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domingo, 24 de febrero de 2013

Mr. "Cyber Coopelia" Eliécer Ávila,otro caballo de Troya de la tirania





La ¿nueva? estrategia del Raulato:

 Lo que trajo el barco en viajecitos.

BY ZOÉ VALDÉS ¡LIBERTAD Y VIDA!


¿Cómo todavía se puede ser tan sinvergüenza al creer que bajo un régimen que lleva más de medio siglo en el poder encarcelando, desapareciendo, oprimiendo, asesinando y exiliando, pueden existir cambios? ¿Cómo se puede ser tan innoble de tolerar que en Cuba se produzca una sucesión dinástica de hermano a hermano, de tirano a tirano, y que se ansíe además que la misma sucesión continúe per saeculum seculorum contemplando a sus hijos y nietos? ¿Cómo se puede ser tan cínico y oportunista de anteponer un proyecto personal por encima de la libertad de Cuba y usar la libertad de Cuba para lograr triunfos individuales? Siento decirles que sí se puede, y por qué, por dinero. Y detrás de ese dinero, que es mucho, está el castrismo mismo, por supuesto, está el gobierno norteamericano, están la izquierda internacional y buena parte de la derecha (con complejos de serlo y con los dientes afilados esperando, no ya por la fruta madura, por la migaja podrida), y está también una parte de la disidencia o bichidisidencia del raulismo o raulato light, diseñada para eso, para darle voz a las demandas del castrismo: levantamiento del embargo, suculentos negocios con el régimen (incluidos los exiliados que pretenden que Cuba se convierta en Singapour como son Carlos Saladrigas y Carmelo Mesa-Lago, entre otros, Carlos Alberto Montaner propuso la solución de Taiwán), negocios con los que esta bichidisidencia se está salpicando desde hace rato con remuneraciones, viajes a Cuba, y con premios fomentados por el mismo castrismo, además por los ingenuos que se apuntan a la comparsa conducida por el ritmo del eterno dictón de que la fama llama a la fama, y ahí donde haya fama hay que anotarse y sumarse para que algo caiga, toque y moje (por cierto, mucho cranque que me dieron ciertas personas cuando yo todavía creía en el proyecto Academia Blogger y en Yoani Sánchez, para convencerme de que todo era un bluff del castrismo (conservo todos sus correos de la época y varios amigos también los conservan), pues bien, resulta que ahora, al menos una de las personas que con más encono la criticó, ha borrado todos sus artículos críticos de su blog, sin contar que en el mío siguen y en otros las huellas de su actitud, y se ha callado porque prefiere anotarse a última hora a la fila de adoradores detrás de la fama de la bloguera). Otros lo tienen muy claro desde hace rato, son ideológicamente castristas por convicción, pero pactaron el ser sembrados en el exterior desde hace décadas, como espías, puros espías, a la orden del castrismo, aunque desde lejos, son eso, espías bañados con Palmolive y entalcados con Mennen. Algunos se preguntan qué hay detrás de la nueva Ley de Viajes que engracia a una selección solamente muy precisa y puntual de algunos cubanos, no para todos, como ya hemos podido comprobar. No es nada nuevo. No se trata como la prensa en su gran mayoría pretende que así sea, de los cambios tan esperados del Raulato, nada de eso. Se trata de lo mismo: de expulsar a los cubanos de su país, a aquellos que molestan, pero con una variante, colocar a sus fichas, a sus agentes, o a sus colaboradores, también en el exterior, dejarlos salir y entrar, con el claro objetivo de que estos autorizados y ya muy célebres (convertidos en celebridades por la prensa misma y con la complicidad de la izquierda y del gobierno norteamericano) se conviertan en la prueba extrema de que el castrismo está dando muestras de cambios, y de paso, aunque este sería el objetivo principal, se transformarían y así lo harán, en los principales detractores del exilio, de los exiliados