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domingo, 2 de mayo de 2010

DOCUMENTO PARA EXIGIR LA ILEGALIZACIÓN DEL COMUNISMO, JUSTICIA PARA SUS CRIMINALES Y REPARACIÓN PARA SUS VÍCTIMAS




DOCUMENTO PARA EXIGIR LA ILEGALIZACIÓN DEL COMUNISMO, JUSTICIA PARA SUS CRIMINALES Y REPARACIÓN PARA SUS VÍCTIMAS

POR LA ILEGALIZACIÓN DEL COMUNISMO, JUSTICIA PARA SUS CRIMINALES Y REPARACIÓN PARA SUS VÍCTIMAS

CONSIDERANDO: Que el comunismo es un sistema político fundamentado en la ideología marxista-leninista que tiene como base la eliminación de todos los partidos de oposición y el establecimiento del unipartidismo totalitario.

CONSIDERANDO: Que la eliminación del pluripartidismo conlleva a la eliminación de la democracia, que es uno de los más grandes logros del pensamiento político y social de todos los tiempos.

CONSIDERANDO: Que la eliminación de la Democracia conduce a la violación preconcebida y sistémica de todos los Derechos Humanos refrendados en la Carta Universal de los Derechos del Hombre, otro de los grandes logros de la sociedad contemporánea.

CONSIDERANDO: Que la violación preconcebida y sistémica de los Derechos Humanos trae como consecuencia inevitable la más despiadada represión de la oposición y, con ella, los más inconcebibles crímenes.

CONSIDERANDO: Que el Comunismo, su ideología y su práctica constituyen la posibilidad real para el establecimiento del gobierno y la burocracia, como mecanismo de poder y dominio totalitario, de una minoría que se enriquece sobre la mayoría que se empobrece.

CONSIDERANDO: Que el fracaso y los crímenes de este sistema han sido acreditados de forma evidentemente histórica y que dichos fracaso y crímenes constituyen las condiciones suficientes y necesarias para demostrar su esencia arbitraria, ilegal y criminal.

CONSIDERANDO: Que la esencia ilegal del sistema comunista, hoy rebautizado como Socialismo del Siglo XXI en algunos países, trae, como consecuencia inevitable su aplicación y desarrollo en condiciones de ilegalidad.

CONSIDERANDO: Que estas condiciones de ilegalidad están dadas, fundamentalmente, por la eliminación formal y oficial de la asociación libre, de la oposición libre, de la prensa libre, de la empresa libre, pilares fundamentales del desarrollo contemporáneo, y la eliminación de la división e independencia de poderes y el establecimiento de dictaduras que terminan convirtiéndose en feroces tiranías ad infinitum como statu quo inamovible que concibe el trato a la persona humana y a toda la sociedad sólo de forma humillante, inhumana y degradante en flagrante contradicción con la Carta Universal de los Derechos del Hombre aprobada por las Naciones Unidas.

CONSIDERANDO: Que gran parte de los crímenes del sistema comunista, especialmente los de lesa humanidad, están constatados, contrastados y probados y suman la trágica cifra de más de 100 millones de víctimas, sin contar las que no se han podido descubrir, ni las que puedan estar siéndolo en estos instantes en los países donde este macabro sistema impera.

CONSIDERANDO: Que el comunismo no respeta norma moderna legal y moral alguna y puede llegar al poder mediante la llamada revolución armada, el golpe de estado y hasta valiéndose de elecciones democráticas.

CONSIDERANDO: Que la esencia y los propósitos del comunismo, tanto ayer, hoy, como mañana, siguen siendo los mismos al continuar basándose en la misma ideología, estableciendo el mismo totalitarismo final y produciendo las mismas miseria y víctimas donde quiera que se aplica.

PROPONEMOS:

PRIMERO: Que el “Comunismo” sea declarado un sistema ilegal, con este nombre, o con el que se enmascare, como es ahora “Socialismo del Siglo XXI”.

SEGUNDO: Que es un delito propagandizar, defender, justificar o enaltecer la ideología comunista y el sistema comunista y, por tanto, asociarse a grupos, asociaciones, partidos comunistas o formaciones comunistas de cualquier tipo.

