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miércoles, 5 de enero de 2011

El sueño y la pesadilla por Juan González Febles




Durante el periodo más álgido de la guerra fría, cuando una imperfecta república democrática regía los destinos de Cuba, las revistas reproducían fotos de las ancianas barrenderas de Moscú. Desde las páginas de la revista Bohemia, se mostraba la imagen de ancianas barrenderas con pañuelos anudados en la cabeza para proteger las orejas y el cuello del frío. Las piernas estaban cubiertas con trapos y en su mayoría calzaban viejas y deterioradas botas militares.

Lo más significativo de estas abuelas moscovitas era la expresión de desoladora tristeza con que se asomaban al lente. La tristeza y la melancolía eran el plato fuerte de esta muestra, pero más allá de todo, estaba la desesperanza profunda de quien sabe o cree saber, que no hay alternativa para la miseria. Que no queda espacio para soñar que mañana o en algún espacio ignoto del porvenir, vendrá algo mejor.

Los comunistas de entonces, afirmaban que se trataba de exageraciones creadas por la ‘maquinaria diabólica propagandística del imperialismo'. Decían que los medios de prensa en Occidente exageraban. En sus círculos internos, se comentaba de forma despectiva que eran rezagadas de la clase explotadora terrateniente. Sólo kulaks venidas a menos, a las que no habría que compadecer. Las pobres babushkas barrenderas de Moscú, eran peligrosas y derrotadas exponentes del ‘enemigo de clase'. Así decían.

Con la misma clásica expresión de tristeza, fueron trasplantadas al trópico, las abuelas barrenderas del socialismo real ruso. Las babushkas cubanas se asoman al lente de la cámara con la misma tristeza. Se trata del mismo escobillón y el mismo carro con los tachos de basura. Hasta el uniforme es parecido. El pañuelo anudado en la cabeza y la misma expresión de insondable tristeza.

Quizás nadie lo vio por no saber leer entre líneas el programa del Moncada. Este es el verdadero sueño del Comandante, devenido en la pesadilla de cada día que compartimos todos. El sueño de uno y la pesadilla de todos.

Nuestras babushkas pueden ser vistas en el boulevard de la calle Obispo. Allí están, en ese pomposo Casco Histórico diseñado como fantasía descocada para turistas de todos tipos y lugares, por el también multipremiado Eusebio Leal. Un consagrado historiador y despiadado hombre de negocios.

Nuestras babushkas barrenderas, nunca fueron exponentes de una derrotada clase terrateniente. Todas fueron jóvenes y algunas hasta bellas y agraciadas. Luego de entregar sus mejores años a la construcción de la utopía falsa o frustrada, la miseria y las bajas pensiones las lanzaron a vender en las calles los cigarrillos y la pasta dental de la cuota personal en la libreta de racionamiento.

La policía, esa representante del poder revolucionario en las calles, como la calificó el general y presidente designado Raúl Castro, las persiguió y multó en múltiples ocasiones. Parece que se hace mucho daño a la revolución de los dos hermanos, al vender cigarrillos y tubos de pasta dental.

Ninguna es familiar o allegada de generales o figurones políticos del régimen. Pertenecen al grupo marginado mayoritario conocido como pueblo cubano. Puede vérseles con la mirada triste propia de los que han sufrido alguno de los socialismos. Ya sea los clásicos que vienen desde el siglo XIX con su carga vacía de ideales y utopías o los más crueles y cercanos. Esos traídos por la mano férrea de Stalin, Mao, los Kim o Fidel Castro. O quizás los que esperan para mostrarnos su horror, al devenir del siglo XXI.

Como señal inequívoca del fracaso, allí están. Pienso que cada uno que siguió la consigna y la prédica del Comandante y empuñó un fusil para perpetuar la victoria militar del régimen en las arenas de Playa Girón, es culpable de que haya babushkas barrenderas en la calle Obispo habanera. Cada uno de los que ascendió las lomas del Escambray para estrangular el sueño libertario de aquellos tiempos, también es responsable de las abuelas barrenderas de Obispo. Las clases vivas de la república que entregaron la riqueza de un país que prosperaba, a cambio de una intervención yanqui que no ocurrió, son también responsables.

Como preludio de un inevitable final, ahí están. Tristes y protegidas del frío y la adversidad, sólo por sus pañuelos. Las abuelas barrenderas de Obispo son prueba palpable de que nada de lo hecho sirvió. El sueño de quien se nos vendió como mesías, se extiende omnipresente por la tierra empobrecida de Cuba, como la pesadilla compartida por todos. Pero... ¿Hasta cuándo?
(fuente:Radiografia Mundial)

Agreden al opositor Aramis Lazo del PRC




Sección Archivo, Cuba, Cuba 8, RM

Por Armando Rodríguez Lama


CUBA. (PI)- Hace varias semanas el opositor pacifico Aramis Lázaro Sáez Sánchez está siendo objeto de agresiones verbales y físicas, comunico a este reportero el propio Aramis.

Sáez continuo planteando que, un sujeto nombrado Josué Izquierdo, aleas El trillizo, defensor de las ideas fidelistas y fanático a Ernesto Guevara lo agredió en días pasados en la calle, cerca de su vivienda, donde tuvo que intervenir el Presidente del Partido Republicano de Cuba en el municipio San Miguel del Padrón, Yazmani Nicles Abad, quien pasaba casualmente por el lugar.

“En otra ocasión estuve a punto de ser golpeado con un bate de aluminio, he sido provocado con palabras obscenas y al encuentro ha salido un carro patrullero que me ha conducido junto con mi agresor hacia el sector del lugar conocido como La Cuevita, en el municipio anteriormente mencionado y presentado ante el antiguo jefe de sector, capitán Navarro, quien al encontrarse al corriente de la situación me ha comunicado que si este individuo me mata a pedradas por defender la “revolución”, no le pasara nada”.

