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sábado, 26 de diciembre de 2009

CUBA: A APRETARSE MUCHO MÁS EL CINTURÓN






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Pese a que la mayoría de las familias
vive ya con lo justo,
2010 llega con recortes sociales
y más ahorro

Se avienen tiempos más difíciles
para los cubanos de a pie
que luchan por sobrevivir
bajo un inmovilismo social y político
que dura ya más de medio siglo






Son las 12.30 en la capital cubana. Para llegar a casa de la familia Pérez, en La Habana Vieja, hay que entrar por una pequeña puerta y subir por unas estrechas y deterioradas escaleras.

Es pleno día y el sol aprieta en la isla caribeña, pero el pasillo está totalmente a oscuras, no hay luz. A mitad de camino comienza a oírse la música de Álex Ubago. La puerta de los Pérez, en el primer piso, está abierta. Al fondo, dos mujeres -Marina y su hija, de 16 años- se afanan en limpiar la casa mientras bailan con la fregona y gritan las canciones del donostiarra. "Me encanta. Es tan sentido", exclama Marina. Después le toca el turno a Andy y Lucas y a todo el repertorio de los artistas latinoamericanos que están más de moda.

Es día de San Lázaro en Cuba -en la santería, Babalu Ayé-. No es fiesta oficial en la isla, pero muchos niños no van al colegio y algunos adultos se ausentan del trabajo. Es un día para prender velas e ir al santuario de San Lázaro en el Rincón, a unos 25 kilómetros al sur de La Habana. Las filas para el autobús son interminables desde la madrugada del 16 al 17 de diciembre. Y es que miles de cubanos no se pierden esta peregrinación. La madrina o santera de la familia Pérez entra en la casa. Imponente, serena y con turbante en la cabeza viene a saludar en un día tan señalado.

Poco tiempo después llega Nayeli, una joven maestra de 36 años que también reside en la vivienda. Da clases de Primaria y Secundaria en un colegio cercano, ubicado en el barrio de Centro Habana. Hoy ha tenido que ir a trabajar a media jornada. Con ella, llegan varios alumnos, a los que cuida y da clases particulares hasta que sus padres salen del trabajo. La casa se llena entonces de bullicio y movimiento. Niños correteando, mujeres cantando y bailando, todos bebiendo ron y hablando entre risas de sus cosas. En los aproximadamente 80 m2 que tiene la vivienda, viven trece personas: los dos abuelos -de 70 años-, sus cuatro hijos -tres mujeres y un hombre-, dos yernos, una nuera y tres nietos.

Al terminar las tareas del hogar, Marina aprovecha para ducharse en el único baño de la casa. Una bañera y un retrete sin bomba de agua son el lugar de aseo para los trece habitantes de la casa. Otra odisea a la que cada día hace frente esta familia es el poder lavarse las manos, ya que ni el baño cuenta con lavabo ni la cocina con una fregadero. Las habitaciones, tres en total, se hacen escasas para la familia. Hay camas por el pasillo y están planeando construir otras dos habitaciones en el patio de la casa cuando ahorren un poco de dinero.

La vivienda es uno de los principales problemas en la isla, si no el mayor. La mitad de los edificios se han quedado viejos y sus fachadas están deterioradas por el paso del tiempo y de los huracanes, habituales en estas fechas. Para atajar esta problemática, Eusebio Leal, conocido como el historiador del pueblo, está llevando a cabo un costoso plan de restauración y reconstrucción en Habana Vieja -casco histórico declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco- que, junto con Centro Habana, es una de las zonas más deterioradas de la ciudad.

Tiempos difíciles

2010: los cambios económicos tendrán que esperar

El marido de Nayeli, Humberto, que no ha ido a trabajar, cocina el arroz con pollo de la comida de ese día, plato básico en las familias cubanas y en la cartilla de racionamiento. Humberto muestra la suya: cinco kilos de arroz, un pollo, grasa, una pastilla de jabón, café y ron. Para todo el mes. Ese día, además, como tiene invitados, está preparando un plato especial: ensalada.

Sin embargo, a la hora de comer, sobre las 16.00 horas, sólo los niños y los invitados se sientan a la mesa. "Por la mañana tomamos un café y luego hacemos sólo una comida al día, para que los niños puedan comer cuando tengan hambre y estar bien alimentados", explica Humberto. "Son tiempos difíciles en Cuba", anota con tristeza.

Así lo ha ratificado el presidente cubano, Raúl Castro, ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento). Allí tuvo lugar el pasado domingo una importante reunión sobre el plan económico de 2010, año que estará marcado por la falta de liquidez y el recorte en los gastos sociales. Los cambios económicos anunciados por Raúl Castro en 2007 y anhelados por los cubanos durante estos dos últimos años tendrán que esperar. Ahora toca "apretarse el cinturón". Aún más.

De hecho, ya han comenzado a aplicarse algunas medidas, como el ahorro de energía para evitar apagones. El Gobierno cubano ha pedido la colaboración ciudadana y se ha eliminado el aire acondicionado en tiendas y centros laborales del Estado. Esto ha tenido repercusión, por ejemplo, en las casas de cambio, que han decidido abrir sus puertas a partir de las 13.00 horas. También han comenzado a eliminarse subsidios y algunos alimentos han salido de la cartilla de racionamiento.

Cuba tuvo en 2009 un crecimiento económico de 1,4% -muy por debajo del 6% proyectado-. El mandatario cubano explicó que el plan de inversiones para 2010 pretende incrementar las exportaciones y sustituir las importaciones, así como la producción de alimentos. De esta forma, tendrán prioridad aquellas actividades que generen ingresos.

En la misma reunión, el titular de Economía, Marino Murillo, presentó el informe sobre economía nacional y presupuestos para 2010. Durante su intervención, Murillo anunció que las exportaciones bajaron un 22% respecto al año anterior, mientras que las importaciones descendieron un 37,4%. Sin embargo, añadió, el salario promedio subió en Cuba 2,9%, de 415 a 427 pesos cubanos (24 pesos equivalen a un dólar).

Pero nadie de la familia de los Pérez cobra ese sueldo. Nayeli, que trabaja de 9.00 a 17.00 horas, gana apenas unos 260 pesos cubanos (poco más de siete euros mensuales). "Dicen que los maestros no producimos, ¿te puedes creer?", apunta indignada. Con las clases particulares a seis niños, Nayeli logra otros dos dólares más. "Es lo que pueden darme sus familias, que tampoco ganan mucho".