TERCERO: Que todas las víctimas del comunismo en cualquier país del mundo deben ser reivindicadas e indemnizadas, donde esto último proceda, una vez que haya terminado en el país en cuestión el totalitarismo comunista.

CUARTO: Que todo gobierno democrático que exista en un país donde ha existido o no el comunismo está en la obligación moral, social y política de reconocer el comunismo como una de las grandes barbaries de la Historia Universal y como una de las grandes aberraciones del Pensamiento Político y como tal está en el deber moral de condenarlo y considerarlo amoral, así como a quienes lo profesaron o lo profesan.

QUINTO: Que debe crearse la Sala para los Crímenes del Comunismo en la institución internacional competente en la cual se juzguen sistemáticamente a los criminales comunistas y a los crímenes del comunismo.

SEXTO: Que todo país del mundo tiene en la obligación de permitir la extraditación de todo criminal comunista, a la vez que todo país del mundo tiene la obligación de deportar, a su país de origen, o a donde decida la Sala para los Crímenes del Comunismo, a todo criminal comunista.

SÉPTIMO: Que toda institución gubernamental o no gubernamental y todo ciudadano víctima o no del comunismo, o grupo de ciudadanos, de cualquier país del mundo, tiene derecho a presentar ante dicha Sala acusaciones contra toda tiranía totalitaria comunista (Gobierno Comunista) y contra cualquier criminal o grupo de criminales comunistas sin importar el país de origen de dichos criminales.

OPTAVO: Que dicha Sala para los Crímenes del Comunismo debe establecer las penas que se les impondrán a los responsables de crímenes y sus cómplices durante el comunismo y que pueden ir desde inhabilitación para ocupar cargos públicos durante determinado período de años, según su responsabilidad oficial o no oficial y la gravedad de su complicidad, hasta penas de prisión.

NOVENO: Que los responsables de crímenes cometidos por el sistema comunista en cualquier país del mundo y en cualquier época deben ser sometidos a juicios en la Sala para los Crímenes del Comunismo con todas las garantías que ofrece la democracia y niega el comunismo a sus víctimas.

DÉCIMO: Que los crímenes de lesa humanidad cometidos por cualquier sistema comunista o por los responsables de dichos crímenes en el pasado y el presente no prescriben y, por tanto, en todos los casos sus responsables deben comparecer ante la Justicia.

DÉCIMO PRIMERO: Que todos aquellos que mediante sus privilegios y prebendas durante el sistema comunista se hayan enriquecido y mantengan su riqueza en su país de origen o en un tercero serán desposeídos de ellas.

DÉCIMO SEGUNDO: Que debe crearse el Tribunal Constitucional Internacional Anticomunista que tendrá la obligación de monitoriar el desarrollo del Estado de Derecho en cada país del mundo, detectar toda orden o instrumento jurídico de cualquier tipo dada por el Presidente o cualquier funcionario o Institución Gubernamental del país en cuestión que pueda encaminar a cualquier país a la dictadura o la tiranía totalitaria comunista, advertir al infractor, denunciarlo simultáneamente ante la Organización de Naciones Unidas y todas las Organizaciones de Defensa de los Derechos Humanos, así como de Juristas de todo el mundo, las cuales, en consecuencia, deben declarar ilegal y anticonstitucional dicha órden o instrumento jurídico, inhabilitar dicha orden o instrumento jurídico y, en caso de que el infractor no responda a la mencionada advertencia erradicando la violación señalada, condenarlo en las Naciones Unidas y todas las organizaciones mencionadas y, si fuera necesario, ante la Sala para los Crímenes del Comunismo.

DÉCIMO TERCERO: Que debe declararse que existe un Holocausto Comunista y establecerse una fecha para rememorar a las víctimas y evitar que continúe.

DÉCIMO CUARTO: Que se convocará a una Convención Internacional Anticomunista cuyo lugar y cuya fecha se darán a conocer oportunamente.

DISPOSICIÓN FINAL:
Las más Altas Intituciones del Derecho Internacional, empezando por las de la Organización de las Naciones Unidas y el Tribunal Internacional de la Haya, deberán realizar las modificaciones y los ajustes necesarios para que puedan cumplirse, rápida y eficazmente, las medidas señaladas en este Documento y que tengan carácter Supranacional y evitar que se produzcan contradicciones en el Orden del Derecho entre el Derecho Nacional y el Derecho Internacional.


