Intimidación, degradación y amenazas de muerte: lo que experimentó el cantante Eden Golan en el CES no fueron críticas al gobierno israelí, sino puro antisemitismo.
El Festival de Eurovisión en Malmö ha degenerado en una farsa. Bajo el lema “United By Music”, 25 artistas y bandas compitieron para crear un nuevo sentido de comunidad con sus canciones, en un momento en el que Europa y el resto del mundo están más divididos que en décadas. Demostraron y lograron todo lo contrario.
Argumentos estúpidos
Esto ya comenzó con miles de manifestantes frente al hotel de la cantante israelí Eden Golan , de 20 años . Además de las amenazas de muerte dirigidas contra ella en Internet, su actitud agresiva frente al hotel contribuyó a que Golan sólo pudiera hacerlo. Ingresó al edificio bajo protección policial y pudo salir de los ensayos y actuaciones.
Los manifestantes exigieron en voz alta que Golan fuera excluido de la competición. Entonces ¿por qué no se manifestaron contra la Unión Europea de Radiodifusión, que era la responsable de esto?
Su argumento para la exclusión solicitada es aún más estúpido: Rusia también fue descalificada en 2022. Comparar la guerra de agresión de Rusia con el ataque a Israel ya es bastante malo. Se da también el caso de que esta comparación la repitió de forma indiferenciada el comentarista alemán Thorsten Schorn durante la retransmisión en directo.
Odio centrado en lo humano
Lo que es mucho peor, sin embargo, es que los manifestantes utilizaron sus demandas para acosar a una joven que no tiene influencia alguna sobre las acciones de las tropas israelíes en Gaza . El odio contra Golán continuó en los ensayos y conferencias de prensa.
La participante griega Marina Satti fingió quedarse dormida mientras Golan hablaba; Bambie Thug de Irlanda afirmó haber llorado cuando el israelí se clasificó y se saltó el desfile de la bandera por su culpa, junto con Satti y Nemo de Suiza .
Al final, Eden Golan terminó teniendo que soportar los silbidos del público mientras estaba en el escenario. Nada de esto es una protesta contra el gobierno israelí, que con razón puede ser duramente criticado por sus acciones en Gaza. Lo que dijo Eden Golan no fue más que un repugnante odio humano. La apuntó como parte de un grupo: como israelí. La joven fue acosada, intimidada y degradada, a pesar de que no tiene nada que ver con el gobierno israelí. La palabra para este tipo de misantropía es: antisemitismo.
Felix Klein, el comisionado de antisemitismo del gobierno federal aleman, encontró palabras adecuadas: "Corresponde a un patrón antisemita común responsabilizar colectivamente a los israelíes por las acciones de su gobierno o su ejército, que a menudo ellos mismos condenan".
El hecho de que una competición cuya mayoría de participantes quienes exigen igualdad de derechos para todos demuestre públicamente lo contrario es una vergüenza.
