LA ENTREVISTA QUE LE HACE CUBANET A ESTE FARSANTE NO TIENE DESPERDICIO!!!
EL HELADERO SE MUDO INCLUSO PARA LA HABANA SEGUN EL PARA PODER "PARTICIPAR EN LA VIDA PUBLICA(traducido estar mas cerca de los billetes que caen de Miami)
AQUI LES DEJO LA ENTREVISTA:
Cubanet entrevistó a Eliecer Ávila, el informático que en su día encaró a Ricardo Alarcón, ex presidente de la Asamblea Nacional. Se mudó para la capital con el fin de participar más directamente de los cambios en la sociedad civil.(traducido:estar mas cerca de las fulas del exilio)
¿Qué has estado haciendo en tu vida pública últimamente?
Desde que llegué de Europa me he centrado en mi vida personal. Una de mis grandes frustraciones siempre fue vivir a 800 km de la capital (Puerto Padre, Las Tunas). Tenía que tomar una guagua o un tren y viajar a veces durante días para poder participar en la vida pública, que no solamente es todo lo que se escribe y que los lectores fuera del país pueden leer, sino también lo que sucede en los debates dentro de Cuba, dentro de esa intelectualidad que, con crítica o no, es la que nos toca.
Debemos mencionar los debates de la Revista Temas, Espacio Laical, una serie de buenos debates, en los que quiero participar. Entonces, haciendo un esfuerzo para lograr insertarme de una manera más coherente y constante en la vida pública, he tenido que invertir estos últimos dos meses en estabilizar mi vida en la ciudad de La Habana.
Por tu trabajo social anterior te percibíamos como activista de derechos humanos, y luego periodista independiente. Pero tú mismo te has definido como un político. Entonces: ¿Cuál es la tendencia política con que te identificas, digamos: Socialismo, Social Democracia, Liberalismo?
Decía en la entrevista con Bayly (en Miami), hace poco, que me defino como un político racional, tal vez una mezcla de “centro liberal”. Lo cierto es que creo infinitamente en la libertad individual como único motor impulsor de la iniciativa, del progreso, del máximo esfuerzo por salir adelante, y de la libertad. Ahora, creo también en la responsabilidad social, y creo en un gobierno que ofrezca oportunidades. En la política europea que yo pude constatar -sobre todo en los países nórdicos- hay una fuerte tendencia a la racionalidad política. O sea, de qué tema estamos hablando y en ese tema específicamente qué es lo que debemos hacer. No tenemos que mirarlo con unas gafas oscuras ni con unas gafas blancas. Vamos a estudiar el tema en su totalidad y vamos a tomar una decisión que a veces puede tender un poco más a la izquierda o a un poco más a la derecha. Lo cierto es que se busca el mayor bien común. Me inclino por eso.
Aquí hay un montón de proyectos que no dan la cuenta en economía, pero la tendencia de izquierda dice que hay que hacerlo porque hay que sostener un grupo de servicios, de subsidios, porque esa es una política social interesante para la izquierda. Pero bueno, es un desastre económico, que termina dando al traste con la propia política porque al no tener recursos para sostenerla lo que mantiene es una gran pantalla, que ni siquiera se puede auto sostener, y entonces, ¿por cuál inclinarme? Por un balance promedio entre lo que es eficiente y lo que es necesario.
Aunque te has definido como político, Somos + no es partido sino un movimiento. ¿Está fundado ya?
Estamos en la etapa de conceptualización. Estoy tratando de nuclear a un conjunto de personas, sobre todo jóvenes; universitarios, trabajadores. Busco jóvenes que tengan la aspiración de tener un futuro en Cuba. Que podamos diseñar una propuesta en los diferentes temas, de acuerdo con lo que nosotros soñamos como un futuro para todos en el país, incluyendo los que hoy forman parte de cualquier tendencia política.
La nueva adquisición de Somos + es un especialista en biología, que está diseñando las propuestas políticas que vamos a hacer en el campo ambiental, que en Cuba están desarmadas. Queremos contar con economistas, sociólogos, obreros. O sea, tener un núcleo directivo del Movimiento lo más diverso e integral posible. Y en ese esfuerzo estamos. Todavía no hemos lanzado oficialmente el Movimiento.
También has dicho que el Movimiento podría aceptar la membresía de algún comunista. Entonces: ¿cuál es concretamente el propósito de Somos +?
