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sábado, 24 de diciembre de 2022

A MOCHA, CON CARRETAS DE BUEY Y LOCOMOTORAS DE CARBÓN

 

A MOCHA, CON CARRETAS DE BUEY Y LOCOMOTORAS DE CARBÓN, LA ZAFRA ERA 7 VECES MAYOR QUE LA QUE HIZO CUBA EL AÑO PASADO...‼️
A los chuchos, o grúas si se quiere llamar, llegaban las carretas generalmente tiradas por tres yuntas de bueyes: la de pie, la del medio y la guía, cuyo paso cansino “alentaba” la vara terminada en agujón que empuñaba el madrugador carretero.
Por los ramales ferroviarios, en su mayoría de vía estrecha, que los enlazaban al molino, entre pitidos de puntualidad las negras locomotoras del siglo XX temprano llegaban con sus convoyes de carros-jaulas vacíos, y al poco rato emprendían el camino de retirada con su preciada carga de canutos en trozos.
Ese acarreo sucedía por lo general de media tarde en adelante. Porque cuando aún los gallos estaban en plena sinfonía de cantos viriles los carreteros ya se disputaban el primer turno para trasegar su carga, tres estibas organizadas casi a la perfección sobre el lomo fibroso y estirado de los estrobos.
La operación esencial del chucho consistía en alzar por los aires el contenido de la carreta, deslizarlo en la horizontal y dejarlo caer de sopetón en las fauces del carro. Los había provistos de un “winche” movido por la corriente eléctrica, pero en otros eran los cascos bien afincados de los nobles toros castrados los que hacían las veces de amperios y voltios.
Pero antes había que posar el rústico medio de transporte encima de la romana, o la pesa, que traducía en arrobas el valor del cargamento vegetal, del cual saldría el salario de los macheteros, el carretero y los operarios del chucho, incluido el pesador. Y la ganancia del colono, por supuesto. En sus dos formas, anticipo y liquidación.
Puede ser una imagen de 2 personas y al aire libre


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