Por Ivette Leyva Martínez
¿Quién es esta cubana que estremece a quienes la ven cantar en un video que circula en las redes sociales? Se llama Caridad López Alfonso, una ama de casa habanera de 50 años que no ha recibido instrucción musical y nunca hizo carrera como cantante. "Canto porque me gusta, parece que eso es una gracia que Dios me dio. Empecé cuando tenía como 11 años, en las Casas de la Trova o las Casas de Cultura, nunca he cantado como solista profesionalmente", contó en entrevista teléfonica desde la barriada habanera de Lawton, donde reside desde que tenía seis años. Fue allí donde la descubrió su vecina, la artista plástica Nedine del Valle, y su esposo, el músico Michael Gil, actualmente residentes en Miami. Conciertos puertas adentro El matrimonio compareció este martes en el programa A Fondo, que conduce el periodista Pedro Sevcec por AmericaTeve-Canal 41 de Miami. Fue en ese espacio televisivo donde la pasada semana se transmitió por primera vez el video de Caridad cantando "Que te pedí", "Eran conciertos espléndidos que escuchábamos a cualquier hora y fuimos a convencerla de que viniera a nuestra casa", cuenta Del Valle, quien en el 2007 realizó los videos que circulan por estos días en las redes sociales. "Para mí siempre fueron los conciertos de mi vecina Caridad". Gil, que aparece como guitarrista acompañante en los videos, desea que la explosión que han tenido los videos en la internet sirviera para otorgarle a Caridad el reconocimiento artístico que merece. "Quisimos poner un granito de arena para Ojalá que podamos pronto estar contando otras historias de éxito de Caridad", comentó Gil. La vida llevó a la talentosa cantante por otro camino. "Mi mamá era persona muy criada en la época de antes, y me crió a mi igual. Cuando tenía como 13 o 14 años me llamaron para entrar a un grupo llamado Los Llamas, había una gira por todo el país, pero mi mamá dijo que ella tenía que ir conmigo para todas partes, así que para poder contar cantar profesionalmente eso fue uno de los impedimentos", rememoró. Se graduó de auxiliar de contabilidad, se casó muy joven, tuvo dos hijas -Yilian, hoy de 28 años, e Ingrid, de 23- y después que se separó de su primer esposo comenzó a cantar en algunos lugares públicos. Con un oído muy fino "Empecé a cantar para ganar el sustento en los restaurantes, como se dice en Cuba 'haciendo sopa'* con algunos grupos, tríos, cuartetos y esas cosas… ya después lo volví a dejar, cuando mi mamá enfermó de cáncer… hasta ahora, que ya más nunca he vuelto a hacer nada", indicó. "Son las mismas circunstancias de la vida que se vive aquí, apresurada, los años le van cayendo arriba a uno, uno se va dejando y se dice que lo que no hizo o pudo hacer en su juventud, ya de viejo para qué", comentó sonriendo. Caridad no tiene formación profesional, algo que impresiona a los conocedores del canto cuando la ven alcanzar, sentada, notas muy altas. "Nunca he recibido clases de canto ni nada, de niña di clases de piano pero hasta el primer año porque no me gusta la teoría y el solfeo, y lo que hacía era tocar de oído con una mano, lo que sí tengo es muy buen oído. Todo lo que hago lo hago empíricamente y prestando mucha atención a las profesionales, los bajos los practicaba mucho viendo a Elena Burke y así", relató. Con las cualidades vocales de Caridad, parece increíble que no haya tenido una carrera profesional como cantante, algo que ella, sin embargo, no parece lamentar. Nunca tuve la oportunidad de darme a conocer como para salir aquí en televisión", señala, sin una gota de resentimiento. "Aquí en las empresas de música hay veces que piden que piden cierto prototipo de cantante, para lo que ellos necesitan, que por ejemplo los contrata un extranjero de un país X y, por ejemplo, quieren una rubia, o quieren una mulata, o una trigueña con determinadas características. Mis hijas comenzaron a crecer, necesitaban más atención, mi madre enfermó de cáncer y yo me fui alejando de la música, pero lo que es en mi casa, como dicen 'en la ducha', y cuando tengo ganas, abro la boca y canto". Inspirada en grandes boleristas De todos los géneros ella prefiere el filin y el bolero, se inspira en Benny Moré, Orlando Contreras, Vicentico Valdés, Panchito Risqué, Ñico Membiela, Rolando Laserie, Olga Guillot, Blanca Rosa Gil, La Lupe, Ania Linares... Entre las cantantes extranjeras admira a Rocío Dúrcal y Miriam Hernández. Para la gente que admira sus interpretaciones y las ha divulgado en internet, Caridad tiene muchas palabras de agradecimiento. "Quiero enviar un saludo bien grande a todos los cubanos que conozco que están allá, sobre todo al niño, Humberto, que está en Madrid. A los padrinos de mi hija, Felipe, Caridad, a Marlén, su hija, su nieta, a Lázaro Picó, a toda la gente que están allá que son de mi barrio, que me conocen desde niña muchos besos para todos ellos, y a todos los que escribieron felicitándome", dijo. Nunca ha salido de Cuba. Vive de una pensión de 200 pesos cuibanos mensuales (unos $8 dólares) que recibe por ser viuda, pero actualmente tiene un compañero que la ayuda en el sustento. "El sueldo aquí no le alcanza a nadie, uno tiene que ingeniárselas para que le alcance", señala. Su mayor aspiración, sin embargo, no tiene que ver con el bienestar material ni con el éxito como cantante profesional. "Es que el segundo nieto que viene en camino sea bien lindo y bien sano", asegura. *Hacer sopa: ganarse la vida (la sopa) ejecutando música muy por debajo de las habilidades del ejecutante, por lo general en un restaurante o cabaret con un público que no necesariamente aprecia la calidad del artista. Video:
Caridad López Alfonso: "Que te pedí"
http://youtu.be/ajHRWw0segc
Caridad López Alfonso: "Veinte años"
http://youtu.be/ajHRWw0segc
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