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lunes, 3 de enero de 2011

¡¿Hasta cuándo?! enviado por Marta beatriz Roque Cabello





¡¿Hasta cuándo?!

Introducción
I.- Un poco de historia
1.- Desde 1953 hasta 1976
2.- Desde 1977 hasta 2002
3.- Desde 2003 hasta la actualidad
II.- Algunas contradicciones a través de la historia
1.- La represión a los intelectuales, la cultura y el homosexualismo
2.- Uno de los logros: la educación
3.- El bloqueo
III.- La realidad actual
1.- La doble moneda
2.- El trabajo por cuenta propia
3.- La Resolución económica del V Congreso del PCC y los Lineamientos para el VI.

Conclusiones
Recomendaciones




Introducción

En este documento impera la voluntad de transmitir un mensaje: “Los problemas que tiene el pueblo cubano de carácter económico, social y político, no hallarán solución bajo el esquema gubernamental vigente u otro que pretenda mantener lo que se ha dado por llamar socialismo. Es el actual gobierno, y sólo él, responsable de lo que sucede en el país. La incertidumbre económica por la que se atraviesa, va acompañada de una crisis moral y espiritual de toda la sociedad que no ha podido encontrar –en todo este tiempo- su estado de bienestar”.

Algunas personas quizás piensen, que esta declaración debió ser más profunda en algún tema en particular o que faltaron por analizar otros aspectos; pero bajo la visión de lo que ha sucedido en estos más de 52 años de dictadura, los que hemos estado vinculados a este resumen de hechos, estaremos satisfechos si logramos transmitir el fracaso total de los que quieren sojuzgar la nación cubana.

Durante el transcurso de más de medio siglo, el gobierno ha estado constantemente ofreciendo al pueblo “medidas” económicas, pero realmente nunca se ha encontrado la solución de los grandes problemas por los que han pasado los cubanos. En algunas ocasiones se ha caminado un paso hacia delante, para después retroceder tres; y con el agravante que se hicieron experimentos grandilocuentes, caprichosos y poco pensados; algunos de ellos trajeron acarreadas graves consecuencias de índole social, ecológica y medioambiental.

En el país, se incrementa la falta de futuro, lo que ha hecho que en varias ocasiones grupos de personas hayan entrado a embajadas, buscando la forma de emigrar. Baste recordar la crisis del Perú y los fusilados por introducirse en la sede del Vaticano. Han tratado de llevarse cualquier tipo de medio de transportación naval; ahí están los sucesos del Remolcador 13 de Marzo, en el mes de julio de 1994, que sacaron lo peor del régimen hacia fuera, para asesinar 41 personas, hundiendo la embarcación. Hubo que lamentar la muerte de diez niños. Asimismo se han lanzado al mar muchos cubanos que no lograron su objetivo y sus familiares aún lloran su pérdida.

Se ha podido constatar que de vez en cuando se preparan éxodos migratorios, a partir de crisis, ya sean internas o involucrando a otros países. Otra estrategia a la que se ha acostumbrado al pueblo es a crear histeria colectiva, para enfrentar ataques de los Estados Unidos de América; esto incluye la preparación para resistir una invasión militar, por tierra, mar, etc.

Además de la discriminación política ha existido durante todo este tiempo la discriminación social por las ideas, tales como: la Universidad es solo de los revolucionarios y las calles también pertenecen a los revolucionarios.

Al concluir la lectura, se habrán recordado más de cinco décadas de totalitarismo, y se tendrá el convencimiento de lo que significa para una nación que prime la voluntad de un hombre, sin importarle el destino de un pueblo. Se podrá percibir como se fabrica la ineficiencia económica y la destrucción de valores sociales y morales.

Tres generaciones que han perdido su vida, su esperanza; y un mezcla personal de miedo y odio, con miseria y necesidades acumuladas y un futuro prometido muchas veces, que nunca llegó al presente y que no se vislumbra.



I.- UN POCO DE HISTORIA

1.- Desde 1953 hasta 1976

Todo comenzó cuando el 16 de octubre de 1953, Fidel Castro hizo el alegato “La Historia me Absolverá”, en el que traza una política de defensa de los pobres y justicia social, que quedó en el recuerdo, porque 52 años después de haber tomado el poder, se podría utilizar el mismo texto para exigirle a su gobierno, lo que él demandó a Batista y aún más, ya que en aquella época no estaban conculcadas las libertades que ahora no tiene el pueblo de Cuba.

Baste recordar algunas de las reivindicaciones, con la diferencia que las cifras que se citaban, se han quedado muy por debajo de la realidad actual:
- …“seiscientos mil cubanos que están sin trabajo deseando ganarse el pan honradamente sin tener que emigrar de su patria en busca de sustento”
-…”quinientos mil obreros del campo que habitan en los bohíos miserables”
-…” cuatrocientos mil obreros industriales y braceros cuyos retiros, todos, están desfalcados, cuyas conquistas les están arrebatando, cuyas viviendas son las infernales habitaciones de las cuarterías”…
-…”cien mil agricultores pequeños, que viven y mueren trabajando una tierra que no es suya, contemplándola siempre tristemente como Moisés a la tierra prometida, para morirse sin llegar a poseerla, que tienen que pagar por sus parcelas como siervos feudales una parte de sus productos”…
-…”treinta mil maestros y profesores tan abnegados, sacrificados y necesarios al destino mejor de las futuras generaciones y que tan mal se les trata y se les paga”
-…” diez mil profesionales jóvenes: médicos, ingenieros, abogados, veterinarios, pedagogos, dentistas, farmacéuticos, periodistas, pintores, escultores, etcétera, que salen de las aulas con sus títulos deseosos de lucha y llenos de esperanza para encontrarse en un callejón sin salida, cerradas todas las puertas, sordas al clamor y a la súplica”.

¡Ni lo dude un momento!, todas estas demandas fueron hechas por Fidel Castro en 1953, como necesidades de la sociedad cubana. Además se refirió a cinco leyes inmediatas, entre las que estaba la devolución al pueblo de la soberanía y proclamación de la Constitución de 1940 como la verdadera ley suprema del Estado, en tanto el pueblo decidiese modificarla o cambiarla, y a los efectos de su implantación y castigo ejemplar a todos los que la habían traicionado. Sobre estas cinco leyes y otras acciones señaló: “El primer gobierno de elección popular que surgiere inmediatamente después, tendría que respetarlas”

Sin embargo la realidad fue otra, hay que cuestionar la legitimidad y valorar la inconstitucionalidad de las transformaciones y medidas desarrolladas en el periodo llamado “de provisionalidad” del actual Gobierno, en el que nunca se puso en vigor la Constitución de 1940.

En esta etapa se suprimieron los Tribunales de Urgencia, se disolvió la Sala Segunda de lo Criminal del Tribunal Supremo, también el Congreso de la República, asumiendo sus funciones el Consejo de Ministros. Se aprobó la pena de muerte para los crímenes de guerra cometidos durante la tiranía y la confiscación de los bienes mal habidos y se sancionó la Ley Fundamental de 1959.

Una frase del dictador decía: “Elecciones, ¿para qué?” No existió el sufragio inmediato, pasaron 17 años para que se celebraran las primeras elecciones, que de hecho nunca han sido tal, porque a lo que se llama así, no es más que un simulacro de votación.

También estuvo en el alegato la siguiente sentencia: “Se declaraba, además, que la política cubana en América sería de estrecha solidaridad con los pueblos democráticos del continente”. Sin embargo, la verdadera política para América fue la guerra de guerrillas, el entrenamiento en suelo cubano de cientos de guerrilleros. Las escuelas del Partido, los Sindicatos, etc., al servicio de la instrucción del marxismo leninismo con el fin de introducir esta doctrina en los países del continente.

“De tanta miseria sólo es posible liberarse con la muerte; y a eso sí los ayuda el Estado: a morir”. Es imposible contar la cantidad de cubanos que en busca de posibilidades de vida ha cruzado el Estrecho de la Florida y ha muerto; a pesar de los valiosos intentos del Dr. Armando Lago, fallecido en el exilio. En estos momentos es una completa realidad esta declaración de Fidel Castro.

La demagogia del sistema ha quedado comprobada, con esta pregunta que se hizo el ex Presidente en 1953, y que es copia fiel de su legado al pueblo cubano: “¿Cómo no explicarse que desde el mes de mayo al de diciembre un millón de personas se encuentren sin trabajo y que Cuba, con una población de cinco millones y medio de habitantes, tenga actualmente más desocupados que Francia e Italia con una población de más de cuarenta millones cada una?”

Reseñando la forma en que vivían los funcionarios del gobierno dijo: “En un palacete de la Quinta Avenida, estos ministros pueden charlar alegremente hasta que no quede ya ni el polvo de los huesos de los que hoy reclaman soluciones urgentes.” Las casas de Miramar, Nuevo Vedado y otros barrios de la capital, que fueron confiscadas a sus dueños por la actual dictadura, están en manos de los que forman parte de la cúpula dirigente, de sus hijos y familiares cercanos; el pueblo no puede vivir en esas condiciones. Brigadas completas de trabajadores se ocupan de mantenerles en buen estado sus residencias; mientras se viran de espaldas a las viviendas destruidas del resto de los nacionales.

Durante años se obtuvieron armas de la extinta Unión Soviética y se llegó incluso a tener misiles balísticos, que terminaron por desencadenar la llamada Crisis de Octubre. Entonces se puede afirmar que también quedó en el olvido la siguiente declaración de La Historia me Absolverá: “¿De dónde sacar el dinero necesario? Cuando no se lo roben, cuando no haya funcionarios venales que se dejen sobornar por las grandes empresas con detrimento del fisco, cuando los inmensos recursos de la nación estén movilizados y se dejen de comprar tanques, bombarderos y cañones en este país sin fronteras, sólo para guerrear contra el pueblo, y se le quiera educar en vez de matar, entonces habrá dinero de sobra.”

Esta es una pequeña muestra de cómo desde el inicio se engañó al pueblo. Sin embargo, durante este período y hasta 1976, sucedieron algunos hechos que consolidaron el carácter totalitario del gobierno.

El 3 de octubre de 1965 se constituyó el Comité Central del Partido Comunista de Cuba y con el fin de mantener el control de la información, se funden los diarios Hoy y Revolución, en el actual periódico Granma.

En setiembre de 1967, se comienza a manejar la idea del abastecimiento a la capital, y se crean los micro-planes y el “Cordón de La Habana”. Al cumplirse un año de su fundación, Fidel Castro hizo un recuento de lo logrado, se refirió a los viveros construidos y las matas obtenidas de frutales y café, dijo se habían plantado 8 veces más posturas que las que sembraba México en un año. Hoy podría preguntarse: ¿sigue el café mexicano dando sus frutos? y ¿dónde está el café que se sembró en el Cordón?

En aquella época eran enormes las movilizaciones que se realizaban para cumplir las metas que el “Comandante en Jefe” se trazaba, participaban todos los organismos administrativos y las organizaciones de masas de la capital. Él pronosticó que en 1969 estaría sembrado el Cordón completo, pero después ocurrieron en el país todos los preparativos para otra de sus grandes ideas, la zafra de 1970; y el Cordón quedó olvidado. En 1971 ya no existía.

De irresponsabilidad muy costosa, puede calificarse la creación en el año 1967, en “La Concepción”, antigua provincia de Oriente, de la Brigada Invasora de Maquinaria “Che Guevara” que recorrió el país de este a oeste, derribando árboles de todo tipo -incluyendo frutales- para liberar tierras y ponerlas a disposición de la agricultura, en especial para la caña que necesitaba sembrarse con el fin de asegurar la zafra de 1970. Esta brigada causó numerosos daños ecológicos y medioambientales.

A partir de abril de 1968 -en esta etapa de “provisionalidad”- cuando se creó a nivel del Comité Central del Partido, la Comisión de Estudios Jurídicos, la producción legislativa desarrollada fue intensa, estaba dirigida a fortalecer el poder, con una visión muy diferente a la acostumbrada por el pueblo. Poco a poco se fueron perdiendo las libertades y los derechos individuales y se contribuyó de manera gradual a la liquidación del Ordenamiento Jurídico anterior, mediante la derogación de normas que contradecían la posibilidad del control total de la sociedad y del individuo.

Uno de los muchos caprichos del “Máximo líder” fue: ¡la Zafra de los 10 millones! Marcó un hito en la historia dentro del descalabro económico del país y todavía se recuerda como un fracaso aplastante. Osvaldo Dorticós Torrado, en 1972, desde su cargo de presidente de la República, dijo lo siguiente: “Lo peor desde luego en 1970, no fue ni siquiera el revés que significó el no tener la meta de 10 millones de toneladas de azúcar. Diría que lo peor, tal vez, aunque desde el punto de vista político esto fuera lo más subrayable, desde el punto de vista estrictamente económico, lo peor fue la afectación que se produjo en el país a todas las actividades económicas de las ramas y sectores de la economía a excepción de la rama azucarera”.

Muchos analistas coinciden con lo que dijo Dorticós, pero añaden que a partir de este momento la desarticulación que causó a la economía, esta intensa movilización de recursos de todo tipo, la hizo irrecuperable. La idea paralizó la Isla, a pesar de que los especialistas advirtieron que no podría alcanzarse la cifra, de todas formas hubiera sido incosteable, ya que vendidas al precio de mercado, no rendirían utilidad.

La nueva Constitución de la República en 1976, a diferencia de cualquiera otra Carta Magna en el mundo, recogía una mención de gratitud a otro país: la Unión Soviética. Todo lo que, por la propia experiencia de los gobernantes, pudiera contribuir a que se debilitara su absolutismo, fue destruido. Se realizó una modificación sustancial a la división político-administrativa del país. Se constituyeron 14 provincias y un municipio especial directamente subordinado al poder central. Por todos los medios y bajo cualquier pretexto se buscaba que los que dirigían a esos niveles no tuvieran concentración de poder.