Maestra desde hace 20 años, Nayeli adora su trabajo. Uno de los días más felices del año para ella es el Día del Maestro, que se celebra cada 22 de diciembre. "Los padres del barrio se portan muy bien conmigo. Me regalan muchas cosas, hasta un par de zapatos. Hacen mucho esfuerzo este día y yo lo agradezco inmensamente", señala emocionada. Este año, su hijo de 10 años, que asiste a clase en el mismo colegio, ha preparado un musical; otra de las niñas a las que da clases particulares ha cantado para ella... Ese día, ella es la protagonista. Es una mujer sencilla, volcada en su familia -sus dos hijos y su marido-, que tiene una única aspiración: tener un sueldo digno para darle a sus hijos cuanto necesiten.

"A los niños les dan leche con la cartilla de racionamiento hasta que cumplen siete años, como si después no necesitaran tomar leche. Ahí empieza el problema, cuando tenemos que comprarla nosotros, que es muy cara. Y pasa lo mismo con el aceite, una botella puede costar tres o cuatro dólares, un tercio del salario de uno de nosotros", apunta Humberto, su marido. Él es algo más ambicioso que su mujer. Tiene un hermano viviendo en Estados Unidos y una hermana en México. A él también le gustaría poder viajar a Norteamérica o a Europa y quedarse a trabajar allí. Pero, por el momento, no lo ha logrado. "Tenía una carta de invitación de Alemania para trabajar, y no me dejaron salir del país; también me invitaron a ir a Estados Unidos, y tampoco tuve suerte", se queja. Al igual que su mujer, su sueldo ronda los 260 pesos cubanos mensuales, que gana como profesor de artes escénicas en el centro de la ciudad.

vivir con lo justo

Buenos trabajos, sueldos precarios

"No es que yo me quiera ir de Cuba, pero no son buenos tiempos. Si Cuba, con dinero, sería el paraíso", anota entre risas. Y enumera: "En Cuba tenemos muchas cosas buenas: tenemos seguridad, no como en otros países; tenemos una educación envidiable; buenos médicos... Sólo necesitamos más dinero y más libertades como la de poder viajar y la libertad de expresión. Tampoco pedimos mucho". De la misma opinión es Carlos, quien, sentado en las escalinatas del Capitolio, va más allá: "Estamos muy bien educados como para que nos pidan que nos conformemos con tan poco". Este cubano trabaja en un hospital coordinando una terapia con música y danza para niños con síndrome de Down. Ha estado viviendo en México y Estados Unidos, y regresó recientemente a Cuba. "Aquí tenemos muy buenos trabajos, uno puede ser lo que quiera, pero vivimos con lo justo o más. Y luego tenemos que andar detrás de algún turista para ver si nos invita a una cerveza o nos suelta algún dólar", explica.

La noche es joven

Juegos de dominó y ron

Detrás del Capitolio, Jonhson, el hijo de Nayeli y Humberto, estrena su primera bicicleta. Vive ajeno al debate que hay en las calles y a la preocupación por la economía de la isla. Es el día más feliz de sus diez años de vida. Y se nota. Empieza a anochecer en La Habana y Humberto tiene que llevarlo a rastras a casa. Comienzan a llegar los adultos del trabajo y la familia se reúne de nuevo en la vivienda. Magali, de 33 años, se pasa ocho horas en la fábrica Partagas, haciendo los puros que han hecho famosa a la isla. Su queja es la misma. "Lo que yo vivo es una explotación. No gano lo que trabajo", señala, cansada, al entrar por la puerta.

Los alumnos de Nayeli siguen en casa. Los cinco niños juegan al dominó, al tiempo que hacen competiciones sobre quién cuenta mejor en inglés. Poco a poco, los menores van yéndose a casa y a dormir. Sin embargo, la noche es joven para los adultos, que prefieren quedarse en la calle al fresco o charlar alrededor de la mesa tomando ron antes que meterse en los cubículos sin ventanas que tienen por habitación. Son tiempos difíciles en Cuba, tiempos en los que apretarse el cinturón y la familia Pérez sabe que no es momento para una vivienda ni a un salario mejor.

Por Martha Martínez
Deia
Infosearch:
José F. Sánchez
Analista
Director
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Diciembre 26, 2009

El país de los inventos





Fernando García | La Habana. Corresponsal | 21/12/2009 | Actualizada a las 02:08h |
"Los cubanos le encontramos arreglo a todo". La frase es de Carlos Rojas, un joven mecánico de La Habana. El suyo es el perfil idóneo para ilustrarnos sobre la que es ya una seña de identidad de Cuba: la capacidad para el invento cotidiano, la ingeniería precaria, la reparación inverosímil y eficaz.


El término "Aurika 70" no le dirá nada al lector. Pero todo cubano sabe que hablamos de una aportación clave de la antigua Unión Soviética a su pueblo. No es un fusil, tanque o cazabombardero, a aunque suene a eso. La marca en cuestión es por contra sinónimo de bienestar, pues designa un artilugio que lo mismo cura una lesión que alivia el calor de la canícula. Eso además de limpiar la ropa, ya que la Aurika 70 no es sino una vieja lavadora-secadora rusa.

De la importancia del electrodoméstico supimos en una casa particular (hostería) de Viñales. El dueño no salió a recibirnos porque estaba "dándose un hidromasaje". ¿En casa? "Sí, sí, pasen a verle", nos invitó la esposa. Y lo vimos. El hombre tenía la mano izquierda metida ¡en una lavadora! De carga superior, menos mal.

No era una ocurrencia. Como nos dijo el paciente, su fisioterapeuta le había prescrito "tres sesiones diarias de Aurika". Al parecer, el programa de lavado produce una marejada de prodigioso efecto rehabilitador tras una fractura o desgarro en alguna extremidad. Más tarde comprobaríamos que la receta es común en Cuba, incluso para lesiones en los pies aunque haya que encaramarse a la máquina.

Había más. Como muchos otros cubanos, nuestro hospedero había cortado verticalmente su Aurika para separar la parte de la secadora, aquí prescindible, y convertir su motor en fuerza motriz de un ventilador. El ingenio producía "tremendo ciclón" –lo verificamos-, una vez acopladas las correspondientes aspas de aluminio.