Comunicó Lázaro quien fue multado con treinta pesos en ese mismo momento sin explicación alguna.

Sáez Sánchez, de 36 años de edad y vecino de la calle G # 18338 entre 1ra y 2da en el reparto Monterrey del capitalino municipio de San miguel del padrón, es miembro del Consejo de Relatores y del Partido Republicano de Cuba

Nota enviada por José Alberto Álvarez Bravo :


Denuncia pública.
Aramís Lázaro Sáez Sánchez, miembro del PRC y del Consejo de Relatores de los DDHH.
En la mañana del 1ro de diciembre de 2010, sobre las 8:00 am, me dirigía a casa del periodista independiente José Alberto cuando, casi frente a su casa, el oficial del G-2 presuntamente nombrado Camilo, junto a otros dos oficiales del mismo cuerpo represivo, me detuvo bajo el argumento de que él sabía para dónde yo me dirigía y que los miércoles ellos no iban a permitir que los disidentes se reunieran en casa de José Alberto. Me dijo además que él sabía que yo era de San Miguel del Padrón.
De pronto llegó un carro negro con cristales oscuros, me montaron con dos miembros del G-2 y pidieron que pusiera las manos detrás de la espalda y, a toda velocidad, me condujeron unos metros por el malecón; después de la tribuna antiimperialista me hicieron bajar y allí me esperaba un patrullero; me ajustaron tanto las esposas que me dificultaba la circulación sanguínea y, sin más explicaciones, me condujeron a la Unidad de la PNR del Cerro. Cuando llegué, el Carpeta le preguntó a los policías por qué me habían arrestado y éstos no supieron contestarle.
Luego me condujeron a los calabozos donde había más de 12 detenidos por delitos comunes; cuando les empecé a hablar de los DDHH, un Capitán me dijo que en Cuba no existían presos políticos. Acto seguido declaré mi intención de no ingerir alimentos ni agua, como evidente muestra de rechazo a mi arbitraria detención, razón por la que fui enviado a una celda tapiada y aislado del resto de los detenidos.
Fui liberado alrededor de las 8:00 pm con la advertencia, por parte de dos segurosos, de que no fuera más los miércoles a la casa de José Alberto.

martes, 4 de enero de 2011

"SI SE PRODUCE EL CAMBIO EN CUBA, LOS DOS CASTROS HUYEN"






El hombre de 92 años se asoma a la puerta de su casa de Miami. No parece un ex comandante de la Revolución Cubana. Tampoco se le nota que sale armado -un viejo hábito. Quizá al rato, cuando la mirada se le pierde porque busca una palabra elusiva, los ojos transparentes lo delatan. Son los mismos luceros perdidos entre la mata de pelo enredado, la gorra oscura con visera, la barba característica de los guerrilleros cubanos en la vieja foto de 1959, sentado de uniforme en el living de una casa muy bien decorada, junto a su mujer y sus cuatro hijos pequeños, disonante como un dinosaurio en la ópera.

Es el mismo comandante de la famosa foto del 8 de enero de 1959 , que lo muestra entrando en La Habana junto a Fidel Castro y Camilo Cienfuegos.

"Después podemos pasar a la oficina, aquí al lado", dice Huber Matos. La construcción anexa a la casa -puertas metálicas grises, mapas de Cuba, un estudio de radio: una evocación involuntaria de la guerra fría- es la sede de Cuba Independiente y Democrática (CID), la agrupación que Matos fundó al salir de la cárcel. Así como la casa tiene un paredón de concreto y él prefiere salir armado, el gobierno cubano, como habitualmente lo hace con todos los disidentes, lo ha acusado de actividades políticas ilegales.

Es improbable que el CID cumpla función alguna en el porvenir inmediato de los cubanos. "Estoy muy viejo ya", dice Matos. "La nueva república necesita gente joven, fuerte, con salud, que tenga ideas más frescas acerca del mundo de nuestros días".

Hace rato que Huber Matos no es un barbudo. Cayó preso, acusado de traición y sedición, el mismo año 1959 cuando Cienfuegos y su avioneta se esfumaron en un accidente que muchos anticastristas no creen tal. En 1979 Matos salió de la cárcel por cumplimiento de su condena y luego de tres huelgas de hambre.

Contó esa historia, de lucha y revolución, de ruptura y agravio, en sus memorias Cómo llegó la noche (ver nota relacionada).

Las andanadas contra los Castro que se leen en el libro vuelven a sonar ahora en el diálogo con Matos:

"Fidel es un maestro en el arte de engañar a la gente, de presentarse como un sujeto idealista. Es un ambicioso, un ególatra de mentalidad gansteril, muy inteligente y muy capaz para presentar las cosas como él quiere que se las vea y no como son. Si le hubiera dado por ir para Hollywood habría calificado como el más notorio de todos los artistas de cine. Pero nos tocó a los cubanos tenerlo de político. Y el golpe de Estado de Fulgencio Batista le abrió el escenario" (ver nota relacionada).

Los dislates de Fidel Castro

"En estos días he estado dándole cabeza a un problema", se desvía Matos. "Fidel ha dicho cosas disparatadas. Dijo, por ejemplo, que antes que terminara el campeonato de fútbol mundial en Sudáfrica habría una confrontación nuclear. Una estupidez en un líder súper-inteligente como él. Después insistió con otras sandeces, hizo otros anuncios catastróficos. He pensado que es probable que Fidel diga estas cosas para que lo vean como un individuo fuera de la realidad."

¿Para qué?

Para justificar la huida en el momento en que llegue. Porque ellos huyen. Si en el próximo año se produce el cambio en Cuba, porque el pueblo termine de perder el miedo o porque ocurra algo en lo que no hemos pensado, los dos Castro huyen. Se van para Vietnam o para China o para Rusia. Tienen muchos millones: han desfalcado a la nación cubana pero han acumulado dinero. Fidel es arrogante: no cabe que salga escapando. Pero si está medio bobo y dice disparates, se puede argumentar que lo montaron en el avión.

