Buscar este blog

viernes, 13 de julio de 2012

EL GENERAL ARNALDO OCHOA MENDEZ, NO FUE ENTERRADO CON SU UNIFORME DE GENERAL COMO ERA SU VOLUNTAD.LA TIRANIA SE BURLA DE EL Y DE SU FAMILIA


EL GENERAL ARNALDO OCHOA DURANTE LE JUICIO MILITAR SEGUIDO EN SU CONTRA EN JUNIO DE 1989.



Por Wilfredo Cancio Isla



  La muerte por fusilamiento del General Arnaldo Ochoa el 13 de julio de 1989 aparece atribuida a una "anemia aguda" en los registros del Cementerio de Colón de La Habana, según consta en un libro de reciente publicación. La boleta de inhumación de Ochoa que figura en el archivo de la necrópolis habanera está reproducida en el libro Un cementerio que agoniza, escritor por Rodolfo Torres en colaboración con la historiadora Magaly Cabrales. "El 13 de julio de 1989 se dio sepultura en este Cementerio C. Colón, en el Cuartel: S.E. Cuadro 17 c/c Bóveda 3 Propiedad: Administración, al cadáver de: Arnaldo Ochoa Sánchez, natural de Holguín, de 48 años de edad. La Habana Tomo: 407 Folio: 28", indica el Libro de Entierros No. 347 del archivo de la institución habanera. "La información que contienen los libros de entierros del Cementerio de Colón ha venido sufriendo en sentido general una contracción respecto a la consignación de datos, incluyendo las inhumaciones trascendentales que se han reducido a un formulario mínimo", relató Torres en entrevista con CaféFuerte. "Fue una sorpresa hallar esta causa de muerte en la boleta de Ochoa". Deterioro de los registros El estudio de los libros de entierros arrojó que a partir de los años 50, los asentamientos de muertes por ajusticiamiento o asesinato aparecen registrados bajo dos causas: hemorragia interna y homicidio. A partir de 1961 -año de la intervención estatal de la entidad- se hizo menos exigente la consignación de datos en los registros, y hoy apenas pueden hallarse los apuntes necesarios sobre los fallecidos. El escritor asegura que la parte documental acumulada durante más de 130 años en el archivo del cementerio está profundamente dañada. "Los tomos de registros más deteriorados pertenecen a los últimos 40 años como consecuencia de la manipulación y la mala calidad del material", consideró el autor, que aboga por la cremación como una solución racional e higiénica a los graves problemas de capacidad, robos de osamentas y deterioro general que enfrenta el célebre camposanto cubano. La necrópolis, considerada por su valor arquitectónico entre las tres más importantes del mundo, fue inaugurada en 1876, tiene una extensión de 560 mil metros cuadrados y más de un millón de cadáveres sepultados. La investigación de Torres y Cabrales se inició en 1991 y se extendió por más de dos años. Un cementerio que agoniza -publicado en Miami por la Editorial Voces de Hoy a finales del 2011- contiene amplia información sacada de los libros de enterramientos originales, documentos inéditos del Archivo Nacional de Cuba, y testimonios de sepultureros, historiadores y dolientes. El libro tuvo una edición parcial en España en 1996, la cual no incluyó la información documental relacionada con Ochoa, pues el editor, Antonio Ponton, pensaba venderlo dentro de Cuba. "Aunque Pontón tenía la intención de hacer circular el libro en Cuba, yo sabía, para mis adentros, que eso era imposible teniendo en cuenta su contenido", manifestó. Torres, de 62 años, participó como soldado sanitario mayor en la guerra de Angola entre 1976 y 1977, y fue reportero del diario Trabajadores hasta 1994. Actualmente reside en Alemania. "El asesinato de Ochoa es uno de los actos más horrendos y vergonzantes que tendrá que registrar para siempre la historia de Cuba", opinó el escritor. Como parte de la pesquisa, Torres asistió, subrepticiamente, a la exhumación de los restos de Ochoa, en 1991. "En medio del período especial [crisis económica de los años 90], en Cuba todo podía conocerse y conseguirse con un poco de dólares", relató. "Esa información tenía un precio y yo la compré". Exhumación del General Todavía hoy recuerda la tensión que vivió en aquel momento. "Viví con mucha tensión aquellos segundos, porque de veras que fueron apenas unos segundos, sólo tenía ojos para mis espaldas y, con la boca seca, vi lo que ocurría en el sepulcro, entre los trabajadores", contó Torres. "Fue como una compuesta de escenas trastocadas que irían tomando su lugar con el tiempo y luego de averiguar y relacionar hechos que entonces no comprendía y desconocía... Todavía hoy hay caras y movimientos de ese día bien grabados en mi memoria". Fue así como Torres pudo presenciar la exhumación de Ochoa desde una distancia prudencial. El acontecimiento aparece descrito en el libro de la siguente forma: "A la exhumación de los restos del ex general de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y ex héroe de la República de Cuba Arnaldo Ochoa Sánchez acudió una mujer -¿hija, hermana...?- que con aprensión envuelta en rabia y tristeza observaba a los sepultureros trabajar. Los hombres sacaron el desvencijado ataúd, removieron los restos de la podredumbre y observaron aquellos despojos que una vez fueron muy valientes. Ante la sorpresa del otro, uno de los sepultureros anduvo rápido en agacharse para agarrar el bluejeans por las patas, levantarlo y que cayeran los huesos ya mondos. El pantalón era como uno de aquellos modelos que tenían la mitad de una cremallera o cadena dorada en los bordes de los bolsillos. El hombre lo sacudió con fuerza par de veces y preguntó a la mujer si quería llevárselo. Ella respondió sin palabras con un "No" amargo. El sepulturero dobló entonces el pantalón, se lo metió bajo el brazo y agarró su bicicleta para perderse por una de las calles". Ochoa fue detenido el 12 de junio de 1989 y procesado en la llamada Causa No. 1 junto a un grupo de oficiales de las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior. Acusado de corrupción, narcotráfico y alta traición, fue juzgado y condenado a muerte junto a otros tres implicados en el caso. Según versiones extraoficiales, el fusilamiento se produjo en una unidad de Tropas Especiales en la playa de Baracoa, al oeste de La Habana.