"El problema es que, o pones un buen soporte, o el aparato echa a andar por la casa, así tenga cable", advirtió el hombre mientras mostraba la cubeta de la secadora transformada en maceta y un cenicero de pie hecho con un pistón de coche y el trípode de un atril.

Carlos, nuestro mecánico, nos explicaría una aplicación más sofisticada del rústico ventilador: la de pieza central de un equipo de "aire acondicionado" con la caja de un televisor Krim, también soviético, como carcasa. Para producir el frío, el inventor/usuario coloca un bloque de hielo entre el ventilador y lo que fue la pantalla, sustituida por una rejilla que orienta el soplo polar obtenido.

El último uso creativo de la Aurika del que hemos tenido noticia corresponde a la última y fructífera campaña del tomate. El plan de incremento productivo dictado desde el Gobierno desbordó previsiones y capacidades de aprovechamiento; en especial por falta de máquinas e instalaciones de triturado y conservación. Muchos campesinos y comerciantes agrarios emplearon la lavadora, con sus potentes aspas laterales, a modo de batidora gigante. El tomate así triturado se introducía luego en botellas de cristal que se sellaban con cera y se pasaban al baño María para una larga conservación.

La improvisada trituradora prestó un servicio al país, aunque no evitó que cientos de toneladas de tomate se pudrieran en el campo. El "tremendo ciclón" con motor de secadora fue en cambio motivo de debate nacional desde que, en el 2005, Fidel Castro salió por la tele para lanzar una amplia campaña de ahorro energético que implicaría la caza y captura de aparatos artesanales, en particular de los ventiladores Aurika, esos "devoradores de electricidad", dijo. Sus órdenes no siempre iban a cumplirse, como hemos visto, por mucho que un año después anunciara la sustitución de más de un millón de ventiladores clandestinos por otros de factura "ahorradora".

Otro equipo de bajo consumo que el Gobierno distribuyó fue una jarra eléctrica para hervir agua. Pero la operación se paró en unos meses, cuando las autoridades detectaron su uso "para fines no previstos que generan consumos por encima de lo calculado". ¿Qué pasó? Pues que muchos cubanos habían convertido la jarra en calentador para la ducha. Las instalaciones, aún quedan por ahí, son dignas de ver. La jarra aparece conectada al enchufe ás cercano y acoplada al último tramo de la tubería. El agua corriente entra fría en el recipiente para, una vez mezclada con el que hierve dentro, retornar al tubo ya templadita antes de llegar a la pera.

Ventilador o trituradora Aurika y ducha eléctrica forman parte de un repertorio inconmensurable de invenciones, chapuzas y apaños creados en la Cuba de los últimos años bajo el triste estímulo de las privaciones. Unas carencias que afectan sobremanera al transporte. Por eso la crisis conocida como periodo especial, sobrevenida con el fin de la URSS y el endurecimiento del embargo, tiene como símbolo el camello: monstruo del transporte colectivo consistente en una cabina y dos contenedores de camión acoplados.

El camello, en vías de desaparición, fue una creación oficial. No como el popular rikimbili, blanco de frecuentes batidas policiales. Se trata de una bicicleta enriquecida con el motor sustraído de una mochila de fumigar. Estas bicis empezaron a volar tanto o más a sus anchas que los insectos salvados por el robo de los motores de fumigación. Las redadas casi las erradicaron, pero aún quedan.

A medio camino entre camellos y rikimbilis, entre lo legal y lo furtivo, los coches son el máximo exponente de la ingeniería popular cubana. Ahí nunca hubo guerra fría. Imponentes automóviles imperialistas tipo Buick, Dodge o Chevrolet de los 50 sobreviven gracias a un fluido transplante de piezas extirpadas a ejemplares de Lada, Mosckvich o Volga rusos, cuando no a tractores rumanos. El promiscuo tráfico de recambios alcanza ya a los carros europeos y asiáticos, que no escapan del canibaleo (despiece) al que todo vehículo es sometido en Cuba cuando por robo, siniestro total o avería irresoluble queda fuera de circulación.

Todo lo que rueda en la isla es susceptible de cirugía mecánica. Y esto incluye asimismo bicitaxis, carros de la compra, calesas y carromatos, cuya dotación con ruedas arrancadas de contenedores de basura es una plaga de inmundos efectos. En el ámbito militar, la isla ha producido carros de combate propulsados con carbón.

Las antenas de radio y televisión para captar señales prohibidas son toda una rama de la subrepticia artesanía local. Cientos, tal vez miles de terrazas de La Habana acogen las más extravagantes formas de disidencia tecnológica. Destacan las parabólicas hechas con paellas, bandejas de aluminio o sombrillas y las antenas radiofónicas a base de perchas o agujas de coser que desde los 90 transportan a los barrios habaneros el rap o el reguetón de las emisoras de Florida.

También la alimentación y la cosmética dan cuenta del ingenio doméstico a la cubana. La utilización de químicas golfas e ingredientes bastardos en la gastronomía y el aseo personal fue una práctica extendida en los 90, por fortuna casi erradicada. Pero en confección y peluquería todavía se ven creaciones y aditamentos curiosos, más positivos que aquéllos. Zapatos hechos con hojas de plantas y bolsos fabricados con abridores de latas son ejemplos de reciclaje y empleo de materias naturales que una pasarela europea podría exhibir como piezas de post-vanguardia pero aquí son fruto de la necesidad... Como de manera más tosca lo atestiguan, con glamour cero y ternura infinita, los rulos para el pelo hechos con cilindros de cartón del papel higiénico o trozos de tubería de PVC. Los cubanos carecen de casi todo, pero casi todo se lo inventan. Menos la comida, claro.

(LA VANGUARDIA.ES)

SALUD PÚBLICA EN CUBA: De la vitrina a la basura







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Por Jorge Olivera Castillo

Sindical Press



LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - Gratuidad y utopía marchan juntas por los caminos del socialismo. Es una especie de unión fraternal a prueba de rupturas. Esa aparente facilidad para ser atendido por un médico sin tener que abonar directamente importe alguno, suele ser la vía para un fácil acceso a cualquiera de los puertos de la angustia.

Ir a un hospital a sufrir lo indecible, se ha convertido en una norma para el cubano promedio. Casi ninguna de las instituciones médicas funciona acorde con los parámetros requeridos para ejercer una labor de calidad.