¿Y el presidente del Consejo de Estado, Raúl Castro, que no da esa clase de señales?

Raúl es cobardón, Raúl huye. Fidel es cobarde pero también es audaz: sabe hasta dónde se puede guapear. Creo que se está haciendo el bobo como antecedente. Hace unos cuantos años dijo: "No se puede hacer concesiones desde el poder". Y sin embargo se están haciendo concesiones: se está liberalizando la economía y Fidel no protesta por eso. Tiene el derecho del veto, pero está dejando que se liberalice el campo económico como si no contara, como si la dirigencia del castrismo funcionase nada más con el pensamiento y la voluntad de Raúl.

¿Cree que las reformas son el camino a cambios políticos escalonados?

Hay dos factores que están en contra de esa posibilidad. Por un lado, el grado de quiebra económica y social: estamos ante un edificio lleno de carcoma, en pie pero todo taladrado por parásitos, que no se puede sostener mucho tiempo más. Por otro lado, la condición de apasionado que tiene el cubano.

La pasión, la intransigencia, la violencia

¿Eso significa que vislumbra violencia en el porvenir?

Hace como dos años y medio fui con otros cubanos a Hungría. Unos líderes, poco viejitos ya -bueno, no eran mayores que yo-, que participaron de la Comisión de Transición, nos contaron su experiencia. "Queremos recomendarles", dijeron, "que asuman una posición lo más flexible posible. Nosotros éramos dirigentes del Partido Comunista, advertimos que había que ir al cambio y buscamos la manera de hacerlo sin que hubiese violencia o intervención extranjera. Si en Cuba hay alguien que hable, en conversación secreta o discreta, con líderes comunistas, acéptenlas. No se planteen que hay que destruir un edificio hasta los cimientos".

¿Supone que la oposición y el exilio intransigente aceptarían algo así?

Hay mucha gente que aunque ha estudiado una carrera universitaria no ha asimilado que la marcha de la historia presenta procesos muy diversos. El quehacer humano tiene muchas posibilidades, pero todo depende de la actitud transigente, inteligente o realista de quienes dirigen. Los cubanos tenemos la tendencia de aplaudir al fogoso, al que más enardece a la multitud, y eso no es conveniente para los pueblos. Hace falta pasión en un momento dado; pero hace falta también sentido común para percibir la realidad en su transparencia exacta. Hay gente en Cuba inteligente, previsora, capaz para no desencadenar una nueva Revolución Francesa...

¿A quiénes nombraría?

Uno corre el riesgo de equivocarse, pero por ejemplo, si Marta Beatriz Roque, Félix Bonne Carcassés, René Gómez Manzano y Vladimiro Roca, aquellos Cuatro de La Habana que hicieron el documento La patria es de todos, participaran de alguna manera en el proceso, ya tendríamos un elemento serio. Y creo que inevitablemente hay que contar con algunos personajes del gobierno, del aparato militar y del Ministerio del Interior: ellos juegan un papel importante para mantener a los Castro en el poder. Si se vieran en la necesidad de entrar en trato con la oposición, lo harían. Con los Castro es más difícil, pero si se lograra que tuvieran que largarse del país...

¿No piensa, como tantos exiliados, que mientras Fidel Castro viva ningún cambio es posible?

Yo no creo que tenga que morir Fidel, no, no. Cuba es hoy un polvorín. Algo va a ocurrir. Puede ser que demore seis meses, ocho meses, un año... pero no demasiado más. La situación económica está muy mal y el despido de mucha gente puede crear una bola de nieve. No es solamente que despidan unas cuantas personas a la calle. No hay comida, no hay transporte, la electricidad está racionada, faltan cosas indispensables para una vida decente. Pero hay que evitar a toda costa el baño de sangre, porque sería dañar más a la familia cubana, crear más odios y más divisiones. Ya tenemos un largo medio siglo de cosas terribles. Son miles y miles las familias que tienen luto.

De la Revolución a la cárcel

¿Nada rescatable encuentra en medio siglo de una revolución que usted apoyó al comienzo?

Puede haber alguna cosa buena. El porcentaje de la población que pudo estudiar es mayor ahora que antes. Pero fue una manipulación, para aprovecharlos. Ha quedado pendiente el compromiso de alcanzar las metas que la Revolución prometió. Fidel Castro llegó al poder movilizando el reclamo del pueblo para volver al estado de derecho. Y nos envolvió a muchos. Nos comprometimos con el proceso, pero Castro mostró otras aspiraciones. Todo se volvió cuento, falsedades, pretextos.

¿Por qué ni la oposición ni la catástrofe económica han puesto en jaque a las autoridades cubanas en tanto tiempo?

Hemos tenido la desventaja de contar con un liderazgo muy audaz, muy competente, muy inteligente y muy inescrupuloso. Para tener miles y miles de hombres y mujeres presos por razones políticas hace falta estar en un nivel de sótano en el orden ético. Ese liderazgo, encabezado por Fidel Castro, ha asimilado que todo aquel que no piensa como ellos, al paredón o a la cárcel a darle horrores, a obligarlos a huelgas de hambre, a romperles huesos. Nadie que tenga un poquito de escrúpulos, de honradez, de conciencia, acepta formar parte de un gobierno que tenga que valerse de esos recursos. ¿Conoce el caso de Mario Chanes de Armas?

Compañero de Fidel Castro en el asalto al Moncada, en la cárcel y en el Granma. Acusado de preparar un atentado y condenado a 30 años.

Yo fui compañero y amigo de él. Él sólo dijo que no quería lo mismo y lo tuvieron 30 años preso. Es terrible. Y 20 años es terrible. Y 10, y un año de cárcel injusta es una cosa demoledora. El preso político que sabe que es una injusticia que lo metan preso y así se le va la vida. Fidel y Raúl saben lo que hacen, saben el daño que han hecho.