FIRME AQUI!!!!!!!!!!!!!!!!:
http://www.petitiononline.com/anti2010/petition-sign.html

DIA DEL TRABAJADOR Discurso de Adof Hitler (1ero de Mayo de 1933)


A enseñar a todos los Marxistas, Comunistas e Izquierdistas... lo que es el verdadero Socialismo!!!













Un grandioso y ejemplar discurso que no oiremos nunca por parte de los comunistas/marxistas, de los izquierdistas... Una leccion de SOCIALISMO para esas corrientes!!!

¡Ciudadanos y ciudadanas! :
“Ha llegado mayo”. Así reza una canción alemana. Por espacio de muchos siglos el primer día del mes de mayo no ha sido solamente el símbolo de la entrada de la primavera, sino también el día de la alegría y de las fiestas y diversiones. Vino una época que se posesionó de este día y que convirtió el día de la vida germinativa y del placer lleno de esperanzas en un día de las contiendas y de la lucha interior. Una teoría que se había apoderado de nuestro pueblo intentó convertir el día de la naturaleza despertante, de la entrada visible de la primavera, en un día del odio, de lucha fraternal, de la discor¬dia y los sufrimientos. Pasaron décadas sobre tierras alemanas y cada vez más parecía que este día debía documentar la se¬paración y el desgarramiento de nuestro pueblo. Pero al fin llegó el día en que todos se dieron cuenta de lo que pasaba a su alrededor, después de haber sufrido nuestro pueblo lo in¬decible, un dia de recogimiento y de volver a comprenderse los alemanes.
Y ahora, podemos cantar la antigua canción popular: ¡El mayo ha llegado, el despertar de nuestro pueblo es un hecho! El símbolo de la lucha de clases, de las continuas querellas y discordias, vuelve a ser el símbolo de la gran unión y el levan¬tamiento de la nación. Por esta razón hemos elegido el día de la naturaleza despertante, para todos los tiempos venideros, como día de la recuperación de nuestra propia fuerza y vigor y al mismo tiempo como día de aquella labor creadora que no conoce límites estrechos y que no está ligada a organizaciones obreras ni a fábricas ni oficinas, de una labor que queremos reconocer y fomentar en todas partes donde sea realizada en buen sentido para el ser y la vida de nuestro pueblo.
Espantosa es la miseria que el pueblo alemán tiene tras sí. Y no porque haya faltado la diligencia. ¡No! Millones de nues¬tro pueblo siguen trabajando como antes, millones de campesinos marchan tras el arado como antes, millones de obreros trabajan en el tornillo de banco, ante el retumbante yunque. ¡Millones de nuestro pueblo trabajan, y otros millones anhelan trabajar, mas no pueden! Decenas de millares ponen fin vo¬luntariamente a una existencia que para ellos no parece conte¬ner más que dolores y miseria. Lo truecan por el otro mundo donde esperan encontrar más y mejores cosas que en la tierra. Tremenda es la desgracia que ha venido a buscarnos, dejando en todas partes el abatimiento y hasta la desesperación. Y no¬sotros nos preguntamos, ¿por qué?
Es una crisis política. El pueblo alemán está en vías de decaimiento, todas sus fuerzas vitales las necesita para la lucha interior. La confianza en la fuerza de la propia voluntad, la pro¬pia fuerza, ha desaparecido. Millones dirigen la mirada hacia el resto del mundo con la esperanza de recibir de allá la dicha y la salvación. El pueblo decae y en este decaimiento desapare¬ce su fuerza vital, la fuerza para la afirmación de la vida. Los resultados de esta lucha de clases lo vemos alrededor de noso¬tros y debajo de nosotros y queremos aprender de ellos, pues una cosa hemos reconocido como primera presuposición para el restablecimiento de nuestro pueblo: ¡El pueblo alemán ha de volver a conocerse mutuamente!