Maltratos verbales por parte de profesionales o subalternos, falta de higiene, personal no idóneo para cumplir con sus responsabilidades, robo de las pertenencias a los enfermos internados, edificaciones en pésimo estado constructivo, ausencia de instrumental e insumos para llevar a cabo los diagnósticos correspondientes.

Todo es parte de un declive donde confluyen factores tanto de carácter objetivo como subjetivo. El sistema ha dado muestra de su incapacidad para brindar una cobertura de salud a nivel nacional que contenga los debidos niveles de eficacia.

Con el paso del tiempo se observa el enquistamiento de la deshumanización, la ausencia de un sentido de pertenencia por parte del personal médico, el pago subrepticio para ser atendido con esmero.



Dado el avance y consolidación de las prácticas perniciosas en el sector, es difícil hallar correctivos para subsanar las irregularidades. Al valorar la realidad es preciso tener en cuenta que muchas de las causas se mantienen vigentes. Por ejemplo, un carnicero semi-analfabeto suele ser más afortunado que un cirujano, en términos de nivel de vida. Una ama de casa que vende dulces de puerta en puerta, es muy posible que supere las ganancias de una licenciada en enfermería. Valga acotar que estas actividades laborales son regularmente ejercidas al margen de la ley.

Para ilustrar por donde andan las cosas, cito una queja enviada recientemente al diario oficial Granma. Todo ocurrió en una visita a la sala de observación del cuerpo de guardia del hospital Calixto García, en Ciudad de La Habana.

“La sala de observación a la que hacía mención, es una instalación que no lleva mucho tiempo de restaurada. No hay un solo servicio sanitario que pueda descargarse. El mal olor proveniente de este lugar invadía la sala. En varias ocasiones tuve que salir a la calle. ¡Qué decir de los enfermos que no pueden moverse por su delicado estado! Me ofrecí para descargar todos los baños con algún cubo, pero no apareció ningún tipo de recipiente. Ni hablar de agua para tomar. Las sillas, a pesar de ser bastante incómodas por su armadura de hierro, no alcanzaban a una por cama. Una parte del techo estaba desprendido”.

La anécdota de esta atribulada madre refleja un hecho que se repite, día a día, en decenas de centros hospitalarios del país. De acuerdo al relato, los hechos ocurrieron el pasado 30 de noviembre. Pocos días después tuve que dirigirme a este hospital aquejado de un fuerte dolor en la ingle.

Mientras esperaba por una inyección intravenosa para calmar las punzadas, llegaron a mis oídos los pormenores de una experiencia erótico-sexual, un aluvión de frases obscenas y un debate sobre la calidad de un frasco de pintura para uñas. Las jóvenes enfermeras hablaban en alta voz. Solo una llevaba el uniforme. El resto vestía inapropiadamente.

En medio de mis dolores pensé que en vez de aliviarme, podría morir a manos de personas sin vocación ni deseos de desempeñar correctamente sus obligaciones. A golpe de masividad, igualitarismo y gratuidades, todo se ha podrido. ¡Y de qué manera!

CUBA: Adela y el repudio







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Por Alejandro Rios


En la foto, Adela, una negra enjuta, aparece con la boca desmesuradamente abierta, que revela una dentadura en franco deterioro. Le encanta que la movilicen temprano porque se escapa por un tiempo del taller donde tratan, a duras penas, de arreglar televisores.

Es el único momento también que monta un ómnibus y se sienta, sin empujadera ni bronca. Le dan un rango de persona importante que la convoquen y le faciliten el viaje y la cuiden durante la manifestación los muchachos fuertes, vestidos de civil, la parte oficial del operativo, tan solícitos y comprensivos.

Tiene un hijo que se hizo médico gracias a la revolución y ahora está en Venezuela, el otro es su frustración como madre, se dejó influir por el mal elemento del barrio y se fue del país en una balsa. Por eso le satisface tanto castigar esa estirpe de persona poco agradecida con los logros de la revolución.

Cada vez que la citan dice presente. Puede ser para impedir una manifestación de gusanos vendepatrias o para rodear una casa y no dejarlos salir porque la calle es de Fidel.

El acto se divide en grupos. Cada cual asume una tarea. Los compañeros que dirigen insisten en que eviten la confrontación física con la contrarrevolución, aunque se puede escapar algún que otro pescozón, siempre que no haya una cámara presente. Lo cual es difícil porque ahora hasta los teléfonos graban imágenes.

Todo el movimiento debe parecer espontáneo, las guaguas parquean a cierta distancia de los acontecimientos. Adela es de las que grita con ganas. Le gusta, descarga sus frustraciones sin que nadie se entere.

Hoy parece que la convocatoria es importante, arremeten otra vez contra las mercenarias que se visten de blanco, mosquitas muertas que se hacen las pacíficas y van con una flor en la mano. Reciben dinero de Miami y se visten bien, muy limpias y perfumadas. Ella disfruta halarles los pelos bien peinados. A veces se queda con algunos mechones en la mano y ni chistan. No tienen sangre en las venas. Son unas muertas sin espíritu combativo.

Las últimas instrucciones siempre las reciben en los ómnibus fuera de la vista pública. Hay un mayor del Ministerio vestido de civil, muy elegante, que suda, habituado al aire acondicionado, y les dice que el Furry se siente orgulloso de ellos tan prestos para salirle al paso a la gusanera y que un día serán reconocidos públicamente, pero que por ahora en silencio ha tenido que ser.



Como hoy la jornada es larga, al final les toca la cajita con comida. Menos mal, porque en la casa es pueblo embrujado. La escasez sigue siendo aguda por el maldito bloqueo. Los yanquis no aflojan. Por la mañana se aseó con un cubo de agua y se lavó los dientes con bicarbonato, que también le sirve de desodorante.

Estos días han sido muy activos. Hace poco le dieron su merecido a cierto periodista que había desafiado a uno de los muchachos del Ministerio. Se hizo el machito, se paró en una calle del Vedado a esperarlo, sólo para conversar, según él, pero así se empieza y allá fueron las guaguas con Adela y sus camaradas, simulando ser estudiantes universitarios y lo empujaron contra una reja hasta que se lo llevaron y lo soltaron lejos para que no le hicieran mayor daño. Porque el grupo se va calentando y nunca se sabe si alguien va a salir con un mal golpe.

