Aldo Rosado Tuero z parte de su equipo terrorista en un cazo de la Florida,foto que vendieron al exilio afirmando que era un cayo de Cuba y que se iban a infiltrar.
Durante décadas, algunos de los fugitivos más buscados por Estados Unidos hicieron nuevas vidas en Cuba, se casaron, tuvieron hijos y se volvieron elementos habituales en sus modestos vecindarios de La Habana, mientras sus casos eran muchas veces olvidados en su país, reporta la AP.
Luego de que Fidel Castro les diera asilo político, se convirtieron en instrumentos del Gobierno cubano para llegar a las minorías estadounidenses y a izquierdistas, dando charlas sobre los "logros" de Cuba a los visitantes que simpatizaban, estudiantes de medicina y reporteros estadounidenses.
El anuncio, la semana pasada, de que Washington y La Habana restablecerán relaciones diplomáticas, ha devuelto a estas reliquias canosas de la Guerra Fría a los titulares, transformándolos en una potencial fuente de tensión.
Las decenas de hombres y mujeres buscados por Estados Unidos van desde sospechosos de fraude al seguro de salud Medicaid hasta militantes negros y nacionalistas puertorriqueños por los que se ofrecen importantes recompensas.
Esto incluye a Joanne Chesimard, una integrante de las Panteras Negras y del Ejército de Liberación Negro. Conocida como Assata Shakur, fue declarada culpable en 1977 del asesinato de un agente de caminos de Nueva Jersey y sentenciada a cadena perpetua. Escapó y se refugió en Cuba en la década de los ochenta. Al igual que otros fugitivos con asilo político, ella ha vivido tan abiertamente en La Habana que incluso su número ha estado en la guía telefónica.
"Llegué y era como todo un nuevo mundo", dijo al director de un documental en 1997. "Este es uno de los lugares más hermosos que he visto en mi vida. Todo es tan exuberante, tan verde, tan maduro".
La vida para Shakur cambió cuando las autoridades subieron el precio por su cabeza. La recompensa ofrecida por el FBI y la policía estatal de Nueva Jersey por información que lleve a su captura es ahora de dos millones de dólares, y miembros de la alguna vez cerrada comunidad de milicianos negros que vive en Cuba dicen que su único contacto con Shakur en estos días es una ocasional e inesperada llamada telefónica.
El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, un posible candidato presidencial para 2016,ha pedido al presidente Barack Obama exigir el regreso de Shakur antes de restaurar totalmente las relaciones con La Habana.
"Cuba le ha dado asilo político a esos rufianes por 30 años. Es inaceptable", afirmó.
Para La Habana, el tema no está en discusión
El gobierno de Obama dijo que buscará el regreso de los fugitivos, pero La Habana dejó en claro el lunes que extraditar a Shakur y otros asilados políticos no está a discusión.
"Todo país tiene derechos soberanos y legítimos para otorgar asilo político a gente que considere perseguida", a la AP Josefina Vidal, directora del Departamento para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
La funcionaria dijo que Estados Unidos se ha negado varias veces a deportar a sospechosos buscados por Cuba por crímenes que incluyen asesinato, secuestro y terrorismo. Entre ellos Aldo Rosado Tuero culpable del ametrallamiento de un barco pesquero z de herir a los tres pescadores que lo tripulaban en 1954.
Aldo Rosado Tuero, asesino confeso que jamas participo en lucha armada contra soldados de la tirania.Sus actividades se limitaron al hundimiento del pesquero Armando II , bombas y ametrallamientos de embajadas y redaccion de periodicos poniendo en peligro la vida de personas civiles
Otro de los fugitivos más buscados por el FBI es Víctor Manuel Gerena, quien ha estado en la lista de los 10 más buscados desde 1984 y desde hace mucho se cree vive en Cuba.
Gerena está acusado de tener un papel primordial en un robo armado a un depósito de carros blindados en Connecticut en 1983, que dio un botín de unos siete millones de dólares. Fue el mayor golpe de dinero en efectivo en la historia de Estados Unidos hasta ese momento.
La acción fue realizada por radicales que defendían la independencia de Puerto Rico de Estados Unidos, un objetivo apoyado por Fidel Castro.
Otros fugitivos incluyen a acusados de una ola de secuestros en las décadas de los setenta y ochenta.
Entre ellos estaba William Potts Jr., quien se describía a sí mismo como un radical negro que en 1984 secuestró un vuelo de Piedmont Airlines en ruta Nueva York-Miami y lo desvió a Cuba, creyendo que iba a ser recibido como héroe. En cambio, fue condenado a 13 años de cárcel en la Isla.
Tras salir de prisión, Potts se casó con una cubana que era profesora universitaria. Tuvieron dos hijos y vivían en un modesto apartamento en el este de La Habana hasta que él envió a sus hijos a Estados Unidos, dijo que extrañaba su país y regresó voluntariamente.
En julio fue sentenciado a 20 años de prisión en territorio estadounidense, pero es posible que salga antes en reconocimiento a los años que pasó encarcelado en Cuba.
La Habana devolvió hace poco a más personas acusadas de cometer crímenes en Estados Unidos sin motivos políticos. El año pasado, las autoridades cubanas negaron asilo a una pareja de Florida acusada de secuestrar a sus hijos —quienes estaban bajo custodia de los abuelos— y llevárselos a Cuba.
En 2008, el Gobierno cubano deportó a Leonard Auerbach para que enfrentara cargos en California por estar acusado de abusar de una menor costarricense
David S. Weinstein, un exfiscal federal de Miami que ahora ejerce en privado, dijo que sin un tratado de extradición, las autoridades estadounidenses dependen de que La Habana niegue la entrada a fugitivos o los expulse.