De Obama a Chávez

¿Cómo ve la relación entre los Estados Unidos y Cuba desde que asumió el presidente Barack Obama?

Creo que no ha contribuido en nada a posibilitar el cambio en Cuba. De alguna manera este señor ha querido entenderse con los Castro, y no sólo ha querido entenderse con los Castro sino que ha dado señales de debilidad.

¿Le parece mal el diálogo o la debilidad?

La debilidad. Autorizaron a que los cubanos que están aquí viajen todas las veces que quieran: una concesión a cambio de nada. [Antes los cubano-americanos podían viajar tres veces por año a la isla; los estadounidenses no pueden hacerlo legalmente.] Y por distintas vías sabemos que en la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana la actitud hacia la oposición no es la misma. Las relaciones se han ido enfriando y hay menos solidaridad hacia la oposición. En tiempos de James Cason la Sección de Intereses era una oficina aliada con la oposición cubana; ahora no.

¿Cómo ve la dinámica entre Hugo Chávez y los hermanos Castro?

Los dos casos están entrelazados: sin el caso cubano no hubiera habido un caso como el de Venezuela con Chávez y sin la presencia de Chávez en el poder el cambio en Cuba se hubiera producido hace años. El aporte económico y las fanfarrias del socialismo del siglo XXI contribuyen a apuntalar, aunque sea un poco falsamente, a la tiranía de La Habana. Si se produjera un fenómeno en Venezuela, que le metieran un balazo a Chávez o que lo depusieran, antes de 60 días, o de 30 días tal vez, en Cuba habría un cambio. Por el entrecruzamiento de factores, de sostén, de demagogia, aparte del petróleo que Chávez les manda a los Castro para que lo revendan. Es un soporte económico y politiquero.

¿Cómo caracteriza al presidente de Venezuela?

Un loco... más que un loco: es un sujeto al que le encaja bien la definición que le dio Carlos Rangel, un intelectual venezolano, que tituló un libro Del buen salvaje al buen revolucionario. Chávez es un salvaje, y un salvaje estúpido y ostentoso y autoritario.

www.infobae.com
Posted by Angélica Mora

La imagen se la llevó la realidad




LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) – Hasta hace unos años la imagen creada para la Seguridad del Estado en Cuba hacía ver a sus integrantes como émulos de los héroes de las novelas de caballería. Entre las hazañas que realizaron estaba la de haber desbaratado más de seiscientos atentados organizados por los enemigos contra el jefe supremo. La lectura de esos éxitos era obvia. Los adversarios son malos y estúpidos; los combatientes de la Seguridad, buenos, valientes y sagaces.

El primer resultado de esos triunfos era que la proyección del jefe subía, sobre todo su invencibilidad y su ascendencia internacional. No se atenta tanto contra la mediocridad. Y la comunidad de inteligencia recibía sus merecidos premios, y a la par, su imagen se llenaba de bellos y atractivos colores. Pero todo eso pertenece a un pasado diseñado con cuidado.

En lo personal, sufrí sus acciones represivas, por vez primera, en 1981, cuando invadieron mi vivienda y me amenazaron con echarme encima un perro pastor alemán para que me destrozara. En otras ocasiones, a quemarropa, me han amenazado de muerte.

Pero la primera vez que vi a la Seguridad del Estado propinar golpes en plena vía pública fue en el año 1999. En esa ocasión se iba a realizar un juicio, luego suspendido indefinidamente, contra el periodista Mario Viera, en el Tribunal Provincial de La Habana. Estaban en el área dos o tres decenas de opositores para apoyar al comunicador. De pronto llegaron al lugar un número indeterminado de paramilitares que realizaron todo tipo de provocaciones. Se formó un gran desorden.

De los ómnibus que pasaban por la calle Prado y de los balcones de las viviendas situadas frente a la sede del tribunal se gritaban consignas antigubernamentales. Resultaba evidente que la situación se les estaba yendo de las manos. Y entonces aparecieron los policías de la Seguridad del Estado golpeando a los opositores pacíficos.

Después, esa manera de actuar no ha sido excepcional. Incluso han reprimido con alevosía y ensañamiento a indefensas mujeres; se les ha visto saltar cercas o verjas de casas ocupadas para gritarles obscenidades a sus dueños, o para pintar en el piso y las paredes consignas “revolucionarias”.

Están muy cerca de convertirse en sicarios. Están realizando un trabajo sucio a plena luz del día. Y todo por migajas. Por andar en un viejo auto Lada de la época soviética o en una pequeña motocicleta, por algún que otro módulo de ropa y por pagar a bajo precio los centros de recreación y descanso. Mientras, los grandes jefes, sus hijos y allegados, siguen disfrutando de una buena vida y del poder vitalicio.

La realidad del castrismo terminó con la imagen que la Seguridad del Estado había creado de sí misma. Lo bueno o malo de este tipo de historia es que siempre llega el momento, a veces a través de los que ni si quiera fueron culpables directos, en que hay que responder por ese tipo de acciones.

fornarisjo@yahoo.com

Detenidos por escuchar a Los Aldeanos - Radio Martí | Televisión Martí | MartíNoticias.com | Oficina de Transmisiones a Cuba - OCB



(Radio Martí, 04/01/11) - Dos dos miembros de la organización Jóvenes de Impacto Juvenil siguen bajo arresto en la provincia de Holguín, por escuchar la música del dúo contestario, Los Aldeanos.

La madre de los dos hermanos, Adisnidia Cruz, dijo a Radio Martí que Marcos Michael y Antonio Michael Lima Cruz fueron conducidos hacia un centro de instrucción policíaco por encontrarse celebrando el 24 de diciembre, día de Nochebuena, con música de Los Aldeanos.