En su modesto apartamento donde el esposo la abandonó hace ya algunos años, Adela tiene unos muebles desvencijados. Para las manifestaciones se pone sus mejores galas, una blusita azul celeste de punto con tirantes. Su prima Yusleidy la vio en el noticiero de la televisión y dice que no luce mal.

Espera que su hijo el médico le traiga algunas cosas de Venezuela, como ropa interior porque la suya está deshecha. Con el otro no se puede contar, igual que su padre.

Mañana temprano para el taller y si la escoria vuelve a asomar la cabeza, duro con ella, que la revolución se respeta.

El Nuevo Herald

Represión y mezquindad




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By ALEJANDRO ARMENGOL
Para mantenerse en el poder día tras día, hasta el momento Fidel y Raúl Castro sólo requieren de un equipo médico atento y un sistema de seguridad eficiente. Pero para perpetuarse les es necesario además sustentar una justificación ideológica. Durante décadas, la política fue la razón de ser del Estado cubano, el desprecio a la economía y los proyectos faraónicos. Ahora todo ha entrado en una dimensión más miserable.

Basta comparar lo que fue la etapa épica de la lucha para reafirmar el proceso revolucionario, con lo que simbolizan esos actos de repudio contra mujeres que sólo reclaman la libertad de sus familiares encarcelados injustamente.

El gobierno de La Habana podrá argumentar que en todos los casos se encuentra detrás el ``imperialismo yanqui'', pero resulta ridículo, además de lamentable, el encerrar en una prisión de máxima seguridad a un norteamericano que repartía computadoras y teléfonos. La solución en este caso hubiera sido bien simple: montarlo en un avión de regreso a Estados Unidos. Pero no, el régimen de Raúl Castro necesita ese prisionero para enviarle el mensaje a Washington de que no tolerará esfuerzo alguno a favor de incrementar la sociedad civil.

Lo que llama la atención es que mientras el espectro amplio del sector más inconforme con la realidad cubana se transforma de acuerdo a las características de la sociedad actual, la represión continúa anquilosada en sus formas más burdas. En última instancia, el ``recurso perfecto'' para acallar cualquier voz independiente en Cuba son los actos de repudio.

Curiosamente, ese mismo gobierno exige sin cesar que cinco condenados por espionaje en Miami sean liberados.

Tacañería de un Estado que no admite la menor manifestación de independencia, donde la función opositora ha evolucionado de un enfrentamiento radical al desacuerdo, la disidencia y la simple búsqueda de una vida propia, sin que se permita la menor apertura de un espacio político. Mientras los métodos represivos cambian de tácticas --detenciones por varias horas, advertencias--, el mecanismo de terror se mantiene inalterable.

La renuencia del gobierno cubano a ceder en lo más mínimo frente a las presiones internacionales, se ha mantenido sin alterarse. La política de liberar a algunos enfermos no permite la menor esperanza. Ante el más leve temor de amenaza, el régimen cierra filas. El terror es el único instrumento en que confía. La turba que ahora golpea y veja se apoya en el policía listo para encarcelar y en el tribunal sin decoro que condena la decencia.

Una y otra vez, el acto de repudio se utiliza con el mismo objetivo: no sólo es sembrar el miedo, también es crear el desaliento. Los argumentos son gastados, los recursos son viejos, pero la vida es una sola. Estas actividades son la cara más turbia de un monstruo con varias cabezas, y no deben verse de forma aislada. A ellas se une una campaña de descrédito por numerosos medios. Alimenta la desconfianza, porque el gobierno sabe que ésta es un freno a la hora de dar un paso al frente. Quieren ponerlo todo en blanco y negro, pero al mismo tiempo confundir los límites. ¿Hasta dónde se puede llegar? ¿Qué crítica es permitida? Lo mejor es quedarse tranquilo.
La Habana vuelve con la cantaleta de que los blogueros, disidentes y opositores pacíficos están al servicio de Estados Unidos. No porque intente convencer a nadie, sino porque sabe que es el camino más seguro para reforzar la intimidación: una acusación que recuerda castigos anteriores. No teme la repulsa internacional porque sabe que los gobiernos responden a intereses y no a ideales.

Al intensificar la represión, el régimen no sólo quiere acabar con la esperanza de un cambio dentro de la isla. Le preocupa también los cambios que cada vez con mayor fuerza se vienen promoviendo en Washington, los avances en los esfuerzos que buscan establecer una vía de trato con el gobierno de La Habana que no esté fundamentada en una retórica de confrontación. Ve como enemigos no sólo a los opositores conocidos, sino también a quienes de momento le manifiestan la fidelidad más absoluta. Sabe que ésta se vería erosionada con una mayor cercanía entre la isla y Estados Unidos.

La confrontación ideológica ha quedado reducida a las ``reflexiones'' del ``Compañero Fidel'', y el mayor efecto que éste produce en la isla es el de servir de rémora ante cualquier posibilidad de cambio.

Hasta el momento, Raúl Castro ha limitado las definiciones ideológicas al mantenimiento del statu quo, y a utilizar en sus discursos el argumento de la ``legitimidad de origen'' (el triunfo en 1959) para justificar la permanencia en el poder. Contrasta ello con su fama de gobernante pragmático, ya que este pragmatismo llevaría a fundamentar su mandato en una ``legitimidad de ejercicio'', la cual tendría que ser definida por alcanzar cierta prosperidad.

Pero desechadas las esperanzas de una mejora sustancial del nivel de vida de los cubanos a corto plazo, con la justificación siempre a mano de la crisis internacional y el azote de varios huracanes, Cuba sigue esgrimiendo el argumento de plaza sitiada. Para ello tiene que apelar al espejismo de una retórica de confrontación, que prescinde de la palabra y la idea para limitarse al insulto y el golpe. La ideología reducida a la gritería callejera y una actitud soez.

aarmengol@herald.com

El Che: terrorista confeso


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El Che: terrorista confeso
Baldomero Vásquez Soto


La revista TIME, en su edición del 21 de diciembre de 1962, recogió la opinión de Ernesto Guevara (el Che) sobre el acuerdo donde los mandatarios Kruschev y Kennedy pusieron fin a la amenaza de guerra nuclear provocada por la instalación clandestina en Cuba de bases militares rusas, equipadas con armamento atómico. La fuente de aquella reseña sería una entrevista concedida por el comandante guerrillero a Sam Russel, corresponsal en La Habana del periódico socialista inglés London Daily Worker, publicada el 04 de diciembre de aquel año.

