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domingo, 5 de diciembre de 2010

COCHEROS DE BAYAMO EN HUELGA LE GANAN EL PULSO A LA DICTADURA: NO LES AUMENTARÁN LOS IMPUESTOS !!!!!!!!!!!!!!!!




En Bayamo, la gran mayoría de los cocheros que realizaban un paro laboral se incorporaron a sus labores un día después de haber recibido varias promesas del gobierno municipal de atender sus reclamos.

Las autoridades municipales les prometieron a los cocheros que no les aumentarán los impuestos y que en el futuro los ayudarán con la venta de comida para sus caballos y los arreglos de sus coches.



Es de destacar que este camino de la huelga con final deliz, pudiera ser seguido en adelante por otros colectivos de trabajadores, enfrentando las medidas neo-liberales ya anunciadas por la dictadura castrista

Cuba Libre Digital

Conoce tus derechos ... ¡Después conquístalos!




Conoce tus derechos ... ¡Después conquístalos!


¿Sabías que nadie puede detenerte arbitrariamente, y mucho menos desterrarte? (Art. 9)



Has de saber que todos tenemos el derecho de desplazarnos libremente y elegir en que parte de nuestro país queremos vivir sin que seamos considerados "ilegales" (Art. 13)


Que sepas que tienes derecho a viajar y a volver a tu país cuando desees sin que nadie te lo impida
(Art. 13)...


...a conservar tu vivienda y tus bienes aunque residas en el extranjero (Art. 17)...


... Eres libre de pensar, opinar y decir lo que quieras sin que te molesten ni te investiguen por ello (Art. 19)...


...Tienes derecho a reunirte y asociarte pacificamente, y nadie te puede "obligar" a pertenecer a una asociación (Art. 20)...



Conoce tus derechos ...
...¡Luego conquístalos!


10/12/2010
Embajada de Cuba en Madrid
Pº de La Habana, 194
17 horas.

Cuba Democracia Ya

Abel recuerda últimos días de Zapata en prisión camagueyana.