Fuente: Café Fuerte

¿ y ahora qué . humanitario o interesado en resolverle el cacao a los castros ?



¿ y ahora qué . humanitario o interesado en resolverle el cacao a los Castros ?

Sigo sin entender esta postura : Médicos exiliados del sur de la Florida, pertenecientes a la organización Solidaridad sin Fronteras (SSF), presentaron al gobierno cubano una iniciativa de asistencia humanitaria para ayudar a combatir el brote de cólera en el oriente de la isla y evaluar el impacto en otras áreas. “Nosotros garantizamos el traslado de nuestro personal y el envío de medicamentos que sean necesarios para estos casos”, dijo el jueves Julio César Alfonso, presidente de SSF, en una conferencia de prensa realizada en la sede la organización, en Hialeah. “También enviaríamos medicamentos que son necesarios para estos casos, como sulfa y tetraciclina. En dependencia de la situación nuestros médicos pueden atender a más de 50 pacientes diariamente”. La SSF cuenta al menos con 2,637 profesionales de la salud, todos graduados en universidades del extranjero. La mayoría son de origen cubano. Alfonso agregó que el ofrecimiento fue hecho en horas de la mañana del jueves, vía fax, a las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores y Salud Pública de Cuba. La ayuda consiste en el traslado inmediato de un equipo multidisciplinario de especialistas, incluyendo tres epidemiólogos y cinco pediatras, dos especialistas en manejo de emergencias, 53 enfermeros y 27 médicos generales, entre otros. A nivel comunitario, la cadena de solidaridad y los planes de emergencia cuentan con el respaldo del Círculo Naval y el Miami Medical Team (MMT). A comienzos de la década de 1980, los profesionales del MMT llevaron a cabo tareas en conjunto para aliviar las necesidades médicas más urgentes en al menos 27 países alrededor del mundo como Guatemala y Honduras, Afganistán y Angola. “Nosotros, como grupo humanitario, estamos para servir y trabajar donde exista una emergencia de cualquier índole. Y una situación de cólera en Cuba demanda toda la ayuda humana necesaria”, dijo a El Nuevo Herald, Manuel A. Alzugaray, presidente del MMT. Mientras tanto, la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana emitió un comunicado sobre la epidemia. El comunicado, fechado el miércoles, recomienda tomar medidas de prevención para evitar cualquier riesgo de contagio. También insta a los viajeros a registrarse en Smart Traveler Enrollment Program (STEP) para recibir información actualizada. El gobierno cubano sólo ha confirmado oficialmente tres muertes por cólera y otros 118 casos de pacientes afectados por la enfermedad en la provincia suroriental de Granma. Ana María Batista, una epidemióloga de Granma, repitió en la televisión provincial que el brote está bajo control y se trabaja consistentemente para evitar su propagación. El jueves la viceministra del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), Marcia Cobas, rehusó responder a las preguntas de periodistas sobre el brote de cólera. “De ese tema no voy a hablar”, dijo Cobas tras la firma de un acuerdo de cooperación con el gobierno de Noruega que concede $800,000 para la sostenibilidad de la delegación médica cubana en Haití. La oficial Radio Granma, a su vez, dijo en su página de internet y noticieros locales que las bodegas y tiendas industriales ubicadas en el municipio de Manzanillo, uno de los más afectados por el brote de cólera, habían sido plenamente abastecidos con productos de limpieza e higiene personal. Informó que fueron distribuidas 350,000 pastillas de jabón de tocador Liz y 117,000 pastillas de lavar, 15,000 pomos de detergente líquido y salfumán, así como 16,000 frascos con lejía de cloro.


enviado por Rafael Dominguez del grupo "Con el machete en la mano"

CUBA, LA NOCHE DE LOS ASESINOS!!!!!!!!