Agregó que responsabiliza al régimen comunista del general Raúl Castro con lo que pueda pasarle a sus hijos e hizo un llamado para que la opinión pública internacional se solidarice con su caso.

Pulse en el audio si desea escuchar la denuncia de Adisnidia Cruz.



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Presos políticos esperan más represión en 2011 - Radio Martí | Televisión Martí | MartíNoticias.com | Oficina de Transmisiones a Cuba - OCB


Ángel Moya Acosta, prisionero de conciencia cubano.

(Radio Martí, 04/01/11) - El prisionero de conciencia cubano Ángel Moya Acosta, en su primera comunicación telefónica en el 2011 desde la prisión Combinado del Este, en La Habana, dijo que lo único que esperan los presos para el nuevo año, es aumento de la represión.

Moya Acosta, uno de los once presos de la Primavera Negra todavía encarcelados, dijo a Radio Martí que este año 2011 ha comenzado como terminó el 2010 y que eso significa violación de los más elementales derechos humanos de los reclusos que van desde una inadecuada alimentación hasta las brutales golpizas.

El prisionero de conciencia abundó acerca del hacinamiento y la falta de atención médica que redundan en unas condiciones de vida infrahumanas que caracterizan el diario vivir en las cárceles del régimen comunista del general Raúl Castro.

Por otro lado, Moya Acosta señaló que la población penal de la raza negra es mayoritaria en las prisiones del país.

Pulse en el audio si desea escuchar a Amado Gil con los detalles.




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Dramático relato de una brutal golpiza - Radio Martí | Televisión Martí | MartíNoticias.com | Oficina de Transmisiones a Cuba - OCB




Damaris Moya Portieles, de la directiva de la Coalición Central Opositora. Foto de archivo.



Damaris Moya Portieles relató este martes a Radio Martí los pormenores de una brutal golpiza que le propinaron agentes de la policía y la Seguridad del Estado de la ciudad de Santa Clara el 31 de diciembre.

"Me arrastraron, me metieron a golpes y empujones dentro de la patrulla, mi cuerpo está lleno de hematomas", denunció la opositora durante el programa Revista Informativa de Derechos Humanos que se transmite por Radio Martí.

Moya, quien es dirigente de la Coalición Central Opositora, dijo que la golpiza se produjo cuando ella reclamaba ante los agentes de la policía las razones por las cuales al también opositor Antúnez, se le mantenía confinado a su residencia, por decisión de la Seguridad del Estado, sin una orden judicial.

"Solamente por ser negra, deberías de lamerle los pies a Fidel Castro", me gritaban mientras me daban golpes, dijo Moya.

Pulse en audio para escuchar un fragmento del relato de Damaris Moya.


Dramático relato de una brutal golpiza - Radio Martí Televisión Martí MartíNoticias.com Oficina de Transmisiones a Cuba - OCB

Engáñame, que me gusta!!!!!!!!!!!!!!!por Laritza Diversen




Lo que sentí oyendo a Raúl Castro







No sé si a todo el que tuvo la oportunidad de escuchar o leer el último discurso de Raúl Castro le pasó lo mismo que a mí. Me quedé atónita y un tanto confundida. No supe definir si realmente estaba ante un hombre reformista o simplemente era más de lo mismo. Tal vez todo se debió a mis deseos de escuchar la palabra cambio.

En una primera lectura, descubrí a un hombre que hablaba de un futuro incluyente "proseguiremos, haremos, incrementaremos, continuaremos…" y que confesó ser un luchador contra el secretismo estatal. Incluso, citó versículos de la Biblia "no darás falsos testimonios ni mentiras" y principios éticos incaicos "no mentir, no robar, no ser holgazán".

El Presidente del Consejo de Estado habló de la igualdad de todos ante la ley y de la responsabilidad de aquellos que cometan "un delito en Cuba, con independencia del cargo que ocupe". "Sea quien sea", dijo, tendrá que "enfrentar las consecuencias de sus errores y el peso de la justicia". Él, en cambio, se siente con el derecho a corregir (o no) impunemente las faltas cometidas en cinco décadas de construcción del socialismo.

El menor de los hermanos Castro dijo que pondría fin a los incumplimientos y los sobregiros. El dirigente histórico no se conformará con justificaciones, imprecisiones y mentiras de los cuadros a cualquier nivel. "Los compañeros que den información inexacta serán removidos definitivamente y hasta separado de las filas del Partido si militan en él", afirmó.

Como ejemplo, puso la destitución de Jorge Luis Sierra Cruz, Yadira García Vera y Pedro Sáez Montejo, que ocuparon importantes responsabilidades en la dirección del Partido y del Gobierno, "por tomarse atribuciones que no le correspondían y que les condujeron a serios errores en la dirección".

Sería interesante saber qué estaba haciendo el también segundo secretario de Partido Comunista de Cuba, como máximo responsable del Estado y del Gobierno, cuando esos hechos ocurrieron. Tal vez haya sido su propia y eludida responsabilidad el freno para no haber puesto a los funcionarios a disposición de los tribunales de justicia.

El dirigente histórico reconoció la libertad de crítica como un derecho del que no se debe privar a nadie, pero mantiene vigente la Ley 88/99, (Ley Mordaza) que penaliza severamente el ejercicio de libre expresión.

Habló de la discusión abierta, de debates sin ataduras a dogmas y esquemas inviables, de no excluir criterios divergentes, pero condicionándolo todo a un escenario específico. Aceptará la diferencia de opiniones, siempre que se expresen "preferiblemente" en tiempo oportuno, forma correcta y lugar adecuado.

También reconoció que el Estado no se tiene que meter en las relaciones entre los particulares, pero decide qué se compra y vende en la sociedad. Afirmó que el trabajo por cuenta propia los liberaría de realizar actividades relacionadas con la oferta de bienes y servicio a la población, pero no renunció al control sobre la misma. Incluso es el gobierno quien decide qué y cómo debe trabajar este sector, y en qué forma y bajo qué métodos de organización tendrá que funcionar.

