“Somos partidarios de que suspendiendo el embargo se acaban todas las justificaciones del regimen (en Cuba), y puede ser que toquemos ese tema acá en Washington”
El Diario. WASHINGTON.- Pasó siete años en una cárcel de máxima seguridad en Cuba y ahora, en su primer viaje fuera de la isla, el líder disidente, José Daniel Ferrer García, abogó este miércoles por el levantamiento del embargo siquiera para “quitarle las justificaciones” al régimen castrista.
Ferrer García, fundador de la opositora Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), estuvo entre los 75 disidentes encarcelados en 2003 durante la llamada “Primavera Negra” pero, con el permiso del gobierno cubano, realiza una gira para pedir apoyo de la comunidad internacional al proceso de democratización en su país.
En entrevista con este diario, Ferrer García, una vez declarado “prisionero de conciencia” por Amnistía Internacional, dijo que hace falta que EEUU, la Unión Europea y el resto del mundo ejerzan más presión para agilizar un cambio democrático en la isla, incluyendo, a largo plazo, el levantamiento del embargo impuesto por Washington.
“Somos partidarios de que suspendiendo el embargo se acaban todas las justificaciones del regimen (en Cuba), y puede ser que toquemos ese tema acá en Washington”, dijo Ferrer García, quien aseguró que es una meta “secundaria” porque, a su juicio, “el peor bloqueo que tenemos es el del regimen a las libertades y los derechos fundamentales de los cubanos”.
Sigue la represión
Aunque reconoció que ha habido cambios en Cuba, incluyendo un empujón para los “cuentapropistas” o pequeños empresarios independientes, poco ha mejorado respecto a las libertades civiles.
“La capacidad represiva del régimen sigue intacta y no sólo sigue intacta sino que reprimen cada vez con más fuerza”, argumentó Ferrer García, quien figuró entre una decena de disidentes que se reunió con el presidente Barack Obama en Cuba en marzo pasado.
Su grupo, con sede en Santiago, ha sido blanco de “asaltos” y allanamientos sin orden judicial, además de que continúa el encarcelamiento de opositores y, en ciudades como Camagüey y Santiago “han estado demoliendo, atacando al movimiento de la nueva reforma apostólica”, en represalia por su “discurso abiertamente crítico hacia el sistema”.
UNPACU cuenta con hasta 3,200 miembros y es una de las organizaciones de disidentes más grandes en Cuba, aunque Ferrer García no precisó sus fuentes de financiación.
El líder de la UNPACU insistió en que es clave incrementar los contactos de pueblo a pueblo –no solo por turismo o comercio- y las presiones de grupos cívicos, religiosos y empresariales y de la comunidad internacional para que sigan ayudando “a que la represión disminuya y que el activismo (democrático) se consolide y fortalezca”.
Una disidencia dividida
Según Ferrer Garcia, las divisiones entre la disidencia se deben a varios factores, incluyendo las distintas visiones de futuro de cada grupo; la infiltración de agentes del gobierno; el recelo sobre las repercusiones de apoyar el proceso de apertura, y hasta la política interna de EEUU.
“Hay quienes han sufrido tanto, han sido víctimas de prisión arbitraria, de tortura y malos tratos constantemente, que les parece que estarían debilitando su postura si aceptan cualquier proceso que el gobierno está moviendo o protagonizando”, explicó Ferrer García, quién destacó la habilidad de regímenes autoritarios para “infiltrar a sus oponentes y crear situaciones de división que a veces resultan muy difíciles de sobrepasar”.
Por otra parte, algunos grupos se hacen eco de exiliados afincados en EEUU “que son de una corriente contraria al proceso de acercamiento y diálogo… por estar en sintonía con sus amigos afuera. Creemos que lo importante es la democratización, la libertad y bienestar del pueblo cubano, y les hacemos ver nuestro desacuerdo con ellos”, dijo.
Durante una rueda de prensa previa, Ferrer García advirtió de que, en todo caso, el régimen castrista siempre buscará situaciones en las que “gana, mientras el resto pierde”.
Exilio no quiere guerra
En el marco de su gira de 45 días fuera de Cuba, Ferrer García se ha reunido con disidentes en Miami (Florida), también afectados por divisiones internas porque, aunque quieren mejoras en la isla, “no todos coinciden en los métodos a utilizar”.
Aún así, “cada vez son más los que visualizan los métodos más apropiados para alcanzar la democratización en Cuba de manera pacífica y ordenada, y no mediante una situación de caos que lleve incluso a un enfrentamiento fraticida”, anotó.
Candidatos disidentes
Ferrer García afirmó que la gente en Cuba “va perdiendo el miedo” y, de hecho, líderes disidentes pueden postularse a cargos municipales, aunque persisten las limitaciones en su participación política.
“Antes, nadie se atrevía a ir a una reunión de nominación de candidatos a levantar la mano por un disidente… pero se ha perdido el miedo, se va liberando la mente de las personas y ahora hay suficientes activistas que estan dispuestos a levantar la mano para nominar a un candidato opositor”, observó.
En la actualidad, sólo se pueden nominar candidatos para delegados a las asambleas municipales, y la nominación es a mano alzada. Para los delegados provinciales, sin embargo, la nominación es a través de comisiones compuestas por miembros de organizaciones de base, a su vez dirigidas por el Partido Comunista, explicó.
Ferrer García obtuvo permiso para salir de Cuba durante 45 días –cree que fue por presiones de EEUU-, período en el que ha visitado Miami, Washington y, esta tarde, Nueva York, para reunirse con líderes cívicos y políticos, además de que ha sostenido encuentros con las juntas editoriales de los diarios nacionales más influyentes de EEUU.
Como parte de su gira internacional, Ferrer García se reunirá con líderes de compañías tecnológicas en Silicon Valley (California), en unos momentos en que la isla ha ampliado el acceso a internet.
En las próximas dos semanas, Ferrer García visitará las capitales de Suiza, España y Noruega, para luego regresar a Miami y la capital estadounidense.
Su regreso a Cuba está previsto para julio, y según aseguró, no está preocupado de lo que le espere.
Ferrer García había rechazado anteriormente condiciones para su excarcelamiento pero, como parte de un acuerdo pactado por el gobierno español y la Iglesia Católica de Cuba, salió libre aunque permanece bajo amenaza de volver a prisión.