FOTO REALIZADA POR EL EXCELENTE COMPATRIOTA RAFAEL RPDRIGUEZ DEL GRUPO "CON EL MACHETE EN LA MANO"


Por Carlos Alberto Montaner




En la madrugada del miércoles 13 de julio, con el objeto de huir de la Isla , 72 cubanos abordaron subrepticiamente el remolcador 13 de marzo, un viejo barco de madera con medio siglo de existencia, aunque en perfecto estado de navegación. Veintitrés de los pasajeros eran niños pequeños que viajaban con sus familiares. Los adultos se dividían entre 19 hombres y 30 mujeres. Casi todos eran jóvenes y vecinos de las barriadas habaneras de Guanabacoa y El Cotorro. Pretendían, como otros miles de cubanos antes que ellos, escapar de la miseria y de la represión. Como contara, llorosa, una superviviente: "sólo queríamos un poco de libertad... un poco de libertad". No la alcanzaron. El Ministerio del Interior, por medio de una delación, sabía de los planes de fuga, y al más alto nivel -según una horrorizada fuente de la mayor jerarquía- se tomó la decisión de darles un terrible escarmiento. El general Colomé Ibarra -Furry para sus amigos- le informó urgentemente a Fidel Castro sobre los preparativos de quienes pretendían huir del país, y el Máximo Líder, personalmente, dio la orden de que fueran hundidos sin la menor misericordia. Lo de personalmente es un matiz tras el cual Colomé Ibarra, sin decirlo a las claras, diluye sus responsabilidad en el crimen. El adverbio no es mío sino de él. Castro -en suma- conocía todos los detalles. Se le advirtió que en el barco irían numerosos niños que inevitablemente morirían, pero su respuesta fue inflexible. No obstante, para desmentir las predecibles acusaciones y denuncias, no sería la Marina de Guerra la que hundiría a cañonazos la débil embarcación, sino otros remolcadores de los denominados "bomberos", adscritos a la Empresa de Navegación Caribe, directamente controlada por el Ministerio del Interior, y el arma que utilizarían serían las mangueras de agua a presión. Anegarían el barco hasta hacerlo naufragar con su carga de civiles desarmados e indefensos a bordo. Tan pronto el viejo remolcador 13 de marzo partió de la bahía de La Habana con sus ilusionados pasajeros -aproximadamente a las 2 y 50 de la madrugada-, las tres naves a las que se les encomendó la tarea de hundirlo fueron avisadas por radio. Una cuarta -un patrullero griffin de los guardafronteras- quedaría expectante a corta distancia del sitio elegido. Las tres "bomberas" se llamaban Polargo. Polargo 2 estaba bajo el mando del oficial del MININT apodado David; el Polargo 3 quedaba bajo la autoridad de Arístides; el Polargo 5, sin embargo, llevaba al frente a una persona muy especial, Jesús Martínez, Jesusito, un oficial cargado de rencores y deseos de venganza, porque recientemente, contra su voluntad, el barco en el que navegaba había sido desviado hacia la Florida sin que él hubiera podido evitarlo, y tuvo que regresar avergonzado para rendir cuentas ante sus superiores. Esta era su oportunidad de demostrarle al MININT que no se le podía juzgar por ese episodio. El era un combatiente de hierro. Un inderrotable revolucionario. Un hombre sin piedad cuando se lo ordena el Comandante en Jefe. Y así fue. A siete millas de las costas, todavía en aguas territoriales cubanas, el Polargo 2 y el Polargo 3 -ambos de fabricación holandesa- comenzaron su macabra tarea de barrer la cubierta del 13 de marzo con potentes chorros de agua paradójicamente concebidos para salvar vidas y apagar incendios. Los pasajeros gritaron y alzaron en vilo a los niños para implorar por sus vidas. Fidelio Ramel, oficial de la embarcación que huía y cuadro desesperanzado de un Partido Comunista en el que alguna vez creyó, desapareció enseguida en medio del oleaje. Los Polargo 2 y 3 comenzaron a navegar en círculo para contribuir a la turbulencia de las aguas. La consigna era muy clara en esa fase de la "operación": que se ahogaran rápidamente un buen número de los náufragos. Los pasajeros que todavía permanecían a bordo trataban de esconderse bajo cubierta, en el cuarto de máquinas. Casi todos eran niños y mujeres. Ese fue el momento "estelar" del valiente Jesusito. El Polargo 5 entró en acción. Con su quilla de hierro, a gran velocidad embistió por la popa al remolcador que, en ese momento, con los motores apagados, flotaba dando bandazos. Dio la vuelta y, ahora por la proa, remató la faena: el 13 de marzo se volcó y comenzó a hundirse. En su vientre de madera veintitrés niños -veintitrés- hechos un amasijo de carne golpeada, se ahogaron sin remedio, muchas veces abrazados a sus madres, otras, sin más consuelo que la rapidez de una muerte incomprensible y negra en un mar caribeño teñido de odio. Una vez cometido el crimen se montó la coartada. Una lancha griffin de la Marina de Guerra Revolucionaria, apostado a 500 metros de los hechos, se acercó al matadero con sus reflectores y sus potentes bocinas. ¿Qué ha ocurrido? ¡Qué pena! ¡Son tantos los muertos! Quizás 35. Quizás 40. Con el mayor cinismo fueron izando a bordo a algunos sobrevivientes. El escarmiento había sido hecho. El héroe Desusito contempló satisfecho su proeza. Lo felicitaron. ¿Le salió bien la operación al Ministerio del Interior? Depende. El objetivo de aterrorizar a la población se logró. El país -que, a través de la onda corta, supo de los detalles del crimen por boca de algunos supervivientes que consiguieron comunicarse con el exterior- está consternado. Estremecido. Ni siquiera la dictadura haitiana asesina en el mar a los niños balseros. Algunos ingenuos pensaban que los militares cubanos no dispararían contra el pueblo indefenso. Ya saben la triste verdad: Castro está dispuesto al peor genocidio y su equipo de gobierno se convertirá -ya lo va siendo- en una insensible máquina de exterminio. Pero esta vez el crimen ha sido demasiado monstruoso. Tanto, que se convertirá en un formidable elemento deslegitimador. Es difícil que los organismos internacionales le continúen prestando ayuda a gobiernos que hacen estas cosas y terribles. Es improbable que los Guitart o los Meliá, los Benetton y los Cardin, no sientan que la sangre de esas víctimas cubanas comienza a ensuciarles las manos o a mancharles los dólares que se ganan acarreando turistas sin tener en cuenta que con ese apoyo indirecto están armando brazos asesinos. Qué hacer ante esto? Por lo pronto, reconstruir minuciosamente el crimen, levantar acta, y denunciar a los cuatro vientos lo acontecido. Sólo así cobrará sentido el inmenso sacrificio de las víctimas, los cuerpecitos hinchados de los niños, sus gritos en la noche, el ataúd sin estrellas de un viejo barco anclado para siempre en el lecho de un mar sembrado de cadáveres. Sólo querían un poco de libertad. Un poco.