El punto de partida de nuestro Movimiento debe ser sobre todo las demandas más comunes a la mayor cantidad de cubanos posible. Conozco comunistas que son demócratas. O sea, estamos asociando una tendencia a la izquierda a un dictamen hegemónico, dictatorial, que no tiene por qué ser así. En España hay comunistas, en Francia, en Canadá, los Estados Unidos están llenos de comunistas que son demócratas. Porque respetan el derecho de todos los demás que no son comunistas a competir políticamente, en buena lid, y a crear un equilibrio social, en función de lo que todos pensamos. Entonces, usted puede ser de la tendencia política que usted sea y al mismo tiempo ser demócrata. Lo que sí va a defender siempre nuestro Movimiento es la democracia. De eso no cabe duda. No vamos a aceptar personas que no sean demócratas, eso sí. Pero a mí me parece que no es necesario etiquetar a las personas y preguntarle cuál es su color de una forma u otra para que formen parte del Movimiento…
¿Te has inspirado en algún movimiento dentro o fuera de Cuba para concebir la idea del Movimiento Somos +?
Yo diría que he tenido influencias muy amplias. He mantenido excelentes conversaciones con líderes de movimientos en Cuba. Como puede ser José Daniel Ferrer, una persona que admiro y respeto muchísimo. Otras personas que no tienen un movimiento político en realidad, pero que sí tienen ideas muy interesantes para el futuro de Cuba, como pueden ser Antonio Rodiles, Yoani Sánchez, Dagoberto Valdés y bueno, una larga lista… Me he nutrido de todo eso, pero también del viaje a Europa, sobre todo al norte de Europa, donde yo creo que están las políticas más balanceadas del mundo…Ese partido verde alemán me dejó muy inspirado realmente…Me gusta hacer la política de esa forma. Una política desenfadada, sin grandes pasiones coléricas que pretendan mover el mundo, una política conversada. Vi en el Parlamento alemán las más acaloradas discusiones políticas y después todo el mundo brindar con una copa de vino, darse un abrazo, darse la mano.
Eso me parece el mejor ejemplo que he visto de lo que podemos tener en una pequeña isla. No tenemos por qué tener esos grandes conflictos que algunas personas quieren alentar hasta ser insalvables. Tenemos un mismo idioma, una misma idiosincrasia, tenemos las mismas aspiraciones. ¿Qué es lo que queremos? Un estado de confort decente, un confort digno de vida, una libertad de información que nos permita creer que estamos insertados en el mundo, y no que estamos en una pequeña cueva en el Caribe y que no formamos parte del desarrollo.
Queremos que se nos respete nuestro trabajo, que se nos pague, y acorde a eso nosotros podamos tener la vida que merezcamos.
¿Por qué liderar Somos +, en vez de sumarte a uno de los movimientos ya constituidos dentro de la oposición?
Siempre me pareció necesario que nazca una nueva semilla, una nueva flor, que no esté condicionada, permeada de un grupo de cosas que pueden ser positivas o negativas pero que se arrastran desde hace mucho tiempo.
Es bueno asumir la responsabilidad del éxito si lo llegamos a tener, pero también la carga del fracaso si llegamos a eso. Es muy interesante transitar todo ese camino, tenemos el derecho, como una nueva generación, a equivocarnos, a forjarnos, a no ser ni mejores ni peores que los que empezaron anteriormente y de los que respeto su trabajo.
Ahora quiero preguntarte algo para hacernos una idea de tu perfil: ¿Qué libros lees, que música te gusta, qué película recuerdas?
Me gusta la música vieja, la de los 70 y 80, en inglés y en español. Como informático soy un apasionado de la programación, y para programar a veces noches enteras, semanas enteras sin ir al cuarto, escuchaba mucho rock duro, “System of a Down”, “Nightwish”. Las películas: me gustan mucho los filmes históricos, y los de aventuras. Me gustan todos los filmes que tienen que ver con la Segunda Guerra Mundial, que incluyen reflexiones de esas que te llevan a cuestionarte, a pensar sobre la propia esencia humana, sobre lo que es capaz de producir el odio. Me gusta mucho “La Vida es Bella”. Al mismo tiempo me gustan mucho las películas que exaltan el valor humano. Tanto en los libros, como en los filmes, como en la música, me gustan las historias reales. Me estaba leyendo “La Rabia y el Orgullo”, de Oriana Fallaci. Terminé de leer las novelas de Padura. Me gustan los escritores cubanos que marcaron una época, con una escritura que fue muy valiente para su tiempo, porque se adelantaron a muchas cosas que sucedieron luego.