El inestimable valor histórico de aquella entrevista radica en que contiene las únicas declaraciones que diera el Che en los meses que duró la crisis de los misiles. La mencionada reseña de TIME se titulaba “Cuba: Castro's Warhawk”, en una clara referencia al Che como el halcón de guerra de Fidel Castro. Sin embargo, al leer su contenido no queda duda de que el calificativo de terrorista es el que mejor le cuadra.

Dibujando un retrato de sí mismo, Guevara afirmaba lo siguiente: "If the missiles had remained, We would have used them against the very heart of the United States, including New York City" (“Si los misiles hubiesen permanecido en Cuba, nosotros los habríamos usado contra el propio corazón de los Estados Unidos, incluyendo la Ciudad de Nueva York”).[1] Sólo alguien con una mentalidad terrorista podría jactarse alegremente del deseo de ejecutar una acción que habría causado la muerte de millones de seres inocentes. Acción que, por lo demás, habría significado también la desaparición de millones de inocentes cubanos, pues la respuesta nuclear instantánea de EEU contra la URSS implicaba fatalmente la destrucción de Cuba. Tanto desamor a su pueblo y a la humanidad hacen inexplicable como este hombre trasmuta en símbolo romántico de esperanza de los pueblos.


La mentira es revolucionaria: de la Acería del Che al Puerto Pesquero de Fidel



Los diferentes aspectos involucrados en la “Operación Anadyr ” (nombre dado por los rusos a la instalación de las bases en Cuba) revelarían otra cara, también perversa, del Che Guevara y de Fidel Castro, que evidencia el absoluto irrespeto de uno y otro hacia la opinión del pueblo cubano y la hipocresía de ambos como defensores de la soberanía de Cuba.

Al subordinar a Cuba a los intereses geopolíticos del imperio ruso, había que obedecer las órdenes que emanaban del imperio. Una de éstas fue que la instalación de las bases militares se haría en secreto. Siguiendo esa línea, el 27 de agosto de 1962 el Che Guevara salía a escena a engañar a la opinión pública internacional. En Moscú declaró que la URSS construiría una gran Acería en Cuba (según la agencia soviética TASS “una factoría de fundición de acero”).[2]

De la falsa Acería no se volvió a hablar más. En su lugar, el comandante Fidel Castro, para engañar al mundo y al propio pueblo cubano, inventó otra mentira: que los rusos construirían un Gran Puerto Pesquero en Cuba.[3] El engaño llegó a su máximo el 23 de octubre de 1962 con la respuesta de Castro, transmitida por radio y TV, al discurso pronunciado por el Presidente Kennedy el día anterior. Ese día Castro desmintió la denuncia de Kennedy acerca de la instalación de misiles nucleares rusos en Cuba y “acusó al presidente norteamericano de mentir al acusar, a su vez, a Cuba de que dispone de armas atómicas”.[4]


La “Crisis de los misiles” en el Testamento del Che

Como se puede comprobar en su Carta de Despedida a Fidel [5], el Che mantendría inalterado el engaño al que siempre ha estado sometido el pueblo cubano sobre la crisis. En lugar de referirse a la “crisis de los misiles”, intencionalmente adopta la retórica rusa, la cual se refería a aquellos peligrosos acontecimientos como la “crisis del Caribe”. Esta frase le permitía obtener una doble ganancia: esconder la responsabilidad de la URSS en la crisis y presentar el conflicto como un enfrentamiento heroico entre el pequeño David (Cuba) y el gigante Goliat (EEUU).

Este terrorista confeso dejó muy mal parado al filósofo Jean Paul Sartre, quien en 1960 lo consideró “el ser humano más completo de nuestra época”. Con toda razón, Ralf Dahrendorf ha señalado al existencialista francés de haber sucumbido a la tentación totalitaria: “siempre que se dieron tales tentaciones, Sartre sucumbió a ellas”



(Cubanet)

viernes, 25 de diciembre de 2009

MIS HÉROES!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!








Por Esteban Fernández

Algún día, en una Cuba libre, será cuando verdaderamente los cubanos se enterarán del descomunal esfuerzo realizado por el destierro cubano combatiendo a rajatablas a la tiranía castrista.

Dentro de nuestra nación muchísimos compatriotas creen que el exilio ha sido simplemente para acumular riquezas, para rodar carros del año, para dar suntuosas fiestas, para crónicas sociales. Pero muy poquito se sabe de la sangre que los exilados han derramado en la tierra cubana ni de los cientos de gestiones guerreras realizadas.

El 99 por cientos de nuestros hermanos en la Isla conocen a Willy Chirino y a Gloria Estefan, pero un ciento por ciento no tiene ni la menor idea de quien fue Tony Cuesta. Han escuchado hablar mucho de la prosperidad de los cubanos en U.S.A. pero muy poco de lo que fueron los Comandos L, los Comandos Mambises y Omega7.

Consideran que el exilio es pachanga y dólares, pero el exilio es Vicente Méndez y Edel Montiel, “Rabo de Nube”, Espiritico, el “Venado”, Joaquín Membribe. Este es un destierro que ha dado una gloriosa Brigada 2506. Tenemos un día que escribir libros sobre “Yarey”, sobre el Rece, sobre el Jure, sobre Abdala, hacer 100 tomos de la organización Alpha 66, sobre sus ataques comandos, sus desembarcos. Solo hay que entrar en la oficina de Alpha en Miami para ver en sus paredes la galería de sus mártires.

Muy poquitos en Cuba han escuchado los nombres de los gloriosos hermanos Ignacio y Guillermo Novo. Sólo se habla en nuestra patria de Orlando Bosch y de Luis Posada Carriles para atacarlos. En una Cuba libre tendremos que erigirles unas estatuas al lado de la de Antonio Maceo. Alvin Ross es un héroe en esta lucha. Allá sólo conocen a los cantantes y los peloteros.

Este exilio ha dado muchos patriotas como Aldo Rosado, como Luis Crespo, como Humberto López, como Henry Agüeros, Virgilio Paz, que han dedicado sus vidas a combatir al régimen. Desde el primer momento, desde el mismo 1959, ya desembarcó en Trinidad, se jugó la vida y cumplió largos años de prisión Roberto Martín Pérez.