Desde el punto de vista económico se continuó dependiendo de la ayuda de la extinta Unión Soviética y del bloque socialista. Se firmaron varios pactos que garantizaban la asistencia financiera soviética, el desarrollo comercial entre ambos países y la prórroga de los pagos de la deuda cubana; además se pasó a ser miembro del CAME (COMECON), Consejo de Ayuda Mutua Económica.

La cantidad de recursos provenientes de las naciones miembros de esta unión, fue desperdiciada y malgastada por el gobierno, al que no le interesaba en absoluto el desarrollo industrial que había prometido, solamente quería mostrar al mundo su magnificencia, centrándose en obras de gran alcance y poco prácticas para la posibilidad de avance económico. No obstante, se vio en la necesidad de adoptar fórmulas institucionales que le permitieran formar parte del CAME, para lo cual creó un seudo parlamento, bajo el nombre de Asamblea Nacional del Poder Popular.

En este período, el ex Presidente estaba muy ocupado en ganar posiciones en diferentes lugares del planeta, para su autoestima, por lo que la economía se convirtió en una especie de laboratorio para llevar a cabo experimentos de su ocurrencia y que supervisaba de vez en cuando.

Hay muchos aspectos políticos que recordar de estos 23 años, como por ejemplo: los fusilamientos sin juicio previo ni garantías jurídicas; la intervención del “Che” (Ernesto Guevara) en la Fortaleza de la Cabaña, que sin ser cubano tuvo la facultad de terminar con la vida de muchos de ellos; la salida de algunos presos políticos (hombres y mujeres) hacia el exterior. Un hecho particular lo constituyó la expulsión del país de Monseñor Eduardo Boza Masvidal en al año 1961, junto a más de cien religiosos de la Iglesia Católica.

A mediados de la década de 1960 ya se había comenzado a enviar asesores militares y tropas a África y como parte de la guardia personal de presidentes.

Algunos no conocen la creación de los “pueblos cautivos”. Fueron establecidos al desplazar forzosamente campesinos del Escambray, para impedir el apoyo a los insurgentes de esa zona. Se deportaron numerosas familias a diferentes lugares del país, entregándoles las tierras y propiedades que tenían a personas que apoyaban al régimen. Sandino en Pinar del Río se convirtió en uno de esos pueblos cautivos.

En este período solo se consiguió el comienzo de la separación de la familia; la desestabilización económica; el inicio de la concientización de no trabajar, pues los recursos entraban en el país en grandes cantidades, gracias al bloque socialista. Se trató de aislar al pueblo del mundo desarrollado, disponiendo introducir costumbres e idiomas no familiares con toda la anterior vida nacional.

2.- Desde 1977 hasta 2002

Posterior a la promulgación de la Constitución y la conformación de la Asamblea Nacional del Poder Popular se desarrolló una activa labor legislativa que desembocó en una sensible dispersión legal. No se consolidaba la integración jurídica y se manifestaron numerosas lagunas en el Derecho.

Durante este período se produjeron las tres modificaciones que tiene la Constitución de la República:

La primera en 1978 cambió el nombre de Isla de Pinos, asumiendo desde ese momento el de Isla de la Juventud.

La segunda en 1992, la Asamblea Nacional del Poder Popular la aprobó por medio de la Ley de Reforma Constitucional, manipulando lo que debieron hacer por plebiscito. Las modificaciones se basaban fundamentalmente en la irreversibilidad de la propiedad estatal socialista, además de consentir -de manera excepcional- la sesión total o parcial de dichas propiedades a favor de personas naturales y jurídicas, siempre que tal decisión no violentara los fundamentos del Estado.

La tercera en 2002 (el gobierno la vinculó al discurso del entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, el 20 de mayo de ese año) y en ella se declaró el carácter irrevocable del sistema político y social. Lo que anula el principio de soberanía popular, ya que le quita el derecho a esta y las futuras generaciones a modificar el sistema. Las organizaciones de masas (que se dicen, eufemísticamente, no gubernamentales) guiadas por el Partido Comunista, llevaron a cabo una recogida de firmas conminando a los ciudadanos a la enmienda constitucional, un simulacro de plebiscito.

En abril de 1980 se producen los sucesos de la Embajada de Perú en la Habana; más de 10 mil personas penetran allí buscando refugio. Este acontecimiento no tiene precedentes históricos. Lo sigue el éxodo del Mariel, cuando unas 125 mil personas abandonan la isla por mar. Como siempre la dictadura usa métodos fascistas contra los que quieren emigrar, porque entre ellos hay dirigentes del Partido y del Gobierno. Se organizan manifestaciones callejeras y actos de repudio humillantes, contra aquellos que deciden salir por esta vía. Fue uno de los momentos que se aprovechó para promover el odio entre cubanos.

Vale la pena recordar que todos los bienes de los que se fueron se confiscaron, y que algunos se vieron en la necesidad de sufrir afrentas morales para viajar. También los que detentan el poder acudieron a las circunstancias, para sacar delincuentes de las prisiones y enviar personas enfermas mentales, con el fin de desprestigiar a los que emigraban.

Las MTT, (Milicias de Tropas Territoriales) surgidas en 1980, fueron la base para el desarrollo de la doctrina militar denominada “guerra de todo el pueblo”. La justificación gubernamental para esta nueva filosofía fue una vez más la línea de política exterior norteamericana del gobierno de Ronald Reagan. El establecimiento de estas nuevas tropas, pues las Milicias Nacionales existían desde inicios de los 60, incorporó más hombres y mujeres a la preparación militar para enfrentar una invasión que nunca se ha producido.

Desde hace treinta años, millones de trabajadores, empleados y funcionarios abonan una cotización (equivalente a un día de su salario) a los fondos de las Milicias de Tropas Territoriales. Primero, esta especie de impuesto se nombró “pago a las MTT”, ahora se cambió por el de “Día de la Patria”. Esta recaudación anual está en manos de los sindicatos nacionales que la entregan a las arcas del Estado. Hasta los escolares deben pedir a sus padres dinero para contribuir a las MTT en las escuelas.

Salvo algunos reportajes emitidos en noticieros de la televisión nacional, la acción de las MTT el resto del año es nula. Además, para su entrenamiento, requiere la movilización de miles de trabajadores a los que tienen que pagarles el salario íntegro sin producir nada, lo cual constituye una erogación de dinero a cuenta del Estado, proveniente según se infiere, de lo recaudado, fondos inmovilizados -en definitiva- para una “guerra anunciada”, pero de carácter virtual. Por otra parte, nunca se ha explicado a los donantes en detalle, cuánto cuestan las enormes movilizaciones realizadas en teatros de batalla en las prácticas de entrenamiento militar y los desfiles militares en la Plaza de la Revolución. Esta es una inversión que no arroja dividendos, y que el Estado ha decidido repetir el 16 de abril de 2011.

En el país existen órganos apropiados y bien entrenados para la Defensa, dos Ministerios –Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Interior (MINFAR Y MININT)- los que cuentan con todos los recursos necesarios para el cumplimiento de sus funciones.

La CTC (Central de Trabajadores de Cuba) debería rendir cuentas a sus afiliados anualmente del empleo de los fondos aportados por los sindicalizados y no lo hace. Este dinero pudiera servir mejor para otorgar préstamos a los asociados, establecer un fondo de pensiones a los trabajadores de cada sector laboral o invertir en obras que incrementen ese capital como una forma de gestión autofinanciada e incluso construir viviendas destinadas a sus miembros. Resulta tan evidente el poco interés de mantener informados a los que cotizan, que nunca se ha explicado el destino del dinero recaudado en los años 80, con el objetivo de un monumento a la memoria de Lázaro Peña y que todavía no se ha erigido.
La estafa material más grande que se le ha hecho al pueblo, la constituyó el cambio del oro y la plata, que se llevó a cabo en la segunda parte de la década de los 80. Miles de personas se deshicieron de los recuerdos familiares en joyas, obras de arte y otros medios de valor, con el objetivo de adquirir efectos electrodomésticos y en algunos casos autos marca “Lada” soviéticos. Los tasadores dejaban la equivalencia de las joyas, muy por debajo del precio internacional que tenían estos dos metales e incluso desmontaban las piedras preciosas, apropiándoselas. Nunca valoraron las piezas como obras de arte, perdiéndose algunas de ellas con valor histórico nacional. En este crítico momento, se aprovechó muy bien el gobierno de las necesidades acumuladas por las familias, que pudieron adquirir televisores, refrigeradores y otros equipos de los que carecían; pero con solo 72 horas de garantía.
Entre 1986 y 1990, se produce, un “proceso de rectificación de errores y tendencias negativas que deformaban los principios de la Revolución”. Se suponía llevaría a optimar el funcionamiento del Estado, las organizaciones sociales y la sociedad en general. Pero de esta fase no se obtuvieron conclusiones, ni nunca se conoció qué se había alcanzado con ella, solo dejó más control policial y económico. En la extinta URSS se estaba llevando a cabo la “perestroika”, por lo que esto se hizo para contrarrestar sus efectos en la población, al extremo de suprimir las revistas soviéticas que circulaban en el país: Sputnik, Novedades de Moscú y Tiempos Nuevos, entre otras.
En el año 1989, se llevó a cabo el fusilamiento del General Arnaldo Ochoa Sánchez, que fue punto de contradicción con la gran mayoría de la sociedad, y el gobierno así lo reconoció, pero no obstante no respetó la opinión popular.
Durante los años que aquí se analizan, el pueblo cubano soportó lo que se llamó “período especial en tiempo de paz”, que comenzó en 1990; se generaron medidas de restricción en el consumo de combustible, debido a la disminución del suministro de petróleo de la Unión Soviética.
Para 1990, el Plan Alimentario tenía como metas -bastantes irreales por cierto- que el país fuera autosuficiente en la producción de alimentos e incrementara los excedentes para la exportación, principalmente en azúcar y cítricos. Además de lo ilusorio de esos propósitos, que por supuesto se incumplieron, ese programa estuvo muy mal ubicado en el tiempo. Los sucesos del Muro de Berlín y la desintegración de la URSS le dieron el puntillazo.

La perfidia y el doblez que caracterizan al sistema, se pusieron de manifiesto en aquella ocasión, al igual que ahora. En esa época, mientras se entretenía a la población con el futuro luminoso que le esperaba con el “Programa Alimentario”, se preparaban –a la sombra- planes para lo que se avizoraba, y con el pretexto de supuestas agresiones imperialistas, y la necesidad de librar una batalla, desarrollaron la doctrina de “La Guerra de Todo el Pueblo”.

Un folleto titulado: “Guía para dar respuesta a las necesidades de la población en condiciones difíciles”, es testimonio de lo que se estaba preparando, y que en buena parte se aplicó. En circunstancias de “Cero Petróleo” ese impreso era el mentor que prepararía a la población para vivir en la “Edad Media”. En alusión a Camboya se le conocía como la “cambodización”.
El MINFAR (Ministerio de las Fuerzas Armadas) preparó un verdadero manual, mucho más amplio, titulado: “Con nuestros propios esfuerzos. Algunas experiencias para enfrentar el Período Especial en tiempos de paz”. Esa obra, de 300 páginas, era un recetario exhaustivo para vivir en condiciones muy precarias, que incluía no solo utilizar como alimentos y medicamentos las plantas, animales y sus partes más inusuales; sino aplicar además de la tracción animal, la humana; y los más descabellados consejos para el vestir, morar, enseñar y hasta para la recreación. Por supuesto, después de 1992, no se volvió a hablar de ese Plan Alimentario.
La intervención en las guerras y en otros países, se incrementó y consolidó durante los años del período que se analiza, a las alturas de 1977, había tropas cubanas desplazadas en Angola, Etiopía, El Congo, Mozambique, Guinea, Guinea Bisseau, Guinea Ecuatorial y en la provincia de Katanga en Zaire. Muchos hogares cubanos se enlutaron por esta acción belicista del gobierno, recursos y tiempo fueron dedicados a la guerra, que se desviaron de las posibilidades de atender las necesidades de la población cubana. Se dejó de dar mantenimiento a las ciudades y casas, y comenzó en ese sentido el caos social, la despreocupación por los problemas de la población fue acrecentándose. En mayo de 1991 abandonaron Angola las últimas tropas cubanas. Fueron repatriados los restos de los combatientes caídos y se puso fin a las guerras auspiciadas a favor del “internacionalismo”.
En 1993, en un intento por solucionar la mala situaciónpor la que se atravesaba y tratar de mantener la sobrevivencia gubernamental, se aprobaron algunas modificaciones económicas muy limitadas y en particular se despenalizó la tenencia de divisas que llevó a prisión a muchas personas durante más de 30 años, por tener dólares o cualquier otra moneda extranjera. Pero para combatir la posibilidad de enriquecimiento, ya que el que tiene dinero no teme al Estado, en 1994 se aprueba el Decreto Ley 149 (conocido por Ley contra los macetas). Este documento jurídico dispone la confiscación de los bienes e ingresos de cualquier persona que los haya incrementado sin causa “legítima”.

El 5 de agosto de 1994 se llevaron a cabo protestas en la Ciudad de La Habana, conocidas como el “Maleconazo”, la represión fue grande y visible, por primera vez el pueblo pudo comprobar –a todas luces- la brutalidad policial de la que se es capaz. Durante varios días las tropas antimotines recorrieron las calles de los municipios Centro Habana y la Habana Vieja. Esta revuelta fue generada por la severa crisis socioeconómica que comenzó a padecer el país a partir del establecimiento del período especial y constituyó una especie de lección para el pueblo de lo que en contra de él se puede hacer.

La solución de aplicar una válvula a la olla de presión, vuelve a estar presente, el gobierno permite el éxodo masivo, que se conoció como “Crisis de los Balseros”, los que salían del país en embarcaciones en precarias condiciones, llegando a alcanzar la cifra de 35 mil personas.

