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domingo, 3 de junio de 2012

Ofensiva diplomática, de la tiranía raulista.Por Héctor Julio Cedeño Negrín



Ofensiva diplomática, de la tiranía raulista.



La tiranía de los hermanos tiranos, hace tiempo que dejó de ser un icono dentro de la fulgurante arena política internacional y es hoy por el contrario, un arcaico dinosaurio prehistórico, en consonancia directa con la decrepitud de sus líderes. Ya en los últimos discursos de Fidel Castro, antes de su pase definitivo al cuartito de los tarecos, sus intervenciones públicas, movían más a la hilaridad, que al análisis reflexivo. Recuerdo la expresión de un amigo, muy impresionado con las cualidades oratorias del sátrapa, cuando me decía; “ese hombre tiene el don de la palabra”. Así aproveché su admiración por el diletante discursero y le cambié un libro de sus discursos, por un formidable tratado sobre “La Defensa siciliana”, que me habría costado un dineral conseguirlo. Eso en los tiempos de mi fanatismo por el ajedrez, más aun, cuando ese librejo, lo guardaba en el lugar de los trastes. De Raúl lo más valiosos, son sus silencios y con el nos liberamos, del tedioso “muelero” de todos los días y a toda hora. A decir de un medio tío mío, que estuvo en la Sierra Maestra junto al chino, este es bastante “complejista” o acomplejado y siempre prefirió mantenerse en silencio, salvo en círculos muy íntimos, cuando se reunía con sus incondicionales secuaces. Pues resulta que a los “propaganderos” de la tiranía se le acabaron los disertantes y en la actualidad apenas pervive, el mediocre “Presidente de la Asamblea Nacional”, Ricardo Alarcón de Quesada, al que le quedan muy pocos argumentos. En primer lugar, porque Jorge Mas Canosa, se los desbarato, casi todos, en aquel antológico debate de hace algunos años y los pocos que le quedaban se los terminó de pulverizar, Eliécer Ávila, el entonces imberbe estudiante de cibernética. Ahora resulta que Raúl, está realizando una jugada “magistral”, enviando a un grupo de sus acólitos en gira por los Estados Unidos de América y para tratar de conseguir algún resultado positivo, que mejore un poco la imagen de su tiranía, ante el imperio revuelto y brutal, que dicen detestar, pero sin el cual nunca podrán avanzar. En primer lugar, a su “Enviado Especial”, algo así como un Súper Ministro. Para este cargo escogió, el General auto nombrado Presidente, a Jaime Ortega y Alamino, ungido Cardenal, de la curia vaticana y príncipe divisor de la Iglesia Católica Cubana, en la medida que le conviene a los Castro, por aquel adagio de, “divide y vencerás”. Otro miembro de la delegación a la Yuma, enviado como Cabildero de la tiranía raulista, es Eusebio Leal Spengler, trapichero principal del Patrimonio Cultural Cubano y Titulado, como “Historiador de los Derrumbes”, que es verdaderamente, en lo que se ha convertido la carcomida Ciudad de la Habana. Jefe de los despilfarradores de dinero, a manos llenas, porque la Habana está tan deteriorada, que no se puede reparar y lo mejor sería derribarla de una vez y construirla de nuevo. La otra prominente miembro de la delegación raulista es su propia hija, que se ha sumado a la “Campaña de Obama”, gratuitamente y sin percibir honorarios. Ha donado su tiempo de ocio para ese fin (mientras pasea por sus praderas y ciudades) y pretende sumar el voto Gay, al deteriorado Presidente norteamericano. No se sabe si este fue un favor que le pidió Obama a Raúl, en pago por los favores que él le ha hecho. Por lo pronto los Gay cubanos en los EEUU, desaprueban la presencia y la labor, de Mariela Castro Espin, representante de una tiranía, que instituyó las UMAP y los campos de trabajo forzado, establecidos especialmente, para corregir las “desviaciones”, de los llamados homosexuales cubanos. Los resultados de la ofensiva diplomática son poco halagüeños, para la tiranía raulista. Por lo pronto la Repsol, dice que se va y que no hace un agujero más en el fondo del mar. No vale la pena arriesgar los jugosos contratos, que tiene con el gobierno norteamericano, por un ficticio petróleo, que tal vez jamás aparezca. Las críticas al Cardenal son colosales y aunque otorgar el perdón por los daños personales que le causaron los hermanos Castro, forma parte de la Misericordia, de los seguidores de Jesús, el perdón por los crímenes cometidos por la tiranía, contra el pueblo católico y los ciudadanos cubanos, no son gratuitos, ni debe ser otorgado por el Cardenal a título personal, sino por la Iglesia Católica Cubana y todos sus fieles. Esto si ese perdón, fuera solicitado por los gobernantes y además resultaran resarcidos los daños provocados, por los desmanes cometidos. Sobre todo si se instituyera, la justicia, cosa que ni han hecho, ni piensan hacer los tiranos. A mi modo de ver las cosas, me parece que Raúl debería nombrar a Jaime Ortega, como Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba y sustituir a Bruno Rodríguez Parrilla, que en definitiva, ha demostrado una rayana mediocridad. El Papa puede otorgar la dispensa, porque en definitiva, ya Ortega terminó su período, tiene la edad de jubilación y una magnifica afinidad, por la tiranía raulista. Eso se hizo, con Miguel D´escoto, como Ministro de Nicaragua y con Fernando Lugo, Presidente de Paraguay. Con ello se liberaría a la Iglesia Católica Cubana, de un personaje controversial. A mi me gustaría, como católico practicante, que se hicieran ciertos cambios entre los conductores de la Iglesia Cubana. Por ejemplo, que el Papa Benedicto XVI, trasladara a Monseñor Dionisio García Ibáñez, al Arzobispado de San Cristóbal de la Habana y le nombrara Cardenal y se ascendiera al Padre José Conrado Rodríguez, como Arzobispo Primado de Santiago de Cuba. Como el Padre Dionisio no tendría mucho tiempo libre, en estas circunstancias, que se nombrara al Obispo José Félix Pérez, como Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) y se le ascendiera. Podrían hacerse algunos otros cambios que fortalecerían a la institución religiosa, como convertir en Arzobispado, el Obispado de Santa Clara y nombrar a Monseñor Arturo González Amador, como Arzobispo. La actual Jerarquía Católica, está más cercana a la vanidad de su investidura que a representar al pueblo católico, que debería ser la razón primera de su ministerio y aunque la Iglesia no sea, una Institución política, es innegable su influencia en estos menesteres, pero es además, una autoridad y debe mantener su prestigio, ante el pueblo cubano y su respeto frente a los gobernantes cubanos y no comportarse como compinches, de la tiranía. Creemos además que la petición de Las Damas de Blanco, de ser recibidas en audiencia, por el Papa Benedicto XVI en el Vaticano, está en el derecho que se les asiste, como institución que representa a un sector de la sociedad cubana y que son partes del pueblo católico de la nación, que fueron además, marginadas, durante la visita del Papa. Encarceladas la mayoría de ellas, para impedir que asistieran a la Misa Papal, de la Plaza Civica. Este hecho debe ser reconocido por el Cardenal y recordarle, que la historia la escriben los pueblos y no los tiranos. Si usted prefiere asegurar su vida terrenal, con las prebendas que otorgan los tiranos, recuerde que traiciona a Dios y lo apuñala por la espalda.

Héctor Julio Cedeño Negrín Periodista Independiente de Cuba.

Ciudad de la Habana, jueves 31 de Mayo de 2012.

Enviado por Engie Alvarez

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