Testimonio de Abel Lopez



Testimonio de Abel López Pérez que fuera trasladado unos días antes del 3 de diciembre desde la Cárcel Provincial de Guantánamo, su cuidad de origen y donde cumplía prisión política hasta la espantosa ergástula camagüeyana donde también llevaron a Orlando Zapata.
Allí un nutrido grupo de presos políticos y los denominados comunes que sumaron más de veinte apoyaron a Orlando Zapata en una protesta cívica – la huelga de hambre. La situación en el penal se les volvió complicada a los carceleros y apelaron a todas las bajezas para hacerlos claudicar .
Abel López fue liberado meses después con licencia extrapenal por su delicado estado de salud. Regresó a su casa en Guantánamo pero las autoridades policiales le informaron que tiene que cumplir determinadas restricciones entre ella la principal: no puede viajar fuera de su municipio de residencia, si lo hace será detenido y regresado a prisión.
Aún no ha podido visitar el cementerio donde yacen los restos del mártir cubano Orlando Zapata Tamayo.
Aquí les dejo sus vivencias tal y como me las contó un mes después de salir de prisión:
“Los primeros días yo llegué a verlo. Nos vimos, yo estaba en huelga también. Casualmente los guardias se equivocaron y lo pasaron por el mismo camino del pasillo él me vio y me reconoció por el Martí que tengo tatuado en el brazo, me dijo ‘Abel’ yo dije ‘Sí Zapata, seguimos. Entonces después me cuenta un pasillero de la prisión (como quiera que sea los presos guardan silencio y tienen mucho miedo pero en su interior tienen un hombre libre y desean un país libre y me mantenían al tanto, informado de todo lo que ocurría con Zapata.
(Este militar jefe de prisión se refiere al que ordeno sacar de la celda de Zapata todo y quitarle el agua) … Zapata antes de ingresarlo en el hospital estaba tomando unas vitaminas, las vitaminas … él estaba muy mal y un militar conocido por el Gordo le arrebató el pomo a Zapata y se lo votó todo por el turco para adentro, por el baño para adentro las vitaminas y le dijo -Aquí los plantados no toman vitaminas yo creo que esos son unas pastillas que te mandan los yanquis pa’ que tú resistas la huelga de hambre. Esas fueron las palabras, las verifiqué y ciertamente fueron así. Las vitaminas se las votaron, le quitaron todos los medicamentos le quitaron el agua por algún tiempo.
Cuando ellos vieron que Zapata estaba resuelto a morir, ellos cambiaron la estrategia, cogieron para el hospital. Estando en el hospital un gendarme de la seguridad fue a verme y me dijo -Abel hay que hablar con Zapata, tú estarías dispuesto a hablar con Zapata? Yo le dije redondamente que no, que yo no iba a hablar con Zapata. Zapata sabía lo que hacía, que yo no era quien para inmiscuirme en sus decisiones.
Ese era un modus operandi de ellos como para desacreditar a uno que uno estaba hablando, tratando de que Zapata dejara la huelga de hambre, entonces estando en el hospital ya él y yo logramos escribirnos.
Me narraban muchos presos que estaban a su alrededor, ejemplo Otero, Frank Alvarez, un muchacho que está en cadena perpetua al lado de la celda donde lo tenían, que Zapata se paró días antes de llevárselo muy fuerte gritó -Muchachos no se dejen engañar, no crean nada de lo que le están diciendo, yo no estoy pidiendo cocina, yo no estoy pidiendo nada de lo que me quitaron, yo estoy pidiendo mejoras para todos los presos y para que lo sepan voy a morir para eso. Me acuerdo el día de la triste noticia de la muerte de él van corriendo los presos a buscarme ‘-Político, político corra. Entramos al cubículo al lugar donde está el televisor y aquel muchacho que es el que me cuenta esto empezó a llorar y me dijo compadre yo estaba ahí Abel yo soy testigo de él, todo eso es mentira, Zapata no pedía nada de eso.
Pero más que esto le digo que el periódico Granma se jactó en decir que Zapata quería cosas absurdas como teléfono, como cocina, como un cuarto personal y televisión.
Bueno en esa misma prisión, yo soy testigo, que en la parte del hospital hay un ‘preso revolucionario’ que le robó una suma considerable al estado. Tiene un trato diferenciado, que diciendo ellos esto que Zapata pedía eso y que era absurdo, -que es mentira que Zapata pedía eso -este preso disfrutaba en una ‘suite’ un cuarto. Ese era el preso que estaba al frente de la ejecución del hospital de la prisión 26 que lleva más de veinte años haciéndose y desviando todos los recursos de ahí. Un día casualmente dijeron para ir a visitar el hospital, y yo tuve la bondad de ponerme los zapatos y decir si, voy a ir al hospital. Aquel preso que está al frente del hospital de la 26 tiene un cuarto, tiene un teléfono, ese hombre tiene una radio, tiene cocina eléctrica y tiene calentador y todo, todo y así mismo cuando vi al mayor de la seguridad del estado a Bombino le dije ven acá y cómo es que el periódico Granma dice en tono burlón que Zapata pedía estas cosas. Como es posible que ahí mismo en la 26 está el ingeniero es recluso que está al frente de la ejecución (construcción) del hospital que tiene todo eso. Y dice -Bueno ese es el ingeniero que está al frente del hospital. Digo yo -Pero él es un preso no está limitado en una prisión de mayor rigor que se debería tener como a todos nosotros y dice –No, no, él si puede tener eso, así mismo me lo dijo.
Y mientras el periódico se burlaba, eso ocurría. Es para que vean las diferencias entre un recluso “revolucionario” y nosotros los defensores de los derechos humanos.
Y le repito que fueron días tristes, tristes por la muerte de Zapata.

*me cuenta: Se refiere Abel a los que se comentaba dentro de la misma prisión de que le habían quitado el agua y las vitaminas.
*el hospital: Se refiere al hospital civil de Camaguey Amalia Simoni que tiene una sala de penados donde ingresan a presos de las diferentes cárceles de la provincia.
*está el televisor: Se refiere a las imágenes que proyectó la Televisión Cubana donde desacreditaba la huelga de Zapata y Raúl Castro acompañado del presidente de Brasil hacía alusión a ‘uno que se murió”.
*Bombino: Se refiere al policía político nombrado Julio César Bombino, una de las figuras más implicadas en los sucesos ocurridos a Orlando Zapata en Camaguey por ser uno de los más altos oficiales de la Seguridad del estado en esa provincia.