En setiembre de este año se autoriza la creación de mercados agropecuarios, permitiendo la oferta- demanda; como una forma de atenuar la crisis social.

El V Congreso del Partido Comunista fue convocado en 1997 y pospuesto después de la elaboración por un grupo de disidentes del documento La Patria es de Todos
La emigración que se produjo durante estos años, tuvo una severa respuesta política: el control de la entrada al país. A pesar de que el artículo 28 del Capítulo IV de la Constitución de la República establece lo siguiente: “La ciudadanía cubana se adquiere por nacimiento o por naturalización”. El artículo 29 expresa: “Son ciudadanos cubanos por nacimiento los nacidos en el territorio nacional”.
A ningún nativo se le puede prohibir la entrada que es un derecho obtenido de nacimiento y refrendado en la Constitución. Este acto de carácter ilegal afecta a un gran número de personas que viven en otros países, ya que no se les reconoce el derecho propio de entrada a su patria de nacimiento sin necesidad de obtener una visa o un permiso. Además, debería existir algo similar extensivo a los hijos de cubanos nacidos en otras tierras, los que al no tener la ciudadanía paterna están obligados a pagar un impuesto de 40 cuc (peso cubano convertible) cuando se hospedan en casa de su propia familia.

El control de los viajes trae como consecuencias pagos excesivos -en los consulados de la nación donde residen los naturales - para tramitar autorizaciones; asimismo los que visitan con “permiso” otros países, deben pagar un sobrecosto a partir del primer mes de su estancia.

Uno de los disloques de este período fue la llamada “Batalla de Ideas”, concebida a partir de 1998, cuando los sucesos del niño Elián González, la cual consistía –entre otras actividades- en la reconstrucción y mejoramiento de obras sociales, de la educación y de la salud; incluyendo hospitales de excelencia, merienda escolar y la formación del contingente de trabajadores sociales; a los cuales denominó “médicos del alma”. Este programa disfrutó ampliamente de todos los recursos necesarios.

El contingente de trabajadores sociales llegó a alcanzar más de 40 mil miembros, que disfrutaron de recursos en abundancia, y además de labores vinculadas con su especialidad, se le designaron otras tareas, como la distribución y venta de combustibles en los CUPET (Cubapetróleo) para luchar contra la corrupción; y la entrega de efectos electrodomésticos a la población. Pero ya en estos momentos no se habla de ellos, pues al final terminaron haciendo lo mismo. El jefe de la “Batalla de Ideas”, lo fue el ex primer secretario de la UJC (Unión de Jóvenes Comunistas), Otto Rivero y finalizó también destituido.

En los primeros días del mes de mayo de 2002, el disidente Oswaldo Payá Sardiñas, a nombre del Movimiento Cristiano Liberación y otros grupos de la oposición que se le unieron, presentó en la Asamblea Nacional del Poder Popular el Proyecto Varela, demandando reformas constitucionales, basadas en lo establecido en la propia Carta Magna.

Unos días después el ex presidente de los Estados Unidos de América, Jimmy Carter, visita Cuba y durante una comparecencia por los canales de televisión, hace mención al Proyecto Varela, lo que trajo como consecuencias que el pueblo –siempre desinformado- conociera de esta demanda de reformas democráticas.

En ese período, que adolecía de los prejuicios anti capitalistas de Fidel Castro, se prohibieron: el mercado campesino y el trabajo por cuenta propia; se restringieron: la construcción, las permutas y transacciones de viviendas; se incrementó el racionamiento y prácticamente se eliminó el mercado paralelo.

La situación política y social del país era difícil, muestra de ello es que el Partido Comunista no se reconoce exclusivamente para los marxistas y ateos, sino que pueden ser miembros personas con creencias religiosas.

También hay que recordar que producto de la caída del campo socialista se incrementó la crisis económica, y esto condujo a la dirección del país a adoptar medidas alternativas que le permitieran sustentarse, frenar el decrecimiento e insertarse en un sistema de relaciones, del que no formaba parte.


3.- Desde 2003 hasta la actualidad

Este período lo caracteriza la pérdida de apoyo internacional, en particular con la izquierda europea. Durante todos estos años la oposición interna ha tenido un constante trabajo para llevar al país hacia la democracia. Si bien es cierto que no ha logrado consolidarse, porque las desavenencias no lo han permitido y el número de sus miembros es pequeño, han conseguido –con la ayuda ejemplar del exilio- trasladar los problemas del país fuera de las fronteras de la Isla. Algunos presos políticos y disidentes recibieron reconocimientos internacionales, lo que disgustó sobremanera al gobierno.

También este período está caracterizado por la volatilidad de los cuadros de dirección a los niveles más altos del Estado, Partido y el Poder Popular; así como cuadros intermedios de las empresas.

En el orden económico este lapso se caracteriza por una inestabilidad continua, debido a las dificultades financieras. Ya desde mediados de 2004 se había agotado la modesta recuperación exhibida a partir de 1994, que se logró a costa de las tensiones financieras originadas por 10 años (1995-2004) de desbalances comerciales que totalizaron 26 552 millones de dólares.

Se destaca la ruina de la industria azucarera, que fue reduciendo anualmente sus niveles de producción, desde 4 millones de toneladas en 1994, a 2,2 millones en 2003 y se aceleró con la llamada reestructuración (Tarea Álvaro Reynoso) iniciada en 2002, que ha causado que en los últimos años las cifras de producción hayan estado alrededor de un millón de toneladas.

La crisis energética se desató en mayo de 2005, con la paralización por seis meses de la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras, que tenía el 15% de la capacidad de generación y también trastornos en otras plantas, debido a su obsolescencia, los deficientes mantenimientos y las dificultades que trajo el uso del petróleo crudo de forma masiva. Se destituyó al Ministro que atendía esa actividad; y la nueva Ministra, manifestó que el país estaba colocado en una compleja situación eléctrica, por lo que se aplicaron medidas disciplinarias en el ramo, con remoción de funcionarios y dirigentes de empresas.

En el 2009 se crea el programa de la Agricultura Suburbana para aprovechar las tierras existentes en los alrededores de casi todos los pueblos y ciudades, algo parecido al Cordón de la Habana, pero centuplicado, con el agravante de olvidarse de tractores y combustible ya que el objetivo era trabajar con bueyes. Cálculos conservadores indican que harían falta de 200 a 300 mil yuntas, que equivale a 400-600 mil bueyes, adicionales a unos 730 mil que ya utiliza la agricultura, con lo cual, aproximadamente la tercera parte de la masa ganadera actual estaría destinada a animales de trabajo.

A partir de diciembre de 2004, se implementaron apresuradamente los acuerdos del ALBA, (Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América), lo cual ha permitido al régimen acceder a los petrodólares de Venezuela; recibir pagos millonarios por el trabajo esclavo de médicos, paramédicos y otros servicios, en volúmenes tan elevados que ha facilitado durante varios años equilibrar el déficit de la balanza de pagos y recibir cantidades adicionales de petróleo en condiciones favorables de financiamiento.

Como una consecuencia adversa de estos acuerdos, se produjo la terminación de lo que el gobierno consideraba un logro de la “Revolución”: el médico de la familia. La exportación de miles de galenos hacia Venezuela y otros países, con fines económicos fue su fin. También se perdieron los locales que se habían construido como consultorios -a nivel de barrio- y programas asistenciales de base.

Al propio tiempo se incrementaron las relaciones comerciales con China y en corto plazo Venezuela se convirtió en el primer socio comercial y China el segundo. Ese respiro concedió la posibilidad de exhibir una imagen triunfalista, sin adoptar medidas de fondo.

Fidel Castro se erigió en autor de una nueva y original hazaña: “La Revolución Energética”. En 2005 declaró: “Pensamos ahorrar a finales de 2006, no menos de un millón de kilowatts (kwh) que hoy se malgastan”. Pero esto significaba nada menos que 8 260 Gigawatts hora (Gwh) en el año. Para tener una idea, en 2005, se produjeron 15 341 Gwh, lo cual representaría un 57%. Como muestra de otro fracaso más -en lugar de ello- la generación se incrementó en los años siguientes: 7,3% en 2006; 7,0% en 2007; 0,33% en 2008 y 0,16% en 2009.

Para respaldar ese delirio, concibió sustituir -en parte- las ya obsoletas Centrales Termoeléctricas (en su mayoría soviéticas) por 947 grupos electrógenos (GE) diesel de 1 320 megawatts hora de capacidad. En noviembre de 2006 ya estaban instalados. Lógicamente, un combustible más caro, incrementó el gasto, por lo que decidió adquirir entonces 696 (GE) de fueloil, de 1 700 mwh de capacidad. El enorme gasto en Grupos Electrógenos diesel, serviría para que estos solo prestaran un servicio eventual en horas picos y otras emergencias.

Con el fin de reducir el consumo eléctrico se vendieron 2,5 millones de refrigeradores. La población tenía que entregar el viejo en uso, para poder adquirir el nuevo, sin que se le considerara valor alguno; casi 10 millones de bombillos incandescentes y 223 mil acondicionadores de aire. Unos 3,1 millones de módulos de cocción eléctrica fueron destinados a sustituir los de keroseno y gas licuado.

En marzo de 2005, refiriéndose a todos estos medios que elevaban la carga eléctrica del hogar, dijo: “Por el momento no se piensa mover las tarifas eléctricas…” y sin embargo, 8 meses después se incrementaron a partir de un consumo superior a 100 kwh. En noviembre de 2010 se llevó a cabo un nuevo aumento de las tarifas.

El consumo de electricidad en los hogares se elevó de 5 010 Gwh en 2004, a 6 425,8 Gwh en 2009, con el consiguiente perjuicio para la población por la subida del pago. La dificultad de cocinar con apagones y el deterioro paulatino y constante de los equipos, por deficiencia en los servicios de reparación y falta de piezas de repuesto, ha provocado reclamos populares de volver al uso de los combustibles tradicionales.

Estos últimos años, han sido de un constante decrecimiento en la agricultura. La producción de viandas disminuyó en 29,3% en 2009 respecto a 2004. Un alimento básico como la papa decreció un 15,2%. Hasta septiembre de 2010, con respecto al año anterior la cosecha de viandas fue del 56,7%; de ellas las papas el 84,8%.

El régimen pretende que ante este caos, los campesinos y cooperativistas le saquen las castañas del fuego, sin que sean verdaderos dueños de las tierras y puedan vender libremente sus productos en el mercado. Además está procediendo a entregar 1,6 millones de hectáreas ociosas y se aspira a que los 100 mil usufructuarios que ya han ocupado parte de ellas, cargadas de marabú, desmonten y pongan estas tierras a producir sin recursos.

Las empresas estatales y las UBPC (Unidades Básicas de Producción Cooperativa) -que en la práctica son estatales también- poseen el 63% de las tierras, y las explotan con muy bajos rendimientos, teniendo mayores recursos.

El transporte estuvo a punto de colapsar a finales de 2006, a pesar de que se reconoce que el transporte urbano es un reclamo de primer orden de la población. En 2009, pese a los grandes gastos en adquisición de equipos, el sector no había mejorado y en particular en las ciudades estaba igual. Además continuó el deterioro de los viales, incluidos los ferroviarios. Al no respaldarse los nuevos medios con la adquisición de piezas de repuesto, algunos de ellos debían ser utilizados para que otros funcionaran.

Ya a finales de 2008 había vuelto a agudizarse la crisis económica por el deterioro creciente de la situación financiera y el Ministro de Economía y Planificación de turno, había advertido: “Hay una tendencia cada vez más creciente al desbalance financiero externo”. Este mismo año rompió record con 10 500 millones de dólares, el desbalance comercial de bienes, y el déficit en Cuenta Corriente (del cual no hay cifras oficiales) llegó a unos 4 000 millones de dólares; lo cual obligó a suspender las transferencias de divisas de las empresas mixtas y los pagos de los intereses por las deudas a países y proveedores.

Durante 2009 se realizaron dos drásticos ajustes económicos que deterioraron aún más los niveles de actividad y de vida; mejoró en algo la situación financiera externa, pero se mantuvo tensa. La penuria continuó en 2010, agravada por la crisis internacional, a pesar de que se reprogramaran algunas deudas.

Un factor que ha contribuido a ese desastre ha sido la disminución de la ayuda de Venezuela, (agobiada por sus propios problemas internos) que ha traído como consecuencias la reducción de los pagos por los servicios médicos y de otras especialidades.

El comercio con China también ha disminuido, debido a que dicho país -al parecer- está evitando que haya un crecimiento desmesurado del desbalance comercial y que se quede sin cobrar.

Recientemente se decidió hacer inoportunas, complicadas y costosas modificaciones a la División Política Administrativa, que en lo fundamental consisten en fraccionar a la provincia de la Habana en dos: Artemisa y Mayabeque, con la consiguiente proliferación de nuevos dirigentes de organizaciones políticas y sociales así como jefes y funcionarios administrativos; la instauración de oficinas, locales y otras comodidades; además de los inevitables trastornos organizativos y el incremento de la burocracia ineficiente.

En marzo de 2003 trataron de terminar con la oposición interna, llevando a prisión a 75 disidentes, pero los familiares de los mismos constituyeron un grupo de mujeres civilista denominado Las Damas de Blanco, que de manera pacífica se opuso al gobierno y obtuvo el reconocimiento internacional, porque el mundo pudo apreciar de la forma fascista en que fueron tratadas. También en abril de ese año, fusilaron tres jóvenes que intentaban salir de la isla, secuestrando una lancha. La reacción mundial ante este crimen no tiene precedentes, gobiernos, intelectuales, dirigentes políticos e incluso los medios de prensa condenaron fuertemente estos excesos.