Los millones de hombres divididos en profesiones, separados en clases artificiales, que, atacados de presunciones profesiona¬les y locura de clases, no pueden comprenderse unos a otros, tienen que encontrar el camino de unos a otros. Una tarea ex¬traordinaria, poderosa, ¡lo sabemos!. Cuando la locura ha sido defendida y predicada como idea política por espacio de 70 años, cuando la destrucción de la solidaridad popular ha sido casi una ley política 70 años seguidos, es difícil, sumamente difícil, querer cambiar el sentido de los hombres de un golpe. Sin embargo, no debemos desanimarnos ni desesperar. Lo que construyeron las manos del hombre, pueden derribarlo las manos del hombre, lo que inventó en un tiempo la insensatez humana, puede vencerlo y rehacerlo de nuevo una prudente sen¬satez.
Sabemos que este proceso de encontrarse unos a otros y comprenderse mutuamente no es cuestión de semanas o meses, ni siquiera de unos pocos años. Tenemos, empero, la inquebran¬table voluntad de cumplir esta misión ante el pueblo alemán, estamos resueltos a conducir a los alemanes unos a otros, hasta empleando la fuerza si necesario fuese.
He aquí el sentido del 1 de mayo, que a partir de hoy ha de ser celebrado en Alemania a través de los siglos, que en el día de hoy se encuentren unos a otros cuantos actúan en el gran engranaje de nuestra labor creadora nacional, y que una vez al año se estrechen las manos convencidos de que nada puede hacerse en tanto no contribuyan todos a la realización de esta labor. Y así hemos elegido como lema de este día la máxima si¬guiente:
¡Honrad el trabajo y respetad al obrero!
Para millones es hoy difícil volverse a encontrar por sobre el odio y los errores procreados artificialmente en tiempos pasados. Hay un credo que nos permite recorrer fácilmente este camino. Que trabaje quien quiera y donde quiera, mas no puede ni debe olvidar que su compañero, el que cumple su de-ber lo mismo que él, es indispensable, que la nación no existe por el trabajo de un gobierno, de una clase determinada o por obra de su inteligencia, sino que sólo vive por el trabajo común de todos. Si millones creen poder sacar de la naturaleza del tra¬bajo una deducción acerca de la dignidad de su portador, se encuentran en un amargo error. Hay decenas de millares entre nosotros que quieren hacer depender el respeto al individuo de la clase de trabajo que éste hace. ¡No! Lo decisivo no ha de ser lo que él crea o hace, sino como lo hace. Que entre nosotros hay millones que trabajan año por año, sin la esperanza de ad¬quirir jamás riquezas, digo más, sin ganar lo suficiente para llevar una vida sin apuros, no ha de ser motivo para los demás para no creerse dignos de ellos, pues sólo su idealismo y abnega¬ción son los que permiten y facilitan el ser y la vida de la colec¬tividad. ¡Desgraciados de nosotros si llegase a desaparecer este idealismo en nuestro pueblo y el valor de los hombres se quisie¬se medir únicamente por los bienes terrenales que le ha depara¬do la suerte! El valor de nuestro pueblo no sería ya entonces tan grande ni su existencia tan larga.
No es útil el explicar al obrero su importancia, el demostrar al campesino la necesidad de su existencia, el ir al intelectual, al trabajador mental para hacerles ver la importancia de su co¬metido y de su labor Lo necesario es enseñar a cada clase social la importancia de la otra. Y así es preciso que vayamos a las ciudades a proclamar y anunciar la necesidad y la esencia del campesino alemán, que salgamos al campo y vayamos en busca de nuestra intelectualidad para hacerle ver la importancia de los obreros y trabajadores alemanes. Vamos a ver al obrero y al campesino para enseñarles que sin la inteligencia alemana no hay vida alemana; que todos ellos juntos deben formar una gran comunidad: inteligencia, frente y puño, obreros, campesinos y ciudadanos.
