Lunes, 21 de Junio de 2010 10:38
Por LUIS TORNÉS AGUILILLA
Como si fuera del cielo, ahora nos han llegado los curas mayores, ¡ y ahí los tenemos !.
Se han sentado, para ganar capítulo, en el modesto nicho que Raúl Castro les ofrece.
Nicho estrecho y a ras del suelo para que, por el momento, no les sirva de atalaya conquistadora aunque – se dicen ellos - que si bien es cierto que a esa discreta altura habrán llegado a gatas y con varias cruces a rastras, sus asuntos en Cuba merecen bien un medio siglo de humillante espera.
Con sigilo y tino, los curas dan por seguro que los pachangueros generales de Raúl terminarán santiguándose como el ex coronel Putin y luego, en un lance contrarrevolucionario para fases terminales, tienen por dado que cuando toda la chatarra litúrgica del castrofascismo se haya transformado en un magma generalizado de cerebros mononeuronales, el objetivo mínimo y fundamental de la iglesia en Cuba podría ser considerado como realidad tangible.
Todo el mundo puede ver que Haití y Jamaica hacen guiños lúgubres a los cubanos.
Y los invitan tácitamente a mirar la realidad de frente en esa sociedad potencialmente violenta que no podrá sustentarse solamente del baboseo a granel de sus bocazas cuando sobrevenga un contexto ligeramente democrático.
¿ Temerán acaso los hatianos y jamaiquinos que los cubanos, ungidos por un no sé qué, entiendan que más les valdrá ponerse a buen recaudo en la modernidad, blanca (leer « cetrina »), sabia y europea ?. On verra d’main…*
Sí señor, los curas cruzan el Atlántico como lo hizo en su tiempo nuestro Gran Almirante quien sirvió de vector a la primera operación « import – export » del capitalismo moderno y nada malo hay en ello y mucho menos en decirlo aquí, para que no nos vengan después con el cuento.
Nuestros romanos tienen el temperamento comedido de la gente docta que, a la hora de lidiar con los dos alebrestados de Birán, pueden esperar y conformarse con lo que venga sin que les importe los leves gruñidos de Paya ni el espacio discreto y mierdero que Raúl Castro les asigna en el espectro cubano.
Habrá serpentinas y cabezas salvadas en este carnaval de máscaras con sus centenares de presos políticos y con los millones de desterrados pero los que aspiramos a una República de ciudadanos libres en Cuba, aún no hemos dicho : amén.
* ya veremos .
(Cuba Libre Digital)
