ASI PENSABA Y ESCRIBIA MANUEL CUESTA MORUA EN EL 2000
ASI PENSABA Y ESCRIBIA MANUEL CUESTA MORUA EN
EL AÑO 2000
EL AÑO 2000
PARA CUBANET
Elián y la dramaturgia política del cubano
Manuel Cuesta Morúa
(Corriente Socialista Democrática Cubana)
(Corriente Socialista Democrática Cubana)
LA HABANA, febrero - Debo empezar diciendo
que pretendo escribir un artículo para la prensa
sin ser periodista de oficio, oficioso o independiente.
que pretendo escribir un artículo para la prensa
sin ser periodista de oficio, oficioso o independiente.
Sigo diciendo a continuación que no lo hago, es decir, escribi
r el artículo, en mi condición de político o de alguien que
quiere serlo. Tampoco como representante de una
organización política opositora. Debo eximir,
por tanto, a mis compañeros, a aquéllos que
represento, de cualquier responsabilidad por
las ideas que aquí pienso exponer. En cualquier
caso, si la publicación de estos comentarios
atrae consecuencias negativas para la izquierda
democrática cubana mis compatriotas saben
exactamente lo que pueden y deben hacer.
r el artículo, en mi condición de político o de alguien que
quiere serlo. Tampoco como representante de una
organización política opositora. Debo eximir,
por tanto, a mis compañeros, a aquéllos que
represento, de cualquier responsabilidad por
las ideas que aquí pienso exponer. En cualquier
caso, si la publicación de estos comentarios
atrae consecuencias negativas para la izquierda
democrática cubana mis compatriotas saben
exactamente lo que pueden y deben hacer.
Y entro en materia con una afirmación lapidaria
y controversial.
y controversial.
La agonía de la extrema derecha cubana adquiere
un tono cadavérico. Y para que no haya dudas
sobre esta recaída comatosa, nada mejor que
observar el modo patético en que utiliza la
inocencia en su combate anticastrista
de las mil y una noches.
un tono cadavérico. Y para que no haya dudas
sobre esta recaída comatosa, nada mejor que
observar el modo patético en que utiliza la
inocencia en su combate anticastrista
de las mil y una noches.
En el asunto de Bahía de Cochinos esta ultraderecha
había fracasado. Pero aquella derrota militar
conservaba una resaca épica que le daba lustre
a los ojos de todos los combatientes de su "libertad".
En 1961 podía decirse que sólo tenía de su parte
un error político. Con el caso Elián, por el contrario,
degenera su guerra en el estrépito ruidoso de una
retirada antiestética y sin honor. Y a su error político
agrega, ahora, un horror moral.
había fracasado. Pero aquella derrota militar
conservaba una resaca épica que le daba lustre
a los ojos de todos los combatientes de su "libertad".
En 1961 podía decirse que sólo tenía de su parte
un error político. Con el caso Elián, por el contrario,
degenera su guerra en el estrépito ruidoso de una
retirada antiestética y sin honor. Y a su error político
agrega, ahora, un horror moral.
Así, de Bahía de Cochinos a Elián, el astro de la
ultraderecha cubana describe una órbita que va
de la gesta caballeresca a los gestos de desfachatez.
Nadie podía imaginar en verdad una decadencia tan
poco heroica.
ultraderecha cubana describe una órbita que va
de la gesta caballeresca a los gestos de desfachatez.
Nadie podía imaginar en verdad una decadencia tan
poco heroica.
En este exacto minuto en el que escribo sin hacer el
cálculo de los riesgos posibles, es decir, sin hacer política
con el ojo puesto en los otros, pienso en 1993.
Por estas fechas, una persona que hoy se me revela
con un coraje inmenso (a no confundir con la guapería)
tuvo el valor de afirmar ante el rostro duro de Miami
que, creo citar textualmente, "prefería dialogar con un
partido comunista reformado que con la ultraderecha
cubana". Entonces, Rolando Prats, quien era Coordinador
de la Corriente Socialista Democrática Cubana, recibió
una andanada de doctas críticas, con un alto costo
para su carrera política, por parte de algunos de
sus compatriotas.
cálculo de los riesgos posibles, es decir, sin hacer política
con el ojo puesto en los otros, pienso en 1993.