Este 1 de mayo ha de transmitir al mismo tiempo al pueblo alemán el reconocimiento de que: la aplicación y el trabajo so¬los no crean la Vida si no se desposan con la fuerza y la voluntad de un pueblo. Aplicación y trabajo, fuerza y voluntad, actuan¬do conjuntamente, sólo cuando detrás del trabajo se levante el puño fuerte de la nación para proteger y amparar, puede venir la verdadera bendición.
Hay más, este día ha de hacerle comprender al pueblo ale¬mán: ¡Pueblo alemán! Serás fuerte cuando seas uno, cuando hayas arrancado de tu corazón tus discordias y el espíritu de lucha de clases. Podrás poner detrás de tu trabajo una fuerza inaudita cuando enlaces tu trabajo con la voluntad de vivir de todo tu nacionalismo.
Tenemos la firmísima resolución de que todo alemán, sea quien sea, rico o pobre, hijo de sabios o de obreros de fábrica, vaya una vez en su vida al trabajo manual para conocerlo, pa¬ra que algún día pueda mandar aquí con más facilidad por ha¬ber aprendido ya antes a obedecer. No pensamos en eliminar el marxismo únicamente por fuera, exteriormente; estamos re¬sueltos a privarlo de las presuposiciones. Queremos ahorrar los trastornos mentales a las generaciones que vienen detrás de nosotros.
Los trabajadores de la cabeza y de la mano no deben estar nunca unos contra otros. Por esta razón exterminamos la soberbia y la presunción que se apoderan tan fácilmente del individuo y le hacen ver con desprecio a los camaradas que "sólo" trabajan en el tornillo de banco, junto a la máquina o detrás del arado. Pero no basta que cada alemán conozca esta clase de trabajo, precisa también que el obrero manual sepa, a su vez, que también hay necesidad del trabajo mental. También a él hay que hacerle ver que nadie tiene derecho a menospreciar a los demás y creerse superior a ellos, sino que todo el mundo debe estar preparado para la gran comunidad.
En este año realizaremos por primera vez esta gran idea ética que enlazamos con el servicio de trabajo obligatorio. Y sabemos que algún día, cuando hayan transcurrido 40 años, habrá experimentado la palabra trabajo manual para millones de seres humanos la misma transformación que sufrió en un tiempo el concepto de lansquenete, en cuyo lugar hubo de ponerse el de soldado alemán.
Otra de las grandes misiones que pensamos llevar a la prác¬tica en este año es la liberación de la iniciativa creadora de los fatales influjos de los acuerdos de mayoría. No sólo en el Par¬lamento, no, también en la economía. Sabemos que nuestra economía no podrá prosperar en tanto no se encuentre una síntesis entre la libertad del espíritu creador y el deber con respeto del pueblo todo. Nuestra misión consistirá asimismo, por tanto, en conceder a los tratados la importancia que les corresponde. El hombre no vive para los tratados y contratos, sino que estos existen para facilitar la vida del hombre. Final¬mente haremos este año todos los esfuerzos posibles para recorrer la primera etapa del camino de una administración económica orgánica, partiendo del reconocimiento fundamen¬tal de que: "No hay encumbramiento que no empiece en la raíz de la vida nacional y económica, en el campesino". De aquí parte el camino que conduce al obrero y finalmente a la inteli¬gencia.
Empezaremos, pues, con el labrador procurando en primer término que su economía emprenda el camino del restableci¬miento. Sabemos que esta es la primera condición para el sa¬neamiento general de toda la administración económica. Por espacio de 14 años consecutivos se ha hecho precisamente lo contrario. Las consecuencias las estamos viendo ahora. No se socorrió al ciudadano, ni al obrero, ni a las clases medias, todos ellos estuvieron al borde del aniquilamiento.