Y antes de llegar la invasión de Playa Girón ya estaban allí los equipos de infiltración, con Pepito Regalado, Humberto Solís, Abel Pérez, el Sheriff, Raffo, Yayo Varona, Recarey, Blanquito, Andréu, Cawy, Durán, Giraud, Comella, Mirto Collazo, y muchos más.

La “Lucha por los caminos del mundo”, el CORU, el Poder Cubano, el Movimiento Nacionalista, el Movimiento Pragmatista, el gran Valentín Hernández. Toda la gloria para ellos. Lo primero que tenemos que hacer cuando llegue nuestra liberación es pedir que nos devuelvan a Eduardo Arocena y declararlo Héroe Nacional de la República de Cuba.

¿Quién conoce dentro de nuestra patria a Héctor Alfonso? Un verdadero león en esta contienda. ¡Cuantas páginas de la futura historia de Cuba le tendremos que dedicar a “Fabián”! Pero allá sólo conocen a Andy García y al “Duque” Hernández.

Y ahí en esa historia estarán Manuel Artime, Andrés Nazario Dieguito Medina, Santiago Álvarez, René García, Felipe Rivero, Eneido Oliva, Orlando Atienza, Waldito Castroverde, René Cruz, Alejandro del Valle, Nino Díaz, Ramón Saúl Sánchez, Juan Felipe de la Cruz, Armando Fleites, Dionisio Suárez, Hugo Sueiro...

El que crea que desde aquí no se le ha tirado ni un chícharo a la tiranía es un ignorante de la verdad. Y algún día habrá que hacerle saber a toda la nación la verdad que hoy oculta el régimen. Pocos destierros a través de la historia han combatido más que el nuestro, pero siempre se le ha escatimado la gloria que merece. Eso vamos a subsanarlo en una Cuba libre.

Con una facilidad tremenda llamamos “glorias de Cuba” al deportista, al músico, al bailarín y al poeta. Pero yo pienso que ha de llegar el momento en que los cubanos nos pongamos de pie para brindarles una cerrada ovación a Ernesto Díaz Rodríguez, a Eusebio Peñalver, a Renán Llanes, Tony Bryan, Félix Rodríguez, Ernestino Abreu, Pedro Remón, López Castro, Tony de la Cova, Gaspar Jiménez, Osiel González, Alfonso Carol y a muchos otros patriotas que tanto lo merecen...
(de Nuevo Accion)

NOMBRAMIENTOS Y CAPILLA ARDIENTE





Nombramientos y capilla ardiente, por Luis Tornés Aguililla

Por Luis Tornés Aguililla. últimos días del año 2009.



Ramiro Valdés Menéndez
Quizá, con el nombramiento de Ramiro Valdés como vicepresidente del Consejo de Estado, al fin brote en Cuba ese momento en que ya no será posible que sigamos arropados en la monstruosa conformidad del autoengaño porque mientras más pasa el tiempo, resulta más evidente la certeza de que ninguno de esos señores ( nombrados a dedo ) habrá tenido jamás la intención de encaminar el país hacia un contexto democrático; por una razón simple : ellos saben que no sobrevivirían en Cuba una vez que los oficiales superiores empiecen a hablar y que los archivos y memorias se empiecen a publicar por internet en un alud sin plazos ni remilgos editoriales que terminará tragándoselos como el sapo a la mosca.


Los pontífices del régimen cubano no liberan a sus rehenes políticos porque intuyen – creo que con mucha razón - que en la primera señal interpretada por la gente como un gesto de debilidad, el pueblo les caerá encima como la sarna al perro al mismo tiempo que la fragilidad económica en que se encuentra el país, les prohibirá cualquier intento de contrariar la dialéctica de la miseria creada por ellos mismos . En una palabra : están perdidos.


Cuba ha llegado a un punto de « masa crítica » en que los militares y miembros intermedios del sistema entienden la inutilidad de dar crédito a una banda de viejos cuyos únicos objetivos son salvar sus pellejos y, de ser posible, sus fortunas.


No sólo se trata de la deuda exterior cubana o del robo a los empresarios extranjeros que invirtieron en Cuba sino de la total parálisis del aparato productivo de un país que vivió, primeramente a merced de la URSS y ahora aguantado como un náufrago al petróleo del bufón de Miraflores cuyas bondades hacia Cuba no están grabadas en el mármol si miramos bien la situación política en Venezuela.


La represión que organice el vicepresidente Valdés agregada a la indigencia general no auguran nada bueno para los próximos meses.


¿ Qué informaciones tiene Raúl Castro sobre lo que podría ocurrir en Venezuela y Colombia como para que, prudentemente, haya nombrado vicepresidente al represor por excelencia que, a la vez, es uno de los hombres que más ha odiado en su vida ? .


¡ Fo !, hay hedor a capilla ardiente y vaya usted a saber quién pondrá el muerto.

ESPEJO DE IMPACIENCIA







Espejo de impaciencia, por Vicente Echerri
VICENTE ECHERRI
La Navidad nos trae este año el regocijo añadido del vigésimo aniversario del fin del régimen comunista en Rumanía y, en particular, de la ejecución sumaria, ejemplar e indigna (como merece todo déspota) de Nicolae Ceausescu, tirano por casi un cuarto de siglo, y de Elena, su mujer y cómplice principal de sus desmanes. Sólo cuatro días antes, cuando convocara a una inmensa manifestación en la plaza frente al monstruoso palacio estalinista que había hecho levantar como monumento a su soberbia, Ceausescu se creía invulnerable, inmune al virus de la libertad que había barrido, en pocos meses, al podrido orden totalitario en Europa oriental. Pero esa tarde del 21 de diciembre de 1989, en cuestión de minutos, la muchedumbre dejó de aplaudir y empezó a chiflarle y él se acobardó. Los oprimidos vieron su miedo y fueron por su sangre. El tirano pudo escapar al linchamiento, sólo para ser fusilado sin decoro cuatro días después, en la Navidad que inauguraba un nuevo tiempo.

Varios historiadores y cronistas han recogido los últimos momentos de la insolente pareja que avasalló sin medida a sus compatriotas, que les impuso horrendas privaciones para satisfacer sus planes absurdos y megalomaníacos y que no vaciló nunca en asesinar o encarcelar a sus opositores. Arrestados en una escuela militar, Ceausescu y su mujer eran de pronto un par de ancianos ateridos que no podían entender que sus vidas hubieran dado un vuelco tan dramático, ni aceptar la realidad que se había plantado ante ellos ni que, de la cumbre del poder absoluto, se hubieran convertido, súbitamente, en unos nadies a quienes despachaba un tribunal improvisado.