El 20 de mayo de 2005 se celebra un acto disidente con la presencia de más de 200 personas y miembros del Cuerpo Diplomático y la prensa extranjera acreditada en Cuba. En Río Verde, municipio Boyeros, se llevó a cabo la reunión de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil. Periodistas, diputados y eurodiputados entre otros, fueron expulsados tratando de entrar al país para asistir al evento, lo que fue duramente criticado por líderes políticos europeos. Durante el encuentro se demandó la apertura económica y el respeto a los derechos humanos.

En 2006, se anuncia por la televisión, la renuncia de Fidel Castro, a través de Carlos Valenciaga, que era en aquel momento su secretario personal, también fue defenestrado posteriormente.

La elección de Barack Obama, como presidente de los Estados Unidos de América, en noviembre de 2008, trajo numerosas expectativas al pueblo cubano, por su condición de negro y su discurso electoral, pero se fueron desvaneciendo poco a poco. Dentro de la oposición interna, una gran parte vio con desagrado este ascenso al poder, al igual que un sector importante del exilio.

En febrero de 2010, se cometió el asesinato del disidente Orlando Zapata Tamayo, el que inició una huelga de hambre en la prisión, en protesta por las condenas a las que había sido sometido durante su cautiverio y demandando mejores tratos. Estuvo en celda de castigo 18 días sin proporcionársele ni agua. La muerte de Zapata conmovió al mundo y el gobierno -al igual que actúa siempre- trató de desprestigiarlo y hacer de él un preso común, para minimizar el suceso.

II.- Algunas contradicciones a través de la historia
1.- Represión a los intelectuales, la cultura y el homosexualismo

Un buen número de intelectuales cubanos simpatizaron desde 1959 con el nuevo régimen instaurado en Cuba. Las promesas de libertad, igualdad y democracia inspiraron en muchos de ellos creer que había llegado una época de justicia y progreso.

Pero apenas en un lapso de dos años, la dirigencia de la flamante “Revolución” mostró su verdadero rostro. Un hito significativo lo constituyó el empleo de la llamada “coletilla” en las informaciones en la prensa privada. Más tarde, el proceso de intervención estatal tuvo como colofón la extinción de las publicaciones nacionales propiedad de los particulares. Un ataque directo a la libertad de expresión.

Durante los dos primeros años de poder, el nuevo gobierno creó el ICAIC (Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográfica), la Imprenta Nacional, la Casa de las Américas, el Consejo Nacional de Cultura, la Unión de Artistas y Escritores de Cuba (UNEAC). Instituciones que regirían los destinos de la cultura y la vida intelectual en el país, encabezadas por funcionarios del gobierno. Para muchos estudiosos y artistas cubanos, servirían para propiciar y recrear un clima inédito, pero se equivocaron. En 1961, en una reunión con este sector en la Biblioteca Nacional, Fidel Castro hizo una intervención, que resumió con la sentencia siguiente: “Dentro de la Revolución todo, contra la Revolución nada”. Este año se cerraron las sociedades culturales de todo tipo y carácter.

Ernesto Che Guevara escribió un texto titulado El Socialismo y el Hombre en Cuba, donde expuso que los intelectuales cubanos “tenían el pecado original de no haber participado directamente en la lucha revolucionaria”. La revista Verde Olivo, órgano de las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), publicaba una página de crítica cultural que difundía los nuevos límites de la expresión y la creación artística y quienes se apartaban del canon recibían sus ataques.

En esa época se cerraron las Ediciones El Puente y poco más tarde en los 60, se produjo el ostracismo de los pintores abstractos, porque se inició la instauración de la tendencia del realismo socialista. Expresiones de la cultura eslava y rusófila ocuparon espacios importantes en la producción nacional de radio y televisión.

En 1964, clausuraron la Unión Fraternal, la única asociación de ciudadanos negros y mestizos que quedaba. Las sociedades de diferentes denominaciones nacionales que existían fueron estatalizándose poco a poco.

Para internar a: Testigos de Jehová, creyentes de otras denominaciones y homosexuales, se crearon las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP) en 1965. Fueron eliminadas en 1968, después de las denuncias en la ONU de que en la isla había campos de concentración.

La prevención y represión contra homosexuales no concluyó al desaparecer la UMAP. En una audiencia televisiva sobre el tema, efectuada en 1971, se dice que el internamiento en granjas agrícolas solo pudo lograr algunas modificaciones en sus hábitos externos, en el aspecto individual, que no arrojó los resultados esperados y se calificó como enfermedad. Se conminó a evitar que se convirtieran en factores de contagio; asegurarse de que no fueran conductores de juventudes, ni que tuvieran contactos con la niñez.

Fidel Castro le dijo a Ignacio Ramonet: “Le puedo garantizar que no hubo nunca persecución contra los homosexuales, ni campos de internamiento para los homosexuales…” En el VII Aniversario de los CDR (Comités de Defensa de la Revolución) también tuvo algunas expresiones al respecto: “…se venían observando grupos,… que les dio por hacer pública ostentación de sus desvergüenzas”… “… les dio por vivir de una manera extravagante, reunirse en determinadas calles de la ciudad,…” “Algunos se dedicaban a promover la prostitución en niños prácticamente de 14 y 16 años, con la tendencia a revivir esas lacras, de vender mujeres y no mujeres”. “La Revolución no podía permitir eso bajo ningún concepto, les echó el guante a todos… los reeducará sobre todo con el trabajo, que es la forma magistral de educación. Todos fueron enviados a granjas de trabajo”.

Sin embargo, otras fueron sus palabras en la entrevista con Carmen Lira Saade, directora del diario mexicano La Jornada. Ella le dice que todo el encanto de la Revolución “…se fue al caño por causa de la persecución a homosexuales…” y le recordó que cinco décadas atrás fueron marginados y enviados a campos de trabajo agrícolas acusándolos de “contrarrevolucionarios”… Fidel Castro le responde: “Si… fueron momentos de una gran injusticia, una gran injusticia, -repite enfático-, lo haya hecho quien sea”. Dada la insistencia de la periodista y después de darle vuelta al asunto dijo: “Si alguien es responsable soy yo…” aunque se justificó porque en esos momentos no podía ocuparse del tema por estar inmerso en la Crisis de Octubre, los conflictos con los EUU, las cuestiones políticas y los atentados. Agregó que: “No podía estar en ninguna parte, no tenía dónde vivir…”

También en la década del 60, del siglo pasado, se producen los episodios de los Premios UNEAC, (Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba) cuyos casos más notorios fueron los de Heberto Padilla con su libro Fuera de Juego; y Antón Arrufat con Los Siete contra Tebas. Estos hechos levantaron la protesta internacional y algunos intelectuales extranjeros que veían en la “Revolución” un faro de libertad dejaron de ser sus simpatizantes.

Durante 1968, con el proceso llamado “Ofensiva revolucionaria”, se cierran las pocas salas de teatro independientes que quedaban fuera del control gubernamental, pues ya las grandes pertenecían al CNC (Consejo Nacional de Cultura) y las de cine al ICAIC (Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográfica). Todos los espectáculos culturales se producían en alusión a una fecha “revolucionaria”.

Mientras se borraba toda reminiscencia de lo que dio en llamarse la “Alta Cultura Cubana”, se privilegiaron las expresiones y los comportamientos marginales, a través de escuelas de adoctrinamiento ideológico que vinieron a completar la Campaña de Alfabetización.

Había un discurso excluyente que reflejaba la división de la sociedad en: militantes y simpatizantes; y quienes se oponían a la instauración del comunismo y nuevos hábitos sociales ajenos a las tradiciones cubanas.

Se impuso el ateísmo (hasta en la Constitución de la República) y la condena a las religiones, sin respetar las creencias de los ciudadanos y la decisión personal de escoger una u otra vía. Del cuerpo docente fueron expulsados todos los profesionales practicantes de cualquier credo.

Al mismo tiempo se aplicó un estereotipo cultural que redujo la identidad nacional a la integración de dos vías: la hispana y la africana; sin tener en cuenta las influencias de culturas aportadas por otros grupos de inmigrantes.

Dieron por resuelto el problema del racismo, con una legislación que otorgaba derechos y deberes por igual a todos los ciudadanos; pero utilizaron el estereotipo de formas populares de carácter marginal, para contraponerlo a una cultura emanada de las anteriores clases hegemónicas. Esto consiguió que los grupos de población de descendencia africana, los reprodujeran y extendieran a toda la sociedad como patrones funcionales de expresión de lo popular y lo cubano. Complejidad tal, que pasado medio siglo no se vislumbra la solución al problema del negro y su real integración y valoración social en Cuba.

En 1971, se produce el Congreso de Educación y Cultura, que estableció parámetros en esta rama; así como a la producción cultural. Al intervenir en el evento, Fidel Castro dictó un nuevo mensaje para los intelectuales: “El arte es un arma de la Revolución”. Este cónclave sirvió para ascender hasta el máximo nivel de poder del sector a funcionarios y burócratas que convertirían la creatividad de los intelectuales y artistas en la estrechez mediocre del informe de actividades y la cuantificación del cumplimiento de normas laborales. En el 1970, por la movilización masiva hacia la zafra de los 10 millones, cerraron teatros, cines y cabarés.

Un grupo numeroso de los mejores artistas e intelectuales cubanos fueron obligados a no presentarse en público. Esta política cultural se mantuvo hasta los años 80, siendo conocida como: “Quinquenio gris”.

En el mes de noviembre de 2010, la representación cubana en la ONU votó una resolución acerca de las ejecuciones extrajudiciales, de la cual borraron toda referencia de los crímenes cometidos por causa de la orientación homosexual de las víctimas. El apoyo cubano provocó repercusión en la opinión pública internacional, ya que el CENESEX (Centro Nacional de Educación Sexual) entidad dirigida por Mariela Castro Espín, hija del Presidente, mantiene una campaña de apoyo a las preferencias sexuales y patrocina otra para que la Asamblea Nacional del Poder Popular, apruebe una legislación que proteja a este sector de la sociedad.

Este hecho representó una gran contradicción y provocó que el Ministro de Relaciones Exteriores concediera por primera vez una audiencia privada a algunas personas (entre ellas homosexuales) con el objetivo de explicar las razones para ejercer tan discutido y contradictorio voto.

Por otra parte, el gobierno no reconoce los grupos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, independientes. Numerosas actividades convocadas por ellos, sufren represión.

2.- Uno de los logros: la educación

A partir de la década del 90, se produjo una deserción notable en el cuerpo docente nacional. La primera de las causas fue la crisis económica que condujo a muchos maestros -sobre todo de la enseñanza general- a abandonar las filas de la educación, porque esta profesión no satisfacía sus necesidades económicas. Por otra parte, el auge del turismo, ofreció un escape a muchos trabajadores con formación profesional que pudieron trasladarse como fuerza de trabajo a la llamada industria sin humo. Incluso no teniendo calificación idónea la preparación profesional le aseguró un lugar en las plantillas.

Otra de las causas fueron los bajos salarios que este sector recibía. Además, por no ofrecer la posibilidad de materiales u objetos que pudieran servir para revender. Aunque en muchos casos, se ha comprobado y penalizado la venta de matrículas, títulos, libretas y otros útiles escolares.

A pesar de la propaganda acerca de la gratuidad de la enseñanza y del presupuesto que se destina a esta actividad, los padres de los alumnos deben comprar para el aula ventiladores, pintura para las paredes y puertas, medios de limpieza, etc.

En el 2000, con el desarrollo de la llamada “Batalla de Ideas”, Fidel Castro promovió el plan de “Profesores Generales Integrales”, estableció primero que a cada aula deberían asistir –solamente- quince niños. Para ello, fue necesario redistribuir las aulas, reconstruir algunas y evidentemente, aumentar el número de docentes. Apareció otro engendro en la enseñanza: los maestros emergentes, su procedencia fueron jóvenes que se incorporaron a un método rápido de estudios para ejercer en primaria y secundaria; la mayoría de ellos, prácticamente sin vocación, ni instrucción adecuada. No obstante, ocuparon las plazas de maestros y profesores faltantes, lo que creó una difícil situación, la cual fue expuesta por docentes con experiencia de años. En estos momentos ya se comprueba el mal aprendizaje.

La medida de la “integralidad de los profesores” fue revertida algunos años después por el fracaso evidente del proceso de enseñanza aprendizaje y actualmente en la secundaria prima –nuevamente- la fórmula de la especialización por asignaturas.

Una solución más reciente la dio Raúl Castro al incorporar a los maestros retirados, los que en esta nueva versión de la economía no podrán seguir ocupando las plazas.

Más aún conspira contra el rendimiento del alumnado la cantidad de evaluaciones en clase y extra-clase que tienen que vencer, cerca de unas 40 por mes. La calificación de los alumnos se reflejará en el puntaje obtenido para ocupar un lugar en el escalafón escolar, que le permita acceder al nivel de enseñanza posterior. Por esto, cuando se comprueban los conocimientos de alumnos egresados de enseñanza primaria o secundaria en aspectos sencillos de Historia, Geografía, Ortografía y Lengua Española, etc. reciben una evaluación deficiente. Siendo tan evidente y grave la situación, que para alcanzar la educación superior hubo que establecer pruebas de ingreso para seleccionar los que las aprueben. Al terminar el nivel de enseñanza secundaria, la accesibilidad a la enseñanza preuniversitaria general se reorientó hacia carreras de técnico medio y de oficios calificados.

El horario de los maestros y profesores de la enseñanza general se les cerró, obligándoles a estar ocho horas en las escuelas, además de exigirles toda una documentación y controles inventados por la burocracia que domina el MINED (Ministerio de Educación). Esto perjudica la preparación personal del profesor y su vida diaria.

