Jorge Luis Llanes Naranjo
Nobel de la Paz 2014, justo por partida doble
Malala, quien que se convierte en la decimosexta y más joven mujer en recibir este galardón lo comparte con el indio Kailash Satyarthi
sábado, octubre 11, 2014 | Miguel Saludes | 2 Comentarios
MIAMI, Florida -La noticia era esperada con expectación desde horas tempranas como cada año. Algunos nombres se repetían nuevamente en las quinielas del favoritismo, algunas ciertamente controversiales como las de Snowden (fuerte favorito), Chelsea Manning o Julian Assange. Entre las buenas elecciones para estrenar la candidatura cabe destacar la del papa Francisco. Entre ellos resaltaba el nombre de Malala Yousafzai. Y finalmente la jovencita pakistaní se llevó la decisión del Nobel, superando una lista de aspirantes que cada vez se hace más extensa. Malala, quien que se convierte en la decimosexta y más joven mujer en recibir este galardón lo comparte con el indio Kailash Satyarthi. Una elección además de justa, inteligente y universal pues ella se traduce en victoria para todos los niños que quieren aprender y no pueden, o que están bajo el peso de la explotación de cualquier tipo en cualquier parte del planeta.
No debe pasar por alto que la premiación que une a estos dos luchadores por la causa del derecho a la educación y contra la violencia infantil en todas sus facetas, acoge a dos representantes (mujer y hombre) de la India y Pakistán, países con un amplio historial de enfrentamientos religiosos y políticos. Precisamente por estos días la región conflictiva que divide a ambos pueblos en Cachemira vive actos de violencia que las noticias destacan como los más graves en años.
Pero más allá de gestos simbólicos casuales o estudiados guiños con vista a realzar la paz y la armonía de pueblos contrapuestos, no puede omitirse la importancia de un premio que merecían ambos candidatos con crece. El caso de Malala se hizo famoso cuando disparos talibanes quisieron poner final a un ejemplo demasiado peligroso para los extremistas islámicos. Una niña de apenas 11 años que ya despuntaba con un activismo destacado en defensa del derecho y acceso a la educación de las niñas, jóvenes y mujeres de su país. Una conjunción de hechos milagrosos, para los que creemos en ello, hizo fracasar el plan terrorista dando una dimensión internacional a la figura de la víctima. Malala se convirtió en un estandarte mundial de la lucha por la educación. Quedan grabadas para la historia sus frases en el discurso ante la ONU el 7 de diciembre del 2013 cuando se declaró el día que internacional que lleva su nombre: “-…un niño, un profesor, un lápiz y un libro puede cambiar el mundo”.
Menos conocido que su compañera de premiación, Kailash Satyarthi no deja de ser un referente de importancia, por sus destacados esfuerzos contra la explotación infantil desde 1980. Reconocido por ello con otros galardones como el Alfonso Comín, los premios internacionales pro Derechos Humanos Robert. F. Kennedy de Estados Unidos y el Frederic Hebert de Alemania. Fundador de la ONG Movimiento para Salvar la Infancia en 1983, consiguió desde entonces desarrollar un modelo exitoso para rescatar y reeducar a miles de niños víctimas de la esclavitud. Solamente en la India su labor consiguió liberar y dar una nueva vida a más de ochenta mil pequeños atrapados en talleres y fábricas como mano de obra esclava. El mismo Satyarthi reconoce que desde que inició su camino la cifra de trabajadores infantiles ha bajado su horrendo índice de 250 millones a 168 millones. Un número todavía excesivamente alto. La esclavitud infantil, dice, es un crimen contra la humanidad.“Si hay un niño esclavo en cualquier parte del mundo, es una mancha contra la Humanidad… El crecimiento y la economía de mercado no pueden prosperar dando la mano a la esclavitud y el tráfico infantil. No puedes hacer un mundo mejor, más pacífico y apto para vivir teniendo el peso de la esclavitud infantil no en tu espalda, sino en tu cara. “
No es difícil suponer que las posturas de estos candidatos al reconocimiento mundial, hoy premiados, reciban el reproche y las acusaciones más absurdas por parte de quienes se ven afectados con su lucha. Los extremistas y explotadores enfrentados por activistas como Malala y Satyarthi usan similares argumentos para combatirlos. Desde agentes de la CIA, servidores de Occidente que quieren convertir a sus compatriotas en serviles réplicas coloniales, etc. Baste por recordar un fragmento de la misiva que enviara el comandante talibán Adnán Rashid a Malala a raíz del fallido atentado: “Te aconsejo que te unas a una escuela coránica femenina, estudies libros de Alá y uses el bolígrafo por el islam y para revelar la conspiración de una pequeña élite que quiere esclavizar a toda la humanidad.” Cámbiense el contexto y con ello los términos según el círculo de tiranos avasalladores donde se produzca y se verá como se aplica en todos los casos.
Contrario a lo que pudiera pensarse, en ese mismo mundo occidental al que los extremistas conectan la labor de estos destacados luchadores no siempre resulta ampliamente conocida la acción a favor de la justicia que estas personas realizan.
Enhorabuena por este reconocimiento merecido y justo.
CUBANET