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sábado, 4 de diciembre de 2010

Detenido 1263: celda 16.por Luis Felipe Rojas




Era sábado 27 de noviembre, salimos temprano para Guantánamo y a las 12:40 pm estábamos en el punto de control conocido como Río Frío, a escasos kilómetros de la ciudad del Guaso.
Cuando la Policía detuvo la máquina en que íbamos, me pidió el carné urgentemente, al igual que al chofer y a la hora de estar bajo el ardiente sol del este oriental, pretextaron una comprobación al vehículo.
Mi hijo Malcom, de siete años empezó a vomitar por la náusea y la falta de alimentos. Algunos policías se acercaron, uno de ellos se veía algo apenado, pero allí nos dejaron unas horas más. A las 3:00 pm vino un oficial del G2 y me montaron en una patrulla de carretera y me llevaron directo a la unidad de operaciones. Un leve altercado al bajar me dejó un rasguño en la frente y un hematoma en el brazo. Lo demás fue puro trámite. Atrás quedaba mi Exilda con los niños. En Guantánamo quedaba a la espera de nosotros Rolando Rodríguez Lobaina y su esposa Yanet pues seríamos los padrinos en el bautizo de sus tres hijos el domingo 28. Es la primera vez que sé de la prohibición de un bautizo católico en los últimos 20 años. Quedaba el rostro de mi hijo Malcom cuando le dije adiós desde el jeep con las esposas puestas.

1263
Eres el 1263, me dijo el oficial Ramírez. A lo que le contesté, por esa cifra no voy a responder, que quede claro. Lo demás fue la angustia del encierro y la buena conversación de mis compañeros de celda. A los que después de explicarle que soy un perseguido político en mi país y que puedo denunciar incluso lo que le sucede a ellos mismos me contaron sus historias, pero con el miedo aún, me pidieron que no dijera sus nombres, sin embargo les pedí que escogieran sus seudónimos: Alfredo, Raciel y Carlos. En otra ocasión les contaré sus historias.
Desde las 3:00 pm del sábado que entré a Operaciones no probé alimento hasta el domingo en la noche en que bebí un jugo de naranja, ácido y sin dulce que dieron en la merienda. Al amanecer del lunes volví a beber un caldo oscuro que algún día supo a chocolate. Las dos noches fueron un infierno, las paredes están llenas de manchas de sangre, pues los reos se entretienen matando mosquitos contra la pared y con los residuos escriben sus nombres, anotan fechas, tiempo de estadía y sus lugares de residencia. El retrete emana su pestilencia todo el día y según pude ver, jamás barren la celda. Me negué a comer, pero pude ver la comida de los otros detenidos: sopa aguada y sin sabor me dijeron, arroz amarillo a la fuerza y un huevo hervido, frío y duro..
La noche anterior a mi detención en la misma celda estuvieron Abel López Pérez, Jordis García Fournier y Yoandris, jóvenes guantanameros, los dos primeros, presos políticos y activistas destacados de la oposición pacífica.
Pude darme cuenta de hasta donde la burocracia ha minado la vida del cubano. Querían que firmara mi detención, acta de decomiso del cinto y el teléfono, devolución del cinto y el teléfono, acta de advertencia y carta de libertad. Por supuesto, no firme nada.
El lunes a las 8:00 am me devolvieron a San Germán. Todo el trayecto fue al revés del sábado cuando iba con mi familia. Fue un retorno a la inversa, viendo como mi país se ha convertido en una jauría de fieras que pisan los jardines. Prohibir que asistiéramos a un bautizo de tres niños, qué locura.


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Guillermo Fariñas ya tiene pasaporte, visa, y Rolex:por Zoé Valdés

por Zoé Valdés
.Me alegro mucho que pueda salir de Cuba y recoger su premio. Aunque sigo pensando que el premio es inmerecido, y que su huelga fue un blof. Es mi derecho a pensarlo. Además de que me baso en hechos concretos, y en sus propias palabras, Fue firmante de la Carta de los 74. Ya con eso es demasiado.




Por cierto, muy elegante su Rolex. Yo no soy de Rolex, yo soy de Cartier. Tengo dos: uno de oro, y otro de acero y oro. O sea, que mi observación nada tiene que ver con la envidia. El Rolex de Fariñas es muy bonito, sólo por mostrarlo ya la casa Rolex debería pagarle en concepto de publicidad. Es hora de que los cubanos de adentro sepan que cuando uno es una personalidad y muestra una joya, eso tiene un precio.

En una época Fidel Castro usaba dos Rolex, uno en cada muñeca. Es el reloj que gusta a una cierta élite cubana.

La foto fue tomada en la casa de Yoani Sánchez.

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