Otro plan equivocado fue el de la universalización de la enseñanza con el que crearon sedes universitarias municipales para incorporar una cantidad de jóvenes que no trabajaban ni estudiaban mediante un curso de estudio intensivo pero con baja calidad. Inventaron la carrera de estudios socio -culturales y los jóvenes graduados no tienen donde trabajar en este momento porque no se contó con la necesidad de perfiles ocupacionales, ni las capacidades laborales existentes.

Fidel Castro aclaró en una reciente intervención televisiva, que los futuros diplomados no tendrán trabajo garantizado y que el Estado no tiene por qué ubicarlos. Una historia ya conocida, en el pasado miles de graduados en carreras y cursos en los países socialistas nunca encontraron ubicación laboral de acuerdo con su perfil.

La degradación de la educación llegó a tal nivel que el último Ministro del ramo fue destituido y expuestas las razones de su democión por las máximas autoridades del país. Todos esos planes estimulados por la política estatal hace unos 15 años atrás, están en vía de desaparecer, pues la situación económica actual así lo exige.


3,-El “bloqueo”

Año tras año, -desde hace 19- después de la desintegración de la URSS, se envía al Canciller de turno a la Asamblea General de la ONU a gemiquear sobre los daños que ha causado el embargo de EEUU, culpándolo de todos los males que aquejan a la nación y pretendiendo exonerar a quienes, en más de cinco décadas de pésima administración, han destruido el país.

El 20 de octubre de 2010, se informó en esa institución que las pérdidas del embargo entre 1961 y 2009 (49 años) ascendían a la fabulosa cifra de 751 363 millones de dólares, según el actual valor-oro de esa moneda.

Los principales aspectos que se pueden destacar sobre ese descomunal monto son:

1.- Representa el 64% del Producto Interno Bruto (PIB) de todo ese período.
2.- Constituye 2,23 veces, los 336 592,0 mmd que sumó el intercambio comercial en esos años.
3.-Totaliza 12 veces los 62 822,6 mmd que se invirtieron en Cuba de 1961 a 1988 (28 años) en la
época de la ayuda soviética y del campo socialista; que de utilizarse de forma racional, le
hubiera permitido a la nación alcanzar un desarrollo tal, que haría innecesario lloriquear sobre
esos supuestos daños.
4.- El enorme gasto inversionista, unido a los persistentes déficits comerciales y de cuenta corriente,
provocó que la deuda externa creciera de niveles insignificantes en 1958 a alrededor de 60 000
mmd (incluyendo las obligaciones que nunca se pagaron al bloque socialista). Las supuestas
sanciones representan casi 13 veces esa deuda.
5.- A los precios actuales de 2010, con ese dinero se podrían adquirir 9 392 mm de barriles de
petróleo, o 17 298 toneladas de oro.

Esos elementos permiten inferir que esa cifra tan desmesurada, no guarda proporción con las dimensiones reales ni potenciales de la economía del país.

El Dr. Jeffrey M. Elliot y el congresista Mervin M Dymally, de Estados Unidos de América, se entrevistaron con Fidel Castro en 1985, y refiriéndose al costo del “bloqueo• hasta 1984, el ex presidente les dijo: …,”nosotros lo hemos calculado en 10 000 mmd aproximadamente.” A ese ritmo, 7 años después en 1991, podría haber ascendido a 12 916,7 mmd, es decir que en los 31 años transcurridos entre 1961 y 1991 los efectos del embargo para Cuba fueron insignificantes; y si en los 19 años posteriores han tenido una mayor consecuencia, se debe a que se desaprovechó el enorme financiamiento y ayuda de todo tipo brindados, principalmente por la URSS, a cambio de servicios propagandísticos, diplomáticos y militares, en regiones del tercer mundo.

Pero fue mucho más explícito en esa entrevista y expresó: “La supresión del bloqueo solo a largo plazo implicaría alguna ventaja. No voy a decir, porque no sería cierto, que no se derivarían algunos beneficios. …Pero no es una cosa trascendental,…”…”yo pienso que Estados Unidos tiene cada vez menos cosas que ofrecer a Cuba”. “Pero bien, hablando con franqueza –me gusta la franqueza-; las relaciones con Estados Unidos, las relaciones económicas, no implicarían para Cuba ningún beneficio fundamental, ningún beneficio esencial. Si mañana se reanudan las relaciones comerciales con Estados Unidos, y nosotros pudiéramos exportar a Estados Unidos nuestros productos, habría que ponerse a elaborar planes para nuevas producciones que tuvieran el objetivo de exportarse en el futuro a Estados Unidos, porque todo lo que nosotros producimos hoy y todo lo que vamos a producir en los próximos cinco años, está vendido ya a otros mercados”

Para los que aún creen en la culpa del “bloqueo”, cabría decirles que en 2009, Estados Unidos de América fue el quinto socio comercial de Cuba.

III.- La realidad actual
1.- La doble moneda

Tener diferentes sistemas de distribución y de precios implica la posibilidad de mercados subterráneos, conocidos por “bolsa negra”, acompañados de la presencia de la corrupción y de la generación de precios y elementos alternativos en la economía, que han dado al traste con la necesidad de trabajar.

Al analizar la doble moneda, deben tratarse otros aspectos, como por ejemplo: la desvalorización del salario; los altos precios que se pagan por los productos liberados que se captan en el impuesto de circulación; los llamados subsidios a los productos normados y a algunos servicios, que permiten presentar un “Estado Benefactor”. Todo forma parte del mismo engendro, que comenzó en 1959 con un proceso que va haciendo perder condiciones a la moneda nacional, como medio general de cambio y vehículo de distribución de bienes en el país. Entre los factores que ayudaron a ello estuvieron: los múltiples sistemas de venta de productos; los métodos de entrega de viviendas, vehículos, efectos electrodomésticos, etc. Contribuyó también: la asignación de bienes para bodas, cumpleaños y otros festejos; gratuidades, cuya proporción mayor fue a parar a manos de la clase dirigente. También la creación de otros procedimientos, en los que el dinero jugaba un papel irrelevante y prácticamente inexistente

Este cúmulo de espacios adversos a la posibilidad de desarrollo económico, provocó que el “mercado subterráneo” se convirtiera en una parte integrante del modo de vida nacional, debido al desabastecimiento y al desorden.

Al restársele importancia al valor del dinero, ocurrió un fenómeno poco usual desde el punto de vista económico: la desvalorización del salario. La remuneración de una hora de trabajo en el 2004, para los países de la Europa menos desarrollados como Grecia, Portugal, Chequia, Hungría, Polonia y Eslovenia, oscilaba entre 3,22 y 10,18 euros la hora, comparada con la escala cubana, cuyo nivel mayor es de 1.49 (moneda nacional) la hora, que a la tasa de esa época representaría 0,0458 euros, permite tener una idea de lo que esto significa. En la actualidad el salario medio mensual de un trabajador cubano, apenas alcanza los 14 euros.

El impuesto de circulación y ventas obtuvo en el año 2009 la cifra de 12 791 mm de pesos, debido a los altos precios de los productos liberados, y representó la tercera parte de todos los ingresos de la población en ese año. A ello hay que sumar los precios de la “bolsa negra”, muy por encima de las posibilidades de aquellos que dependen exclusivamente del salario. Sin embargo los muy fanfarroneados subsidios para la canasta básica afectaron los presupuestos de 2006 a 2009, respectivamente en: 900, 1 000, 1 040 y 1 600 mmp; muy lejos de lo que se captó por el antes mencionado impuesto de circulación y los beneficios que el Estado obtiene, por los bajísimos salarios que paga a los trabajadores.

Al hablar de precios no pueden soslayarse los correspondientes a las tiendas de “recaudación de divisas”, que alcanzan de 3 a 5 veces el costo de adquisición, en el caso de los bienes no duraderos y más de 10 veces en los duraderos.

Esos son los trucos a los que se recurre para presentar a un Estado que vela por el bienestar de la población, subsidiando con el despojo de los trabajadores, algunos alimentos que apenas cubren una semana del consumo mensual de las personas.

A la caída de la URSS, cuando se despenalizó la tenencia de dineros extranjeros y se propiciaron las remesas familiares, que se comenzaron a captar en las tiendas de Recaudación de Divisas, se completó el cuadro iniciado en 1959, que fue haciendo perder a la moneda -con la cual se paga a los trabajadores- su calidad de medio general de cambio y distribución.

En agosto de 1961, se decidió el canje de moneda en el país, conjuntamente con la congelación de las cuentas bancarias que sobrepasaran las cantidades que se estipulaban, la circulación monetaria se redujo en un 42%. Se mandaron a imprimir los billetes a Checoeslovaquia y su estructura fue diferente a los que habían circulado hasta el momento. Los billetes siempre llevaron hasta 1995 una inscripción que decía: “Este billete tiene curso legal y fuerza liberatoria ilimitada de acuerdo con la Ley para el pago de toda obligación contraída o a cumplir en el territorio nacional.” Como esa declaración ya era motivo de críticas y burlas, decidieron eliminarla en las emisiones de los años subsiguientes y así dejar resuelto el problema, si a ello se le puede llamar solución.

Si hubiera voluntad de eliminar la circulación de dos monedas, tendría que darse respuesta efectiva a cada una de las siguientes cuestiones:

-¿Cuál quedaría vigente? ¿O habría una nueva moneda?

- ¿A qué tasa se cambiarían los ahorros depositados en el Banco y el efectivo en poder de la
población?

- ¿Cuál sería el salario y la pensión mínima?

- ¿Se eliminaría el racionamiento de forma total?

- ¿Qué nivel alcanzarían los precios de los productos de primera necesidad? ¿Responderían a su
costo de producción o adquisición?

- ¿Se reduciría el Impuesto de Circulación y Ventas?

- ¿Se eliminarían las gratuidades y no solo las llamadas “indebidas” sino también las que disfruta la
clase dirigente?

- ¿A qué precio se ofertarían los bienes duraderos que hoy se compran en las tiendas de Recaudación
de Divisas? ¿Estarían en proporción con los ingresos de la población?

- ¿Se eliminaría el tipo de cambio fijo y el gravamen del dólar?

- ¿Flotaría libremente?

- ¿Se consideraría una moneda fuerte a pesar de que solo pueda circular internamente y no alcance
a ser convertible fuera de las fronteras de la isla?

Sin una respuesta efectiva a estos y otros muchos aspectos infraestructurales, la implantación de una sola moneda crearía una situación muy crítica. Esta es una de las manifestaciones que más molesta a la sociedad por su tónica discriminatoria, pero darle solución significaría el camino hacia una amplia apertura, una economía de mercado. Esta transformación, sería ineludible, aunque no se quisiera realizar.


2.- El trabajo por cuenta propia

Para analizar los vaivenes que ha tenido el trabajo por cuenta propia, es necesario remontarse al año 1960, en que el “Comandante en Jefe” declaró: …”la Revolución ha llegado al punto de su camino y de su avance, y el punto de su poder, en que no tiene necesidad, en ningún sentido, de acudir a medidas drásticas contra intereses de sectores medios o pequeños de nuestro país”. “…, se dieron muchos casos de intervenciones no justificadas. Casos de intervenir a un pescador que tenía dos barcos, o tres barcos y/o intervenir un camión; o intervenir un tractor”… “A muchos comerciantes pequeños urbanos les preocupa si van a liquidar el pequeño comercio urbano,…, ni las pequeñas fábricas, los pequeños negocios, los va a liquidar la Revolución. La Revolución no tiene ninguna necesidad de liquidar esos negocios”.

Sin embargo en el año 1963, la Segunda Ley de Reforma Agraria nacionalizó las fincas de más de 5 caballerías. Con la primera habían sido apropiadas las mayores de 30 caballerías.

En 1968 se plantea la Ofensiva Revolucionaria y se anuncia la nacionalización de 58 012 negocios particulares que aún estaban en manos de pequeños propietarios, con lo cual se liquidaron los restos de la empresa privada en el país. La medida tenía como objetivo el dominio económico para el control político. La centralización de estas actividades trajo resultados negativos en la producción en particular los alimentos; la prestación de servicios y la distribución social en general.

Después de más de 40 años este dislate económico quiere revertirse, autorizando algunas actividades privadas y pequeños negocios. Los que fueron objeto de confiscación, conocen que no se debe confiar en lo que el gobierno propone, como medio de alivio a sus innumerables problemas.

Diez años después, en 1978, se legalizan un conjunto de actividades particulares que son ampliadas en 1993; pero la máxima cantidad de trabajadores por cuenta propia se logró en 1995, con 208 500 personas; hoy en día debido a las restricciones y el acoso que ha existido no llegan a 150 000.

Sin que se abra la posibilidad de que se posean negocios particulares, aunque sean medianos y pequeños, sin limitación a las actividades a ejercer, que pueda ser cualquiera y no una de las 178 aprobadas (algunas de ellas de una ridícula especificidad); sin que a su vez logren contratar trabajadores con esos impuestos progresivos que desestimulan en lugar de alentar el empleo y sin que consigan recibir recursos financieros del extranjero; este tipo de actividad será incapaz de absorber, no ya el más de millón y medio de excedentes en los centros de trabajo, ni tan siquiera el medio millón que se prevé dejar disponible en el primer trimestre de 2011.

Si de verdad se quiere resolver el problema de los trabajadores que “sobran”, que es solo una forma de expresar que son personas que no tienen posibilidad de explotar su potencial, habría que decir sin temor, que no se trata de ampliar el trabajo por cuenta propia, sino la actividad privada; que no solo deberá permitirse en todos los oficios, sino también en todas las profesiones. Sería absurdo, por ejemplo, que se autorice la construcción particular, sin que ingenieros y arquitectos puedan ejercerla como vía para su garantía técnica. Igual ocurre con los contadores y técnicos en economía que serían necesarios en esos negocios.

No permitir también a los médicos ejercer privadamente su actividad, sería además una incongruencia y una discriminación, ello no acarrearía ninguna afectación al nivel actual de atención, porque la cantidad de médicos y paramédicos en el sector privado se ajustaría, automáticamente, a la capacidad de demanda de la población.

