Por JUAN O. TAMAYO
jtamayo@ElNuevoHerald.com
El gobernante cubano Raúl Castro participó en una ceremonia de Janucá junto a la comunidad judía de La Habana, un gesto que que según los analistas forma parte de su plan para acercarse a las instituciones religiosas en momentos en que el país atraviesa una crisis económica.
La visita de Castro también tiene lugar cuando el regimen cubano tiene detenido al subcontratista judíoamericano por alegaciones del gobierno de que entregó ilegalmente equipos de comunicaciones satelitales a grupos judíos de la isla.
El lunes, el diario Granma, órgano del Partido Comunista de Cuba, dedicó una tercera parte de su página principal con una foto y un reportaje sobre la visita de Castro a la sinagoga Shalom en La Habana.
Raúl Castro vestía un traje y una yarmulke al encender la primera vela del menorah durante las celebraciones de Hanukkah, el feriado judío de ocho días donde se conmemora la rededicación del Templo Sagrado en Jerusalén en el siglo 2 AC.
Castro le dijo a la congregación que disfrutó su visita y que esperaba regresar para hablar acerca de "la comunidad hebrea en Cuba y la fabulosa historia del pueblo hebreo", según el Granma.
En la historia del Granma y en un informe de la televisión cubana no se mencionó a Gross, que el pasado 3 de diciembre cumplió un año preso. El subcontratista de Potomac, Maryland, de la Agencia de Desarrollo Internacional de Estados Unidos, no ha sido hasta el momento acusado oficialmente.
La secretaria de Estado Hillary Clinton le ha pedido a Cuba que libere a Gross por razones humanitarias, y le ha solicitado a organizaciones judíoamericanas que intercedan ante el gobierno de Castro.
La visita de Castro a la sinagoga parece formar parte de sus esfuerzos para acercarse a las organizaciones religiosas de la isla, dijo Enrique López Oliva, académico de La Habana que se especializa en asuntos religiosos.
La visita de Castro a la sinagoga "forma parte de una política integral que trata de demostrar que existe un creciente mejoramiento en las relaciones entre el gobierno y las instituciones religiosas cubanas", expresó López Oliva.
La política busca diseñar un proyecto "un poco de normalidad en una época en que hay una gran tensión debido a los problemas económicos", le dijo López Oliva a El Nuevo Herald por teléfono desde la capital de la isla.
Los planes de Castro de recortar los subsidios estatales y despedir a 500,000 empleados públicos, agregó López
Oliva, "han creado un clima de confusión en la población, que no sabe cuál será el futuro".
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Nota mia muy particular:
Ya la tirania cubana no sabe realmente donde va a poner el huevo!!!!!!!!!!
Primero apoyan al loco de Teheran en sus planes nucleares a sabiendas que Israel seria el primer blanco de ataques y ahora vemos a nuestro amariconado presidente
en medio de una ceremonia judia.
En fin son mas jineteras que las jineteras del malecon habanero, por dolares venden a su madre si todavia viviera.
Jorge Luis Llanes Naranjo
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