De aquí nace otra nueva tarea: la eliminación de la falta de trabajo procurando ocupación a los que no la tienen. La procuración de trabajo la dividimos en dos grupos. Primeramente la procuración de trabajo privado. Aquí emprenderemos este año una gran obra, la referente a la restauración de los edificios y casas alemanas para que centenares de millares tengan trabajo. En este momento y en este sitio vamos a apelar por primera vez al pueblo alemán diciéndole: ¡Alemanes! No creáis que el pro¬blema de la procuración de trabajo se va a resolver en las estre¬llas. Vosotros tenéis también que ayudar y contribuir a su solu¬ción. Tenéis por confianza y prudencia que hacer lo que pueda dar trabajo. Cada uno tiene el deber personal de no vacilar en la creación de lo que necesita, de no esperar para mandar hacer lo que alguna vez tiene que mandar hacer. Cada empresario, cada propietario de casa, cada hombre de negocios, cada particular, tiene la obligación de acordarse del trabajo alemán. Si el mundo propala hoy falsas afirmaciones contra nosotros, si se proscri¬be el trabajo alemán, debemos esperar que el alemán se haga cargo él mismo de su trabajo. Este es un llamamiento que, diri¬gido a millones de individuos, es el primero que puede dar trabajo a millones de personas. Nos esforzamos igualmente por crear este mismo año posibilidades para grandes obras públi¬cas. Planteamos un programa que no queremos legar a la pos-teridad, el programa de la construcción de nuevas carreteras, una obra gigantesca que requiere millares de millones. Quitare¬mos del camino las resistencias que se opongan a esta empresa y daremos principio a la tarea en grande. Iniciaremos con ello una serie de obras públicas que nos ayuden a reducir cada vez más el número de parados.
¡Queremos trabajar y trabajaremos! Todo depende al fin del pueblo alemán mismo, de vosotros, de la confianza que tengáis en nosotros, depende de la fuerza con que os confeséis partida¬rios del Estado nacional. Únicamente cuando todos seáis unos en la voluntad de salvar a Alemania, podrá encontrar el ciuda¬dano alemán su salvación de su patria.
Sabemos que aun tenemos que vencer poderosas dificultades. Sabemos también que todo trabajo humano tiene que ser al fin inútil si no resplandece sobre él la bendición de la Provi¬dencia. Mas nosotros no somos de aquéllos que lo dejan todo cómodamente para la otra vida. Nada nos regalan. Asi como el camino de los 13 años pasados ha sido hasta hoy un camino de eternas luchas, un camino que casi nos ha hecho desesperar a menudo, así el camino hacia un futuro mejor será bien difícil. ¡El mundo nos persigue, se vuelve contra nosotros, no quiere reconocer nuestro derecho a la vida, no quiere que sea verdad nuestro derecho de protección de la patria!.
¡Camaradas alemanes! Si el mundo está así contra nosotros, con tanta mayor razón debemos formar una unidad, con tanta mayor razón debemos asegurarle: ¡Podéis hacer lo que queráis! ¡Pero nunca nos doblegareis, jamás nos obligaréis a reconocer un yugo! ¡El llamamiento a igualdad de derechos no lo aparta¬reis de nuestro pueblo! El pueblo alemán ha vuelto en sí. ¡No tolerará en su seno a quienes no estén por Alemania! ¡Queremos merecer honradamente el nuevo encumbramien¬to de la nación por medio de nuestra aplicación, de nuestra perseverancia, de nuestra inconmovible voluntad! No implo¬ramos del Omnipotente: "Señor, hacednos libres". Queremos ser activos, trabajar, tratarnos como hermanos, luchar jun¬tos, para que algún día llegue la hora en que podamos presen¬tarnos ante el Señor y podamos decirle: "Señor, ya ves, nos hemos cambiado". El pueblo alemán no es ya el pueblo sin honra, de la desvergüenza, de la anarquía, de la pusilanimidad y de la incredulidad. No, Señor, el pueblo alemán es ya otra vez fuerte en su voluntad, fuerte en su perseverancia, fuerte para sobrellevar todo sacrificio. "Señor, ¡no nos apartamos de Vos! Bendice nuestra lucha por nuestra libertad y con ello por nuestro pueblo y nuestra Patria".