verdaderos (al que ahora llaman viejos, quiero que se enteren de una buena vez que dentro del exilio también existen varias y diversas generaciones de cubanos), y que enfrenten a los verdaderos disidentes que también serán invitados a salir, a viajar, como ha sido el caso de Rosa María Payá recientemente. En una palabra, con esta nueva Ley, hecha a la medida del castrismo, se deshacen, se quitan de encima a los opositores verdaderos y envían a la tropa de choque que les hará el contra discurso, ya no en el terreno nacional, sino en el extranjero. Además de tal modo situarán la pelea fuera. Pero no todo el mundo está dispuesto al show, por suerte. La estrategia no es nueva, reitero, ya la probaron con unos cuantos escritorzuelos o escribanos del castrismo, así como con los pintorzuelos y musiquitos, los “ajttitas” que han ido enviando a Europa primero y a Estados Unidos después. Hace muchos años, cuando yo trabajaba en el ICAIC, donde solamente trabajé cuatro años, en Cuba viví treinta y un años, y trabajé para la UNESCO cinco años, por contrata a mitad de jornada, y que empecé a disentir desde dentro del corazón del castrismo, lo que es más difícil, si nos ponemos, al poco tiempo me llamó un oficial de la DSE (Departamento de la Seguridad del Estado) para que yo colaborara con ellos: debía dar los nombres de todos aquellos que asistían a las proyecciones de filmes que organizaban los diplomáticos españoles en Cuba, como fue la programación de todo el cine de Pedro Almodóvar a través del consulado español en el Gran Teatro Federico García Lorca, y dar los nombres también de los que participaban en las actividades de las embajadas. Por supuesto que me negué y advertí a la presidencia del ICAIC lo que me había sucedido, así como a la prensa extranjera de la época, al periodista Bertrand Rosenthal, entre otros. Después volvieron a contactarme cuando murió mi segundo esposo en un accidente de avión, para que yo los ayudara a captar periodistas extranjeros susceptibles de convertirse en informantes de la Seguridad del Estado, les dije que ese no era mi trabajo, que yo era una escritora, una periodista que trabajaba en el cine, y que se dirigieran a otros, volví a protegerme informándolo a la presidencia del ICAIC y a la prensa extranjera. Quisieron sacarme información de Michel Legrand y de Erick Berchot, de Dominique Sanda, de Agnès Varda, y de todos los extranjeros con quienes trabajé en Cuba, principalmente franceses. Cuando el famoso robo de cuadros en el ICAIC, la DSE citó a varios trabajadores del 7mo piso, a mí me citaron como a otros, pero esta vez para que les diera información sobre el mismo Alfredo Guevara y sobre sus colaboradores cercanos, preguntándome si AG era homosexual (lo que ellos daban por sentado lógicamente), si sus choferes eran sus amantes, y qué pensaba yo del robo, ya en una ocasión anterior en París otro agente de la DSE me llamó a la embajada castrista para preguntarme si yo pensaba que AG podía suicidarse dado que pasaba un momento tenso en sus relaciones con Fidel Castro. Cuando el famoso agente castrista Azpillaga saltó el charco, con todo lo que eso significaba, llamaron a todo el personal cubano de París a la embajada para proponer que estuviésemos armados para matar a Azpillaga si nos cruzábamos con él en París y repartieron armamento. A todo lo anterior me negué, y en cuanto a esto último, sólo recuerdo que nos negamos yo y otra persona, yo inclusive tuve que presentar un certificado médico debido a un tratamiento contra dos nódulos que padecí en las tiroides, argumentando que nunca había portado un arma, que mis manos temblaban a causa de los nódulos, y que no las portaría nunca. Todo está contado en mis novelas, este último episodio en La cazadora de astros. Desde luego, como comprenderán, todas esas negativas me pasaron factura, y no fue fácil irme convirtiéndome