Por estas fechas, una persona que hoy se me revela
con un coraje inmenso (a no confundir con la guapería)
tuvo el valor de afirmar ante el rostro duro de Miami
que, creo citar textualmente, "prefería dialogar con un
partido comunista reformado que con la ultraderecha
cubana". Entonces, Rolando Prats, quien era Coordinador
de la Corriente Socialista Democrática Cubana, recibió
una andanada de doctas críticas, con un alto costo
para su carrera política, por parte de algunos de
sus compatriotas.
Hoy, como decimos los cubanos, me quito el sombrero
ante él. Tuvo la visión y la honradez de decir lo que
pensaba sin ira y sin saña. Yo sólo lamento no haber
defendido con la fuerza suficiente sus derechos como
libre pensador.
ante él. Tuvo la visión y la honradez de decir lo que
pensaba sin ira y sin saña. Yo sólo lamento no haber
defendido con la fuerza suficiente sus derechos como
libre pensador.
Porque el anticastrismo no me parece esencialmente
democrático. Propone destruir, y destruye, todo el piso
ético de la conducta humana tras la meta rosa de convertir
a Cuba en una hacienda próspera, de libertad y resurrección
moral. Y en este modelo de conducta democrática y
ejemplar, sustituye el debate civilizado de las razones
por el combate primitivo de los instintos en el que la
imagen y el cuerpo de un niño adquieren una dimensión
sacrificial.
democrático. Propone destruir, y destruye, todo el piso
ético de la conducta humana tras la meta rosa de convertir
a Cuba en una hacienda próspera, de libertad y resurrección
moral. Y en este modelo de conducta democrática y
ejemplar, sustituye el debate civilizado de las razones
por el combate primitivo de los instintos en el que la
imagen y el cuerpo de un niño adquieren una dimensión
sacrificial.
Elián desnuda y despedaza a la ultraderecha.
Pocas veces he visto diseñar risueña y metódicamente
un proyecto tan eficaz de pública autodestrucción.
Pocas veces he visto diseñar risueña y metódicamente
un proyecto tan eficaz de pública autodestrucción.
Todas las derechas del mundo se retroalimentan sobre
sus propios fundamentos. La norteamericana, a falta de
una autoridad intelectual, busca una buena
interpretación del cristianismo para darle gracia,
trascendencia y cohesión a su proyecto político.
La francesa, que respeta más a las autoridades,
pasa por De Gaulle y a veces llega hasta Maurras para
enfrentar la sólida maquinaria intelectual de sus
coterráneos de izquierda. A la ultraderecha cubana,
que con cada paso que da pierde la ocasión de convertirse
en una derecha vistosa, no se le ocurre otra cosa
que utilizar a un niño como baldón y texto de una
estrategia que no ha sabido afinar. Le Pen y Haider,
senior y junior de la ultraderecha europea, tienen
aquí una buena oportunidad para palidecer.
sus propios fundamentos. La norteamericana, a falta de
una autoridad intelectual, busca una buena
interpretación del cristianismo para darle gracia,
trascendencia y cohesión a su proyecto político.
La francesa, que respeta más a las autoridades,
pasa por De Gaulle y a veces llega hasta Maurras para
enfrentar la sólida maquinaria intelectual de sus
coterráneos de izquierda. A la ultraderecha cubana,
que con cada paso que da pierde la ocasión de convertirse
en una derecha vistosa, no se le ocurre otra cosa
que utilizar a un niño como baldón y texto de una
estrategia que no ha sabido afinar. Le Pen y Haider,
senior y junior de la ultraderecha europea, tienen
aquí una buena oportunidad para palidecer.
Con ello, la ultraderecha no contribuye a reedificar
el sentido de lo político. Más bien sigue haciendo
política a la cubana: arte original por la cual el poder
diseña, administra y echa a rodar las pasiones
producidas por los odios.
el sentido de lo político. Más bien sigue haciendo
política a la cubana: arte original por la cual el poder
diseña, administra y echa a rodar las pasiones
producidas por los odios.
De este modo, la política cubana asume una pose
dramática, provocando que el dramatismo de la pelea
por el poder se superponga a los conflictos profundos
y reales.
dramática, provocando que el dramatismo de la pelea
por el poder se superponga a los conflictos profundos
y reales.
Cuando Jesús Díaz nos invita a comprender el asunto Elián
en la clave del diferendo Cuba-USA, está otorgándole al
conflicto una densidad histórica que parece real por su
evidencia. Pero yerra en la caracterización específica de
una batalla absurda. Porque pocas veces los gobiernos de
Cuba y de los E.U. han coincidido con tanta rapidez,
si tomamos en cuenta que muchas veces no han
encontrado el modo racional de entenderse.