jueves, 12 de julio de 2012

Un capítulo desconocido sobre la liberación de Huber Matos. Por Ricardo Puerta



Gestión costarricense en Cuba Introducción

Mi entrevistado es un costarricense que tiene ahora 74 años de edad. Cincuenta de ellos dedicados a la acción política, transitando desde en una ruta ideológica de la extrema izquierda (practicada en su niñez y juventud en parte por provenir de un hogar formado por un marxista y una cristiana conservadora) a la derecha luego , para ubicarse por ultimo y por varias décadas de acción pública, como funcionario gubernamental, en una posición centrista, de franco optimismo, que aún sigue siendo factible- pese a que todo parece indicar lo contrario-- superar las visiones tanto del capitalismo como del marxismo que impiden resolver los graves problemas de la humanidad. En esa línea se destaca como uno de los fundadores del Partido Demócrata Cristiano y luego dirigente de primera línea de la Coalición denominada Unidad que lograra el poder en su primer intento para el periodo 1978-1982, y que luego es transformada en el Partido Unidad Social Cristiana que ejerció –de nuevo- el poder en Costa Rica en tres ocasiones más, con mandatos presidenciales consecutivos que cubrieron desde 1988 hasta el 2002. Poveda es multifacético: escribe sobre Ciencia y Fe, Cosmología Científica y temas de Filosofía, Igual que sobre Comunicación Política y Participación Popular Organizada. Ha sido Vice Ministro de Cultura, de Salud, de la Presidencia y Ministro de la ultima cartera, así como Embajador itinerante con el rango de Representante Personal del Presidente de la Republica de su país en misiones oficiales de índole muy diverso. Lo curioso es que este cargo –uno de los últimos ocupados durante la Administración Carazo, lo ocupa en un gobierno de signo demócrata cristiano y continuó desempeñándolo durante un gobierno de signo social demócrata (Administración Monge 1982-1986) una curiosidad entendible en un país democrático como Costa Rica. También ha sido Director de los Departamentos de Planeamiento Estratégico de la Asamblea legislativa, Coordinador de la Oficina de Enlace entre la Defensoria de los Habitantes y del Poder Legislativo, Presidente del Instituto Centroamericano –Caribeño de Estudios Legislativos y su ultimo cargo fue Coordinador Regional de la Comisión Centroamericana-Caribeña contra la Corrupción y la Narcoactividad. Poveda se autodefine más como un técnico que como un político, y por ello, se ha desempeñado como asesor personal en temas de comunicación y organización popular para diversos presidentes del área centroamericana. Como corolario, sus actividades le han suscitado también un interés académico y ha pergeñado un libro sobre su experiencia pública. . Y así podría seguir esta rica historia …hasta que una seria afección cardiaca le obligara a mantenerse quieto físicamente, mas no en lo intelectual. En consecuencia, se retira de toda actividad publica en el año 2002 y sigue activo publicando artículos en sus blogs personales. Ahora bien, como parte de sus funciones en el cargo de Secretario del entonces Presidente de la Republica, Dr. Rodrigo Carazo (1978-1982) fue enviado en 1979 a negociar con Fidel Castro las condiciones de la liberación del ex comandante Huber Matos, así como a garantizar personalmente su integridad física y su traslado a Costa Rica, de manera que habiendo conocido de primera mano al mandatario de la Isla, nos interesa conocer más sobre esa experiencia. P. Jorge, cuando vas a Cuba a negociar la liberación de Huber Matos...¿tuviste amplia libertad para hacerlo, según la misión que te encomendara tu superior? Las órdenes recibidas del Presidente Carazo fueron concretas: garantizar con mi presencia- así como la de otros dos funcionarios que me acompañaban- uno de ellos el hijo del mismo Presidente, la liberación del ex comandante Matos al cumplirse 20 años de estar privado de libertad. Cabe aclarar que la familia del ex comandante Matos tenia serias aprehensiones de que su padre pudiese ser sacado de la isla con vida pues le había jurado al Presidente Castro seguir su lucha dentro o fuera de Cuba. Independientemente de ello y no obstante que provengo de un país esencialmente libre, confieso haber tenido inicialmente una idea romántica de la revolución cubana y la forma en que se ejercía el poder en ella. Parte de mi romanticismo residía en que siendo un funcionario de alto nivel, suponía a priori que tendría amplia libertad de tránsito, negociación y de poder intercambiar información, en particular la requerida en el proceso encomendado. Eso no fue asi –de ninguna manera. Y me explico: Debía traer al ex Comandante Matos, pero también debía traer a varios presos que supuestamente se irían a liberar el mismo día. Esos presos eran los denominados “plantados”, en virtud de que jamás les doblegaron su voluntad personal, pese a los sacrificios a los que fueron sometidas sus familias y a las crueldades del trato que recibieron en prisión. En otras palabras, eran todos-incluyendo a Matos- los