A la par de reformista, el discurso de Raúl Castro me pareció camaleónico y surrealista. En una segunda lectura de sus palabras, mi confusión desapareció, lo mismo que mis esperanzas por el cambio. A medida que avanzaba y profundizaba mi análisis, mi inconsciente no dejaba de repetir esa frase proverbial: "engáñame, que me gusta".

ANGELITO,LA TRISTE HISTORIA DE UN NIÑITO CUBANO!!!!!!!!!!


Injusticias a un Angel
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lunes, 3 de enero de 2011

LAURA Y LA DISTANCIA!!!!!!!!! por José Alberto Álvarez Bravo



José Alberto Álvarez Bravo

Por lo común, el ser humano vive convencido de que las magnitudes son inalterables, fijas, inmunes a las complicadas teorizaciones relativistas de filósofos y “sesudos”, proclives a deambular de cirro en cirro, de nimbo en nimbo.
Una de las magnitudes que mejor corrobora lo inconmovible del axioma, es la distancia. La Ley Conmutativa apabulla a las mentes más díscolas, pertinaces en cuestionar hasta la existencia de lo tangible. La distancia de A a B es igual a la distancia de B a A. Fuera del perímetro del Hospital Siquiátrico, no hay arreglo, salvo que se circunscriba a los difusos límites de la onírica y/o, las alucinaciones, esas que se dan en “condiciones especiales”.
No solo hay que pensar, con sorna contenida, en estupefacientes o alucinógenos, sino también, por ejemplo, en una huelga de hambre “a rajatabla”. Sobre todo, después de la segunda semana.
Fundamentalmente desde el punto de vista económico, la huelga de hambre es infinitamente más ventajosa en materia de obtener esas “condiciones especiales”, pues en lugar de arruinarse –y arriesgarse- en la adquisición de costosos y peligrosos alcaloides, se economizan importantes sumas al prescindir de alimentos, dentífricos y papel higiénico, por no citar gastos indirectos como transporte vehicular, suelas de zapatos y otras nimiedades.
Claro que la huelga de hambre, aunque solo se reduce a colocarse un candado de firmeza de principios en la boca, no está al alcance de todos los terrícolas. A menos que, viviendo en sociedades normales, se trate de excéntricos o de tipos desesperados por llamar la atención.
Para que se justifique un acto de esta naturaleza, se requieren determinadas circunstancias, como por ejemplo, vivir en sociedades regidas por autócratas totalitarios.
Sé que a Usted, si leyó hasta aquí, dos topónimos le vinieron de inmediato a la mente: Corea del Norte, y Cuba. Pero como es de esa gente que se machuca la corbata buscándole la contrapelusa a la caquita del piojo, enseguida arribará a la conclusión de que las diferencias idiosincráticas de ambas naciones impiden la comparación: los norcoreanos, hasta donde trasciende, soportan la esclavitud con mejor talante que los cubanos. O al menos que un creciente grupo –nada desdeñable- de cubanos.
Si la primera condición es el gentilicio, la segunda es la determinación de rechazar, con erguida virilidad, el ultraje al derecho ciudadano. El hecho propiciatorio: que la prepotente bota del tiranuelo caiga sobre ese derecho, por aplastar el mal ejemplo del desafío cuestionador de legitimidades y fueros.
Condiciones y motivo en mi haber, el 1 de diciembre di este responsable y serio paso.
Compatriotas dispersos por el planeta asediaron mi determinación, movidos por su convicción de la superior utilidad, para la noble causa, de mi presencia viva sobre mi ejemplo de mártir. Por lo magro y añejo de mi anatomía, a las dos semanas el móvil me traía voces lejanas, pero la fraternidad cubana me ponía corazones nuevos en el pecho, como para asistir al mío, exhausto y reticente. Nombres que mi cerebro se negó a retener, o pedir a los deudos anotar. Fabián, y mi Aldo bueno, cuyo corazón bombeó mi sangre, y me tiene aquí, trabajando por Cuba. Cecilia Cominero, quien pese a lo ligero de su bolso, puso a Sevilla, meca de la antiquísima tauromaquia, más cerca que Guanabacoa.
Asustado ante la firmeza inequívoca, el bunker envió dos médicos a controlar día a día el avance del deterioro físico, fuente nutricia del vigor moral. Y redujo, vencido y ridículo, el asedio gansteril a seis horas, una vez por semana, diluyendo la base de sustentación de mi postura.
Elemento decisivo, Moisés Leonardo Rodríguez y su propuesta de asumir, temporalmente, la labor de la Academia Nueva Esperanza en otra vivienda, pues según la vana palabra de los vicarios de sus majestades, su ubicación en mi domicilio es la manzana de nuestra discordia.
Seiscientas cuarenta palabras, transgresión de la continencia, pero no puedo ignorar el otro elemento que grabó con fuego nombres que, en lo sucesivo, de sitial no carecerán en mis afectos. Nombres que mi eterna novia –la letra impresa- y la tecnología, me permitieron rescatar del pandemonio.
La Galia, artesa de la cultura moderna, se rehúsa devolverme a Israel Betancourt, añorante de su tórrido caimán; Héctor Lemagne, con su anhelante corazón a dos latidos de su terruño; la Hispania legendaria, con Catalunya como cuna de mi chozno, tiene a Jorge Luis Llanes como en posición de arrancada; la nieve hostil de la distante Canadá no enfría el patriotismo de Ricardo López.
Limón limonero, las niñas primero. La delicadeza hacia el bello sexo nos viene de la cuna, pero no ha habido con Laura olvido, ni desdén, ni postergación. Ella inspira este tropel de palabras, pues puso alas a mi raciocinio, y me hizo entender que a los dieciséis días me podía considerar indómito.
Su nombre, Laura M. Pruna, es lo segundo que se de ella. Lo primero es que tiene un panal por corazón, y miel fina y ambarina en sus arterias. Y no fue idiota, ni vale un décimo de los que nos quedamos a retar al tigre. ElQueNacióenDosRíosalaEternidad, tampoco.
Pero quizás ni en esto radique la singularidad de Laura, sino en haber probado que, fuera de las Ciencias Exactas, la distancia no siempre es una magnitud rígida.
Cuando en el crisol de los buenos sentimientos se vierten el amor, el patriotismo, el desinterés y la bondad, la distancia puede convertirse en una abstracción sin dimensiones precisas. Cuando laten a compas dos corazones sangrantes por Cuba, la distancia desaparece como éter derramado.
113dominexaudi932@gmail.com