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ANTICOMUNISTAS DE TODO EL MUNDO.........UNIOS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Laura: “cuando me involucro le meto el corazón”












Laura: “cuando me involucro le meto el corazón”

Mucho he esperado para escribir sobre Laura Pollán. Quiero que mi testimonio sobre ella sea lo más objetivo posible sin que medie la amistad que consolidamos en aquellos días trágicos que todavía, junto a otras, padece.


Si me pidieran que definiera su carácter nada mejor para explicarlo que el pensamiento del gran patriota cubano José Martí : como el mármol ha de ser el carácter, blanco y duro.


Pareciera que nuestro apóstol se inspirara en ella. Recuerdo que un día de los pocos que pasábamos solas en su casa de Neptuno, ella me comentó: “yo nunca había querido involucrarme en nada de esto (se refería a la lucha opositora), porque cuando me involucro le meto el corazón”.


Y ha sido consecuente con estas palabras. Le ha entregado su vida, su privacidad, su tranquilidad a la causa de la liberación de los presos políticos. Por eso los que la rodean y conocen la adoran y respetan a pesar que la tensión, la enorme responsabilidad que tiene sobre sus hombros y también su diabetes a veces pueden sacarla de su natural calmado.


Su esposo y el mío eran colegas de la misma agencia de prensa independiente, por lo que a menudo visité su casa cuando todavía ella enseñaba en una escuela para adultos y yo era bibliotecaria.


Me llamaba la atención su bondad. Podía sin reparos desprenderse de cualquier objeto material y regalarlo. La vi hacerlo muchas veces. Aunque lo que mejor ilustra su capacidad de sacrificio es el cuidado que dedicó durante sus últimos días, a Poncito el hijo del famoso pintor cubano Fidelio Ponce de León, cuando ya sus amigos se habían alejado porque su cáncer del pulmón no le dejaba ánimos para bachatas. Poncito murió mimado por Laura, a la que había recalado cuando su bolsillo y su espíritu quebraron definitivamente.


Bajo su conducción el movimiento de las Damas de Blanco dejó de ser un grupo de mujeres haciendo cartas y declaraciones cada una por su lado para cohesionarse definitivamente en un bloque donde todo se decide por consenso y se respeta la voluntad de cada una.


En los albores del grupo me percaté que este movimiento iba a sentar pautas en la lucha por la democracia y los derechos humanos en nuestro país. Laura reٌía incrédula cuando yo le decía “esta casa será un museo en el futuro.”


Y ahora desde la distancia cuando contemplo con orgullo cada acción de las Damas de Blanco, cada marcha, cada acto de repudio que padecen, siento envidia de ellas, del papel que les tocó desempeñar y que ya yo, definitivamente, perdí.


Durante estos siete años ha llorado la partida de amigas, ha afianzado otras afectos, ha enseñado y ha aprendido ella también. Pero sobre todo, como la mayoría de las Damas de Blanco, está convencida que tienen derecho a temer, a agotarse pero no a rendirse. Puedes abandonar el campo de batalla, como lo hice yo, pero ya entonces te conviertes en una servidora de las que quedaron luchando: desde el exilio apoyo, Cuba manda.


A menudo hablo con Laura, la extraño como amiga y sobre todo por ese decir sincero que a veces sorprende y a veces irrita, pero sólo los egoístas y oportunistas no reconocen su grandeza.


En los momentos intensos a los que han tenido que enfrentarse le veo aflorar su dureza de cuarzo, la firmeza inclaudicable en sus palabras: “Para que abandonemos nuestra empeño tienen que matarnos, porque si nos golpean, si nos arrastran por el suelo, nos levantaremos de nuevo para seguir luchando.”

Publicado por Yolanda Huerga

http://lasdamasdeblanco.blogspot.com/

Mensaje de integrantes de la Red Puente Democrático Latino Cubano al pueblo de Cuba

Miembros de la Red Puente Democrático Latino Cubano dan un mensaje al pueblo de Cuba tras la reunión que mantuvieron en Buenos Aires. Los miembros del Consejo Ejecutivo de la Red Puente Democrático Latino Cubano, Jorge Maldonado por Corporación Justicia y Democracia (Chile), Héctor Leis por Instituto Millenium (Brasil), Jorge Villena del Instituto Peruano de Economía Social de Mercado (Perú) y César Ricaurte de Fundamedios (Ecuador) envían un mensaje al pueblo de Cuba y se solidarizan con su falta de libertades políticas y civiles. Andrés Cañizalez de Venezuela miembro a título individual de la red también deja su mensaje de aliento.


REPRESIÓN CAMINO A LA NADA


Por Luis Felipe Rojas Rosabal




San Germán, Holguín, , (PD) ¿Dónde estábamos?, es la pregunta eternizada en un libro de la filósofa judío-alemana Anna Arendt, al analizar la cuestión moral respondiendo al holocausto. La Harentd se pregunta 1000 veces después de escribir un libro prodigioso como "Los orígenes del totalitarismo".















Lo anterior viene a cuento porque vuelven los actos de repudio, esas sesiones de odio colectivo que el poder “revolucionario” practica contra sus opositores. Golpizas en plena vía pública, apedreamiento de viviendas, movilización de ciudadanos para impedir las pacificas reuniones y actividades de los opositores, así como arrestos arbitrarios, son las medidas más prácticas para detener una oposición cada vez más visible.