3.- La Resolución económica del V Congreso del PCC y los Lineamientos para el VI.

Al elaborar los Lineamientos del VI Congreso del PCC, la Resolución Económica del V Congreso se quedó engavetada, como suele decir Raúl Castro. No hacen la más mínima alusión a ella, o no hubo intención de mencionarla, porque es un vergonzoso catálogo de incumplimientos.
La política económica para el período que abordaba el documento, abarcaba aspectos estructurales como la diversificación y crecimiento de las exportaciones, el desarrollo de la base alimentaria y hacer valer la economía en lo material, financiero y energético. Se enfatizaba que la eficiencia era el objetivo central y en ese sentido se planteó mejorar el uso de los recursos, el incremento de la productividad del trabajo, la reducción de los costos y el logro de un balance financiero externo favorable.
Trece años después el retroceso ha sido general. Todos estos aspectos y muchos más se han recogido de nuevo en el actual documento, como aspiraciones para el siguiente quinquenio. Se pueden revisar los lineamientos números: 42, 43, 68 al 70; 173, 196, 224, 230, 231 y 233 y se comprobará que continúan presentes.
Muchos otros asuntos mantienen las mismas deficiencias que se señalaron en aquella oportunidad o se han agravado, reiterándose en los nuevos Lineamientos como aspiraciones futuras. Algunos de ellos son:
La continuación de la existencia de un modelo excesivamente centralizado.
El Sistema de Perfeccionamiento Empresarial (que se suponía sería la panacea que resolviera las deficiencias de las empresas estatales) 12 años después de comenzarse a aplicar, solo se ha podido introducir en el 38% de las entidades.
La agroindustria azucarera recuperaría su papel estratégico, lo cual estuvo muy lejos de lograrse. La caída ha sido abismal, en 1988, se produjeron 7,4 millones de toneladas con un ingreso de 4 087 millones de dólares; en 1996, bajó a 3,3 millones y se exportaron 2,6 millones de toneladas; y en 2009 solo produjo 1,4 millones y exportó 0,7 millones, con un ingreso de 215,6 millones de dólares; con la consecuencia de la casi desaparición de todos los subproductos de esa industria.
El níquel nunca alcanzó las 100 mil toneladas que se previeron, ni tampoco la diversificación esperada, aunque si tuvo crecimientos notables y se vio favorecido en ocasiones por altos precios.
El tabaco no se acercó al millón de quintales (45,9 miles de toneladas) pronosticado y cerró 2009 con solo 25,2 miles de toneladas. Tampoco en ningún año se alcanzó el nivel proyectado de 200 millones de unidades de exportación de habanos.
Para esa fecha se pronosticó mejorar la eficiencia del proceso inversionista y alcanzar las normas internacionales en todos los aspectos de la concepción, proyección, construcción y puesta en marcha de los proyectos; pero 13 años después esos objetivos no se han logrado y se diseñan indicaciones similares (lineamientos 109 y 116).
La gran deuda externa, causada principalmente por los sistemáticos desbalances comerciales y por el colosal proceso inversionista ejecutado hasta finales de los 80, tiene un máximo responsable: Fidel Castro, con su superficialidad y sus excesos de poder, que prescindía de cualquier estudio técnico y económico al decidir sobre la adquisición y ejecución de las principales inversiones, lo cual sentó un precedente que aún se está padeciendo.
La disminución de los elevados inventarios con su consecuente inmovilización de recursos y pérdidas que era un objetivo en 1997 y continúa siendo una aspiración para el comercio en 2011 (lineamiento 291).
Se pretendía una mayor eficiencia en el gasto público y un manejo estricto del presupuesto, lo cual se mantiene aún como deseo (lineamiento 55).
Preveían revalorizar y fortalecer la moneda nacional y en la práctica por el contrario, el peso cubano se ha convertido en un medio de pago muy accesorio, sin poder liberador para las necesidades básicas de las personas.
La diversificación geográfica del comercio exterior no se ha logrado, si en 2001 entre Venezuela, China y España representaban el 39 % de los intercambios de bienes, esos mismos países constituían el 47 % en 2008 y el 41 % en 2009. La concentración es mayor en cuando se incluyen los servicios debido a los elevados ingresos provenientes de Venezuela por las prestaciones médicas y de otros profesionales.
Se trazó la pauta de eliminar la insolvencia de las empresas estatales, pero el fenómeno ha persistido y se prevén ahora medidas más drásticas (lineamiento 16).
El crecimiento del PIB a precios de 1997, que se previó entre un 4 y un 6 % para el quinquenio, solo alcanzó entre un 83,8 y 92,2 % de cumplimiento al concluir 2002.
En el turismo se pronosticó la llegada de más de 2 millones de visitantes anuales con ingresos brutos superiores a 2 600 millones de dólares (1 300 dólares por visitante). Si bien desde 2003 se sobrepasó en número los turistas internacionales, nunca se alcanzaron los ingresos brutos previstos y las entradas monetarias por turista no pasaron de 1200 dólares. En 2009 arribaron 2,4 millones, pero con un ingreso bruto de 2 106 millones de dólares y una radical disminución en el ingreso por turista a 867 dólares.
Todas las aspiraciones trazadas en 1997 sobre el transporte permanecen incumplidas al concluir 2010, e incluso para el VI Congreso se tienen objetivos mucho más modestos que en el conclave anterior.
La alimentación no mejoró, oficialmente, solo se han obtenido incrementos notables, (pero no comprobables) en vegetales; pero se incumplieron las metas trazadas en viandas, granos, cárnicos y otros renglones. Por consiguiente los precios a la población de los alimentos liberados han continuado creciendo, a la par que se ha incrementado su importación.
La cifra trazada de terminar más de 50 mil viviendas anuales, solo se cumplió en 2005 y 2006. En los años 2009 y 2010 se terminaron 35 085 y 32 748 respectivamente y 2011 aspira a concluir 43 mil.
El salario medio ha crecido más que la productividad, pese a constituir un reclamo de aquella época. Es el testimonio sintético, más gráfico, que pudiera darse de la ineficiencia que predominó en estos 13 años.
En resumen, no se cumplieron las aspiraciones que se trazaron para el quinquenio posterior al 1997.
La situación del país en 2002 era peor que cuando se esbozaron esas metas. No hay motivo entonces para el optimismo con las ensoñaciones recogidas en los Lineamientos del VI Congreso.

Muy poco se discutió, ya todo estaba decidido, en la sesión del 15 al 18 de diciembre de 2010 de la Asamblea Nacional del Poder Popular, aunque sí se hicieron algunas revelaciones.
Para el PIB (Producto Interno Bruto), se concibió en el plan quinquenal 2011-15 un crecimiento medio anual del 5,1 %, pero –increíblemente- ya se prevé un incumplimiento en el primer año, al planificarse solo un 3,1 % de incremento. Esto implica que para los restantes cuatro años, del 2012 al 2015, tendría que ser el aumento de 5,6 % para compensarlo, De todos modos en las actuales condiciones, es muy difícil pensar que el crecimiento llegue a alcanzar el nivel previsto para 2011, ni siquiera en el quinquenio; aunque de las estadísticas oficiales se puede esperar cualquier cosa, ahí está la cifra de un 2,1 % de desarrollo del PIB en el nefasto año 2010, que no se vio reflejada en la vida del país.
Se confía a cuatro factores el rescate del salario como movilizador del papel del trabajo: la eliminación de las plantillas infladas; la suspensión paulatina de gratuidades “indebidas”; descargar al Estado de actividades que no le tocan; y el incremento de la productividad del trabajo.
El primero de estos factores, el despido masivo, que la jerga eufemística gubernamental denomina: eliminación de las plantillas infladas, además de supuestamente contribuir a enaltecer el papel del salario, tendrá un elevado costo social con alcance político. Ya para 2011 se prevé el despido de cerca de medio millón de trabajadores, a los cuales se piensa dar diferentes destinos: trabajar en establecimientos arrendados, disponibles por 4 ó 5 años hasta su jubilación, trabajadores por cuenta propia, otras actividades no especificadas y desempleados. Eso traerá una tasa de desocupación inicial en 2011 de al menos un 4,5 %, muy superior al 1,7% que se informó en 2009.
Los casi 100 mil trabajadores que quedarían disponibles hasta que se jubilen, tendrían solo una ayuda anual de 200 millones de pesos, que significa entre 163 y 170 pesos mensuales cada uno, que representa menos del 38% del salario medio mensual de 2011, algo verdaderamente irrisorio.
Los trabajadores por cuenta propia tendrán un fuerte incremento de al menos un 65,9%, lo que implica unas 100 mil personas incorporándose a esta actividad.
Quedarían por encontrar destino entre 22 000 y 26 000 personas; la situación se tornará tensa, no solo por las pocas posibilidades de empleo, sino también por la disminución del dinero circulante que traerá una reducción drástica de la demanda solvente y por consiguiente de las posibilidades de prosperidad del trabajo particular.
Otros factores de tensión social, unidos a los despidos masivos son: la eliminación de gratuidades “indebidas”; la disminución de subsidios, con la eliminación gradual del racionamiento; supresión de comedores obreros y algunas otras reducciones de los ingresos. Los jubilados cargarán con un peso mayor, al no poder acceder a ninguna de las variantes de trabajo, en algunos casos por su avanzada edad.
Se supone que esos elementos, más el arriendo de locales para deshacerse de actividades de poca monta, incrementen la productividad del trabajo y eso contribuya –en un corto término- a la disminución de los precios minoristas. Pero si se lograse ese dudoso objetivo, sería a mediano plazo y el régimen tendrá que sortear, evidentemente con más represión, el caos social que se avecina en lo inmediato.
Tanto el argumento del Ministro de Economía y Planificación con respecto al predominio de la propiedad estatal: “…esta no va ser una economía de chinchales,…” como que se reitere que no se admitirá la concentración de la propiedad, se contradice con la información de que en 2015 se emplearán 1 800 000 personas (aproximadamente el 35 % de la Población Económicamente Activa) en formas de gestión no estatales. Si más de la tercera parte de la fuerza de trabajo se emplea en establecimientos pequeños y de poca monta no estatales, que se sumarían a los “chinchales estatales”, que no son pocos; al final del quinquenio estas medidas habrán propiciado que sí exista una economía de chinchales.
Un concepto -que se reiteró- es el de propiciar la inversión extranjera para atraer financiamiento, tecnología y mercados, pero no hay nada que indique que se vayan a eliminar restricciones, ni trámites engorrosos, que no han permitido su desarrollo y que han favorecido su reducción en los últimos años.
Aunque se pretende incrementar la exportación de los servicios médicos, como medio fundamental para continuar cubriendo el déficit en la balanza de pagos, es dudoso que ello se logre si el principal receptor, Venezuela, no está en condiciones de garantizarlo.
Sobre las tierras ociosas en usufructo, para que nadie se llame a engaño, Raúl Castro declaró: “…constituyen propiedad de todo el pueblo,…” (quiso decir del Estado) y “…si un día en el futuro se requieren para otros usos,…,el Estado compensaría a los usufructuarios lo invertido…”
Se plantea un déficit de más de 500 mil viviendas, cifra que parece muy baja, no solo por el envejecimiento de las actuales edificaciones y los destrozos de los últimos huracanes, sino también por el gran hacinamiento existente, pero aceptando esa cifra como buena (y el que se afirme que en 2015 deba quedar un déficit de alrededor de 200 mil), significaría que se programa construir en el quinquenio mucho más de 300 mil, al tener en cuenta la necesaria ampliación del fondo habitacional.
Si la cifra ya prevista para 2011 es de 43 mil viviendas, en el cuatrienio 2012 a 2015 se tendrán que construir más de 64 000 anuales, para cumplir esa aspiración; algo que nunca se ha logrado.
Estas son algunas de las cuestiones que se pueden decir acerca de las informaciones que se han dado sobre la proyección para el quinquenio, cabría preguntarse, si todo está hecho y planificado: ¿Para qué se pide la opinión del pueblo? Una reciente video sobre la intervención del general Leonardo Andollo Valdés en la Asamblea Nacional del Poder Popular indica, que ni siquiera los diputados pudieron opinar sobre la nueva estructura y funcionamiento de los órganos de gobierno, en las recién creadas provincias de Artemisa y Mayabeque, ya todo estaba decidido, solo recibieron información.
Los Lineamientos para el VI Congreso del PCC (Partido Comunista de Cuba) desde su introducción son justificativos, planteando los efectos adversos que han tenido y tienen en la economía cubana los factores externos.
Se hace énfasis, entre otras cuestiones, a la existencia de una crisis estructural sistémica en el entorno internacional; la influencia de la grave situación económica y financiera mundial; la repercusión de un adverso entorno energético y ambiental. Se asegura que la inestabilidad de los precios ha perjudicado, tanto las exportaciones, como las importaciones y se cifran en 10 mil millones de dólares las pérdidas del país desde 1997 a 2009 por el deterioro de los términos del intercambio. Por supuesto, se achacan al “bloqueo” buena parte de las culpas y finalmente se mencionan las adversas consecuencias de los huracanes y la sequía. Solo marginalmente se destaca la influencia de la baja eficiencia de la economía, escamoteando el obligado análisis de los sucesos económicos ocurridos en los años posteriores a 1997.
No se deja de mencionar, como ayuda providencial, la prestada por Venezuela en el marco del ALBA, (Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América) sin dar muchos detalles, que tampoco son necesarios, porque es evidente que ese apoyo fue fundamental para evitar la inminente caída al “precipicio”.
A lo largo del documento se evita cuidadosamente incluir números o cualquier expresión cuantitativa o mensurable que represente un compromiso medible para el futuro. Un documento de 32 páginas sobre lineamientos económicos, sin una sola cifra, constituye una verdadera hazaña de la insulsez. Lo oficial y de amplio conocimiento público y que quedará para el futuro como compromiso, es esa cantidad de expresiones no traducibles al lenguaje económico. La lista es extensa, de referencia algunos ejemplos:








Quienes han querido ver indicios de apertura económica en algunas medidas que se prevén deberían atender expresiones categóricas en contrario. Raúl Castro expresó; “La planificación y no el libre mercado será el rasgo distintivo,…” “No pensamos volver a copiar de nadie,…” (en alusión al socialismo de mercado chino) “… Se mantiene el papel de la planificación, se mantiene el papel del Estado, se mantiene la empresa estatal socialista y se mantiene el Estado propietario de los medios de producción fundamentales y se mantiene el principio de que no va a haber concentración de la propiedad;…” “Más claro ni el agua”. El Ministro de Economía y Planificación dijo: “Y no se va a permitir la concentración de la propiedad. Por eso la tierra se entrega en usufructo”. Refiriéndose a los impuestos a los trabajadores por cuenta propia, en la medida en que contraten más fuerza laboral expresó: “…y ya con esa carga impositiva el mejor negocio es tener 9 trabajadores y no 15…”
Conclusiones

Después de haber hecho este pequeño recorrido por la historia, se refrescan en la memoria las vueltas que ha dado la dirección del país en estos 52 años para mantenerse en el poder y no perder el control absoluto de la sociedad y la economía.