Por ello, no son los historiadores y los politólogos
los más indicados para explicar lo que está ocurriendo.
Este asunto pertenece al doble terreno de la axiología
-la empresa intelectual que tiene que ver con los valores-
y de la sicología -la ciencia social que tiene que ver con
la forma mentis, la mentalidad. El asunto tiene efectos
políticos, pero la política no lo explica.
en la clave del diferendo Cuba-USA, está otorgándole al
conflicto una densidad histórica que parece real por su
evidencia. Pero yerra en la caracterización específica de
una batalla absurda. Porque pocas veces los gobiernos de
Cuba y de los E.U. han coincidido con tanta rapidez,
si tomamos en cuenta que muchas veces no han
encontrado el modo racional de entenderse.
Por ello, no son los historiadores y los politólogos
los más indicados para explicar lo que está ocurriendo.
Este asunto pertenece al doble terreno de la axiología
-la empresa intelectual que tiene que ver con los valores-
y de la sicología -la ciencia social que tiene que ver con
la forma mentis, la mentalidad. El asunto tiene efectos
políticos, pero la política no lo explica.
Yo no veo ninguna relación causa-efecto, ninguna
regularidad entre el rechazo al comunismo y la utilización
morbosa de un menor para una causa política que debía
tener banderas mayores. Veo, sin embargo, un vínculo
muy estrecho entre la frustración y la irracionalidad.
Y si esta frustración es resultado de aquel comunismo,
esto sólo explica los efectos que producen determinadas
derrotas y la estructura moral de los derrotados, no la
reacción natural ante la expropiación, la supresión de los
derechos humanos y la condición de exiliado.
regularidad entre el rechazo al comunismo y la utilización
morbosa de un menor para una causa política que debía
tener banderas mayores. Veo, sin embargo, un vínculo
muy estrecho entre la frustración y la irracionalidad.
Y si esta frustración es resultado de aquel comunismo,
esto sólo explica los efectos que producen determinadas
derrotas y la estructura moral de los derrotados, no la
reacción natural ante la expropiación, la supresión de los
derechos humanos y la condición de exiliado.
El caso de Elián sólo podía convertirse en el asunto Elián
porque hace mucho tiempo que el arte de la política ha
sido sustituido entre nosotros por el arte de la dramaturgia.
Y en este último, todo depende de los actores específicos
del reparto. Y en el arte lo que importa a los actores es
darle fuerza dramática a sus personajes.
porque hace mucho tiempo que el arte de la política ha
sido sustituido entre nosotros por el arte de la dramaturgia.
Y en este último, todo depende de los actores específicos
del reparto. Y en el arte lo que importa a los actores es
darle fuerza dramática a sus personajes.
Estudiar el papel una y otra vez, memorizar el guión hasta
convertirlo en un discurso espontáneo, moverse en medio
del trucaje y los efectos especiales, ensayar las poses más
impactantes y lograr el mayor efecto en el espectador son
las cosas que, básicamente, hace y busca el actor.
También, por supuesto, dinero.
convertirlo en un discurso espontáneo, moverse en medio
del trucaje y los efectos especiales, ensayar las poses más
impactantes y lograr el mayor efecto en el espectador son
las cosas que, básicamente, hace y busca el actor.
También, por supuesto, dinero.
En esta conversión, poco importa que las historias
representadas sean reales e impliquen el destino de
una nación. Lo interesante y productivo para estos
actores es que sus papeles no pierdan el rol protagónico,
y que su poder y sus bolsillos no se resientan.
Y si los espectadores deciden encender las luces de la sala,
entornar las butacas y volverse sobre sus pies, peor,
entonces, para ellos. No hay salidas al alcance.
Hay una historia que representar y los espectadores deben
convertirse involuntariamente en actores.
representadas sean reales e impliquen el destino de
una nación. Lo interesante y productivo para estos
actores es que sus papeles no pierdan el rol protagónico,
y que su poder y sus bolsillos no se resientan.
Y si los espectadores deciden encender las luces de la sala,
entornar las butacas y volverse sobre sus pies, peor,
entonces, para ellos. No hay salidas al alcance.
Hay una historia que representar y los espectadores deben
convertirse involuntariamente en actores.
