Buscar este blog

domingo, 28 de febrero de 2010

Miles protestan en el funeral simbólico de Orlando Zapata












Por JUAN CARLOS CHAVEZ
jcchavez@elnuevoherald.com
Grupos de exilianos cubanos y de otros países latinoamericanos en Miami criticaron abiertamente el domingo al régimen castrista por la violación de los derechos humanos y el trato cruel del que son víctimas los opositores dentro de la isla.

La multitudinaria actividad se realizó en la Calle Ocho en recuerdo del preso político Orlando Zapata Tamayo, quien falleció la semana pasada debido a complicaciones de una prolongada huelga de hambre de 83 días.

"Es lamentable la continuidad de la pérdida de hombres que mueren por su dignidad y por representar al pueblo cubano en su reclamo de libertad'', dijo el empresario Francisco "Pepe'' Hernández, presidente de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA).

Entre gritos de "viva Cuba libre'' y "basta ya'', los asistentes dejaron en claro que el recuerdo de Zapata se mantendrá vivo en la lucha por la democratización de la isla y la integridad de todos los presos de conciencia. Los exiliados llevaron lazos negros en señal de luto y expresaron su repulsa frente a lo que calificaron como una nueva atrocidad de la dictadura cubana.

Zapata, de 42 años, fue catalogado como prisionero político por Amnistía Internacional tras su arresto en el 2003. El disidente se reveló el 3 de diciembre pasado para denunciar atropellos y vejaciones en la prisión de Kilo 7, en la provincia de Camagüey.

"Estamos aquí por un opositor al que dejaron morir por huelga de hambre, y por todas las víctimas de la revolución. No vamos a permitir más injusticias, queremos la libertad de Cuba y de todos los cubanos'', sostuvo Mario Averhoff, un manifestante de 48 años.

El hombre era uno de muchos ciudadanos del común que agitaron banderas y pancartas con la fotos de Zapata a un lado de la Calle Ocho. La protesta se inició al pie del Monumento de los Mártires de Girón a las 2 p.m. y se prolongó hasta las 4 p.m.

"El mensaje que traigo no está escrito por nosotros, sino por los herma nos que murieron en estos cincuenta años de dictadura comunista, y por Zapata. Un abanderado del deber ha caído'', indicó Rodolfo San Román, portavoz del Presidio Político Cubano.

En la cita se realizó un cortejo fúnebre, de carácter simbólico, en honor a Zapata, quien cumplía condenas de más de 30 años al momento de su deceso. También se leyó una lista parcial con los nombres de los presos políticos cubanos y se guardó un minuto de silencio por las víctimas del comunismo y los muertos del terremoto en Chile.

La manifestación alcanzó su punto más emotivo cuando los exiliados lograron comunicarse vía telefónica con Reina Tamayo, madre de Zapata. La mujer valoró las muestras de solidaridad de la comunidad e instó a los presentes a continuar en la lucha democrática.

"Adelante en esta marcha. Orlando no ha muerto. Adelante!'', exclamó Tamayo.

El acto de recordación cerró con el tema Ya viene llegando, de Willy Chirino, y fue uno de varios eventos que se organizaron el fin de semana a escala local, entre ellos, una misa en la Ermita de la Caridad.

EXIGEN A MORATINOS EXPLICAR SU POSICION ANTE LOS PRESOS POLITICOS CUBANOS!!!!!!!!







.....................................................................................
El PP exige la comparecencia de Moratinos
El Gobierno debe explicar cómo va a ayudar a los presos políticos de Castro