El propio Raúl Castro hizo mención a las palabras de su hermano hace 24 y 34 años respectivamente, pero para salvar la responsabilidad del “Comandante en Jefe” añadió que no le habían hecho caso, ya que todas esas deficiencias siguen presentes en la actualidad. No mencionó en ningún momento que Fidel Castro estaba a cargo de hacerlas cumplir.

Más de cinco décadas aferrados a un experimento en el que nadie cree, pero que terminó con la prosperidad económica anterior que tuvo el pueblo, con las libertades individuales, con los derechos de cada uno. Una difícil tarea para la que sí hubo efectividad, porque sojuzgar a un hombre es difícil y este grupo en el poder ha sido capaz de someter a más de once millones de personas.

Habría que mirar con tristeza a las dos últimas generaciones que no conocen cosas agradables de la vida, pero la suma de todos los que han vivido dentro de estos años, llenos de privaciones y sacrificios, cambiados por nada, da aún una mayor congoja. Sobre todo la pérdida de valores que ha tenido la sociedad en su conjunto, el desmembramiento de la célula fundamental: la familia; y el odio y la miseria humana arraigados al corazón de un grupo considerable de cubanos.

Es impagable el daño que ha sufrido la nación, las vidas perdidas en guerras inútiles fuera del territorio nacional, los que murieron en el mar tratando de salir de la ignominia, cientos de miles de personas que han pasado por cárceles, humillaciones y deshonra y todo esto cambiado por nada, porque el futuro luminoso que siempre se le ha anunciado a los cubanos, nunca ha llegado al presente.

Cuando se hizo un documento parecido para el V Congreso del Partido Comunista en 1997, un grupo de disidentes escribió “La Patria es de Todos”, por ello cumplieron prisión entre 3 y medio y 5 años. Exponían la necesidad de replantear y rediseñar la política socioeconómica para mejorar los resultados. Trece años en los que hubo oídos sordos y ahora traen a la palestra pública la necesidad de hacer lo que en aquel momento se les dijo que hicieran, utilizando como siempre palabras rebuscadas como: “la actualización del sistema”.

La proyección económica hasta el 2015, fue aprobada por la dirección del país el 7 y 8 de mayo de 2010. Un diputado en la última reunión de la Asamblea Nacional del Poder Popular planteó que no conocía algo sobre ello y el Ministro de Economía y Planificación, se vio obligado a explicar algunas características. Por su parte el plan para 2011 se aprobó, en esa misma instancia, el 20 de noviembre próximo pasado.
Ante esas conclusiones resalta lo inútil de la presentación a los diputados, los cuales no iban a decidir nada, así como tampoco las reuniones con trabajadores y población en general para discutir los Lineamientos, que serán plenamente formales, ya que las determinaciones fundamentales ya han sido adoptadas.
No hay algo de lo que se plantea que resuelva lo que se reconoce públicamente: “la corrupción”, que se ha hecho endémica en la sociedad. Una parte considerable de los trabajadores roban, de una forma u otra; y los dirigentes lo permiten para coger la mayor porción, esto implica que el trabajo como vía principal de ingresos, es algo irrecuperable dentro de los cánones del llamado socialismo.
Hasta la propia dirección del gobierno se burla de los que echan la culpa de la ineficiencia estatal al “bloqueo”, del que no se acordó, incluso lo minimizó, mientras se recibía la ayuda del bloque socialista.
Cómo creer en las actuales promesas, si el actual Presidente aseguró que no se contraerán nuevas deudas con el exterior si no hay seguridad de pagarlas. ¿De qué se alimentará este pueblo? El subterfugio de alza de los precios, para hacer ver que físicamente existen los productos, es totalmente impopular. El año 2011 comenzó con recortes en la cartilla de racionamiento, de los productos de higiene y aseo personal, lo que ha ocasionado una gran irritación social.
Hay errores que se han venido cometiendo durante años, y precedentes que se han sentado por la máxima dirección del país, que no tendrán solución, aunque se reconozcan y se plantee subsanarlos: la institucionalidad, que no se resolverá porque es el propio Estado quien incumple las leyes, incluso su actuar es inconstitucional, en algunos casos se dan instrucciones orales y algunas escritas que no tienen carácter legal. Aunque Raúl Castro haya dicho: “Hay que luchar para desterrar definitivamente la mentira y el engaño de la conducta de los cuadros de cualquier nivel”, va a ser imposible erradicar el hábito de decir lo que los superiores quieren escuchar, ya que el propio gobierno miente constantemente, incluso hasta en las estadísticas. Y en algunos casos oculta la información, un ejemplo de ello es que no hay una explicación pública de la deuda externa y de los recursos destinados a la defensa y al internacionalismo.

Pero independientemente de todas las conclusiones a las que se pueda llegar, la principal es que: los problemas que tiene la nación cubana, no tienen solución, enmarcados en el “socialismo” que no se ha podido “construir”, y mucho menos con el rediseño de enmiendas obsoletas.

Recomendaciones
El país no ha estado bordeando el precipicio, ya cayó de él, se percibe que el discurso oficial tiene un gran declive, por lo que sería conveniente que los que detentan el poder, tomaran en consideración lo siguiente:
-No reprimir a la población, si esta decide manifestarse públicamente, contra las medidas impopulares que se avecinan. Aunque hasta ahora, el pueblo no ha salido a las calles masivamente, debido al cansancio de tantos años, esto tiene una alta posibilidad y se conoce que se está preparado con brigadas antimotines y equipos adquiridos para tales propósitos. Como se dice que no se debe copiar de ningún país, es importante evitar los sucesos de la Plaza Tiananmen.
- La única y definitiva solución que se le puede dar a la pésima situación existente, es realizar una real apertura económica.
- La actual Constitución de la República está siendo violada, además de las limitaciones en que la enmarca el socialismo, no permite el desarrollo social, económico y político que requiere el país, por tanto se hace necesario una nueva Carta Magna.
- Se debería cumplir con la palabra de liberar a los presos políticos, sin simulaciones.
- Para dar solución a los problemas del país se podrían poner en práctica las propuestas que ofrecen los firmantes de este documento y el exilio, que por muchos años ha trabajado en proyectos alternativos.
La Habana, 3 de enero de 2011
José Díaz Silva
Sarah Marta Fonseca Quevedo
Jorge Luis García Pérez “Antúnez”
Luis García Vega (Lucas Garve)
Santiago Emilio Márquez Frías
Iris Tamara Pérez Aguilera
Arnaldo Ramos Lauzurique
Alcides Rivera Rodríguez
Vladimiro Roca Antúnez
Martha Beatriz Roque Cabello
Tania de la Torre Montesinos
Idania Yanes Contreras

domingo, 2 de enero de 2011

Y Vivieron Felices, y Comieron Perdices



Podría pasar por una broma de pésimo gusto. Podría pasar por invención de un espíritu jocoso. Por desgracia, terrible desgracia, no lo es: el sitio donde el joven de 34 años llamado Alexander Otero, se encuentra en estas fotos es nada más y nada menos que el terreno que el Órgano Popular de la Vivienda en Granma le otorgó para construir su domicilio. Observémosle con detenimiento. Vale la pena analizar esta imagen deprimente y cruel.

Se trata del pater familias cuya acción desesperada -plantando una covacha de lástima en medio de la ciudad de Bayamo, para llamar la atención sobre su caso-, fue motivo noticioso en este mismo blog, en la entrada anterior. Prometí dar continuidad a la noticia; algunos lectores así lo solicitaron –según la usanza del periodismo serio, y de receptores exigentes-. Esta es esa necesaria continuación.




(Área exacta que deberá ocupar su casa)


“Al día siguiente de que yo pernoctara en aquella choza improvisada junto con mi esposa y mi niño, los directivos del Gobierno y de la Vivienda fueron a verme, con un papel firmado y acuñado. Me daban una autorización para construir en el terreno que se me había asignado, con la condición de que desbaratara enseguida aquella casucha que, decían, creaba un caos político entre la población”.

Para un hombre que llevaba 11 años a la espera de un simple rectángulo, un fragmento de suelo para erigir su pobre vivienda, semejante proposición era la luz al final del túnel.

“Primero sacaron a mi esposa y al niño, los llevaron para la casa del padre de ella, dijeron que momentáneamente, y a mí me citaron para en la tarde entregarme oficialmente el área donde yo podría levantarme una casa para mí y para mi familia”.

Cuando, en horas de la tarde, una funcionaria cumpliendo órdenes lo condujo hasta las extremas afueras de la ciudad, en una zona semi despoblada a campo abierto, y le indicó que “ese era el lugar que se le había asignado”, Alexander Otero creyó, efectivamente, que se trataba de una broma macabra.

“Sentí una indignación que no te puedo describir – me dice con la voz reforzada por la ira-. Esto es humillante. Mira lo que me dan para construir una casa para mi hijo: un lugar donde no hay agua corriente, donde no hay electrificación. Mira lo que me dan para que me conforme y ya no pueda decir que no me permiten hacerme una casa en mi ciudad”.




(Al fondo del terreno, la vivienda de sus únicos vecinos: una mujer y tres niños)

Sin embargo, el tácito ensañamiento contra el humilde inconforme pudo llegar a más. Aunque no lo parezca: sí pueden hacer más.

“El mismo viernes por la tarde, estando yo aquí en el terreno, mirando el atropello que cometían conmigo y pensando qué diablos iba a hacer con esto, vino una patrulla de policía y me llevó preso sin explicación ninguna”.

Lo escucho y creo que puedo confirmar su versión: ese mismo viernes yo había pactado con él un segundo encuentro para ver con mis ojos –y el lente de mi cámara- el sitio que nuestros funcionarios habrían reservado para él. Lo esperé largamente en mi casa, y jamás apareció.

“Me encarcelaron por setenta y dos horas. Como hasta ese término es legal tenerte detenido, me pusieron tras las rejas y diez minutos antes de cumplirse los tres días exactos me sacaron y me impusieron una multa de treinta pesos por desorden público. Así consideraron mi acción de levantar las vigas en aquel otro lugar, y pasar la noche allí junto con mi familia”.

Alexander y yo conversamos de pie, entre la maleza, a las tres de la tarde. A nuestro alrededor, solo murmullos de hierba, de caballos distantes, de soledad. La única casa de todo aquel paraje, a escasos metros del sitio donde este joven deberá erigir la suya, me enseña lo que será también su hogar: una denuncia como un templo contra el paraíso socialista que desde que tengo uso de razón me dicen que es mi país. Pienso en el frío, en los insectos, pienso en su bebé, y siento una vergüenza inconfesable por la casa que –con sacrificios ingentes- mis padres lograron construir para mí treinta años atrás.

Miro este espacio pestilente y no consigo alejar de mi recuerdo la imagen citadina de los barrios residenciales, las zonas reservadas para los militares y los dirigentes partidistas de mi localidad, con sus jardines esmerados y sus parqueos espaciosos, sus paneles solares para el agua caliente, su savoir affaire. Para los incrédulos: si no hay imágenes de esas casas en este mismo blog, es porque resulta imposible. Apenas saque mi cámara, antes de oprimir el obturador, ésta será confiscada. Nadie puede tomarles fotos exteriores a las residencias oficiales.

Sé que ahora mismo, mientras escucho hablar a este pobre hombre, soy una pésima compañía. Quisiera decirle que tenga fe, que luche por sus derechos, que algún día podrá tener un mejor horizonte para los suyos. Quisiera desearle un mejor Año Nuevo. Pero las palabras no me salen. Por eso los dos volvemos sobre nuestros pasos como zombies que buscan, ciegos, el camino de regreso a la ciudad.


http://elpequenohermano.wordpress.com/

Palabras de Recienvenido




Mientras escribo, en este instante, bien cerca de mí duerme mi sobrina Elizabeth. Debo estar al tanto de su sueño angelical: tiene sólo nueve días de nacida. El halo de mágica indefensión que rodea su cuna, su expresión de mujer en miniatura, me inspira una ternura protectora que es, creo, universal.

Sin embargo, no puedo dejar de asumir algo: en este momento, mientras tecleo el primer post de mi blog desde los Estados Unidos, mi sobrina y yo somos poco menos que colegas en esto de recién nacer. Sensación extraña pero cierta: a mis veintiséis años me diferencio bien poco de una bebé de nueve días. Ambos tenemos muy pocas nociones de cómo se enfrenta el mundo a partir de ahora.

