Por Maura Barrabí
En un escrito publicado en El Nuevo Herald, Alejandro Armenjol, destaca que miles de niños viajaron desde Miami a Cuba a pasar sus vacaciones. No da cifras, pero asegura que las agencias de viajes tienen información sobre el aumento de niños viajando solos a la Habana,. y ,hasta dice que en algunos vuelos han tenido que aumentar el numero de azafatas. Me llama la atención como clasifica de "respuesta rápida" a algunos cubanos del exilio (entiéndase los "mafiosos") que, según él, "han redoblado la petición de que se debe revisar las solicitudes de residencia y naturalización de esos padres y colocarlos en listas para ser deportados". Y para cerrar con broche de oro, quien así piensen "deberían ser considerados simplemente malvados", expresó. Es cierto que muchos padres mandan a sus hijos a Cuba, no son miles, pero se trata de exiliados recientes. Ese exilio "malvado", en su mayoría, ya no tiene niños chiquitos, y su descendencia, no manda sus hijos a Cuba, sencillamente porque no desconocen el sistema tiránico que domina la Isla, donde se vive en condiciones deplorables. En resumen, que la tiranía castrista aun seguirá dando lata, debido a que no desaparece en muchas personas esa necesidad de tener un caudillo, aun cuando viven en libertad. No se adaptan a que nadie los está vigilando y mantienen esa fraseología típica para lavar cerebros, que de hecho, beneficia a los Castro. Salen de Cuba con la cadena puesta, y ahí se la dejan, al pie, amarrados al sistema, voluntaria o involuntariamente. Ese romanticismo del amor a la familia, los abuelos, tías y primas, ha quedado bastante fuera. No existe uno que regrese sin la sobremesa: se fajaron hasta por un par de espejuelos... Allí lo único que le importa a la gente es bailar y tomar.. A nadie le interesa la política... Mi familia no sabe ni quienes son los disidentes... ¡No voy más!. De manera que el paraíso a la mayoría de los visitantes les resulta un laberinto, del que tratan de salir en cuanto ven el barrio, la Cuba profunda y al Aserequebola. No es MALVADO el exilio por criticar a una dictadura que mantiene esclavizada a la Isla de Cuba. Para lograr que nuestro país se levante económica y moralmente, tenemos que ser consientes del mal que existe dentro, creado por el mismo sistema que, al contarle los frijoles por más de medio siglo, logro el experimento de sumisión, al grado que, la disidencia no actúa y si actúa sale enseguida el guarapito infiltrado de chivatón. No emigran por política, es por economía. Se prostituyen por un perfume, no por un plato de comida. El pueblo de Cuba está anestesiado por el adoctrinamiento en el que se ha desarrollado. Les estaban midiendo la resistencia humana, se rompió el azogue y ellos siguen acostados en el laboratorio. El resultado supero las expectativas de los maestros.
WEb Master de este humilde Blog Maura Barrabí
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