Después de un apagón, sin poder hacer la tarea, sin poder dormir por los mosquitos, te suenan al otro día para la escuela a enseñarte que gracias a Fidel y a la revolución tienes educación gratis. Luego te llevan a almorzar cantando la marcha del 26 de julio y te espantan esta bandeja con arroz blanco y agua de chícharo. Vuelves marchando al aula cantando la Internacional para seguir enseñándote que el Che murió en Bolivia alumbrando el continente y hasta las 6 pm que llegas a casa no habrá más comida.
La culpa no es del inocente, es de los padres que, como buenos carneros, llevan en esas condiciones sus hijos a la escuela.
@destacar
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