El final fue expedito, como siempre debe ser en estos casos (no el dilatado, costoso y, por momentos ridículo, proceso de Saddam Hussein), de la manera en que Winston Churchill había recomendado que debía ser la ejecución de Hitler en caso de encontrarlo con vida: mera formalidad para comunicarles, a quienes ya se habían puesto al margen del derecho, que la sociedad los eliminaba echándoles encima, además, todos los crímenes de una era, que eso de bueno tiene la tiranía: concentra tanto el poder como la culpa.

Confieso que me gustan el ritmo y las escenas de este proceso: el líder depuesto de un régimen espurio que se niega a reconocer, por ilegal, al tribunal que lo juzga y lo condena; la humillación de que les aten las manos con unas toscas cuerdas; la sorpresa --otra más, al salir al patio y ver el pelotón formado-- de que la muerte es inminente. El viejo comunista, queriendo conservar alguna dignidad, ha empezado a cantar las primeras frases de La internacional y su mujer, más atenta a lo que está a punto de ocurrir, le advierte: ``cállate, Nicu. Mira, nos van a matar como perros''. Los paracaidistas que integran el pelotón tienen instrucciones de no disparar a la cabeza del dictador para que pueda ser reconocido en las fotos. Ni siquiera les conceden la ceremonia del fusilamiento tradicional. Luego de alinearlos contra la pared, los soldados retroceden seis pasos y abren fuego. Algunas fuentes dicen que los reos intentaron huir y que fueron cazados como patos.

No hay que ser rumano para sentirse gratificado por este final, con el que concluye una época atroz y empieza el renacer --no obstante vacilante y precario-- de una nación. En el ajusticiamiento de un tirano está siempre en ciernes --como prefiguración, conjuro o anticipo-- la muerte violenta de todos los demás, de todos los que aún quedan vivos y en el poder. Aunque termine por morir en su cama, el tirano debe ser visto siempre como un candidato a la ejecución o al asesinato político; alguien a quien no hace falta juzgar porque su propia ejecutoria lo condena; en consecuencia, no necesita de jueces, sólo precisa de un verdugo.

En Cuba, donde la tiranía personal pasa del medio siglo, el único cambio reciente que ésta revela es el haberse hecho bicéfala: un mandante al que los males del cuerpo han obligado a la reclusión y otro que presta su cara y su voz (bastante repulsivas, por demás) para seguir repitiendo lo que el primero le dicta en la sombra. Las ilusiones que, ingenuamente, algunos se llegaron a hacer con la presidencia de Raúl Castro han quedado sobradamente desmentidas, tanto por sus discursos como por todas las acciones y medidas de un régimen que no renuncia a su carácter represivo, pese a que se hunde día a día en la ineficacia y en la ruina. Los que vayan a hacer justicia, sólo tendrían, al igual que en Rumanía, que duplicar la ejecución. Entre los hermanos Castro no hay distinción alguna, si exceptuamos que Raúl tiene un solo ano, y Fidel tiene dos.

SE JODE JOTAVICH EN EL 2010???????????










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Castro morirá en el 2010... según Newsweek magazine

(del Blog http://chivatientes.blogspot.com/)




No seria la muerte del ex-dictador o momia con grados de comandante eterno lo importante.Mas importante seria el cambio que llevara al fin de esta dictadura maldita, a una apertura democratica, a un gobierno pluripartidista conformado
por miembros de nuestra oposicion activa,por presos politicos(Biscet,Darsi)y por representantes del exilio.
La muerte de Fidel o de Raul es algo secundario aunque deseado(hasta Santa Claus lo tiene en su lista); pero mas que eso es la libertad inmediata de nuestros presos politicos.Solo cuando hermanos de la isla y del exilio puedan abrazarse libremente en las calles, cuando se abran los campos de concentracion y torturas de toda Cuba
entonces celebrariamos las navidades mas bellas que jamas se recuerden.
Deseo entregar en estos dias festivos un poco de aliento a nuestros presos politicos, a aquellos que no tienen un pedazo de pan que llevarse a la boca, pero sobre todo a aquellos que sin bombos o platillos ayudan y dan lo mejor de si por la causa cubana sin reclamar nada.
Para ellos Feliz Navidad y ojala el ultimo San Silvestre bajo la bota tiranica de los Castros.

Jorge Luis Llanes Naranjo

martes, 22 de diciembre de 2009

HOSTIGAN A ACTIVISTA DE DD.HH.







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El activista de Derechos Humanos en la provincia de Camagüey, Bárbaro Lugo Betancour (foto , está siendo hostigado por los ñrganos de la Seguridad del Estado de la provincia de Camagüey,ya que recientemente en la ciudad han aparecido carteles antigubernamentales, y oficiales de dicho órgano represivo lo han estado investigando en su localidad , según nos informó la hermana de Bárbaro Lugo, la también defensora de los Derechos Humanos Tamara Carmenate Rodríguez afirmóo que es un chequeo y vigilancia constante que desde hace 2 días se está teniendo con nuestra vivienda y que en la mañana de hoy Bárbaro se tuvo que personar en el sector que se encuentra ubicado en la calle Lugareño entre Cristo y Rosa la Bayamesa, en esta ciudad de Camaguey, ante el teniente Aliesqui Quiala Fernández, de los órganos de la Seguridad del Estado, quien lo interrogó y le tomó declaración por unos carteles que aparecieron en diferentes sitios de la ciudad, y como amenaza se le impuso que el mismo debe de estar localizable y no salir de la provincia de Camagüey.

Por tal motivo este defensor de los derechos humanos denuncia ante nuestra organización esta violación y acecho y vigilancia que se tiene contra él y responsabiliza a los órganos de la seguridad del estado y al gobierno si algo llegase a pasarle al mismo o se vea involucrado injustamente en un delito pre elaborado en su contra.
Bárbaro Lugo Betancour reside en Plazuela del Puente No. 5, entre Cisneros y República en Camagüey.



Desde la ciudad de Camagüey, reportó: José Agramonte Leyva, presidente, Gobierno de Oposicion Municipio de Camagüey.

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