típicamente denominados Presos de Conciencia: Carecían de libertad. Estaban en condiciones de “lesa humanidad” y fuera de todo disfrute de derechos humanos, en virtud de una condena dictada única y exclusivamente por tener ideas contrarias a las del gobernante Fidel Castro. Para cumplir con mi misión se sobreentiende dictada por el gobierno de un país soberano, --como es Costa Rica- llevaba un avión comercial de la entonces aerolínea de bandera costarricenses :”LACSA” ,que habiéndome dejado en La Habana debía volver a mi llamado para llevar a Costa Rica a los presos liberados, previa su comprobación de identidad, , así como la anuencia de mi gobierno para ser trasladados a mi país . Desde mi llegada a La Habana, fui llevado a una zona especial de ciudad, en donde habían varias residencias lujosas dedicadas a atender misiones especiales. Amen del lujo de la residencia que se me asignara, me fue puesto a la orden un automóvil Mercedes Benz, último modelo. Y tenia a mi “servicio” exclusivo un chofer, dos guardaespaldas, un cocinero y un ayuda de cámara. Además de un teléfono y un televisor en la sala de visitas y curioso-también- un cepillo de dientes en mi lavatorio…Expresado de otra forma: encontraría en La Habana lo que ni de lejos existía, según las denuncias de las personas enfrentadas a Castro durante tantas décadas… En diversas oportunidades recibí la sugerencia de alguno de los funcionarios nombrados para que saliese a “conocer” la ciudad. Me negué, pues mis órdenes eran precisas. Al caer la tarde del primer día recibí una llamada telefónica, y sin detalles superfluos, se me dijo por teléfono que a las 7 de la noche llegaría a mi casa “el comandante”. Acostumbrado a que en mi país el titulo de comandante se libra generosamente a cualquier ciudadano que ocupe algún cargo en alguna de las comisarias de la Guardia Civil (carecemos de ejercito) pregunte ingenuamente de cual comandante se trataba. Suponía que iniciaría el proceso de negociación al que había ido hablando con algún funcionario de menor rango hasta subir de nivel…El silencio fue sepulcral al otro lado de la línea. Lo que me sirvió para “entender” de inmediato que había formulado una pregunta indebida…. P. Entonces...¿pudiste cumplir con todo el encargo del Presidente Carazo..? Realmente no, aunque sí a medias. El primer día de llegada fue para acomodarme mientras que mis otros dos acompañantes costarricenses fueron llevados –para mi sorpresa-- a otras casas, de modo que durante toda la estadía en Cuba no pudimos intercambiar ninguna información entre nosotros. En ese primer día se presentó a mi residencia el cónsul de Costa Rica, mi amigo personal Oscar Vargas Bello (QEPD) con quien tenía total confianza. Tanto que a su llegada le pregunte que me contara como era la situación en la Isla, a lo que el Cónsul, con una seña disimulada bajo su guayabera blanca, dirigiendo sus ojos hacia una lámpara que colgaba del techo, en forma inocente y carraspeando, me invitó a dar una vuelta “para tomar el fresco de la tarde”. Ya en su pequeño y desvencijado auto –pese a la insistencia de mis guardaespaldas de que era peligroso circular sin sus compañías, ---pues según ellos, ya se sabía de mi misión y los enemigos del comandante Castro podrían atentar en mi contra para complicar la situación – Oscar, requerido de nuevo con mi pregunta anterior, sacó en dos ocasiones el encededor de su ubicación en el carro, y acercándolo a su boca, me hacía gestos significativos. Claro, ahí saqué en conclusión que teníamos micrófonos en la residencia que me asignaron y que el Cónsul de mi país no se sentía seguro para hablar conmigo, ni siquiera en su propio auto… En ese ambiente, nuestra conversación fue absolutamente anodina y para nada provechosa en lo que me interesaba…al extremo, que decidí volver a la casa, en vez de deambular por la ciudad dando vueltas…A lo sumo caminamos unas cuadras y nos devolvimos. Oscar carraspeaba entre tosido y tosido que terminaban ahogando la escasa información que me brindaba…Comprendí que era preferible no atosigarle con preguntas, porque el debía quedarse allí, no yo. P. Quiere decir que desde el primer día te sentiste en medio de un Estado Policiaco... En efecto. Al finalizar la tarde el primer día en la Isla ya tenía claro que estaba vigilado, sujeto a medidas previamente diseñadas, sin posibilidad de intercambiar información relevante, ni siquiera con el representante consular de mi país, ni con los otros dos compatriotas, acompañantes oficiales de mi viaje, a quienes no volví a ver hasta que despegó el avión que me sacó de Cuba, como narraré luego… Ni en la casa de “huéspedes” a la que fui llevado, –que creo los cubanos la llaman “casa de protocolo”-- ni a las reuniones en ella con Castro y el Director de Inteligencia José Abrantes, o con nuestro cónsul Vargas Bello, mucho menos en mi reunión con Huber Matos, tuve libertad. Todo estaba vigilado, controlado, bajo coordenadas y parámetros sujetos a la voluntad omnímoda del régimen. Irónicamente, fui a Cuba a liberar a un preso, y desde el primer día en la Isla me sentí en prisión. Respecto de Abrantes cabe agregar que supe años después que tras un juicio en que estuvo involucrado con el General Ochoa murió en condiciones misteriosas, en la Prisión de Guanajay, centro que era parte del inhumanosistema carcelario represivo que él mismo ayudó a construir y diseñar… P. Y...finalmente....