Nota mia muy particular:



No soy partidario de las huelgas de hambre, por eso la alegria me llegaba al corazon
cuando leia que este hemano de lucha habia triunfado y abandonaba la misma.La huelga de hambre es para mi el ultimo extremo para luchar cuando no quedan otros caminos.
Las Damas de Blanco pero nos han demostrado que hay otros caminos efectivos para luchar, para luchar y para vencer!!!!!
Junto con nuestro hermano José Alberto Álvarez Bravo, Nueva Esperanza se propone
llevar adelante el ansiado programa de Desobediencia Civil y por esta via llevar el entusiasmo y ganar el apoyo de miles y miles de patriotas dignos en Cuba.
Esta es una via para lograr el reconocimiento de la oposicion cubana y debilitar el
aparato represivo de la tirania cubana.
Hoy que la lucha armada es solo una utopia , solo nos queda el camino de la lucha politica .Y si esta lucha genera violencia es un riesgo que se debe correr POR LA LIBERTAD DE CUBA!!!!!

Jorge Luis Llanes Naranjo

De “encontronazos” y otros avatares.por José Alberto Álvarez Bravo director de la academia Nueva Esperanza




De “encontronazos” y otros avatares.

José Alberto Álvarez Bravo

“En todo grupo humano hay hombres de bajos instintos, criminales natos, bestias portadoras de todos los atavismos ancestrales revestidas de forma humana, monstruos refrenados por la disciplina y el hábito social, pero que si se les da a beber sangre en un río no cesarán hasta que lo hayan secado”
Fidel Castro, La historia me absolverá.