Cinco disidentes cubanos, entre ellos cuatro presos de conciencia, siguen en huelga de hambre!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
El Partido Popular ha pedido la comparecencia urgente en el Congreso del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, para que explique cómo piensa ofrecer ayuda a los presos de conciencia y a los disidentes cubanos que se encuentran en huelga de hambre en Cuba.
La oposición pretende que el asunto de las libertades en Cuba no desaparezca fácilmente de la agenda política. Así, el diputado popular Jorge Moragas exige al titular de Exteriores que «comprometa gestiones diplomáticas para ayudar a salvar sus vidas sin descartar la conveniencia de que alguno de ellos sea voluntariamente trasladado a España».
Por ello, el PP pide la comparecencia de Moratinos para que «traduzca la continuidad que piensa dar a la exigencia» del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, «al régimen cubano de que se liberen a todos los presos políticos».
Según ha señalado Moragas, la comparecencia de Moratinos «es necesaria para que concrete la posición actual con respecto a la posición común de la Unión Europea, que liga el diálogo crítico con el régimen comunista al respeto a los derechos humanos». Asimismo, ha señalado que Moratinos debe «romper con la bipolaridad que se puso de manifiesto tras la muerte de Orlando Zapata Tamayo entre el presidente del Gobierno, sus declaraciones y las propias del titular de Exteriores».
En opinión de Moragas, «este doble lenguaje perjudica gravemente la imagen de España ante el pueblo cubano y la posición de la Presidencia Europea».
Finalmente, ha manifestado la «más profunda preocupación» del PP por la vida de los presos de conciencia en huelga de hambre y de los disidentes que se encuentran en esta situación, «especialmente el caso de Fariñas, cuyas condiciones físicas son muy precarias. España no puede ahorrar ningún esfuerzo para salvar la vida de un demócrata».

Protesta ante el consulado en barcelona
Un centenar de cubanos se concentraron al mediodía de ayer ante el consulado de Cuba en Barcelona para protestar por la muerte del preso de conciencia Orlando Zapata, fallecido tras 85 días de huelga de hambre, y para pedir la liberación de los presos políticos de la isla. Según ha informado a Efe la presidenta de «Ens Movem», Felicidad Lacabe, los cubanos residentes en Barcelona que han acudido a la concentración también quieren prestar su apoyo a los otros cuatro reclusos que se han declarado en huelga de hambre. En la protesta, que tuvo lugar en el Paseo de Gracia, donde se encuentra el consulado cubano, se han podido oír gritos y ver pancartas en contra del régimen castrista. Además, los manifestantes llevaban banderas de Cuba, muchas de ellas con crespones negros.
También se han celebrado actos de protesta durante el fin de semana en Madrid y Miami.

(tomado del Diario La Razon)

Un día en las mazmorras de Castro
















.....................................................................................
LA RAZÓN reconstruye, con los testimonios de varios disidentes cubanos excarcelados, 24 horas en la infernal celda de Orlando Zapata, muerto tras 86 días en huelga de hambre


En la imagen, un prisionero común, tras las rejas de su celda en una cárcel de La Habana



Varios presos en la cárcel Combinado del Este de La Habana, en una imagen facilitada por el régimen



28 Febrero 10 - Humberto Montero Sentenciado 36 años al tormento de las cárceles castristas, Zapata no aguantó más y emprendió una protesta hasta el final.