en lo que me convertí, en una persona sumamente aislada, escribiendo a escondidas la novela que me dio a conocer en el mundo entero. Ya cuando la copa desbordó fue cuando llevaba ya un tiempo viviendo con Ricardo Vega, cineasta y disidente, miembro del Grupo ARDE (Arte y Derecho) y vinieron a proponerme, esta vez la Jefa de Vigilancia del barrio (ya yo me había dado de baja de todas las organizaciones habidas y por haber, nunca fui militante de nada, por cierto) para que yo informara de Ricardo Vega, o sea, de mi marido, y futuro padre de mi hija, porque a ella se lo habían venido a pedir, que así me lo exigiera. Podrán imaginar mi respuesta. Así que a mí no hay quien me haga cuento de cómo se acercan a los disidentes, de cómo los chantajean a través de sus vidas sexuales, de sus historias personales, de cómo envían a sus familiares, y de cómo todavía en el exilio usan a esos mismos familiares para empujarles la cabeza al suelo y obligarlos a comer tierra. Conmigo nunca funcionó, nunca chivatié a nadie, conmigo no pudieron, en primer lugar porque yo para ellos era solo una ficha, no era nadie, no era conocida en aquel momento, ni les interesaba como tal; en segundo lugar, porque yo jamás me escondí ni pacté con nadie, mi les di el más mínimo chance de utilizarme, aunque en una ocasión quisieron hundirme con una trampa urdida, por cierto, a través de un poeta que según me cuentan, después de haber pertenecido a la más alta jerarquía militar castrista y sandinista anda ahora dando clases en una universidad en Chicago, del mismo modo que los agentones del ICAIC ahora andan de managers musicales por Europa. O sea, que yo conozco, y no solo yo porque es un intento de chantaje que se le aplica a la gran mayoría, muchos conocemos cómo se acerca la DSE a los debiluchos, cómo los capta y los somete a pactos de los que jamás pueden zafarse. Para negarse a ello hay que tener mucha fuerza y a donde quiera que esa persona vaya, la sombra, el brazo largo del castrismo, lo perseguirá donde menos se lo espere. Después de haber escapado de Cuba y de evitar el haberme trastocado en una Mata Hari del castrismo en contra de mi mismo marido, padre de mi hija, y ya en el exilio, me llamaron los oficiales de este lado, nada que ver con Cuba, para preguntarme si yo me proponía ser una líder, o sea la líder del exilio. Respondí que mi única ambición era la escritura, que mi vida era escribir, y que solamente ansiaba vivir tranquilamente, y que desde luego, prestaría mi tribuna personal a la causa cubana, porque soy cubana. Nada más, y por supuesto, nunca más. ¿Qué hubiera pasado si yo hubiera aceptado ser la supuesta líder del exilio que entre líneas me proponían? Probablemente mi carrera de escritora se habría dañado profundamente, aunque sin serlo, han querido dañarla, y ¡cómo! Hoy por hoy estoy pagando las consecuencias de no ser publicada, por ejemplo en Italia, como ya me publicaron en el pasado editoriales de prestigio, porque decidí decir lo que pienso sobre el régimen y sobre los novedosos y más recientes ejemplares de la bichidisidencia. De modo, que como dije antes, a mí no hay quien me haga cuento. No acuso a nadie en particular de haber pactado con el castrismo, pero dado y visto quienes representan a algunos de los diz que opositores, la ascensión tan fenomenal de la que han sido objeto, el endiosamiento que no admite críticas ni señalamientos de ningún tipo, sus discursos tan benévolos en relación al castrismo y el apoyo que reciben por tirios y troyanos, al menos permítanme que dude y lo exprese libremente. En pocos días ya se me han acercado tres personas para que participe del recibimiento que le dará Europa a Yoani Sánchez a la que ya empezaron a comparar con Aung San Suu Kyi, lo que yo sabía de antemano que ese era el plan. El plan de compararla con la birmana se gestó en la oficina de