¿cómo fue tu encuentro con Fidel Castro? Antes te mencioné que en la tarde, habiendo regresado de mi viaje infructuoso con el Cónsul Vargas Bello, recibí una llamada anunciándome la llegada a las 7 de la noche del Comandante… Poco antes de la llegada de Castro, se presentaron en mi casa dos personas costarricenses que estaban en un Seminario de Salud Internacional. Me refiero a los doctores Jorge Arias Sobrado, Viceministro de Salud y a Carlos Valerin, entonces Director General de Salud, quiénes se presentaron sorpresivamente a la casa de huéspedes, por haber sido invitados por una funcionaria cubana. Me alegré mucho verles alli, pues ambos todavía los considero amigos personales, aunque en ese momento me llamó mucho la atención que nadie me preguntara si era correcta o no su presencia en un tema que se suponía se refería a negociar la liberación de presos.Tema alejado de los asuntos de salud, que confieso también me son gratos, por haberme desempeñado como Director Ejecutivo del Colegio de Médicos y como Viceministro de Salud, pero temas para nada mezclables con el objetivo preciso de mi misión en Cuba. Apenas tuvimos tiempo para saludarnos, porque escasos dos o tres minutos después de su entrada, oímos varios vehículos acercándose y luego de un silencio que se hizo eterno… escuchamos los pasos de una persona: resultaría ser un hombre muy alto, corpulento, barbudo, embutido en un remedo de traje militar y con botas pulcramente embetunadas. Era el Comandante Fidel Castro, imbuido de una amplia sonrisa y acompañado de dos personas más que al acercarse, se apartaron sigilosamente … De pronto mis dos amigos médicos, el Presidente Castro y el suscrito, sin mediar palabra ocupábamos los sillones de la sala y luego de los saludos de rigor, de presentarnos y hacer unos chistes obligados por mi pregunta acerca de quien seria el Comandante que me visitaría, la estancia del único Comandante de Cuba -que tardaría unas cinco horas- fue la ocasión de hablar- por supuesto- de hablar él. Comenzó a plantear toda clase de tesis sobre temas diversos relacionados con Costa Rica, su historia, así como la historia de Cuba y la coincidencia entre ambos paises. -según él- Castro-poco a poco fue llevando su monotema hasta la caída de la dictadura de Somoza (con la ayuda del gobierno de Costa Rica, lo que para nadie es un secreto), así como el ascenso al poder del Sandinismo (con la ayuda de Cuba, según se rumoraba en mi país) . Por cierto esto vendría a corroborarlo el ex Ministro de Seguridad Publica en mi país en un libro publicado recientemente bajo el titulo de “La Guerra que no fue”… Aprovechando las contadas pausas que hacia sin ingerir nada….envalentonado por su grata presencia, personal, me aventure a hacerle preguntas concretas que contestaba en largos soliloquios que no dejaban espacio para otras preguntas…Una de ellas, la hice a quemarropa, como “intercalándome”...asi que le pregunte: ¿Y quién mato al comandante Camilo Cienfuegos? ...pues yo sabía que ese crimen le era imputable a él directamente…. Sin variar para nada su semblante me escupió la respuesta...¡¡ Huber Matos, a quién te llevarás de aquí pasado mañana, cuando finiquitemos algunos detalles para garantizar su seguridad, pues hay quienes desean cobrarle ese crimen, entre otros !! Y sin variar la cadencia de sus palabras me dijo: “para esos detalles, mañana vendrá a visitarte Abrantes, con quien ultimarás los detalles de la salida de Matos”. Al preguntarle por la lista de presos plantados, me dijo...”Bueno, eso deberás hablarlo con Abrantes directamente, pues es su materia” .Le mencione a uno en especifico, a quien mi Presidente deseaba liberar: Armando Valladares, un poeta.. Fidel cambió su semblante y me espeto: “A ese no, a ese no. Es un farsante, que debe salir caminando por sus propios pies.Si, chico, es un farsante”. Esa noche, habiéndose marchado Castro y luego mis amigos ….(después de una sesión de fotografías en donde el encargado-experto, a no dudarlo- le ponía a uno como el actor principal en el documento visual, , destacando a Fidel de manera distinta) y mientras trataba de conciliar el sueño de esa noche, se agolparon en mi mente varios episodios de esa única vez que le he tratado : sus largos soliloquios, su elocuencia y propiedad para los temas tratados en los que siempre llevaba la batuta... Repasé mentalmente su vestimenta caqui, ,pero no de tela basta –sino militar- brillante, como si fuese de satin, y que no calzaba tampoco con sus botas finas, de punta italiana…Todo junto en mi mente, parecía como un suceso teatral en vez de una entrevista necesaria para iniciar una negociación encaminada a finiquitar la salida de Cuba de un prisionero