Decir que mi llegada a Miami fue azarosa es cierto, pero inexacto. Digámosle más bien atípica, enrevesada. Yo, enfrentado al régimen de mi país, y adorador de las experiencias límites, desearía poder relatar mi historia hollywoodense de cómo logré escapar de noche, en balsa, o con coyotes guiándome a través de la frontera. Por fortuna, no puedo hacerlo.

Arribé a este país el pasado 28 de diciembre a bordo de un avión de American Airlines, con el único sobresalto de los meses crispados que abarcaron mi vida en los últimos tiempos. Esto es: meses de fallidos diagnósticos de cáncer, de campañas burlescas presentándome como comerciante sexual, y del peligro constante que representaba no renunciar a mis libertades individuales; historias que guardaré para el futuro, cuando necesite contarle a mi sobrina -y a mis propios hijos- cómo se vivía en aquel país tan suyo, con tanto odio y maldad enquistados bajo la piel de la nación.

Sin embargo, la verdad sea dicha: mi salida de Cuba, con motivos legales y distanciada de toda coyuntura política, no sufrió por parte del Gobierno de la Isla ni una sola traba en el engranaje, según era tan posible y pensable en función de experiencias anteriores. Más bien, todo lo contrario: el Permiso de Salida –me cuesta no ponerle un adjetivo, no consigo escribirlo sin colgarle detrás el calificativo que tanto merece: aberrante- llegó en un tiempo récord de 11 días. Sospecho que el establishment de mi país no me quería demasiado.

Así, a tan solo un día de que mi VISA expirara irremediablemente, pisé suelo estadounidense con la única certeza de que para mí, en lo adelante, nada volvería a ser igual. Mis compañeros de vuelo, dos cubanoamericanos que acababan de visitar la Isla luego de décadas de ausencia, y que me obsequiaron mis primeros diez dólares como signo de buena esperanza, no pudieron resistir la tentación y le tomaron una foto a mi cara durante el aterrizaje: asistían a la inauguración de mi historia como nuevo exiliado.

¿He tenido tiempo de pensar y analizar, de sacar conclusiones tajantes o formarme juicios categóricos? Definitivamente no. Yo, husmeador empedernido que siempre escucha, siempre quiere comprender y cuestionar, he estado demasiado tiempo entrenando mi percepción al nuevo entorno, y peleando contra una jaqueca flemática que siempre amenaza con llegar y no llega. En pocas palabras: a sólo cinco días de mudarme de país, y casi de planeta, me dedico aún a entrenar mi cerebro para lo que seguirá siendo mi labor intelectual.

Sin embargo, tengo sospechas. Muchas sospechas. Y la primera es esta: dentro de muy poco comenzaré a tolerar mucho menos lo que sucede hoy en mi país. Lo que he dejado atrás. Dentro de muy poco, cuando pase este estupor inicial, sentiré aún más rencor contra quienes han privado a mis amigos, a mi familia, y a todos los cubanos humildes en general, de un universo de posibilidades como el que acabo de conocer.

No se trata de un deslumbramiento material, que inevitablemente también llega; se trata, más bien, del dolor indescriptible que se experimenta al comprobar todo lo que a millones de cubanos les ha sido negado. Es el sentimiento de culpabilidad que se prende a tu garganta cuando, de pronto, te descubres entre los pasillos furibundos de un supermercado –me ocurrió hace dos noches, en “Publix”- donde apenas existe necesidad básica que no pueda ser satisfecha, mientras el recuerdo de los tuyos, agenciándoselas año tras año para poderse artificiar un mal plato de comida, te impacta dentro sin piedad.

Sospecho, además, que cada día que pase en un sitio donde el respeto a la discrepancia es ley, me vacunará más aún contra la intolerancia y la exclusión; un sitio donde -según me ocurrió hace dos noches en el restaurant “Casa Cañí”-, puedo polemizar abiertamente sobre política, sin que quienes me rodean deban hablar en voz baja por miedo a activar mecanismos represivos –grabaciones, informantes- en su contra.

Y entre tanto, sospecho que bien pronto conoceré también las manchas presentes en esta realidad novedosa: ni siquiera en una democracia respetable los cubanos hemos dejado de estigmatizar a quienes no piensan como nosotros, y de sacar a flote algunos rasgos que hemos traído de contrabando bajo la piel: la agresión verbal, la mentira como método de destrucción.

Entre otras cosas, porque demasiados arrepentidos y conversos, demasiados victimarios que hoy pasan por víctimas, pululan por esta deslumbrante ciudad que ha sido digna cobija de honestos y perseguidos. Y según las sabias palabras de un lector devenido amigo, “Cruzar el estrecho de la Florida no purifica”.

También por esos, y para esos, tendrá continuidad este blog. Para diseccionar con justicia y objetividad esta realidad que es tan cubana como la del malecón habanero y los sueños sin cumplir. Sobre todo, porque a diferencia del entorno en que surgió El Pequeño Hermano, este desde el que hoy escribo celebra la discrepancia como motor evolutivo. Muy poco puede un puñado de intolerantes ortodoxos, cuando “democracia” es quizás el vocablo más recurrente entre quienes habitan este gran país.

Una de las preguntas más frecuentes que he debido escuchar, desde el instante en que opté por cambiar de contexto y partir rumbo a los Estados Unidos, es: “¿Qué pasará con tu blog ahora que no vivirás directamente dentro de la Isla?”. Mi respuesta tiene dos aristas.

Primero: el compromiso con una verdad personal que se restringe sólo a un marco determinado, es poco atendible. Creo que mientras yo me sienta tan parte de esa Isla bendita como lo sintió el Apóstol, Celia Cruz, o los militantes del Partido Comunista; mientras yo no renuncie a la condición honorable de cubano que ama a su tierra, y precisamente por ello sufre su condena a la infelicidad, no hay justificación para abandonar este proyecto íntimo que tanto ha aportado ya a mi superación personal y profesional.

Y segundo: a quienes temen que mi distancia de la realidad cubana afecte la objetividad de los textos, les sugeriría rastrear los más agudos y valederos libros, artículos y ensayos publicados desde hace varios años sobre el tema de mi país. Salvo mínimas excepciones, todos pertenecen a autores que desde hace mucho no viven en Cuba. Si no, preguntar a Eliseo Alberto, Carlos Alberto Montaner, Manuel Díaz Martínez, Raúl Rivero, Jesús Díaz, Amir Valle, entre un largo etcétera.

No es la cercanía absoluta a los fenómenos sociales lo que garantiza una obra de verdadero valor, sino la constancia, el estudio analítico, y la superación permanente. Como en todos los campos de la existencia humana.

Mi compromiso con la palabra es aún más fuerte que con la democratización de la Isla: escribir es, creo, lo único que jamás podré dejar de hacer. Da lo mismo si desde una humilde localidad provinciana, con aroma a café y a sol trasnochado, que desde una urbe cosmopolita, a una hora de distancia en avión, desde la cual empeñarme en no cerrar la boca jamás.

Ernesto Morales Licea
e-Mail: ernestomorales25@gmail.com
Movil: (53) 52 93 3119

Blog:El Pequeño Hermano

CAPITALISMO O MUERTE




Cuba: cambiar o morir, el dilema de 2011

El nuevo año llega a Cuba cargado de incertidumbre, con la supervivencia del sistema en juego y expectativas de que por fin se producirán cambios económicos en la isla. En el ojo del huracán están 11 millones de cubanos, de los cuales el 70% nacieron después de que Fidel Castro llegara al poder el 1 de enero de 1959. Lo que se avecina es duro: después de medio siglo de políticas igualitaristas, el Estado empieza a recortar drásticamente gastos sociales y se dispone a limpiar las "plantillas infladas", un proceso traumático que en tres años eliminará 1.300.000 empleos estatales, uno de cada cuatro puestos de trabajo. El primer medio millón, en 2011.

Ayer mismo, el Gobierno retiró del sistema de racionamiento el jabón, la pasta dental y el detergente, productos que se vendían a muy bajos precios aunque su cuota no alcanzaba para llegar a fin de mes. Antes habían salido de la protección de la cartilla las patatas, los guisantes, los cigarrillos y la sal. En algunos casos, como el del jabón, el precio "por la libre" se multiplica por más de 25.

La presión de la crisis es asfixiante, pero con los recortes y las políticas de ajuste llegan también nuevas oportunidades. La apertura a la iniciativa privada y al trabajo por cuenta propia es "irreversible", afirma el Gobierno, aunque mucha gente no acaba de creérselo. "Ahora mismo no estamos hablando de el año que viene, sino de el país que viene", decía recientemente el diario oficial Granma, en un artículo que trataba de exponer la dimensión de los retos venideros.

Resuenan aún en la isla las palabras de Raúl Castro en su última intervención ante la Asamblea Nacional: "O rectificamos, o ya se acaba el tiempo de seguir bordeando el precipicio, nos hundimos y hundiremos el esfuerzo de generaciones enteras". Con este manotazo encima de la mesa, Castro quiso advertir a los suyos, sobre todo a los que desde dentro del régimen hacen resistencia o sabotean las incipientes reformas, que no hay más alternativa que cambiar.

Se pretende que en los próximos años 1.800.000 personas -aproximadamente el 40% de los cubanos que trabajan para el Estado- se busquen la vida por sus propios medios. Pero nadie sabe bien cómo puede propiciarse un salto de este calibre sin financiación, cuando todavía no están claras las reglas del juego y además se advierte que no se permitirá la acumulación de capital.

Lo difícil que está resultando eliminar la cartilla de racionamiento es una muestra de la encrucijada actual en que se halla el Gobierno. Cuba importa alrededor del 80% de los alimentos que consume y dedica cada año alrededor de 600 millones de euros a subvencionar los productos de la canasta básica, algo que desde hace tiempo se considera "insostenible". Pero la precariedad en que viven la mayoría de las familias -el salario medio en Cuba no llega a los 15 euros mensuales- impide "quitarla de un golpe", reconoció hace dos semanas el ministro de Economía, Marino Murillo. "El camino", dijo, es "irla quitando paulatinamente". Y así con todo.

Cambiar o morir, ese es el dilema.

MAURICIO VICENT - La Habana - 02/01/2011; EL PAÍS, ESPAÑA
(tomado de Cuba Libre Digital)

jueves, 30 de diciembre de 2010

Caso espías: el régimen contra la pared


Ricardo Alarcón("cabecita"), presidente del parlamento cubano


Me imagino que El Nuevo Herald tenga una fuente confiable que avale la información publicada ayer sobre la nueva posición adoptada por el espía Gerardo Hernández en relación a los hechos acaecidos durante el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate en febrero de 1996. Por eso pienso también que los chicos del Herald guardan en su manga otras cartas que irán sacando, con seguridad, a medida que la noticia vaya desarrollándose. Por el momento, el régimen de La Habana está contra la pared y a la defensiva. No debe de ser fácil gastar millones en propaganda para al final no obtener ningún triunfo político. Desde ese punto de vista el castrismo depende más de Hernández que este de ellos.

El designado por el régimen cubano para rebatir oficialmente la información dada ayer por el diario floridano acerca del reconocimiento por parte del espía Gerardo Hernández de que las avionetas de Hermanos al Rescate fueron derribadas en aguas internacionales, fue nada más y nada menos que el supuesto “especialista en asuntos norteamericanos’ Ricardo Alarcón de Quesada, un venido a menos presidente del parlamento cubano.

Varios puntos han llamado mi atención en la intervención de Alarcón.

Primero, el veterano político dice que la información dada por el Herald responde a una maniobra de la prensa norteamericana para “confundir al movimiento solidario’ que apoya al régimen en su cruzada por la liberación de los espías. La afirmación de Alarcón no es relevante. El movimiento solidario al que se refiere no ha sido más que un fallido intento por reciclar el éxito mediático que alcanzó el castrismo con el caso Elián. Es cosa sabida que los cinco espías no gozan de la misma popularidad entre la izquierda internacional que la que sí tuvo en su momento el ahora “camilito” Elián. Entonces, no veo la necesidad de estas tácticas disuasorias que Alarcón, como viejo zorro político del castrismo, presenta como si de una enorme conspiración se tratase.

En segundo lugar el presidente del parlamento retoma la posición común del régimen de no reconocer la responsabilidad de Hernández en el derribo de las avionetas. Pero no insiste en la teoría de que los integrantes de Hermanos al Rescate se hallaban en aguas cubanas al momento de ser asesinados por aviones de guerra. Si algo quedó demostrado en el juicio a los espías de la red Avispa es que el régimen de la isla cometió un crimen flagrante e injustificado. Alarcón se pierde aquí una excelente oportunidad de ratificar la posición de la dictadura durante todos estos años.

Y por último, esto: “fue sentenciado con brutal desmesura por un supuesto crimen que no existió y con el cual, en cualquier caso, Gerardo no tenía absolutamente nada que ver”.

¿Y si hubiera tenido que ver? le preguntamos al señor Alarcón. ¿Entonces sí sería justificada la condena? ¿No existe detrás de tanta retórica y demagogia un sutil reconocimiento del crimen cometido?

Es necesario que todo el contenido de estas nuevas indagatorias se haga público tras un nuevo fallo. Y que se acorrale al régimen de La Habana con toda la evidencia posible (que es mucha y se encuentra comprobada) acerca de lo que realmente sucedió con esas avionetas desarmadas que fueron masacradas en cielos internacionales. Así como la dictadura dedica todos sus esfuerzos (entiéndanse fondos materiales) a desarrollar cruzadas en contra del odiado “imperio” y del exilio cubano, es hora de contrarrestar con firmeza tanta propaganda reaccionaria. Desacralizar al castrismo es una necesidad extrema si se quiere aspirar algún día a dejar atrás la sombra oscura que el totalitarismo ha sembrado durante más de medio siglo.

Camilo López – Darias.


(Gaceta de Cuba)

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