"Una militar me gritaba ¡Viva Fidel! y yo respondía ¡Abajo Fidel! Me lanzó un piñazo a la boca. Me partió los labios. El oficial llamado Bambino me empujó dentro del carro y me golpeó en las costillas del lado izquierdo. Cuando cerraron el carro estábamos unos encima de los otros, yo comencé a asfixiarme". Nos dice Caridad Caballero Batista, periodista independiente holguinera que en el mes de febrero participó en una manifestación pacífica por las calles de Camagüey que pedía la excarcelación de Orlando Zapata Tamayo, fallecido días después en huelga de hambre.

Para Marta Díaz Rondón, opositora en el municipio Banes, los actos de repudio son algo cotidiano. Mientras la propaganda gubernamental gasta ríos de tinta para justificar la violencia contra los opositores. La casa de Díaz Rondón es asediada por turbas “revolucionarias” que pintan el frente de su casa con consignas. Ella también fue golpeada salvajemente a mediados de febrero en Camagüey. En otra oportunidad, a inicios de abril, cuando pretendía asistir a una misa en la iglesia católica de su localidad, fue secuestrada y su esposo fue lesionado por las turbas.

En Guantánamo, Santiago de Cuba y Bayamo son frecuentes los cordones policiales alrededor de las casas de opositores, como relató José Antonio Triguero, del ilegal Partido Liberal de Cuba en San Germán: "La última vez entraron (las turbas) hasta el portal y arrebataron un lazo negro de la columna en memoria de Zapata. Estuvimos cuatro días sin poder salir, so pena de ser detenidos”.

Eso se hace con total impunidad. Lejos parecían estar las vejaciones ocurridas en Cuba, cuando abrieron el puerto del Mariel en 1980 o incluso el año 1994, cuando la isla estuvo al borde de un caos social. Pero luego fueron repitiéndose aisladamente hasta formar un compendio de amargura para las familias que sufren tales actos.

La represión como espejo. Es lo que piensan muchos. Las medidas de intimidación, los allanamientos de morada y las condenas injustificadas son más para amedrentar a quienes deseen sumarse la resistencia pacífica que para quienes ya transitan en ese camino espinoso que supone y muestra la cárcel, las golpizas e incluso la muerte.

Un técnico en comunicaciones y ex empleado de la telefónica Etecsa, es Raudel Avila Losada, quien en Palma Soriano sobrevive a duras penas, mientras se ha convertido un constante velador sobre las violaciones de los derechos humanos. Raudel afirma que medidas como el desempleo y la defenestración pública por motivos de opinión "son armas bien pensadas por los estrategas de la seguridad interna, eso es contra quienes se nos pueden sumar", concluye.

No hay resquicio público donde intenten trabajar los opositores cubanos que el aparato represivo no apunte hacia allí sus armas. Por lo menos, eso es lo que piensa Maiki Martorell, del Sindicato Independiente Victoria de las Tunas. "Teníamos un negocio pequeño de vender refrescos, llamado pru oriental, empezaron con inspectores estatales y terminaron con la policía, metida en nuestra casa. Cuando no tienen más remedio, lo hacen sin pudor, ordenan a la Dirección de Trabajo suspender tu licencia de ventas y quedas colgado", señala.

Esto pasa en Cuba puertas adentro, en lo más profundo de sus entrañas. Pero más de un cubano corriente dice no saber nada de la oposición o de los obstáculos por los que atraviesan. "Muchos vecinos cierran la puerta para no enterarse”, dice Raudel. “Pero muchos participan en las turbas sin miramientos, ¿que se le va a hacer?", finaliza.

Los métodos del miedo sobredimensionado ayudan a que la represión pase como un fantasma público que se acepta con resignación. En un estudio sociológico sobre la vida cotidiana en tiempos de la Alemania nazi fueron encontrados unos apuntes en un diario personal. La autora de las notas, comentaba haber oído decir que había "un lugar llamado Auschwitz, donde encierran a la gente, pero no será por gusto ¿algo habrán hecho?". A la frialdad ante la maldad humana se opondrá un día el asombro, la estupefacción y la denuncia responsable.

Para Anna Arendt, "los hombres y mujeres que tienen la impertinencia de aprobar no valen más que los que desobedecen y se oponen". Así debiera ser.
(Primavera Digital)

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