MADRID-El 20 de marzo de 2003, 13 días después de ser liberado tras pasar tres meses en la cárcel por desacato, Orlando Zapata Tamayo volvió a prisión. Nunca más saldría. Fue condenado a tres años de cárcel por protestar contra la detención injustificada de 75 disidentes del castrismo en la llamada «Primavera Negra».
No mató a nadie ni puso una bomba. No ejerció violencia alguna para defender sus ideales –una Cuba en libertad–, tan sólo comenzó un ayuno voluntario en casa de la disidente Martha Beatriz Roque que lo convirtió, a los ojos del régimen, en un «contrarrevolucionario al servicio de Estados Unidos», en un rebelde.
Este fogonero negro, llegado a La Habana desde su Banes natal, en el oriente de la isla, trabajó en la construcción sin mayores contratiempos que los de cualquier compatriota. Hasta que tuvo la osadía de protestar contra la tiranía. Su vida dio entonces un giro hacia el infierno de las 583 cárceles castristas.
Primero fue encarcelado en La Habana, en Villamarita. Allí comenzó a revolverse contra las inhumanas condiciones a las que era sometido. La más humillante para cualquier preso de conciencia –como describió su caso Amnistía Internacional–, tener que convivir con los presos comunes y verse obligado a llevar el mismo uniforme que ellos. No logró nada salvo empeorar su situación.
Recaló luego en la prisión de máxima severidad de Taco Taco, cerca de San Cristóbal, en Pinar del Río. Su condena se fue ampliando a medida que prolongaba los ayunos. Así hasta acumular 36 años de sentencia. Pasó por la cárcel de Holguín y el Combinado del Este, de vuelta en La Habana. Todo para complicar las visitas de su madre, Reina Luisa. Y de allí a Kilo 8, en Camagüey, un penal de máxima seguridad por el que han pasado casi todas las figuras de la oposición anticastrista.
En todos y cada uno de esos presidios, Orlando Zapata convivió con la tortura, la fetidez y la degradación humana más absoluta. La narración que varios disidentes que han pasado por todas esas cárceles hacen para LA RAZÓN compone el infierno en el que Zapata vivió los últimos siete años de su vida.
Todos los días a las cinco de la mañana, desde ese 20 de marzo de 2003, Zapata era despertado para el conteo. Había pasado la noche recostado en un suelo encharcado de heces, con un ojo abierto y otro cerrado, hacinado junto a 30 presos comunes, asesinos y violadores dispuestos a todo con tal de ganarse el favor de los carceleros. Rezando a oscuras para que a ninguno se le ocurriera lanzarle a la cara un jarro de agua hirviendo, como le ocurrió al disidente Fidel Rangel hace apenas unas semanas.
Luego el desayuno: agua turbia con algo parecido al azúcar y un mendrugo de pan. Lo más probable es que ni siquiera lo tocara, como hacían la mayoría de presos políticos, ya que lo único que hubiera logrado es provocarse una fuerte diarrea. Poco después, tras la visita a las letrinas, el aseo. Nunca una ducha. Sólo un par de jarras de agua recogidas de un tanque oxidado en el que todos los reos se arremolinan aguardando a que el limo se deposite en el fondo. De vuelta a la asfixiante celda –Zapata tenía prohibido salir al patio–, quizás tuviera tiempo de escribir algo en un trozo de papel robado.
Sin nada que leer, sin nada que hacer ni en qué soñar, salvo el milagro de una liberación imposible, privado de televisión (en un país donde los cuatro canales sólo emiten propaganda y béisbol), el tiempo transcurría lentamente hasta la hora de la comida, soporífero como el aire de una celda por la que apenas se colaba un soplo de brisa.
Luego devoraría el mismo plato de arroz (salpicado de gusanos, generalmente) y un par de huesos de cerdo. Lo mismo que ayer y anteayer. La misma bazofia de siempre y lo único que comer hasta la mañana siguiente. De vuelta a la celda, quizá un preso nuevo de los 30 o 40 con quien compartir desdichas.
O dos, ya que el número de condenados (casi 60.000) no ha dejado de crecer en los últimos años como consecuencia de la profunda crisis que azota la isla y que está forzando a muchos cubanos a incurrir en delitos, o seudo-delitos que sólo contempla la dictadura, por pura subsistencia. Una situación que ha hecho crecer la población carcelaria un 9 por ciento y ha colocado a Cuba en la cuarta posición mundial con 531 presos por cada 100.000 habitantes, sólo precedida por EE UU, Rusia y las Islas Vírgenes.
Con la caída del sol, otra larga noche por delante compartiendo los olores y el miedo con el resto de compañeros de celda. Escuchando los quejidos de algún otro preso político, convertido en un guiñapo incapaz de resistir los constantes abusos, como Ariel Sisgler, un ex boxeador transformado en paralítico esqueleto, o los susurros sincopados de un disidente enloquecido de la «Primavera Negra», como Antonio Villareal Acosta, condenado a 15 años. Un hombre fuerte y sano, como lo era Orlando, desquiciado por completo por la injusticia de un régimen que contempla en su legislación penal la condena por «peligrosidad predelictiva» y que sólo lo dejará salir «en caja».
El pasado martes, Orlando fue perdiendo poco a poco los sentidos. A la una de la tarde se le paralizaron los órganos en un hospital de La Habana. Poco después moría. Abandonaba esta pesadilla para escapar de las garras de los Castro y volver a ser libre.