y de otros “plantados”. Esa noche llegue a la conclusión de que yo había asistido a una obra teatral, en donde había solo un actor, al que no puedo restarle ni un solo merito, como tal. P. ¿Hubo algún otro tema en la conversación? Oh, por supuesto que sí. En cinco horas de soliloquios, recuerdo bien el más significativo de cultura general: su descripción de democracia participativa plena y de democracia directa, al estilo ateniense, del cual Castro me explicaría - se practicaban ambas en la Isla (cada vez que el mencionaba la isla, yo rectificaba mi mente, traduciendolo como : ¡Mi isla!, con base en el tono “posesivo” de su narración). La Democracia según él- estaba en Cuba apartada de la democracia representativa y era auténticamente participativa, al estilo ateniense....en donde entre pueblo y gobernante no había soluciones de continuidad...sino una “liasson” continua-permanente, En donde ambas partes se sentían compenetradas naturalmente. Tal compenetracion natural era el sello distintivo de la revolución que él encabezaba. Y tal compenetración ideo-política, en la democracia no pura se convertía en parafernalia representativa e intermedia, mientras que en “su modelo” existía la concreción absoluta, la perfección humana máxima…De la Grecia antigua a la Cuba de Castro no habían soluciones de continuidad, tan solo el puente de los siglos de ignorancia que les separaban en el tiempo a estos dos gemelos uni-vitelinos. Mayor confusión pocas veces he conocido en mi vida, a menos que mis estudios universitarios estén profundamente equivocados. Ya que en algunos países que tienen realmente democracias representativas -como en Occidente - hay obviamente más respeto para el pueblo, que el que conocemos en la Cuba de Castro . Hay un acto paradigmático: las concentraciones multitudinarias “del pueblo” en la Plaza de la Revolución, que mas bien parecen actos mediáticos, propio de cineastas hollywoodenses, especializados en logros monumentales en donde se mezclan las ínfulas de los Emperadores Romanos y la pasividad obsequiosa de las masas sometidas al régimen del “Panen et Circenses”, sello indudable de las clásicas películas bíblicas de los años 40-50 del siglo pasado.. P. Y ...¿cómo sucedió el resto de tu misión? Al día siguiente, habiendo terminado de desayunar, llegó Abrantes a la casa –el entonces Ministro del Interior- el más policial de los funcionarios del régimen de Castro – y me dijo como dictándole una orden a un subalterno : “Primero : Dentro de dos horas viene Huber Matos para que lo conozcas y Segundo: . Respecto de los demás presos estamos elaborando la lista, te avisaremos.”…. En efecto al llegar Matos, de quien yo ni siquiera tenía una fotografía sumistrada por su familia, --que parte vivía en Costa Rica y parte en Miami--, me encontré con un hombre acabado, exageradamente delgado, demacrado, desconfiado, profundamente desconfiado, que apenas hablaba con monosílabos y cuya primera pregunta fue decirme si podría prestarle una navajilla para afeitarse, y si acaso tenia también una corbata.,… Yo que no tenia una navajilla, pues uso máquina de afeitar eléctrica, gustoso se la entregue y debí enseñarle cómo usarla, pues notaba que realmente no se sentía nada cómodo con ella. Con la corbata no hubo problemas, pues soy muy parco en los colores que uso- lo que coincidía por casualidad con su propio gusto. Ya entrado en más confianza, me dijo que deseaba despedirse de su madre: Ella lo visitaba en la carcel y él le había prometido que al salir, iría a visitarla de primero….pero había fallecido y era preciso trasladarlo a un cementario ubicado en una población distante en donde la habían enterrado.. Me pidió expresamente negociar este asunto con Abrantes. Fue muy insistente en este punto. … Vinieron por Matos cerca de una hora después. Se lo llevaron y luego traté de encontrar al Cónsul para verificar con él los detalles de los presos plantados que debían venir también conmigo a Costa Rica. No fue posible. Tampoco fue posible encontrar a mis otros dos acompañantes. Abrantes no apareció hasta el día siguiente. Y me dijo, escuetamente, que no iban a permitir a Matos desplazarse dentro de Cuba por razones de seguridad. Como mi misión principal era llevarme a Matos a Costa Rica, estuve de acuerdo en no retrasar por ningún otro motivo la salida, pues ahora solo me faltaba conocer la lista de presos, hablar por teléfono con mi Presidente y pedir el avión de LACSA. Pero durante el resto del día, aunque traté, no pude volver a ubicar en La Habana ni siquiera al Cónsul costarricense. En la tarde me ofrecieron llevarme de compras y lo hice. Y en la noche me invitaron al Cabaret Tropicana, que seguía presentando el mismo espectáculo, como si Cuba aún estuviera en los tiempos de la corrupta dictadura de Batista. En la tienda que fui de compras, solo podían entrar extranjeros, y en Tropicana, solo habían turistas también, Al dia siguiente llegaría temprano Abrantes, y me desplacé con él a ver los detalles de los demás presos. En realidad nada de ello ocurrió… cuando