Dentro de esta dramaturgia cubana existe de todo:
exageración, aullidos, golpes de pecho, gritería,
amenazas, autismo actoral, música difónica y
representación ridícula; al punto de que se utiliza a un
niño en escenas obscenas para las que no está preparado.
exageración, aullidos, golpes de pecho, gritería,
amenazas, autismo actoral, música difónica y
representación ridícula; al punto de que se utiliza a un
niño en escenas obscenas para las que no está preparado.
¿Qué pretende la ultraderecha con estas
incomprensibles cabriolas?
incomprensibles cabriolas?
Atraer una vez más la luz hacia su escenario.
Esta puede ser una buena razón política para entender
su movida infantil. Porque hace ya un buen tiempo que
mucha gente secretea en voz alta que la cosa se resuelve
en Cuba y con cubanos de buena voluntad ...
con todas las ideologías incluidas.
Esta puede ser una buena razón política para entender
su movida infantil. Porque hace ya un buen tiempo que
mucha gente secretea en voz alta que la cosa se resuelve
en Cuba y con cubanos de buena voluntad ...
con todas las ideologías incluidas.
Y para atraer más la luz sobre su escenario, la ultraderecha
sacrifica un conjunto de buenas causas: la causa y la suerte
de los prisioneros políticos en Cuba, la causa de los cubanos
que sin luz intentan, no sé si racionalmente, abrirse paso
por nuestras avenidas para exigir sus derechos,
la causa de aquellos norteamericanos que reclaman también
a sus hijos secuestrados y la causa de todos los que de
distinta manera aportan su grano de arena para la
democratización de Cuba.
sacrifica un conjunto de buenas causas: la causa y la suerte
de los prisioneros políticos en Cuba, la causa de los cubanos
que sin luz intentan, no sé si racionalmente, abrirse paso
por nuestras avenidas para exigir sus derechos,
la causa de aquellos norteamericanos que reclaman también
a sus hijos secuestrados y la causa de todos los que de
distinta manera aportan su grano de arena para la
democratización de Cuba.
Otorga, también, un número de buenos pretextos:
un pretexto para revivir el nacionalismo a la vieja usanza,
un pretexto para ser fotografiada in fraganti frente a
cubanos de nueva generación que sólo tenían una
vaga y pobre idea de lo que las ultraderechas significan
y un pretexto para confirmar, sé que estoy exagerando,
que la libertad en los Estados Unidos comienza después
de la Florida.
un pretexto para revivir el nacionalismo a la vieja usanza,
un pretexto para ser fotografiada in fraganti frente a
cubanos de nueva generación que sólo tenían una
vaga y pobre idea de lo que las ultraderechas significan
y un pretexto para confirmar, sé que estoy exagerando,
que la libertad en los Estados Unidos comienza después
de la Florida.
¿Que cuáles comentarios me suscita la postura del gobierno
cubano frente a este asunto? Confieso que muy pocos.
cubano frente a este asunto? Confieso que muy pocos.
Siempre me ha resultado redundante acusar al gobierno
cubano de ser y actuar como el gobierno cubano.
Frente a él se trata de abismar la distancia entre sus
dichos y sus hechos. Si logramos que no se comporte
como dice, de seguro que habremos avanzado un buen
trecho en nuestros propósitos; si no, habremos fortalecido
nuestras convicciones.
cubano de ser y actuar como el gobierno cubano.
Frente a él se trata de abismar la distancia entre sus
dichos y sus hechos. Si logramos que no se comporte
como dice, de seguro que habremos avanzado un buen
trecho en nuestros propósitos; si no, habremos fortalecido
nuestras convicciones.
De modo que en mi opinión, las autoridades cubanas
han actuado, en este caso, con método, su método.
Y aunque quisieran, no podrían manipular a Elián.
Otra cosa es que se han aprovechado del asunto Elián.
Pero, no conozco clase política alguna que no saque
ventajas de una situación que no ofrece costos.
Y repito, según su método.
han actuado, en este caso, con método, su método.
Y aunque quisieran, no podrían manipular a Elián.
Otra cosa es que se han aprovechado del asunto Elián.
Pero, no conozco clase política alguna que no saque
ventajas de una situación que no ofrece costos.
Y repito, según su método.
Juegos de habilidad pública con el calendario
(las famosas 72 horas), marchas reales para muchos
y virtuales para todos -que actúan como espesos
telones para cubrir unos cuantos desplazamientos
hostiles de la policía política- mesas redondas de expertos
, chistes callejeros, sensibilidades sinceras y
hastío social constituyen el cóctel revolucionario de los
últimos cuarenta años.