los Clinton-Obama, pese a que a la birmana le mataron al padre los esbirros de la dictadura, pese a que estuvo encerrada durante años, años en los que su marido enfermó de cáncer y murió, solo en Londres, cuidando y educando también en solitario a sus hijos pequeños, que crecieron sin su madre. Suu Kyi había vivido en Londres, y regresó por un problema personal a Birmania, allí se dio cuenta tras las violentas manifestaciones y masacres de estudiantes en las calles por lo que habían asesinado a su padre siendo ella una niña. Su historia no me recuerda para nada a la de Yoani Sánchez, quien salió de Cuba mediante otro ardid de los suyos que sería bueno que contara ella misma, y sin embargo sí a la de Rosa María Payá, pero qué raro, hasta ahora nadie ha comparado a la birmana con la joven habanera a la que también le mataron al padre, Oswaldo Payá Sardiñas, líder del Movimiento Cristiano Liberación. Y es que Rosa María Payá jamás se ha prestado al jueguito de pedir un diálogo con Mariela Castro públicamente, ni apoyó el falso Concierto por la Paz de Juanes, también inventado en los pasillos de la Casa Blanca, ni hace politiquería para que los tiburones cubanos del exilio conviertan a Cuba en una Singapur. No, a Rosa María Payá, como a su madre, como a su padre, como a sus hermanos, como a Martha Beatriz Roque, como a Oscar Elías Biscet, como a Jorge Luis García Pérez Antúnez, y como a tantos otros periodistas y luchadores que sí salen a diario a las calles a jugársela y como a tantos verdaderos exiliados de distintas generaciones lo que les interesa es la libertad de Cuba y no el “baro”. Una de las personas que se me acercó para que yo le haga de payasa a la Máxima Líder de los cubanos que no la conocen y de los tontos del exilio me confiesa, muy entre nos, que todas las entrevistas serán pagadas, pagadas a la entrevistada y a la persona que le haga la pala. ¡Mucho menos me interesa!, respondí. Y adiós. Pese el extremo sacrificio de Aung San Suu Kyi y de los supuestos cambios económicos en un país donde hay riquezas que explotar, no es el caso de Cuba, la ONU acaba de condenar nuevamente al régimen, como se puede ver en este video. Ayer vi un video de una entrevista con Eliécer Ávila, el joven que interpeló a Richard Alarcón públicamente cuando era estudiante universitario y el mismo que también tuvo que frenar, rectificar y echarse paletadas de mierda él mismo públicamente cuando le apretaron las tuercas, en la TVC, tal como se puede apreciar en internet (You tube). En ese video subido por Misceláneas de Cuba a la red está la clave de todo. Allí se nos muestra el verdadero pacto, la tarea que probablemente les han dado a algunos a cambio de los viajecitos y ¿por qué no de una pinchita en el exterior en el área de la ciberguerra? Primero y en el mejor tono de voz, presuntuoso y sabelotodo, de un joven Fidel, y de un Chávez golpista, Eliécer nos cuenta que él desea la paz, que no quiere la guerra, que por eso cree en el diálogo con la dictadura, y saca el viejo truco de la abuelita que prefiere ser comunista a ser guerrerista, porque para él, que pretende dar lecciones a los Europeos tal como manifiesta en el video, sacar a los Castro del poder sólo es posible a través de una guerra (otro viejo truco castrista de los Bárbaros que nunca llegaron, y del Coco, y del Lobo, etc, etc). Siento recordarle a Eliécer que esa Europa a la que él pretende alfabetizar desde su máxima experiencia de estudiante graduado de la UCI, de chivatón y espía de la UCI en la Operación VERDAD y de heladero de Puerto Padre, sin haber pasado por un calabozo castrista, se liberó de un dictador como Milosevic llevándolo a los tribunales penales internacionales, sin contar la intervención norteamericana y de las Tropas Aliadas para liberar a Europa de la bota nazi, y que eso pretende hacer con otros dictadores, sólo que