me percate, ya estaba en el Aeropuerto Internacional. Allí me dijeron que se habían descompuesto las líneas telefónicas con el exterior (a causa del embargo/boicot norteamericano, de manera que no fue posible pedir el avión a Lacsa) y me llevaron a un hangar en donde un avión de la empresa Cubana de Aviación estaba lleno de personas mayores, y atrás, rodeado de guardias, se encontraba Huber Matos, acompañado de un señor muy mayor en una silla de ruedas (que luego supe era su padre). No apareció el Cónsul, tampoco el hijo del Presidente (uno de mis dos acompañantes) ,quien supe se había ido ya . Solo volví a ver al Oficial Mayor de Seguridad, Willy Azofeifa (mi segundo acompañante desde Costa Rica). En ese momento me sentía confundido, molesto y estando rodeado de militares y ante la disyuntiva de no cumplir con la misión de sacar a Matos, quien me reclamaba continuamente que él no viajaría, si antes no iba a visitar la tumba de su madre,... Y tome una decisión: me introduje al avión percatándome que no era de LACSA, sino de Cubana de Aviación y mientras trataba de poner en orden mis ideas…solo me hablaba Matos acerca de la visita a la tumba de su madre…. su insistencia me produjo molestia, pues contrario a mis sentimientos, tuve que increparle fuertemente, manifestándole que dentro de mis órdenes, no se incluía viaje alguno al interior de la Isla, sino solo su salida inmediata de la Isla. Optó por no dirigirme más la palabra y le oi decir en dos o tres ocasiones que Fidel era un bandido. Es curioso: esa fue la palabra más fuerte que escuche de sus labios y aunque le he tratado en varias ocasiones en estos últimos años nunca hablamos más del tema… Sin poder conversar con mi Presidente, y conociéndolo muy bien, me hice de la idea que en base a resultados, yo habia cumplido: llevaba a Matos a Costa Rica. También estaba convencido que, ninguno de los ocupantes del avión serían regresados a Cuba, aunque no fuesen los plantados y tampoco hubiese podido corroborar sus identidades. Hice un ultimo intento de comunicarme con mi Presidente desde el avión, pero el comandante de la nave me indicaria que no era permitido por leyes internacionales ocupar el sistema de transmisión radial en nada no relacionado con la navegación . Independientemente de que tuviese razon o no, no tenia sentido insistir.. asi que el resto del vuelo lo hice calmadamente, pues “en el camino arreglaríamos las cargas” como decimos los costarricenses. Asi entre tumbos y retumbos (había tormenta y los pilotos debían ratificar o rectificar con frecuencia la ruta) llegamos en la madrugada al único aeropuerto internacional de mi país. Los balcones estaban rebosantes de centenares de personas que aclamaban a Matos y entre gritos de “Viva Cuba Libre” y “Abajo Fidel”, bajamos del avión, los encargados de migración metieron en sus oficinas a los recién llegados. Todos, excepto Matos y su padre, para mí desconocidos, habían hecho el viaje sin decir una sola palabra y sin hacer un solo gesto.. Luego supe por uno de ellos que tenían miedo y no sabían ni siquiera a donde se dirigían… Yo me enfrenté a mi Presidente. Le explique que sentía no haber cumplido totalmente su encargo. Y cuando le trate de explicar la imposibilidad de hacer un control cruzado de los otros viajeros, Rodrigo Carazo me abrazo, y llorando me dio las gracias. Acto seguido, me dijo en broma:” Espero tu renuncia al final del gobierno”.... y así acabo la experiencia…pues nunca más volvimos a tocar el tema * Ricardo A. Puerta: Sociólogo, con 30 años de experiencia en proyectos de desarrollo en América Latina. Graduado de la Universidad de Cornell (Ithaca, Nueva York), con un Doctorado en Sociología del Desarrollo. Fue Asistente al Director en el Programa Latinoamericano de Private Agencies Collaborating Together (PACT), una federación de ONG internacionales, con sede en Nueva York. Fue Director del programa de Desarrollo Rural de la Escuela Agrícola Panamericana (Zamorano) en Honduras. Dirigió un proyecto de investigación, que duró dos años, sobre revisión de experiencias de 12 fondos de inversión social, operando en 10 países latinoamericanos. Ha sido capacitador en diseño de proyectos, utilizando el Método (Metaplan) del Marco Lógico, para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y para el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y para más de un centenar de ONG a través de Curso-Talleres. Fue también Consultor para la Comisión Nacional de Anticorrupción (CNA), que coordina el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez. Al presente es Asesor de varias ONG e instituciones públicas hondureñas en Desarrollo Institucional, Marcológico, Investigación Rápida y Remesas Familiares.



Huber Matos en la Argentina primera parte







Segunda parte






TELE-MORINGA!!!!!,EL NUEVO PROGRAMA TELEVISIVO DE FIDEL CASTRO!!!

Entrada destacada

EL MUSEO DEL HORROR EN LA HABANA

  POR LA REVOLUCION DEMOCRATICA EN CUBA EL MUSEO DEL HORROR EN LA HABANA  Empotradas sus cenizas dentro de una gris piedra con forma de boni...