(las famosas 72 horas), marchas reales para muchos
y virtuales para todos -que actúan como espesos
telones para cubrir unos cuantos desplazamientos
hostiles de la policía política- mesas redondas de expertos
, chistes callejeros, sensibilidades sinceras y
hastío social constituyen el cóctel revolucionario de los
últimos cuarenta años.
Sé que el gobierno cubano podía haber actuado de otro
modo. Aplicar una política de Estado, respaldando al
padre de Elián con un buen equipo de jurisconsultos,
estaba entre las opciones político-administrativas
para afrontar el caso. Pero yo puedo asegurar, desde
mi corta experiencia política, que allí donde las
autoridades cubanas puedan aplicar una política
revolucionaria, en sustitución de una política de Estado
, dirán: aquí yace nuestra mina de oro.
modo. Aplicar una política de Estado, respaldando al
padre de Elián con un buen equipo de jurisconsultos,
estaba entre las opciones político-administrativas
para afrontar el caso. Pero yo puedo asegurar, desde
mi corta experiencia política, que allí donde las
autoridades cubanas puedan aplicar una política
revolucionaria, en sustitución de una política de Estado
, dirán: aquí yace nuestra mina de oro.
La cuestión es saber si podemos actuar contra el fondo
de nuestra propia memoria histórica para evitar que se
repita nuestro calendario sempiterno, y si en nuestro
debate político nos está permitido actuar como los otros.
de nuestra propia memoria histórica para evitar que se
repita nuestro calendario sempiterno, y si en nuestro
debate político nos está permitido actuar como los otros.
Las autoridades cubanas constituyen esos otros que
un buen día decidimos no imitar. En esto existe un
común acuerdo. El asunto Elián demuestra, para los
que albergaban dudas, que existen otros "otros" a
los que tampoco se puede imitar.
un buen día decidimos no imitar. En esto existe un
común acuerdo. El asunto Elián demuestra, para los
que albergaban dudas, que existen otros "otros" a
los que tampoco se puede imitar.
Los otros "otros" son la ultraderecha.
Y la caída lenta y precisa del telón sobre su escenario es
un dato que circula por todas las capitales del mundo
civilizado. Hecho inadmisible para ella, busca a toda
costa, y sin reparar en los costos, reafirmarse como la
testa coronada de la democratización de Cuba.
Intenta hacer ver, y no pocas veces lo ha logrado,
que los únicos adversarios de talla, poder y capacidad
se mueven en sus pasillos y lunetas, y que su
desaparición dejaría las cosas en Cuba más o menos
como están. No pocos en el mundo les han creído y
de paso nos han visto, a los cubanos de adentro,
como unos corifeos sin voz propia, música y guión.
Ello, ha alimentado su pretendida capacidad para
ofrecer sinecuras, legitimidades e investiduras.
un dato que circula por todas las capitales del mundo
civilizado. Hecho inadmisible para ella, busca a toda
costa, y sin reparar en los costos, reafirmarse como la
testa coronada de la democratización de Cuba.
Intenta hacer ver, y no pocas veces lo ha logrado,
que los únicos adversarios de talla, poder y capacidad
se mueven en sus pasillos y lunetas, y que su
desaparición dejaría las cosas en Cuba más o menos
como están. No pocos en el mundo les han creído y
de paso nos han visto, a los cubanos de adentro,
como unos corifeos sin voz propia, música y guión.
Ello, ha alimentado su pretendida capacidad para
ofrecer sinecuras, legitimidades e investiduras.
Pero Elián ofrece una buena oportunidad, no para
aprovecharnos políticamente de él, sino para advertir
que el anticastrismo no guarda ninguna relación con
los soportes éticos y estructurales de la democracia,
y que la posibilidad de desdramatizar el conflicto cubano,
si es que queremos hacer política posible, pasa por
deshacernos de sus virulencias.
aprovecharnos políticamente de él, sino para advertir
que el anticastrismo no guarda ninguna relación con
los soportes éticos y estructurales de la democracia,
y que la posibilidad de desdramatizar el conflicto cubano,
si es que queremos hacer política posible, pasa por
deshacernos de sus virulencias.
En cuanto a mí, sólo puedo estar en este caso del lado
del derecho y de los valores humanos.
Del lado de Cuba y de Juan Miguel.
del derecho y de los valores humanos.
Del lado de Cuba y de Juan Miguel.
y autoriza la reproducción de este material informativo,
siempre que se le reconozca como fuente
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