Exiliados y disidentes apoyan un eventual comercio de medicamentos y equipos médicos entre Cuba y EEUU
También una ampliación de los 'intercambios científicos' en el desarrollo de medicamentos y técnicas.
Los firmantes de la demanda, recibida en la redacción de DIARIO DE CUBA, recordaron que recientemente fueron difundidas informaciones sobre esfuerzos de políticos estadounidenses para someter a prueba en ese país el medicamento Heberprot-B, uno de los productos estrella del estatal Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba, utilizado para tratar la úlcera de pie diabético.
También mencionaron que las autoridades cubanas señalan con frecuencia "los obstáculos que enfrentan para comprar determinados medicamentos e instrumentos médicos producidos en Estados Unidos", debido a las restricciones del embargo.
"Alrededor de este asunto se han creado diferentes estados de opinión, tanto a favor como en contra, desestimando las urgencias de quienes prioritariamente deben ser considerados: los enfermos de diabetes en los Estados Unidos que podrían ser tratados con el Heberprot-P evitando, en algunos casos, peligrosas amputaciones de sus extremidades, y de pacientes que en Cuba no pueden acceder a tratamientos para curarse o mejorar su calidad de vida, porque algunos medicamentos e instrumentos especializados producidos en los Estados Unidos no pueden ser adquiridos por Cuba", indicaron los autores de la demanda.
Asimismo, expresaron su "determinación de apoyar, desde una visión del respeto de los derechos humanos, el análisis posible que permita ampliar todo lo relacionado con los intercambios científicos en las esferas del desarrollo de medicamentos y técnicas médicas".
"Del mismo modo, la comercialización de medicinas e instrumental especializado para estos fines, en aras de satisfacer las necesidades médicas asistenciales de las personas que necesitan ser tratadas en ambos países", añadieron.
El documento está firmado por miembros de la disidencia interna como Manuel Cuesta Morúa, Gisela Delgado Sablón, Reinaldo Escobar Casas, Eduardo Díaz Fleitas y Héctor Palacios Ruiz (estos dos últimos miembros del Grupo de los 75 disidentes encarcelados en 2003).
Además, por figuras del exilio como Marcelino Miyares Sotolongo, del Partido Demócrata Cristiano de Cuba, y Oscar Peña, del Movimiento Cubano Pro Derechos Humanos.
Medicinas y embargo
Las ventas de medicamentos y suministros médicos a Cuba fueron excluidas del embargo en 1992, y las exenciones aprobadas en 2000, que permitieron las exportaciones estadounidenses de alimentos bajo ciertas condiciones, también abarcaron las medicinas.
Un reporte de la agencia AP publicado en 2009 señaló que las razones por las cuales no llegan más recursos médicos de Estados Unidos a la Isla parecen enredarse en la política.
En 2008, según el reporte, el Departamento de Comercio dijo que había aprobado el envío de 142 millones de dólares en medicinas y artículos médicos a Cuba, pero a la Isla solo llegó el 1% de esa cantidad.
La Habana dijo entonces que, a pesar de la exención de los artículos médicos, Washington fija otro tipo de condiciones a las exportaciones que hace que los laboratorios no envíen sus productos a la Isla.
Firmas consultadas por la AP admitieron que el papeleo es complicado, pero añadieron que La Habana consigue muchas veces los productos en China y otros países de forma más barata.
"El problema no es el embargo", dijo en 2009 John Kavulich, asesor del U.S.-Cuba Economic Trade Council, con sede en Nueva York. "No comprar es una decisión política y económica", opinó.
Las empresas estadounidenses requieren de permisos de los departamentos de Comercio y del Tesoro para exportar productos a Cuba. Las operaciones deben recibir además el visto bueno de los departamentos de Estado y Defensa.
Si algún equipo se rompe, los cubanos no pueden conseguir repuestos y las firmas estadounidenses no pueden enviar técnicos a la Isla para repararlo.
"La ley permite las exportaciones pero, en la práctica, limita las opciones de Cuba", comentó para el reporte de la AP Lorenzo Anasagasti, presidente de la Sociedad Oncológica Cubana.
Kavulich dijo que trabajó con firmas estadounidenses que hicieron los primeros envíos de muestras de equipo médico a Cuba después de 1992, pero el Gobierno cubano nunca compró nada.
La Habana compra de vez en cuando, indicó la AP. En 2007 compró a Miller Exports, de Cayo Hueso, en la Florida, unas 100 máquinas para hacer ecografías por casi un millón de dólares. El envío incluyó diez aparatos adicionales para que los cubanos pudiesen desarmar en caso de necesitar repuestos, añadió la agencia.
La misma firma dijo haber arreglado en una ocasión la venta de aparatos para hacer exámenes de resonancia magnética y que la operación se frustró porque empresas chinas ofrecieron precios más bajos.
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