CUBA, EL NEGRO Y LA TIERRA

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Manuel Aguirre Lavarrere (Mackandal)
Escritor, poeta independiente, reside en Guanajay, provincia Habana.
makandalmm@yahoo.com



CUBA, EL NEGRO Y LA TIERRA
Por Manuel Aguirre Lavarrere (Mackandal)Publicado
Guanajay, Habana, 12 de noviembre de 2009, (PD) La base fundamental de las ganancias del régimen cubano la constituye, ahora como antes, la opresión de la población negra y mestiza.

El triunfo revolucionario de enero de 1959 quedó trunco en sus postulados al no otorgar al negro, la clase más vulnerada y desposeída históricamente, la propiedad de una tierra que había trabajado como nadie desde el momento en que arribó a las costas cubanas en condición de esclavo.

Las estrategia urdida por las autoridades españolas contra los negros en la Conspiración de la Escalera en 1844 fue para frenar el auge que este grupo étnico había adquirido y quitarles los bienes que muchos ya poseían y así mantenerlos subyugados, a merced de la limosna y el olvido

Quince años luchó a brazo partido Martín Morúa Delgado en el Senado de la nación para lograr, sin resultado alguno, el otorgamiento de tierra en arrendamiento a los negros y así aminorar en algo la desigualdad económica y social en la que se le mantenía inmerso.

Cincuenta años lleva el actual régimen cubano en el poder y el negro sigue sin ser propietario de nada. Ello muestra la negativa del sistema en aceptar una auténtica liberación de la población afrocubana.

Llevar a cabo un serio conteo acerca del por ciento de los afro-descendientes que hoy reciben las parcelas de tierra improductiva que se otorgan a particulares es difícil y complicado. Pero un paneo a vuelo de pájaro demostraría la verdad imbatible en cuanto a una realidad del ahora y con la revolución.

Criticar, decía Martí, no es morder: “Criticar es señalar con mano piadosa la sombra que oscurece la obra bella.”



En cuanto al atraso del negro en Cuba, a su estancamiento como ser pensante y núcleo fundamental del componente poblacional cubano, la sombra es el régimen mismo debido a su inmovilismo en cuanto al bienestar de la clase más preterida y la constante violación de sus derechos fundamentales.

La tragedia psicológica y social del negro en Cuba lo lleva sin remedio a la alteración de un orden oficial que no concatena con sus aspiraciones de inclusión y progreso.
makandalmm@yahoo.com