«Los talibán no resistirían aquí»
Los disidentes excarcelados tras su detención en 2003 (aún quedan en la cárcel 52 de los 75 que cayeron en la «Primavera Negra») aseguran a este diario que en las cárceles de los Castro ni siquiera se sueña con las condiciones que tienen los 200 talibán que quedan en Guantánamo (la misma cifra que presos políticos del castrismo). «Los ha visitado la Cruz Roja, algo impensable en Cuba, pueden leer el Corán, tienen alimentos, no una pasta con gorgojos y medicinas. Los talibán no resistirían aquí», afirma el opositor Óscar Espinosa.
(tomado de La Razon)

Enrique Ubieta, desvergonzado








Enrique Ubieta, desvergonzado
Escrito por Laritza Diversent




Miren la cara de chivato que tiene este hijo de perra(Nota mia)


Enrique Ubieta, desvergonzado
Escrito por Laritza Diversent
Domingo 28 de Febrero de 2010 18:26
Estuve buscando en el diccionario de la Real Lengua Española el significado exacto de “falta de escrúpulos”. La frase la utilizó, Enrique Ubieta , en un trabajo que publicó en Cubadebate, el 24 de febrero, un día después que Orlando Zapata Tamayo, perdiera la vida, tras 86 días de huelga de hambre. Tres días después, con algunas reformas, el diario Granma lo divulgó.

Busqué referencias para entender, en toda su plenitud, el alcance de las palabras de quien intentó ridiculizar a un hombre, que en busca de libertad, encontró la muerte. El término se refiere a aquéllos que actúan sin preocuparse por la honradez y la justicia.

Primero, vamos a los hechos, y después al derecho. Es tremenda hipocresía afirmar, que en Cuba, “nadie muere de hambre, pese a la carencia de recursos, ni de enfermedades curables”. ¿Amnesia o descaro? ¿Dónde estaban los ilimitados esfuerzos, de los médicos cubanos, cuando en el Hospital Psiquiátrico de La Habana, murieron de inanición e hipotermia, más de veinte enfermos mentales?

Tal vez, en misión solidaria, por Venezuela, Bolivia, Ecuador… ¿Seguro que “impera la ley y el honor”? ¿Dónde están los responsables de esas muertes? Silencio, sólo silencio. Así es la justicia cubana: ciega y sordomuda.

Para los que no lo saben, la que escribe, es una de las calificadas como “hipócritas dolientes” de Orlando Zapata Tamayo. La defensa es permitida, y como yo, ejerzo mis derechos por mi condición humana, voy a defenderme. Aprovecho también que soy abogada y defenderé a todos los que están “contra la revolución sociolista de los Castro” y por encima de todo, el dolor de una madre y la memoria de Zapata.

Ahora vamos al derecho. Tienen razón al afirmar que, Orlando, según la ley penal, fue un preso común. En el 2003, fue apresado en medio de la ola represiva que llevó a la cárcel, a 75 pacíficos disidentes. Lo sancionaron a 3 años de privación de libertad, por criticar a las autoridades. La máxima pena del delito de desacato. Uno de los tantos que atentan contra la libertad de expresión y que prevé la legislación cubana. También una de las primeras libertades que conquistó el género humano, a golpe de guerra y sangre.

Un derecho de carácter público y político. Imprescindible para el desenvolvimiento de las personas en la vida social. Como en Cuba se conoce poco sobre derechos humanos, me detengo a explicar a ese insensible periodista: la libertad de expresión enmarca espacios de desenvolvimiento del individuo, que el Estado no tiene que crear. Sólo tiene que respetarlos y protegerlos.

Explico esto porque la propia Constitución de la República de Cuba, desvirtúa el significado y trascendencia de los derechos. Los concibe como conquistas alcanzadas por la “Revolución Socialista”, resultados de la toma del poder por la clase trabajadora”, y no como facultades consustanciales de los seres humanos.