-“La vez anterior fue una conversación, ahora es un encontronazo”.
Esta frase, en labios del oficial de la policía del pensamiento conocido por Tamayo, presidió nuestro segundo encuentro, alrededor de la dos de la tarde del miércoles 22 de diciembre de 2010, en el mismo recinto del sótano de la Unidad Policial Aguilera, adonde fui conducido luego de mi temprano arresto junto a Moisés Leonardo Rodríguez y Luis Enrique Labrador por parte de más de una veintena de efectivos de la tristemente célebre Sección 21, adscrita a la Seguridad del Estado cubana.
Para una persona normal, el término encontronazo le sugiere el choque entre dos locomotoras, entre dos barcos, entre dos rinocerontes, o dos campeones superpesados en deportes de combate. Para un totalitario, puede ser entre un estudiante y un tanque de guerra, o entre un viejo devastado por dieciséis días de huelga de hambre, y dos jóvenes bien alimentados y entrenados en artes marciales; uno en calidad de detenido, los otros, de detenedores.
Por qué soy un opositor activo.
Para entender el proceso de mi cambio de ciudadano común a opositor activo, es preciso un poco de historia. Apenas cumplidos diecisiete años de edad, fui reclutado al Servicio Militar Obligatorio. Pasé los dos primeros años sin mayores tropiezos, pero al comenzar el tercero ya no podía tolerar la bota de quienes me negaba a aceptar como “superiores”, y fui condenado a seis meses de privación de libertad por Insubordinación de Palabra, dos años por Desobediencia de Orden, y cuatro años más por Quebrantamiento de Sanción. En la prisión de La Cabaña, fui testigo del asesinato de Manuel Cabana por parte de los guardias Florencio y Chávez, en diciembre de 1970.
Antes de cumplir veinte años de edad, cerca de Sagua la Grande, estuve a punto de ser destrozado, junto a Oscar Romero Lemus, por una verdadera lluvia de balas sdelano b CCCP. Cinco fusiles AK-47 vaciaron sus cargas de metralla, odio y muerte hacia el sitio en que habíamos buscado precario refugio. Un monstruo con figura humana, enfundado en un uniforme verde olivo, con un membrete sobre el bolsillo de la camisa –Ministerio del Interior- apuntó su pistola soviética sobre mi rostro en dos ocasiones, y dos proyectiles silbaron en mis oídos su canto de muerte. Yo, la cuarta generación de los Cuté nacidos en Cuba, pero desgajados de Catalunya, fui el primero de mi estirpe en soportar en su carne el ominoso “plan de machete”. Y no fue la Guardia Rural, por cierto.
Continué mi vida normal, cuatro hijos naturales y otro putativo, sin conocer de “encontronazos” y otros avatares con el poder perpetuo de los hermanos Castro Ruz, solo con un contenido rechazo corazón adentro.
En 1990, mi ya difunto amigo Amable Álvarez se ofreció para cumplirme un sueño: conocer personalmente a María Elena Cruz Varela y su Grupo Opositor Liberal Criterio Alternativo. Aunque no tenía aun los elementos políticos y la situación personal necesaria para pasar a la condición de opositor activo, este encuentro fue la escuela primera que me enseñó el camino a la libertad plena. Veinte años después, María Elena continúa siendo mi paradigma y mi inspiración. Pascualito y Lázara, las más valiosas gemas en el cofre de mis más caros afectos.
Después de haberme usado para descargar sobre mí un fardo de suspicacias de parte de María Elena y Criterio, fui acosado y maltratado por la policía de las ideas. Ese fue mi primer “encontronazo” con el Departamento de Enfrentamiento al Delito Contrarrevolucionario, versión caribeña y aventajada de la Gestapo, el KGB y la Stassi.
Dedicado por entero a ganar el sustento en el sector privado, a mediados de 2007 una llamada telefónica de mi ex compañera determinó el comienzo del tránsito definitivo de ciudadano común a opositor activo:
-“Alberto, Carlito está preso”.
Como es normal en situaciones de este tipo, mi posición preliminar se basó en la tesis de que si ha sido detenido, es porque algo indebido ha hecho. Hay que esperar la primera visita en la prisión Valle Grande para hablar sin interferencias: “Papi, yo no sé nada de lo que me acusan”.
Así comenzó una larga batalla contra uno de los procesos penales más amañados y escandalosos manejados por el Ministerio de Interior, a través de los tribunales peleles de la finca Gran Birán. Uno de los más odiosos crímenes de lesa inocencia, responsabilidad personal y directa del Señor Todopoderoso Raúl Castro, que permanecen sin solución como cobarde represalia por mi negativa a poner la mansa cerviz al yugo castrista.
El odio hacia la Academia Nueva Esperanza, y hacia mi persona, se explica también por el hecho de que impartimos lecciones sobre el Derecho Positivo vigente en Cuba, normativas jurídicas que el régimen inconsulto que con tanto celo defiende el Señor Tamayo pisotea con grotesco frenesí.
Prueba de que el Ministerio de Justicia, el Tribunal Supremo Popular y la Fiscalía General de la República son serviles brazos ejecutores al servicio de quienes mandan en nuestra sufrida isla, es precisamente el caso de mi hijo Carlos Denis Crespo.
La Ley de Procedimiento Penal vigente establece un máximo de noventa días naturales para que la instancia se pronuncie sobre el caso que ha de ver. En el caso de mi hijo, la Licenciada Claribel Garlobo, del Departamento de Revisiones Penales de la Fiscalía Provincial de Ciudad de La Habana, tiene el expediente en su poder desde el 15 de octubre de 2007. De noventa días, a tres años y más de dos meses, me parece ver una notable diferencia.
Un joven cubano, humilde y mestizo, permaneció veintisiete meses en prisión al serle imputado un delito común con el que no tuvo la más mínima relación. ¿Por qué? Por la relación personal de su reticente ex suegra con un oficial corrupto (suelen ser sinónimos) del Departamento Técnico de Investigaciones, nombrado Rafael Sanamé. Alrededor del “delito” se implicaron dos Tenientes Coroneles del Ministerio del Interior. Luchando contra molinos de viento, ante mí quedó al descubierto toda la podredumbre que carcome la sociedad cubana, especialmente su andamiaje gubernativo, y sobre todo la administración de “justicia”.
Al Señor Raúl Castro agradezco la felicidad infinita de poder combatir la opresión desde dentro de Cuba.
Si en su momento el Señor Castro no hubiera ordenado congelar la revisión penal del caso de mi hijo, y se hubiese aplicado la ley preexistente, hoy quizás me estuviera privando del insuperable placer de calificar como opositor activo dentro del propio cubil de la fiera sedienta de sangre inerme. Pero, gracias al cielo, la rabia y la soberbia disimulada de este señor, y la torpeza y superficialidad con que decide el destino ajeno, me permiten el privilegio de ser enteramente libre, atendiendo a que pienso y hablo sin hipocresía.
Tamayo quiere respeto.
El señor Tamayo, principal entre los que dan la cara en nombre de la represión política en La Habana, quiere, como todo el mundo, que se le respete, tanto a su persona como a su cargo. En las dos ocasiones en que me ha secuestrado –él dice detenido- me lo ha exigido.
Parece ignorar que para ser acreedor al respeto, hay que merecerlo. No basta con disponer de suficiente autoridad para mandar a golpear mujeres, incluso por las mamas (Párraga, 17 de marzo 2010: “aplícale lo que te enseñé”; victima: Tania Montoya), para encarcelar ciudadanos desarmados (de armas de fuego, que no de valientes principios), para robarse el dinero que no le pertenece más que al legitimo dueño, para incautar sin motivo el documento de identidad a fin de crear dificultades adicionales al readquirirlo, sino que es preciso fundar cada acto en el amor al prójimo, en el respeto a los principios que rigen el normal funcionamiento de toda sociedad civilizada.
Qué más quisiera yo que poder respetarlo, pero él no me da motivos. Más que respetarle, ahora quiere que le tema, pero tampoco me da motivos. Quiere asustarme con la muerte y el purgatorio, con decomisarme lo poco que tengo –una laptop y una cámara fotográfica- , con no dejarme entrar ni un centavo del bolsillo de mis hermanos de la diáspora, cultivarme el síndrome de Stalingrad, encarcelarme, golpearme. Tarde han llegado sus amenazas. En otro tiempo tal vez me habría escondido, despavorido, debajo de la cama, pero me cansé de vivir con miedos.
De no haber levantado el ominoso asedio a mi domicilio, hoy sería un incómodo cadáver en el martirologio cubano de las huelgas de hambre. Obviamente, el régimen castrista carece de solvencia política para pagar por otro muerto.
Si es para perder el tiempo tratando de intimidarme, que Tamayo y el resto de quienes forman el grupo humano que rodea y perpetúa a los Castro en el poder acaben de convencerse de que es inútil continuar secuestrándome.
Sépanlo de una buena vez, señores del poder, y actúen en consecuencia: no les temo en lo absoluto.
Descendiente espiritual de Guamá, de Martí y de Maceo, una y definitiva es mi divisa personal:
Ser mártir a ser esclavo.
113dominexaudi932@gmail.com

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