Nadie sabe en qué parará esto, cuando ni siquiera estamos a mitad de mes (faltan dos días) pero sobre el tema de la carne de puerco y su aumento de precio a medida que se acerca el fin de año, ya preocupaba a muchos – carniceros también – desde la pasada semana.
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Con sus fluctuaciones en determinada provincia; 20 pesos más o 20 pesos menos, ya la carne de cerdo alcanza precios récords en Cuba y en territorios como Sancti Spíritus ya la carne limpia supera los 200 pesos cubanos la libra.
La tradición cubana de cenar con cerdo para fin de año está en peligro, y el gobierno ni siquiera ha anunciado qué hará, qué venderá y dónde, pero la respuesta es evidente: no tienen nada para prometer porque nada tienen para vender.
«Si falla el puerco en Cuba el 31, habrá otro 11 de julio,» cree en Miami un vecino, anciano ya, que se queja del nivel de aguante de la gente.
«No hay puerco, no hay cigarros, ¡no sé a qué esperan!,» dice mientras revisa su buzón de correos.
Martí Noticias dice, en un reportaje, que la carne de puerco está en La Habana a 250 pesos; y en Villa Clara, el periodista Guillermo del Sol asegura que una vez «liberados» los productores de carne de cerdo, ya dieron un paso económico adelante y lejos de estar accediendo a regateos con la gente han ido directamente a los hoteles a vender su carne a 200 pesos.
«Cualquier productor de cerdos puede actualmente venderle directamente sus cochinos al comprador del hotel, que están ahora pagando hasta 200 pesos (en pie) la libra, y esa es una oferta muy tentadora y tiene una relación directa con la escasez y el alto precio de carne porcina disponible para los nacionales», cuestionó el periodista.
En Cienfuegos, Pedrito, colaborador nuestro, cree con seguridad que volverán los años 90´, donde cualquiera tenía un puerco hasta en un apartamento.
Su afirmación no es gratuita. En no pocas casas de la Cuba de los 90´se críaban puercos en los baños, que se sacaban luego, cuando tocaba el horario de baño a un miembro de la familia. En apartamentos de edificios, incluso.
La escasez de este producto y sus elevados precios pudiera impulsar una vez más la cría de cerdos en las casas, pues la carne se ha vuelto prácticamente inaccesible para la mayoría de los ciudadanos en la Isla; y del drama no escapan hasta los defensores del gobierno.
Pedrito cree que en las casas donde no exista el respaldo financiero para comprar dos libras de carne de puerco para ponerlas aunque sea como bistec en la mesa se celebrará el 31 con pollo.
Afirma que él matará el cerdito que tiene listo para el 31, y que la carne que no le quepa en el refrigerador va a vendérsela a sus mejores y pocos buenos amigos que tiene en la cuadra a un precio diferenciado.
«Ciento cincuenta pesos, y espero no me metan una multa si me cogen,» dijo vía telefónica.
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