la ONU no está por la labor precisamente por las declaraciones de gente como él de hacerlo en el caso de Cuba. Europa está en medio de una gran crisis económica mundial, donde hay cientos de miles de parados, que tienen el coraje de suicidarse públicamente, de quemarse a lo bonzo, para probar sus verdades, su honor; para ponerse a recibir lecciones de quien ni siquiera ha tenido una experiencia lograda como mercachifle del comunismo. En cuanto a lo de que son las viejas generaciones del exilio las que quieren la guerra, ¿y qué, no tienen derecho, como él mismo reivindica el derecho de su viejo padre a ser comunista? Bah, otro cuentecito del Tío Tata Fidel y de la Tía Tatiana de Raúl, porque que yo sepa y la historia lo confirma, los Castro no tomaron el poder en Cuba por la vía pacífica, han sido por el contrario los mayores guerreristas del siglo pasado, exportando guerrillas al mundo entero, como se confirma ahora mismo en Siria. Además de que la historia de la independencia de Cuba frente a España demuestra que hasta un hombre como José Martí, que más pacifista habría que mandarlo a fabricar, decidió tomar las armas para luchar por su país en contra del enemigo español, por ello dio la vida. Por otro lado, me gustaría aclararle a Eliécer que nadie está pidiéndole a los militares cubanos, a la armada cubana, que le entregue armamento al pueblo para que les dispare, sólo a un cabeza de chorlito se le puede ocurrir semejante insensatez, sin embargo, el pueblo cubano, los jóvenes cubanos tienen el derecho de salir a la calle como los “indignados” del mundo entero, a luchar por sus derechos, derechos humanos, derechos cubanos, y que en el momento en que eso suceda si llegara a suceder, los militares cubanos, en lugar de reprimirlos, debieran juntárseles y protegerlos, usar el armamento que está en su poder para proteger la justicia, la libertad y la democracia que los cubanos nos merecemos y que debemos conquistar como sea, por cualquier vía, preferiblemente la pacífica, lo que no impide lanzarse masivamente a las calles cubanas, como hacen ya en Cuba muchos grupos de disidentes y que él mismo no ha hecho nunca, y en contra de los Castro y de toda su parentela. No entiendo además cómo el joven Eliécer, al que ya su interlocutor denomina “esperanza política”, reclama el derecho para los comunistas a ser reconocidos como partidos políticos cuando haya democracia y sin embargo al mismo tiempo le veta el derecho a otros cubanos, incluidos los que llevan años de experiencia de lucha en el exilio, a participar de esos mismos derechos de participar como partidos en una Cuba democrática, cuando sería a ellos los que les tocara ya y no a los que han ostentado el poder toda la vida, como lo han hecho los castrocomunistas. ¿O es que su padre comunista ya se cansó del poder que ejerció y ahora, viendo que se acerca el final, como buen oportunista, añora ejercerlo desde una supuesta disidencia también comunista? Es que lo del castrismo, ya es de truco. He aquí la mitad del discurso desmontado, pero esperen, no nos apuremos, que los números que botarán serán peores, todavía no ha llegado el numerito más grande que ha parido el castrismo en los últimos diez años. Es la razón por la que no admitiré nada que me involucre con ser el escaparate, la vitrina, ni el taburete en el que pongan las nalgas ninguno de los que pida el diálogo con el castrismo, ni con toda su parentela. Porque no es que estemos haciendo el ridículo con esto, viéndonos el mundo como el único pueblo al que le han dado de patadas en la nuca y por las culo y todavía anhelamos dialogar con los verdugos, sino es que se esté prestando a colaborar con el castrismo de a lleno. Y conmigo no va. Pero ya saben, esto es lo que trajo el barco. Zoé Valdés.





Llegada de Rosa María Payá a Madrid


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