¿Cómo pretendes sumar a más personas en Somos +, teniendo en cuenta el temor que tiene la gente a las represalias del gobierno con su aparato represivo?
Primero, no creo que deba hacerme sentir mal el hecho de que nadie me ha dado un golpe, no he sufrido una cárcel. Luego, creo que eso es lo normal que debe pasar, que mucha gente me dice: “Yo no quiero que me marquen, no quiero que me pase nada”. Uno debe mostrar a las personas que está pisando un terreno seguro. Un terreno en el que yo confío y en el que cualquiera también puede confiar porque no hay nada oculto en eso. La transparencia política en todos los sentidos puede ser un arma que nos ayude a sumar a muchas personas.
La clandestinidad en la oposición cubana tiene sus ventajas y sus desventajas. Uno de los grandes temores que tengo es que una vez que podamos hacer política en democracia, haya demasiada gente acostumbrada a la clandestinidad.
Este último suceso del músico Roberto Carcassés expresándose por cambios, en el concierto del 12 de septiembre, ¿te parece un signo de nuevos tiempos?
Creo que sí, hace poco lo conversaba con mi esposa. Hay muchas personas que están queriendo asumir en alguna medida la responsabilidad que le toca, acorde a su lugar en la sociedad, y me refiero a los artistas, a los intelectuales, a muchas personas que tienen responsabilidades dentro de los medios de comunicación…
Las personas que viajan, y Robertico Carcassés es una de ellas, se dan cuenta de que en el mundo entero hoy está ocurriendo una nueva ola, que a veces dicen: “Bueno, sacude a los países árabes”. Yo creo que sacude al mundo entero…Esas personas que viajan, que salen, que entran, que están viendo todo eso que está pasando, cuando llegan a Cuba es como viajar en el tiempo 54 años…A veces se dan esas situaciones como la de Robertico Carcassés, que yo creo que fue sobre todo un despertar de conciencia, que marca un antes y un después. Marca un precedente, que fue lo que pasó en la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) también.
Con aquella intervención que tuve la oportunidad de hacer… Se elevó un poco la parada de lo que se podía hacer y lo que se podía criticar, y después hubo una tendencia en el periódico Granma, en el Noticiero, de crear espacios donde la gente empezaba a discutir un grupo de temas. Bueno, yo creo que es muy saludable y muy necesario para un país que pasen cosas como las que hizo Robertico Carcassés…Lejos de ser la excepción, debería ser la regla.
Se dice que las reformas dentro del gobierno de Raúl Castro son un cambio fraude, y que una de sus tácticas es la de sustituir a la oposición real, orgánica dentro de la sociedad, por lo que los propios voceros oficiales han llamado una “oposición leal”. Si estás de acuerdo con ese criterio, ¿qué te parece ese fenómeno?
Hoy lo que tenemos en esta segunda etapa, por llamarla de alguna manera, del gobierno de Raúl Castro, es un retroceso, incluso a un discurso que ya parecía que estaba superado. Ya hemos visto de nuevo a la pionera recitando con las venas en el cuello exaltadas, un estilo casi de “tribuna abierta”. Ya estamos leyendo en el periódico de nuevo esos discursos que etiquetan de “revolucionario” y “genuinamente revolucionario”, o sea el abuso de la palabra revolucionario.
Sí, pero cuando yo ponía el ejemplo de lo que ellos llaman oposición leal, estaba pensando en espacios como la blogosfera oficial, que aparentan cierto grado de crítica, pero son fabricados por el propio gobierno para crear una impresión de apertura…
También los incluyo en lo que estaba diciendo. En alguno de esos espacios podría entrar incluso la Joven Cuba, pero resulta que tú puedes engañar a algunas personas un tiempo, pero no puedes engañar a todo el mundo toda la vida. Esos espacios se abrieron y la gente empezó a hacer catarsis ahí. Pero resulta que la crítica es solamente el primer eslabón en una cadena de un proceso que debe terminar con decisiones políticas. Entonces, una cosa muy interesante que ha pasado en Cuba es que aquí se ha hablado demasiado ya. Llevamos demasiados años haciendo crítica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario