Y sé que todo desterrado lleva una herida, unos la muestran, otros la ocultan, todos tienen su cicatriz.
Himno del desterrado, José María Heredia (fragmento)
(...)¡Qué tesoros de amor tengo allí!
y mi madre, mi madre adorada,
de silencio y dolores cercada
se consume gimiendo por mí.
Cuba, Cuba, que vida me diste,
dulce tierra de luz y hermosura,
¡Cuánto sueño de gloria y ventura
tengo unido a tu suelo feliz!
¡Y te vuelvo a mirar…! ¡Cuán severo
hoy me oprime el rigor de mi suerte!
La opresión me amenaza con muerte
en los campos do al mundo nací.
Mas, ¿qué importa que truene el tirano?
Pobre, sí, pero libre me encuentro (...)
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