestro país Wilman era un delincuente.
Un paso imprescindible para el descrédito social es la satanización, la criminalización del contrario. Hasta ahora no he sabido de ningún opositor a la dictadura (no importa si está afiliado a un grupo independiente dentro del país o no) que no se gane los improperios de la maquinaria propagandística del Partido Comunista Cubano PCC cuando decida decir públicamente que discrepa o piensa diferente al régimen. Horas antes de caer en desgracia el más común de los mortales cubanos puede haber dejado el pellejo intentando levantar el país, que si es tomado como disidente de las ideas estalinistas tropicales, pasa a engrosar la fila de los leprosos ‘ideológicamente hablando’.
Es muy posible que cuando ustedes lean esta post ya sean públicas las declaraciones de algunos familiares y vecinos de Wilman Villar, todos despotricando de su conducta y del ‘poco aporte’ que hizo a la sociedad. Como si un aval del comité de defensa de la revolución CDR bastara para exonerarle de la difamación ante la sociedad. No hace falta ser negro de piel para que te estrujen en la cara. La marginación viste los ropajes que le convenga al segregacionista de turno.
Habemus Papa? Ahora sé que la mesa para Su Santidad está servida y de qué modo! El gobierno le mostrará para esa fecha casi un millar de activistas pacíficos detenidos y sus cuerpos marcados por los golpes de karate y las botas con que han sido golpeados y pisoteados Un pueblo dispuesto al acto de repudio más violento que se exija al instante y como plato fuerte en capilla ardiente el cuerpo sin vida de Wilman Villar Mendoza que tratarán de cargar a la cuenta de nosotros los manipuladores de la realidad nacional. Listos, aquí estamos Su Santidad Benedicto XVI
No hay comentarios:
Publicar un comentario