Para información general, comete un delito de desacato quien “amenace, calumnie, difame, insulte, injurie o de cualquier modo ultraje u ofenda, de palabra o por escrito, en su dignidad o decoro a una autoridad, funcionario público, o a sus agentes o auxiliares, en ejercicio de sus funciones o en ocasión o con motivo de ellas”. Así lo establece el Código Penal vigente. La sanción puede llegar hasta un año de privación de libertad.

A Zapata Tamayo, le tocaron tres. Se le triplicó, porque el supuesto delito estuvo relacionado con el Presidente o los miembros del Consejo de Estado, de Ministros y de la Asamblea Nacional. ¿Acaso no es eso un delito vinculado con la política? ¡Por favor, que a nadie se le ocurra pensar en el derecho al honor! En una sociedad democrática, las figuras públicas, deben someterse y tolerar, la crítica de la población.

Sin embargo, la televisión cubana difundió caricaturas del expresidente norteamericano, George Bush, con cuerpo de gusano. ¡Que quede claro! Defiendo el ejercicio de la crítica en todas sus manifestaciones, pero no soporto la hipocresía. ¿Cómo puede un gobierno castigar a sus gobernados por criticar a la dirigencia histérica, perdón, histórica, a la par que utiliza sus medios de comunicación, para ridiculizar y denigrar a sus contrarios?

Orlando Zapata Tamayo fue desobediente. No quiso vestir la ropa del penal, ni comer su comida. Pagó caro por ello. En siete años, la condena de 3, se la aumentaron a 32 años de privación de libertad.

Sólo a quienes deben su existencia a la "gloriosa e invencible Revolución Cubana", les puede parecer absurda la huelga de hambre de un hombre que decidió apelar al supremo recurso de la muerte por defender sus derechos, que les son propios, por el simple hecho de ser humano. Sólo los indolentes y desvergonzados tienen la desfachatez de expresarse así.

Usted, Ubieta, tiene todo el derecho a defender su revolución, como yo tengo el derecho a criticarla. Hágalo, pero consciente de que en Cuba se mueren personas, porque la ley es injusta y amoral. En otras palabras, es inescrupulosa.

Larritza Diversent

Empeora la salud de Fariñas en su quinto día en huelga de hambre











La salud del periodista Guillermo Fariñas ha empeorado en las últimas horas, al cumplir su quinto día en huelga de hambre, según un parte médico independiente facilitado por su familia a DIARIO DE CUBA.

Fariñas está siendo atendido por el médico Ismeli Iglesias, del Colegio Médico Independiente de Villa Clara, y no ha recibido hasta el momento ninguna visita de las autoridades sanitarias ni de la Seguridad del Estado.

El periodista tiene "ardores estomacales, síntomas de deshidratación, dolores en las articulaciones, pérdida de peso y ya no se levanta de la cama, aunque está consciente", indicó una fuente familiar.

"Todos hemos fracasado tratando de disuadir a Fariñas para que deje la huelga", apuntó este domingo Elizardo Sánchez Santacruz, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN).

"Él tiene secuelas de huelgas anteriores, y su salud retrocede", añadió.

Más huelguistas

Según Dagoberto Valdés, director de la revista Convivencia, hay siete presos políticos en huelga de hambre en Pinar del Río: Fidel Suárez, Orestes Paino, Pavel Hernández y Rafael Suárez, en la cárcel de Kilo 8, y Nelson Molinet, Eduardo Díaz Fleitas y Diosdado González en Kilo 5 1/2.

Por su parte, el titular de la CCDHRN añadió que los presos políticos Adolfo Fernández Saínz y Pedro Argüelles finalizaron su "ayuno de homenaje a Zapata", pactado a 48 horas; pero Antonio Díaz, que integraba este grupo, todavía el sábado continuaba sin comer.

Entrada destacada

EL MUSEO DEL HORROR EN LA HABANA

  POR LA REVOLUCION DEMOCRATICA EN CUBA EL MUSEO DEL HORROR EN LA HABANA  Empotradas sus cenizas dentro de una gris piedra con forma de boni...